LA
PULGA INQUIETA
Y LA SERENA RATITA
Dunia Quesada
Una pequeña e inquieta Pulga, más saltarina de lo habitual, se encontró una hermosa mañana con una Ratita singular.
-¿Por qué das esos altos brincos ? -quiso la Ratita saber.
-No tengas miedo por eso, siempre salto, no sĂŠ el porquĂŠ.
-Pero si sigues saltando, de esa forma singular, esas patitas delgadas muy mal lo van a pasar‌
-Está en mi naturaleza brincar y brincar sin parar, mis patas están preparadas no se van a estropear…
-¿No será cuestión nerviosa? A mí me pasa también, pero en vez de tanto brinco, escucho el agua correr.
-Bien dices, Ratita linda. Si no me siento tranquila, me calma la naturaleza con sus colores de vida. Me levanto bien temprano para ver amanecer, disfruto de la brisa fresca y de la luz que empieza a nacer.
Miro el amplio horizonte en busca de tranquilidad. Esta ma単ana la encuentro en forma de nueva amistad.
La Ratita, que es muy buena, sintió en su corazón las palabras de la Pulga y de esta manera le habló:
-Súbete, Pulguita mía, que en mi lomo encontrarás, la paz que tanto ansías y que yo acabo de encontrar.
AsĂ la pequeĂąa Pulga y la serena Ratita unieron sus dos caminos juntas andan por la vida.