PORTAFOLIO FOTOGRAFÍA/MASSMEDIA/DISEÑO

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Poker Face -Tiburón Tigre, Tiger Beach Dimensiones: 100 cm x 150 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $36,000

Emma Lozano es una fotógrafa mexicana -con licenciatura en Marketing por el Tecnológico de Monterrey-, que viaja por el mundo, enfocando sus imágenes como retratista, paisajista o en fotografía subacuática y de animales, así como también captura con su lente diversas culturas y tradiciones. Otro campo en el que ha incursionado es la fotografía de producto.

Como Embajadora de NIKON, ha realizado talleres y conferencias relacionadas con la fotografía. En National Geographic publicó fotografías del interior de Notre Dame. Para la publicación de Aeroméxico (Accent), presentó sus imágenes subacuáticas, tema que le apasiona y le motiva. Prueba de ello son esas fantásticas imágenes entre tiburones, mantarrayas y diversas especies con las que de alguna manera se comunica y hasta parece que se confabulan con ella y posan para la foto. Otras publicaciones que ha realizado han sido sobre la ganadería en México, con un estilo muy particular de capturar diversos animales, pues no se limita a disparar su cámara, sino que busca la manera de interactuar con el ejemplar en cuestión, de manera que se logran trabajos extraordinarios, fuera de lo común.

Como retratista, sus personajes -ya sea gente común o muy reconocidos en algún lugar del mundo- se muestran impregnados de mucha fuerza, gracias a los juegos de luces y sombras que utiliza y en donde hasta el entorno juega un papel crucial en todo el contexto.

Emma es una muy joven fotógrafa que se ha tomado muy seriamente la profesión, logrando desarrollar imágenes bastante extraordinarias que reflejan esa fuerza, empuje, intensidad y muchas ganas -aunque suene a cliché- de comerse al mundo.

Judith Leo Valero Directora Jud’n Rill FOTOGRAFÍA

Autor: Emma Lozano Título: Ballena jorobada, República Dominicana.Dimensiones: 100 cm x 150 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $36,000

Centro del Universo, Jureles, Cabo Pulmo.

Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

Colonia de lobos marinos, Bahía de Magdalena.

Dimensiones: 100 cm x 150 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $36,000

Autor: Emma Lozano Título: Mantarraya gigante, Revillagigedo.

Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

Confront, Tiger Beach.

Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

Space, Maldivas.

Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

Run, Cabo Pulmo Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

Croud, Bahía de Magdalena.

Dimensiones: 20 cm x 15 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $6,000

Gone, Mar de Cortez.

Dimensiones: 15 cm x 20 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $6,000

SHARK BATLE, Tiburón blanco. Isla Guadalupe.

Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

Solitude, Mar de Cortez Dimensiones: 20 cm x 15 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $6,000

Come Away 2, Mar de Cortez.

Dimensiones: 20 cm x 15 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $6,000

Away 1, Mar de Cortez Dimensiones: 15 cm x 20 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $6,000

El costo de la obra va en función del tamaño, el papel y tipo de impresión.

Dream, a little dream, Mar de Cortez.

Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

Electric Shark. Tiburón Blanco, Isla Guadalupe..

Dimensiones: 80 cm x 120 cm Técnica: Fotografía Digital Precio: $24,000

El costo de la obra va en función del tamaño, el papel y tipo de impresión.

PORTAFOLIO EDITORIAL El multinstrumentista de la lente

Por Larry Mejía ​ Las imágenes de Rodrigo Lemus invitan a ser escuchadas, no sólo por la relevancia de su trabajo junto a músicos y bailarines, sino también porque en su fotografía urbana, logra la música interna de sus personajes; de ahí que sus retratos recuerden un poco la violencia de Bacon en la pintura y ese sentido de la trasgresión que a su vez confronta entre horror y belleza al espectador. Pues como él mismo lo dice: “fueron los mexicanos quienes me enseñaron a ver la luz”.

No lo sé, pero quizá Lemus quiso ser músico, o a lo mejor lo es, ya que su trabajo es habitado por una secuencia rítmica íntima, que se permite incluso dejar al azar ciertos elementos y permitir que otros resulten parte del cuerpo de quienes los interpretan: una guitarra o el acordeón que va asido al cuerpo de una mujer, o de dos hombres sosteniendo un micrófono en una confesión a pulso con el rock & roll, o de una multitud danzante que compone una Babel de carne y hueso, emulando a través de la danza, la obra de Pieter Brueghel. Aquí viene bien pensar que ese sentido de la narración en su obra, es un guiño o un homenaje a su amigo y mentor Álvarez Bravo.

