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MONDOMADRID

nía sentido que fuera en inglés. Nos hizo gracia llamarla así como en las películas antiguas, cuando la gente descansaba, porque iba en medio. La llamábamos “Pasaje instrumental”, de hecho no la tocamos en directo. Está ahí como conceptualmente. Es como una canción de paso. La primera parte del EP es más tranquila, acústica, y la segunda más agarrada.

Es verdad, va de más tranquilo a más oscuro. Pero no más rápido. ¿Os habéis puesto reglas o límites en este grupo, por ejemplo en cuanto a la velocidad?

(Ricky) No, el enfoque tranquilo sale de forma natural. Es algo casi filosófico, que va más allá de lo musical. Es una postura con mucha calma y mucho relax. Sin prisas ante la vida. Nos apetece bajar tempos y hacer cosas más amables y tranquilas que lo que hemos practicado antes en otras bandas. Claramente es una cuestión que tiene que ver con la edad y hacerse viejo.

(Manel) Y por ensayar los sábados a las once de la mañana [risas].

¿Pero surgió de forma espontánea o lo hablasteis?

(Ricky) No, surgió de forma natural. También luego en un concierto hemos llegado a hacer una versión de Circle Jerks. A veces la cabra tira al monte. No sé, supongo que estábamos los dos en el mismo momento de tocar cosas muy calmadas. Que nos retrotraen a bandas o sellos y escenas que ya tienen unos añitos. Todo es una reacción contra la velocidad de la vida actual y el posmodernismo. ¡Somos un grupo reaccionario y conservador! [risas]. Ahí tienes el titular.

En vuestra música hay muy pocos elementos. Son dos instrumentos (salvo la voz puntual) y ya está.

(Manel) Sí, es poco agresivo. Va un poco con nuestra personalidad. Somos tran- quilos. Es poco de empujar. Hay espacio para todo, se oye todo perfectamente, nadie intenta ganar terreno porque son dos instrumentos muy diferentes. Cada uno tiene su área: yo no tengo que mirar armonías y él puede hacer lo que quiera, entra y sale...

Y no se echa de menos un bajo. Aunque las guitarras a veces hacen bajos.

(Manel) Hago líneas, sí. También es verdad que, dentro de la simplicidad, Ricky hace baterías relativamente complejas, que cubren bastante espectro de graves.

En cuanto a la voz, ¿cómo te animaste a cantar “Amargosa”?

(Ricky) También salió de un modo natural. Por algún motivo, cuando la tocábamos en el local me venía una melodía a la cabeza y la tarareaba. Es algo bastante extraño. No he cantado nunca, es la primera vez que canto una canción y que me enfrento a escribir una letra, que es un trabajo terrible, titánico y desagradable, que valoro muchísimo en los demás. Es una cosa endemoniada. De la letra estoy muy contento y orgulloso, he de decir. Está escrita de forma que la puedes entender hoy en 2022, o alguien del siglo XVIII o de la Edad Media, en el sentido de que no aparece ninguna referencia contemporánea. Todo son cosas o bien antiguas, o atemporales. “Luciérnagas”, “piedras”, “fuegos”, “imperios”… Me parece una broma interesante. Me hace mucha gracia que no haya rastro de modernidad en esa letra. j.c.