enero 2021 I
me platicaran qué representó aquello en sus vidas. Esther me comentó que ella estaba en un encuentro con los niños de la catequesis en Peñalver, cuando el diácono Margarito le preguntó: “¿Ya saben que van a recibir el Sacramento de la Comunión de manos del Sumo Pontífice?”. Esther recordó que su reacción fue gritar, llorar y saltar por la emoción. Y 22 años después, al evocar esos recuerdos, volvió a gritar y a afirmar que Los padres mg Joel Sevilla L. (izq.) fue una emoción muy grande: “Un regalo de Dios, pero un regalo tan grande que no se puede comparar con nada”. Por su parte, Felito, todavía emocionado, me dijo que él nunca se imaginó que aquello pudiera suceder, pero Dios le permitió recibir la Comunión de manos del Papa. Posteriormente les pregunté qué había representado para ellos la canonización del Papa Juan Pablo II como uno de los santos de la Iglesia católica. Para ambos se trata de un hecho sagrado, y mencionaron que hay un cuadro de Su Santidad que aún conservan en el salón de la iglesia, y fueron ellos quienes lo consiguieron. Esther, además, agregó que ella sabía que en algún momento sucedería tal reconocimiento, porque después del deceso del Santo Padre ella pidió su intercesión por una necesidad y fue escuchada; sin embargo, nunca imaginó que sería elevado a los altares tan pronto. Testigos y misioneros de Cristo Tanto Esther como Felito tienen 79 años de edad, forman un matrimonio desde hace 58, y han dedicado toda su vida a la Iglesia. Ella ha sido catequista y él ha atendido diversas labores, como reparación y limpieza en el templo, acolitado, etc. 18