Acción de gracias (Fórmula 5 - Tiempo ordinario 1)
Acción de gracias (Fórmula 6 - Tiempo ordinario 2)
Acción de gracias (Fórmula 7 - Tiempo ordinario 3)
M:
LITURGIA DOMINICAL DIRIGIDA POR LAICOS
RITOS INICIALES
Buenos días hermanos, se les pide que apaguen sus celulares o en caso contrario ponerlo en vibrador
Bienvenida
M:
R:
T:
R:
Nos ponemos de pie, para comenzar esta Santísima Misa o celebración, cantando...
Comencemos nuestra celebración, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
El Dios de la esperanza, que por la acción del Espíritu Santo nos colma con su alegria y con su paz, permanezca siempre con todos nosotros.
T:
Y con tu Espíritu.
R = Responsable
M = Monitor T = Todos
R:
Acto penitencial
(Ver otras fórmulas en el apéndice 1 pág.)
Hoy, que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, reconozcamos que estamos necesitados de la misericordia del padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva.
(o bien)
R:
Jesucristo, el Justo, intercede por nosotros y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento, para acercarnos a la mesa del Señor.
(o bien)
R:
El Señor ha dicho: El que este sin pecado, que tire la primera piedra. Reconozcamos, pues, pecadores y perdonémonos los unos a los otros desde lo más íntimo de nuestro corazón.
Se hace una breve pausa en silencio y despues todos en común hacen la confesión de sus pecados.
T:
R:
T:
Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mi ante Dios, nuestro Señor.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
M: Amén. Pidamos perdón con el canto…
Gloria
(Si la liturgia del día lo prescribe se canta el gloria)
M: Con el corazón alegre, glorificamos al Señor cantando…
Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
(Acabado el gloria el que dirige con manos juntas dice…)
R:
Todos oran en silencio durante unos momentos. Despues, el que dirige con las manos extendidas, dice la oración colecta sugerida, puede buscar otra en el misal o componer una oración adecuada a la celebración. Oremos.
Oración Colecta:
R:
Oh, Señor Jesús, por tu bondad y misericordia estamos reunidos en tu nombre. Nosotros queremos escucharte porque sabemos que siempre eres fiel a tu palabra. Purifica nuestros labios para poder anunciar tu palabra, purifica nuestros corazones para poder recibirla y cumplirla en cada acto de nuestras vidas. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
T: Amén.
M:
LITURGIA DE LA PALABRA
Queridos hermanos, ahora escuchemos la palabra de Dios con atención.
Al final de cada lectura, el lector dice: Palabra de Dios
El pueblo responde: Te alabamos Señor
Lecturas
M: M:
Salmo Responsorial
Monición de la primera lectura. Monición de la segunda lectura.
M:
R:
(Monición del evangelio) Cantemos para escuchar con atención lo que Dios nos dice hoy en el evangelio.
Explicación o compartir de las lecturas
Tomemos asiento para reflexionar juntos acerca de las lecturas de hoy.
Una vez terminado el compartir se guarda un breve silencio para poner en nuestro corazón el mensaje de Dios.
Si la liturgia lo prescribe se reza juntos el credo.
M:
Queridos hermanos, renovemos nuestra fe rezando el credo.
Credo
Credo de los apóstoles
T: Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
T: Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Credo Nicea – Constantinopla (opcional)
Las peticiones
M: Hermanos, confiados en la bondad de Dios, presentamos ante él, nuestras peticiones.
Despues de la introducción hecha por el monitor, cada miembro del equipo litúrgico propone una intención preparada por el mismo o puede escoger algunas de sugeridas abajo.
Cada intención se termina con la frase: roguemos al Señor, y la comunidad responde: te los pedimos Señor.
La sucesión de intenciones puede ser la siguiente:
a)
b) c) d)
e) f) g)
Por la necesidad de la Iglesia
Por los gobernantes y por la salvación del mundo entero. Por la justicia y los derechos humanos.
Por los que se encuentran en necesidades particulares.
Por la comunidad local.
Por los catequistas y los agentes pastorales.
Por las vocaciones sacerdotales y religiosas.
El celebrante invita a otros miembros de la comunidad a hacer sus peticiones. La final de todas peticiones, el responsable hace la oración conclusiva.
R:
Que tu amor y nuestra gratitud estén siempre unidos para que podamos alcanzar la plenitud de tu reino de paz y de vida. Por Jesucristo nuestro Señor.
