La black card es una herramienta limitada a un uso concreto dentro de la fotografía de paisaje, solamente si es necesario se emplea en escenarios de alto contraste o como una ayuda adicional en combinación con varios filtros degradados. Pero sí es cierto que debemos conocer su uso y cuando aplicarla, ya que si la utilizamos en el momento apropiado puede mejorar considerablemente la imagen final. Para que su aplicación sea más sencilla y eficaz, es importante disponer de varias black card que nos puedan servir para ser adaptadas a todo tipo de situaciones que se presenten dentro de un paisaje, desde tiras negras con acabados cuadrados, redondos y triangulares, hasta tiras tamaño carnet o mayores. También es recomendable disponer de pequeños trozos de tela para ser utilizados en paisajes irregulares donde haya montañas o elementos que sobresalen del horizonte.
Resultado final de la imagen tras combinar la blac card y un filtro degradado