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LA INCERTIDUMBRE, YO Y NUESTRA RELACIÓN
Lo más seguro que tenemos es la inseguridad. Allan Whats
La incertidumbre, yo y nuestra relación.
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En este artículo por el que se me ha invitado a participar ante la revista MEDUSSAGDB quiero plantear dos aspectos que a través de toda mi vida he evitado hasta que les hallé importancia que son la incertidumbre y la angustia que esta genera, noto que es común que el ámbito corporativo después del freno económico que ocasionó la necesaria cuarentena ante la pandemia mundial que atravesamos, paralizó e influyó en la dinámica empresarial, ante lo que me es común testificar y acompañar situaciones que orillan a las personas a acercarse a mi para solicitar mis servicios como terapeuta, consultor, coach, capacitador o académico, dado que somos seres emocionales, relacionales, situacionales, contextuales, temporales y relativos, siempre nos encontramos bajo influencia de los otros y lo otro, estamos siempre cambiantes, moviéndonos, en acción, no podemos predecir con exactitud lo que va a pasar al momento siguiente, tampoco podemos hacer un pronóstico de como vamos a experimentar al mundo ni como responderemos a cada una de las oportunidades que nos da de aprender de él. Cuando brindo un acompañamiento discursivo y colaborativo a los clientes o pacientes que buscan una resignificación en su hacer, reflexionando y explorando alternativas, sobre una dimensión específica de su experiencia laboral o personal, nuestras primeras impresiones son que incertidumbre y angustia generalmente son dos palabras que consideramos negativas y tratamos de evitarlas cuales enemigos mortales, sin embargo evitarlas nos condenaría a perdernos de la riqueza que tienen para aterrizarnos a reducir las posibilidades, ya que bien canalizadas, pueden brindarnos la fuerza que nos hará salir disparados al cumplimiento de nuestras metas, lograr mejores y mayores resultados y nos dará un sentido vital de vida y de cada uno de sus momentos por lo que uno de los objetivos de este artículo es que las analicemos y nos abramos a ellas. Estamos inmersos en la incertidumbre, tanto antes como después de la cuarentena, no tenemos certezas, y la pandemia es un fiel recordatorio de que no importa cuantas experiencias acumulemos, y cuantos conocimientos sistematicemos, la incertidumbre siempre nos está acompañando, no es posible alcanzar certezas en nada, ya que la existencia nos envuelve en su misterio, la vida es cambio y el cambio es vida, hay situaciones que surgen y parte de la vida tiene que ver con cómo nos enfrentamos a esas situaciones, la incertidumbre es constante, crea experiencias incómodas y es esta misma es la que nos mueve a la búsqueda de las certezas por lo que la propuesta es que la abraces y te apertures a experimentar que todo tiene una vía positiva y una vía negativa y esto puede agradarnos o desagradarnos pero siempre nos movilizamos con una tendencia al desarrollo.
La alerta sanitaria mundial provocada por el COVID19 nos ha orillado dentro de las corporaciones a sugerir una obligada toma de decisiones de emergencia, evaluar riesgos y establecer mecanismos de respuesta de emergencia, fortalecer comunicación de información positiva para empleados, clientes y proveedores, crear documentos de comunicación estandarizados, mantener el bienestar físico y mental de los empleados, contar con materia prima suficiente, mantener las relaciones con los clientes, dar respuesta ante la incapacidad de reanudar la producción a corto plazo, sin hablar de la personalidad de cada empresa como responsabilidad social, toma de decisiones respecto al número de trabajadores contratados, restructura de cartera de clientes, alianzas estratégicas, actualizar mecanismos de gestión, entre otras cosas, la incertidumbre invita a los encargados de dignamente presidir y dirigir cada organización a no temer involucrar nuestra subjetividad y todo lo que esta implica sobre ciertos aspectos que estarán inherentemente en todas y cada una de las situaciones por las que las empresas transitan ya sean individuales o colectivas, y para esto es importante tomar en cuenta que la incertidumbre se conforma por paradojas y dilemas que nos mueven, y que las respuestas a estos dilemas traen consigo nuevas e inquietantes nuevas preguntas.
yo y nuestra relación.
Me gusta sugerir que en lugar de dar una prioridad de atención al cumplimiento de sus objetivos organizacionales, nos detengamos a mirar como la incertidumbre nos invita a explorar la tensión del contexto presente en contraste con la situación objetivo que nos hemos venido proponiendo, lo que facilita el desplegue de alternativas posibles que antes de esta basta exploración no habían sido contempladas como elementos conscientes, esto nos invita a comprender de forma global, la importancia de la participación y de ser agentes activos para conseguir las situaciones exitosas que se han establecido como objetivos. Debemos reconocer que todo lo que sube tiene que bajar, lo que entra tiene que salir y lo que inicia tiene un término, pensar en esto seguramente es uno de los principales generadores de angustia ya que tener en cuenta que habrá relaciones, situaciones, eventos, oportunidades, sentimientos, procesos que van a terminar, incluida la vida de la propia organización, hace que nos aferramos a que no terminen, y nos genere angustia, quisiéramos extenderlos más tiempo, desplegar y atender la tensión que se genera con la inestabilidad natural de la existencia, sin embargo; la tensión de un ejecutivo de como orientar su proceder para incrementar los resultados y la productividad, lograr que los esfuerzos y logros de las planeaciones se implementen dentro de la empresa, las demandas de las situaciones, toma de decisiones, para enfrentar las demandas que las situaciones nos colocan, antes que otra cosa, es más fácil de asimilar si comenzamos por promover algo de comprensión y una mayor amplitud de la experiencia de lo que significa ser en el mundo y que tome en cuenta que existir ante la incertidumbre es una acción valiosa y dignificante. El altercado entre el elegir y renunciar es algo que constantemente genera angustia, a pesar que estos atributos son cualidades propias de la vida, lamentablemente no es posible abarcar todas las posibilidades que simultáneamente deseamos y tendremos de alguna manera inclinarnos a ello y con ello tendremos que hacernos cargo de lo que respecte, la incomodidad y la pena que generan los aspectos inciertos que no podemos controlar, paradójicamente elevan entre más pretendemos disminuirlos, es decir, que entre más busquemos la seguridad, más inseguros nos sentiremos, por lo tanto, entre más abiertos estemos a la incertidumbre, tendremos mayores posibilidades de adaptarnos a lo novedoso de cada instante, lo que nos asegura impresionarnos con lo asombroso, entusiasmarnos y energizarnos para desarrollar el desplegue de respuestas espontaneas que se amolden a cada instante inesperado de la vida, y tal cual lo he venido describiendo, en plural, es más fácil el vivirlo acompañados.



Raúl Rojo Ruiz
*: Director y fundador de Trascender Psicología, Director de Gestión Operativa de Quira IAP. Coordinador y conductor de Somos Emocionales, Catedrático del Instituto Hispanoamericano de Suicidología, Instructor en Casa Alaya, Psicólogo, Psicoterapeuta Gestalt y Suicidólogo con 10 años de experiencia, Conferencista Nacional e Internacional, Autor de tres libros, Maestría en Gestalt con especialidad en Adolescentes, Adicciones y grupos terapéuticos, en el IHPG, actualmente se forma como terapeuta existencial en el CIR-EX. Móvil: 5611220998 Correo: psic.raulrojo@gmail.com