T: Amén.
Cuando el responsable termina de hacer las peticiones, el monitor invita al pueblo a tomar asiento y anima a participar cantando alguna canción apropiada.
Si hay procesión de ofrendas, el monitor participa según lo coordinado previamente con las personas encargadas de llevar las ofrendas al altar.
Ofrendas
M:
(Se presentan los símbolos)
M:
Entreguemos nuestras ofrendas cantando…
Se recogen las ofrendas – incluyendo la colecta y se lleva adelante colocándolas al pie del altar o de la imagen del Señor que preside la celebración.
M: Queridos hermanos, vamos a presentar nuestros símbolos.
Vamos a dirigir nuestra acción de gracias a Dios que nos reúne en comunidad.
ACCIÓN DE GRACIAS
(ver otras fórmulas en el apéndice 2, pág. 19)
Se coloca el copón con las hostias consagradas encima del altar.
R:
Hermanos: Ahora demos gracias. Dios es nuestro Padre y nos ama. Todo lo bueno que ocurre sabemos que viene de sus manos.
Breve silencio
R:
Padre, te damos las gracias de todo corazón. Tú eres bueno con nosotros, nos das la vida, el cuerpo, la inteligencia y la salud. Podemos trabajar con nuestras manos y alabarte con nuestra boca. Podemos ayudar a los demás y hacerlos felices.
El responsable que dirige puede nombrar las cosas que pasan en el país, en el barrio, en la comunidad cristiana que sea dignas de agradecer a Dios.
R:
M:
Todo viene de ti, Señor. Sim embargo, muchas veces nosotros hacemos el mal. Y tú, en vez de castigarnos, nos perdonas.
Para eso vino Jesús al mundo, para traernos tu vida y tú perdón. El obró bien con todos, y no fue rencoroso con nadie.
Fue amigo de los pobre y humildes; curó a los enfermos y perdonó a los pecadores. Pero los hombres no lo comprendieron. Lo persiguieron, lo condenaron y lo asesinaron clavándolo en la cruz.
Murió por nuestros pecados y resucitó para darnos nueva vida. Cuando re reunió contigo, mandó al Espíritu Santo para hacernos hijos e hijas tuyos y poder llamarte ¡Padre!
Esto nos llena de gozo y nos hace cantarte himno de alabanza.
T: Cantemos el santo…
Santo, santo, santo es el Señor del Universo, llenos están los cielos y la tierra de su gloria. Hosanna en el cielo, hosanna, hosanna, bendito es el que viene en nombre del Señor.
RITO DE LA COMUNIÓN
El responsable invita al pueblo a rezar o cantar el Padre nuestro mientras el monitor dirige poniendo atención en la letra correcta
R:
Llenos de alegría por ser hijos e hijas de Dios, digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:
T: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
R:
Libranos de toda maldad, Señor. Libranos de la explotación y la violencia, y concédenos la paz para poder vivir siempre de pecado y protegidos de todo mal. Señor Jesucristo, Tú dijiste a tus apóstoles: “La paz les dejo, mi paz les doy”; danos hoy el mismo don de la paz; no tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu pueblo; ayúdanos a amarnos unos a otros como tú nos enseñas. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
T:
R:
No podemos recibir el cuerpo del Señor si tenemos rencores o divisiones. Expresemos nuestra voluntad de vivir en unión con todos, dándonos fraternalmente el saludo de la paz.
M: Acompañamos este momento con el canto…
Según la costumbre del lugar todos se dan la paz, mientras cantan. Lugo se lee:
R: R:
T: T:
R:
T: Amén. ten piedad de nosotros, ten piedad de nosotros, danoz la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
A continuación, el que dirige, con las manos juntas dice en secreto:
Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo, que por voluntad del Padre y en unión con el Espíritu Santo, con tu muerte diste la vida al mundo, por la recepción de tu cuerpo, líbrame de todas mis culpas y de todo mal. Ayúdame a cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.
El que dirige hace la genuflexión, toma el pan consagrado y sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena, lo muestra al pueblo diciendo:
Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
T: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
El que dirige dice en secreto: Y comulga el Cuerpo de Cristo.
El Cuerpo de Cristo me guarde par la vida eterna.
