
1 minute read
Tu Refugio
Hay lugares, espacios y momentos en la vida que son difíciles de explicar e imposibles de definir. Si todo ello, se unifica con Fe y emociones, el resultado son sentimientos inexplicables.
Escribir estas pequeñas líneas que a continuación expongo, para mí es muy gratificante y podréis ver el porqué.
Advertisement
Afortunado soy de poder haber encontrado “mi refugio”, en esta localidad y en esta gran hermandad. ¿Casualidad o destino? la gente me hablaba de un lugar especial llamado “ventana o refugio”. Cuando unos amigos/as me lo describieron así, algo alertó en mí que tenía que ir a visitarte “te encontré de casualidad”. No conocía nada en relación a ello, pues soy de otra localidad vecina, pero una sola palabra “refugio” hizo que te visitara a menudo y puedo resaltar que siempre me he encontrado con gente ¡Nunca estaba solo! agradecimiento hacia ti y hacia este maravilloso lugar. Si decir, que he ido mucho a visitarte, ya que han sido muchos días y noches llorando por esta enfermedad y este miedo que se adentró en mi sin avisar.
Cuando te visitaba, te rezaba, te veía, tanto en este lugar, como a través de imágenes, algo me decía que no me preocupara que todo iba a salir bien y que superaría esta lucha. Así ha sido, me has dado esa fuerza que he necesitado en cada momento y sobre todo me has ayudado a confiar en mí, a que iba superar este proceso con creces ¡Gracias por ayudarme a seguir adelante!
Y me gustaría terminar con estas frases:
“La Fe se trata de confiar en Jesús Nazareno, cuando tienes preguntas sin respuestas” (Joel Osteen)
¿Y por que empecé a visitarte a menudo? Pues bien, desde pequeño soy cristiano, pero desde hace dos años aproximadamente, un gran obstáculo apareció en mi vida, llamado Cáncer y esto hizo que me aferrara aun más a la Fe y es desde ese instante, cuando me di cuenta que cualquier momento, día y hora era especial para poder ir a verte, de manera tanto devocional como espiritual, ¡Te necesitaba!
“Alimenta a tu Fe y los temores se morirán de hambre” (anónimo)
“Sin Fe, nada es posible. Con ella, nada es imposible” (Mary McLeod Bethune)