Y del otro lado de las luces y los efectos, en la calle, en la confrontación de la lente, la mirada y la urbe; su trabajo adquiere otras dimensiones, en exteriores Lemus se convierte en una suerte de confidente, en un francotirador, se sitúa en una posición privilegiada –que es su talento– y desde allí dispara la cámara como si se tratara de un arma para recoger unas imágenes introspectivas de los personajes anónimos que componen a la Ciudad de México; esos mismos que Luis Buñuel inmortalizara con su película Los Olvidados, esos mismos que siguen componiendo desde el silencio, uno y otro rostro de la capital de la República, esos mismos que pululan invisibles en mercados, plazas y parques, de cara al desenfrenado ritmo de la urbe y frente a nuestros propios ojos, pues como dice el crítico de arte Juan Calzadilla, “de nada somos más ciegos que de lo que nos rodea”.

Pero Rodrigo va por más y hay un tercer aspecto en su trabajo, donde los anteriores elementos entran en juego y es su obra como retratista. Allí permite que sus personajes (Vicente Rojo, Gustavo Cordera, por ejemplo,) establezcan un diálogo con la lente, y revelen –como si cualquier cosa–, un carisma de su esencia como seres humanos, más allá de la importancia que en cada disciplina cada uno de ellos haya logrado obtener. En otras palabras, su trabajo como retratista nos ofrece seres al desnudo, hombres y mujeres medidos por el arte a través de la lente de Rodrigo Lemus.

FOTOGRAFÍA

El costo de la obra va en función del tamaño, el papel y tipo de impresión.

PORTAFOLIO EDITORIAL Si bien es cierto que en estos tiempos la calidad artística tiene muy mala reputación: que si la mezcla de lo mundano (como el famoso perro de globo); animales ensangrentados y llenos de moscas y gusanos que generan ganancias fuera de serie; performances sin aparente sentido o cantos con sonidos estridentes y escasos de armonía; o que si el llamado “reade-made” sólo sirvió para que aquellos “seudo-artistas” justificaran su falta de talento o preparación y ganaran un espacio privilegiado en el mercado del arte... y todos esos argumentos que de alguna manera han hecho que el mundo del arte sea tan polarizado.

Así que encontrar artistas completos, de trabajo constante durante toda su existencia, ya sea de inicio por tradición y herencia familiar, que al paso del tiempo se fue convirtiendo en compromiso por crecer y aprender, motivado por la pasión o el sentimiento, es muy complicado por escaso, sin embargo existe: Liliana Paganini.

De nacionalidad italiana, esta extraordinaria y talentosa mujer lo mismo ha incursionado como artista plástica y visual llevando su obra por todo el mundo (Estambul, Atenas, Budapest, Túnez, y ahora México), exponiendo fotografías intervenidas, collage, instalaciones y/o pinturas, ya sea con temas sociales (no violencia contra las mujeres), literarios (novela “El Gato Pardo” de Tomassi de Lampedusa), de homenaje e investigación (a los poetas árabes que ocuparon Sicilia en la Edad Media), o bien dirigiendo cortometrajes (algunos con guiones de su propia autoría) que también llevan un gran fondo y forma artística, social, visual y hasta poética, y que han ganado grandes premios y reconocimientos.

El teatro es otra de sus actividades artísticas. Paganini lo ha ejercido como actriz, como directora y hasta como dramaturga. Clásicos de Shakespeare o bien alguna puesta griega han demostrado ese gran talento y enorme voz. Los mejores escenarios de Roma, Grecia, incluso Brasil o Argentina, han sido suyos.

Mujer fascinante, muy virtuosa y de alma sencilla, Liliana Paganini ha estado en México a partir del 2018, para trabajar en la obra que ha participado en al menos cinco exposiciones, individuales y colectivas, en el país. Trabajo enfocado en la fotografía digital y dedicado a México -país que la ha enamorado-. También participó en el Festival Internacional de Cine de Monterrey, México, con el cortometraje experimental titulado “Body-City”.

Liliana imprime tanto de sí misma en cada uno de sus trabajos que cuando conoces su obra, su trayectoria, su talento y su amor por lo que hace, se convierte en parte de tus más allegados.

Judith Leo Valero.

Directora Jud’n Rill FOTOGRAFÍA

$5,000

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El costo de la obra va en función del tamaño, el papel y tipo de impresión.

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SINUOSIDAD URBANA. Exposiciรณn.

4,000 cada fotografía.

70,000 colección completa.

4,000 cada fotografía.

70,000 precio instalación. No incluye soporte de madera.

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