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Nuestro Punk Pilseners El futuro es ahora

Si Sex Pistols popularizaron hace casi cincuenta años el lema de “No future”, ahora Pilseners vuelven a la primera línea de las barricadas con un nuevo trabajo titulado “No hi ha demà” (Kasba, 22) que cuenta con un diseño muy combativo y apocalíptico. Apuntad: no hay mañana, el futuro es ahora, y la veterana banda quiere formar parte de la banda sonora de las revueltas del presente.

ME CITO CON LOS DOS guitarristas de Pilseners, Guifré y Joan, en un bar junto a la mítica calle Tallers de Barcelona para conocer todos los detalles de este regreso a la palestra musical. Curiosamente, nadie pide una cerveza; cosas de la salud y de la edad, supongo. Ninguno de los presentes somos unos chavales ya. “Nos conocimos con dieciséis o diecisiete años y montamos Pilseners. Diez años más tarde, en el 2004, sacamos el último disco pero habíamos llegado a un punto de agotamiento en cuanto a generación de ideas y de creatividad. En su momento no lanzamos ningún comunicado de disolución del grupo ni nada por el estilo; simplemente el ciclo se había acabado y punto. Luego cada uno tiró por su lado”.

DIECIOCHO AÑOS DESPUÉS el grupo lanza “No hi ha demà” como si de un cóctel molotov se tratara, un largo que contiene once nuevos trallazos de street punk con toques de oi! y también de rock’n’roll. “Con este disco no hemos buscado la rapidez sino la contundencia. El proceso de grabación fue duro pero teníamos las ideas muy claras cuando llegamos al estudio. Estamos muy contentos con el resultado: hemos conseguido hacer algo digno y que suene actual, aunque ha sido como un parto doloroso”. Llama mucho la atención la portada del álbum y el artwork en general, en la que se muestra una Barcelona en llamas, semidestruida por las revueltas populares que se han sucedido en la Ciudad Condal. Algunos títulos hablan por sí solos: “Rock per la independència”, “Tornarem als carrers”, “Urquinaona”… Joan y Guifré lo explican: “Queríamos darle un enfoque apocalíptico al disco derivado de la pandemia del COVID, de las revueltas del año 2017, etcétera. Siempre bajo la premisa de destruirlo todo para crear algo nuevo. Hay que hacerlo ahora. Pase lo que pase no estamos contentos con lo que hay y lo vamos a destruir para que nazca algo nuevo”. Aun así, seguimos preocupados por la continuidad del punk, un estilo que lleva dando guerra casi medio siglo y que parece no calar tanto en las generaciones más jóvenes. “En nuestro concierto vimos a bastantes veinteañeros y esto nos da esperanza en el futuro del punk. Teníamos miedo de quedarnos congelados en una fotografía de hace veinte o veinticinco años, sin duda el ambiente no es el mismo que en los noventa, pero lo que tiene el punk de bueno es que es una patada agresiva, una descarga de adrenalina brutal, y esto se va a mantener independientemente de la edad que tengas. Eso sí, aparecen nuevas formas de hacer punk o hardcore y la cosa va evolucionando… Ahora los grupos jóvenes que empiezan a tocar no están tan encasillados; han aparecido nuevos caminos a nivel musical. Ese eclecticismo es positivo y se ha creado una escena más sana. Además los chavales de hoy tienen mucho nivel musical y disponen de un material y de unos medios mucho mejores que lo que teníamos nosotros cuando empezamos”. jordian fo

No se trata de que el punk callejero o el Oi! vuelvan a estar de actualidad, pero sí lo están dos de los máximos representantes del movimiento en la península. Y además sus retornos han coincidido en el tiempo. Con ustedes dos clásicos del género: Pilseners y Suburban Rebels.