R: R: R: R:
Las personas que estén preparadas para recibir el cuerpo del Señor pueden acercarse para compartir el pan de vida que el Dios de amor y bondad nos ofrece hoy. Durante la comunión cantemos…
El ministro de la eucaristía toma las hostias consagradas, se acerca a los que van a comulgar y les presenta el pan consagrado que sostiene un poco elevado, diciendo a cada uno de ellos.
El cuerpo de Cristo.
El que va a comulgar responde: Amén. Y se le da hostia en la mano o en la boca.
Despues de la comunión, el monitor invita a todos a guardar silencio por unos momentos.
M: M:
Guardemos silencio por unos momentos.
Oración de acción de gracias
Creo, Señor mío, que estás realmente presente en El Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo ardientemente recibirte dentro de mi alma; pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si te hubiese recibido, me abrazo y me uno todo a Ti; Oh, señor, no permitas que me separe de Ti. Amen.
R:
Oremos.
R: Luego con las manos extendidas el responsable dice la oración despues de la comunión. Puede escoger una de estas (buscar otras en el misal o componer una adecuada a la celebración)
Señor, tú que nos has nutrido con el pan del cielo, llénanos con tu Espíritu; haznos uno en paz y amor y ayúdanos a servirte sirviendo a los demás.
Dios, Padre todopoderosos, que la nueva vida que tú nos das aumente nuestro amor y nos mantenga en la alegría de tu Reino.
Desde la comunión el monitor invita a las personas que deseen hacer algún aviso, acercarse adelante. Debe asegurarse que los avisos sean breves y claros.
M: Invitamos al hermano coordinador (o a la persona a cargo) para que de los avisos a la comunidad.
RITO DE CONCLUSIÓN
Hermanos, hemos celebrado el día del Señor.
T:
R: R: R:
Nuestra mirada y nuestro corazón han estado puestos en Jesús, nuestro Salvador, que ha venido a nosotros para manifestarnos el gran amor que Dios tiene por los hombres y mujeres.
Que nuestra vida, en esta semana que se inicia, sea tambien una manifestación del amor del Dios a nuestros hermanos, especialmente a los más necesitados, mediante nuestro amor y servicio.
(Para la bendición final, el responsable se santigua junto con el pueblo mientras dice: Padre…)
La bendición de Dios todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros.
T: Amén. Demos gracias a Dios.
Podemos ir en paz.
M: M: Hermanos, vamos a concluir la celebración (o santa Misa)
Para despedirnos cantamos…
R:
Apéndice 1
FORMULAS DIVERSAS PARA EL ACTO PENITENCIAL
Jesucristo, el justo, intercede por nosotros y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro espíritu al arrepentimiento, para acercarnos al a mesa del Señor.
O bien
R:
El Señor dijo: El que este sin pecado, que tire la primera piedra. Reconozcamos, pues, pecadores y perdonémonos los unos a los otros desde lo más íntimo de nuestro corazón.
Se hace una pausa den silencio.
T:
R: R: R:
Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten piedad.
R:
T: Señor, ten piedad. Señor, ten piedad. Amén. Cristo, ten piedad.
Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.
T: T:
Tú que estas sentado a ala derecha del padre para interceder por nosotros: Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
(otras invocaciones para segunda formula del Acto Penitencial)
6. 5.
Tiempo Ordinario
Tú que eres el camino que conduce al Padre, Señor, ten piedad.
Tú que la verdad que ilumina los pueblo, Cristo, ten piedad.
Tú que eres la vida que renueva el mundo, Señor, ten piedad.
Tú que eres la plenitud de la verdad y de la gracia, Señor, ten piedad.
Tú que te has hecho pobre para enriquecernos, Cristo, ten piedad.
Tú que has venido a hacer de nosotros tu pueblo santo, Señor, ten piedad.
Tú que no has venido a condenar sino a perdonar, Señor, ten piedad.
Tú que has dicho que hay gran fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente, Cristo, ten piedad.
Tú que perdonas mucho a quien mucho ama, Señor, ten piedad.
Tú que has venido a buscar al que estaba perdido, Señor, ten piedad.
Tú que has querido dar la vida en rescate por todos, Cristo, ten piedad.
Tú que reúnes a tus hijos dispersos, Señor, ten piedad.
Tú que ofreciste el perdón a Pedro arrepentido, Señor, ten piedad.
Tú que prometiste el paraíso al buen ladrón, Cristo, ten piedad.
