
2 minute read
Remedios de Escalada
María de los Remedios de Escalada y Quintana de San Martín nació en Buenos Aires el 20 de noviembre de 1797.
Remedios conoció a San Martín en una de las tertulias porteñas que los Escalada organizaban, ella tenía 14 y José 34, él ya era Teniente Coronel, lo cual era un buen partido para las chicas casaderas. A Remedios le fascinó escuchar las anécdotas que San Martín contaba sobre su agitada vida militar, pero más le gustó oír que él había regresado para luchar por la independencia latinoamericana. Ya que ella, pase a su juventud, estaba integrada a la Sociedad Patriótica, un grupo de mujeres de clase alta que habían hecho donativos para armar a los soldados y habían suscrito un documento cuyo mensaje decía: “Yo armé el brazo de ese valiente que aseguró su gloria y nuestra libertad”.
Advertisement
Remedios y José tuvieron un amor y noviazgo inmediato, tan así que se casaron el 12 de septiembre 71
de 1812. A lo largo de esos primeros años San Martín creó el Regimiento de Granaderos a Caballo, hasta que fue designado gobernador de Cuyo y marcharon juntos juntos a Mendoza. Mientras su esposo planificaba el cruce de la cordillera para liberar Chile y Perú con el Ejército de los Andes, Remedios se dedicó a organizar a las damas mendocinas, alentándolas a desprenderse de sus joyas y a reunir fondos para adquirir las armas que los soldados necesitaban.
El 24 de agosto de 1816, nació la primera y única hija de la pareja, a la cual llamaron Mercedes. Durante los primeros tres años madre e hija se quedaron en Mendoza. En 1819, Remedios padecía de una enfermedad llamada tuberculosis, San Martín estaba próximo a iniciar su campaña a Perú, por lo cual decidió enviar a sus dos mujeres a Buenos Aires. Ella no quería volver por el miedo a el peligroso viaje y el no poder volver a ver a su marido, con lo cual el Coronel envió a Belgrano a que las escoltara en el trayecto de Córdoba a Santa Fe. Remedios vivió cuatro años con sus padres, durante los cuales su enfermedad cada vez se agravaba más. Todo ese tiempo se pasó esperando la tan ansiosa llegada de su esposo, el cual estaba en Mendoza. Finalmente, el 3 de agosto de 1823, la joven mujer murió, sin dejar de pronunciar el nombre de su amado. Remedios posee una tumba en recoleta en el cual su lápida tiene escrito: “Aquí descansa Remedios de Escalada, esposa y amiga del general San Martín”
72
73