Tú que perdonas a quien confía en tu misericordia, Señor, ten piedad.
Defensor de los pobres, Señor, ten piedad.
Refugio de los débiles, ten piedad.
Esperanza de los pecadores, Señor, ten piedad.
Tiempo de Adviento
Tú que viniste al mundo para salvarnos, Señor, ten piedad.
Tú que nos visitas continuamente con la gracia de tu Espíritu, Cristo, ten piedad.
Tú que vendrás un día a juzgar nuestras obras, Señor, ten piedad.
Tú que viniste a visitar a tu pueblo con la paz, Señor, ten piedad.
Tú que viniste a salvar lo que estaba perdido, Cristo, ten piedad.
Tú que viniste a crear un mundo nuevo, Señor, ten piedad.
Luz del mundo, que vienes a iluminar a los que viven en las tinieblas del pecado, Señor, ten piedad.
Buen pastor, que vienes a guiar a tu rebaño por las sendas de la verdad y de la justicia, Cristo, ten piedad.
Hijo de Dios, que volverás un día para cumplir las promesas del Padre, Señor, ten piedad.
Tiempo de Navidad
Hijo de Dios, que, nacido de María, Señor, ten piedad.
Hijo del hombre, que conoces y comprendes nuestra debilidad, Cristo, ten piedad.
Hijo primogénito del Padre, que haces de nosotros una sola familia, Señor, ten piedad.
Palabra eterna del Padre, por la que todo ha venido a la existencia, Señor, ten piedad.
Luz verdadera, que has venido al mundo y a quien el mundo recibió, Cristo, ten piedad.
Hijo de Dios, que hecho carne, has acampado entre nosotros, Señor, ten piedad.
Rey de la paz y Santo de Dios, Señor, ten piedad.
Luz que brillas en las tinieblas, Cristo, ten piedad. Imagen de hombre nuevo, Señor, ten piedad.
Tiempo de Cuaresma
Tú que nos has hecho renacer por el agua y el Espíritu, Señor, ten piedad.
Tú que enviaste al Espíritu Santo para crear en nosotros un corazón nuevo, Cristo, ten piedad.
Tú que eres el autor de la salvación eterna, Señor, ten piedad.
Tú que borras nuestras culpas, Señor, ten piedad.
Tú que creas en nosotros un corazón puro, Cristo, ten piedad.
Tú que nos devuelves la alegría de la salvación, Señor, ten piedad.
Tú que has puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz, Señor, ten piedad.
Tú que padeciste por nosotros para que sigamos tus huellas, Cristo, ten piedad.
Tú que cargado con nuestros pecados, subiste al leño ara que nosotros, muertos al pecado, vivamos en la justicia, Señor, ten piedad.
Cincuentena Pascual
Tú que has destruido el pecado y la muerte con tu resurrección, Señor, ten piedad.
Tú que has renovado la creación entera con tu resurrección, Cristo, ten piedad.
Tú que das la alegría a los vivos y la vida a los muertos con tu resurrección, Señor, ten piedad.
Tú, el primogénito de entre los muertos, Señor, ten piedad.
Tú, el vencedor del pecado y de la muerte, Cristo, ten piedad.
Tú, la resurrección y la vida, Señor, ten piedad.
Tú que eres el sumo sacerdote de la nueva Alianza, Señor, ten piedad.
Tú que nos edificas como piedras vivas en el templo santo de Dios, Cristo, ten piedad.
Tú que has subido a la derecha del Padre para enviarnos el don del Espíritu, Señor, ten piedad.
Apéndice 2
FORMULAS DIVERSAS PARA LA ACCIÓN DE GRACIAS
Acción de gracias (Formula 1 – Adviento)
Hermanos: Ahora demos gracias a Dios por todos sus beneficios. Él nos ama y nos está manifestando su cariño en todo lo bueno que nos pasa.
M: A las diversas aclamaciones de alabanza y gratitud nos unimos todos diciendo: ¡Bendito seas por siempre Señor!
T:
T: T: T:
Por tu inmensa Gloria te alabamos, te bendecimos, R: R: R: R: R: R: R:
T:
Bendito seas, Dios y Padre, fuente de todo bien; que nos has abandonado al poder de la muerte y nos invita a buscarte, con la certeza de hallarte un día.
¡Bendito seas por siempre, Señor!
Bendito seas, Señor Jesús, palabra de Dios. Tú vienes a cumplir la promesa hecha desde antiguo y tu venida nos muestra que Dios es fiel y no se desdice nunca.
¡Bendito seas por siempre, Señor!
Bendito seas, Espíritu Santo, consolador nuestro; tú que revives en nuestros corazones la gozosa espera de Cristo y mantienes en nosotros la confianza en su entorno.
¡Bendito seas por siempre, Señor!
Alabemos ahora a Dios cantando (rezando) el gloria, himno que los ángeles cantaron cuando nació Jesús.
Gloria a Dios en el Cielo.
y en la tierra paz a la gente que ama al Señor. te adoramos, te glorificamos, te damos gracias.
R:
T:
R:
T:
R:
T:
Señor Dios, rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios; Hijo del Padre.
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas.
T:
R: R:
T:
porque solo tú eres Santo, solo tú altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo
Tú que estas sentado a la derecha del padre, ten piedad de nosotros. solo tú, Señor, en la gloria de Dios Padre. Amén.
R:
Acción de gracias (Formula 2 – Navidad)
Hermanos: Alabemos a Dios por su bondad y por todos los bienes y regaos que nos concede.
M: A las aclamaciones de gratitud y alabanzas nos unimos todos diciendo (cantando): ¡Gloria a ti, Señor!
R:
T:
R:
Dios. Padre, amigo de los hombres y las mujeres: te bendecimos. Tú que amaste tanto al mundo que nos entregaste a tu propio Hijo para que todos nos salvemos en Él. Señor, Dios, te aclamamos.
¡Gloria a ti, Señor!
Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador: te bendecimos. Tú que te hiciste uno de nosotros, hermano de los hombres y mujeres, a fin de que en ti nos hiciéramos hijo e hijas. Señor, Jesús, te aclamamos.
T:
R:
T:
R:
¡Gloria a ti, Señor!
Espíritu de Dios, luz de los corazones: te bendecimos. Tú que nos haces descubrir en Jesús al que había de venir. Espíritu Santo, te aclamamos.
¡Gloria a ti, Señor!
Unidos a la virgen María, la madre de Jesús nuestro salvador, damos gracias a Dios cantando el Magníficat:
T:
El Señor hizo en mí maravillas, Santo es mi Dios.
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
R:
M:
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre.
Acción de gracias (Formula 3 – Cuaresma)
Hermanos: Ahora, alabemos y demos gracias a Dos, Dios de misericordia y de perdón.
A las diversas aclamaciones de alabanza y gratitud respondemos todos diciendo: ¡Bendito seas por siempre, Señor!
R:
T:
R:
Bendito seas, Dios, Padre de bondad. Tú paciencia es incansable y tu amor nunca falla. Tú, que nos ofreces un tiempo favorable y unos días de salvación, eres grande, Señor, Dios nuestro.
T:
M:
T: ¡Bendito seas por siempre, Señor!
R:
Bendito seas, Espíritu Santo, amor que aleja todo odio. Tú, que invitas a los hombres y mujeres al silencio para hablarles al corazón; tú, que das fuerza en las tentaciones y confieres la vida nueva, eres fuerte, Espíritu del Señor.
¡Bendito seas por siempre, Señor! ¡Bendito seas por siempre, Señor!
Cantemos todos el canto (Santo, Santo u otra canción)
Bendito seas, Hijo de Dios vivo. Tú, que eres fiel hasta la cruz; tú, que acoges con bondad a quien se arrepiente, eres santo, Señor Jesucristo.
R:
Acción de gracias (Formula 4 – Pascua)
Hermanos: Ahora alabemos a Dios y démosle gracias por todos sus beneficios; en este tiempo Pascual, muy especialmente por la salvación, que nos ofrece en Jesucristo resucitado.
M: A las diversas aclamaciones de alabanza y gratitud respondemos todo diciendo; ¡Gloria a ti, Señor!
R:
Te alabamos, Señor, Padre todopoderoso. Tu santidad no tiene límites, y quieres hacernos participes de ella. Tú, reconciliaste a l mundo contigo por la sangre de la cruz. ¡Gloria a ti, Señor salvador!
R:
T: T:
R:
Te alabamos, Jesucristo, Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Tú eres vencedor de la muerte, lleno de gracia y de verdad. Tú permaneces viviendo con nosotros, hasta el fin del mundo. ¡Gloria a ti, Cristo redentor!
¡Gloria a ti, Señor!
Te alabamos. Espíritu de Dios. Por ti el misterio del Hijo inunda nuestras vidas. Tú, nos conviertes en nuevas criaturas. ¡Gloria a ti, Espíritu de vida!
¡Gloria a ti, Señor!
T: ¡Gloria a ti, Señor!
R:
R: R:
Alabemos a hora a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, cantando (rezando) todos el Gloria.
Gloria a Dios en el Cielo.
T: T: y en la tierra paz a la gente que ama al Señor. te adoramos, te glorificamos, te damos gracias.
Por tu inmensa Gloria te alabamos, te bendecimos,
R:
Señor Dios, rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
T: Señor Hijo único, Jesucristo.
T:
T:
R: R: R: R:
T: T:
Señor Dios, Cordero de Dios; Hijo del Padre.
tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestras súplicas. porque solo tú eres Santo, solo tú altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo
Tú que estas sentado a la derecha del padre, ten piedad de nosotros. solo tú, Señor, en la gloria de Dios Padre. Amén.
Acción de gracias (Formula 5 – Tiempo Ord.1)
R:
Hermanos: Ahora, demos gracias. Dios es nuestro padre y nos ama. Todo lo bueno que ocurre sabemos que viene de sus manos.
(Breve silencio)
Padre, te damos gracias, de todo corazón. Tú eres bueno con nosotros, nos das la vida, el cuerpo, la inteligencia y la salud. Podemos trabajar con nuestras manos y alabarte con nuestra boca. Podemos ayudar a los demás y hacerlos felices. Todo viene de ti.
Quien dirige puede nombrar las cosas que pasan en el país, en el barrio, en la comunidad cristiana que sean dignos de agradecer a Dios.
Sin embargo, nosotros muchas veces hacemos el mal. Y tú, en vez de castigarnos, nos perdonas. Para eso vino Jesús al mundo, para traernos tu vida y tu perdón. Él obró bien con todos, con nadie fue rencoroso. Fue amigo de los pobres y humildes. Curó a los enfermos y perdonó a los pecadores.
Pero los hombres no lo comprendieron. Fue perseguido, condenado y clavado en la cruz. Murió por nuestros pecados y resucitó para darnos nueva vida. Mandó al Espíritu Santo para hacernos hijos e hijas tuyos y poder llamarte ¡Padre! Esto nos llena de gozo y nos hace cantarte himnos de alabanza.
M: Cantemos todos el canto (Santo, Santo u otra canción)
R: (Breve silencio)
Acción de gracias (Formula 6 – Tiempo Ord.2)
Hermanos: Levantemos, ahora, nuestros corazones y demos gracias a Dios, nuestro Padre.
¡Si, Padre! Te damos las gracias porque has creado el mundo y lo has regalado a los hombres y mujeres para que, unidos nos repartamos sus frutos.
Te damos las gracias, porque no te has olvidado nunca de nosotros.
Quien dirige puede nombrar las cosas que pasan en el país, en el barrio, en la comunidad cristiana que sean dignos de agradecer a Dios.
Te damos las gracias, porque enviaste a tu Hijo para que nos salvara. Él se hizo uno de nosotros con su ejemplo y sus enseñanzas nos enseñó a hacer el bien, y para comunicarnos tu vida, murió en la cruz, resucitando al tercer día.
Por eso nosotros, en unión con todas las personas buenas de la tierra y con todos los santos del cielo, te cantamos un himno de alabanza.
M: Cantemos todos el canto (Santo, Santo u otra canción)
R: (Breve silencio)
Acción de gracias (Formula 7 – Tiempo Ord.3)
Hermanos: Elevamos, ahora, nuestros corazones y demos gracias, nuestro Dios.
Padre santo, de quien recibimos la vida, el crecimiento, la salud y la existencia; queremos alabarte y darte gracias; porque tu amor al mundo fue tan misericordioso que no solo nos enviaste como redentor a tu propio Hijo, sino que en todo lo hiciste semejante a nosotros, menos en el pecado, para que podamos amar en nosotros lo que amabas en él.
Con su obediencia has restaurado aquellos dones que nuestra desobediencia habíamos perdido. Por todas las maravillas te damos gracias y te alabamos.
M: Cantemos todos el canto (Santo, Santo u otra canción)