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Ana Frank

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Rigoberta Menchú

Rigoberta Menchú

Ana Frank nació en una familia judía, pasó los primeros años de la niñez con sus padres y su hermana mayor, Margot, en la ciudad alemana de Frankfurt. Cuando el dictador Adolf Hitler llegó al poder en 1933, los judíos fueron discriminados. Entonces, la familia Frank se mudó a Amsterdam, Holanda, para evitar la persecución. Allí, el padre de Ana, Otto, comenzó a trabajar en su propio negocio, sus hijas fueron a una escuela local y la madre de Ana y Margot, Edith, se hizo cargo de la casa. Cuando la guerra se avecinaba, los Frank intentaron emigrar, pero ya era demasiado tarde. Alemania había invadido Polonia y comenzaba la Segunda Guerra Mundial. En 1940, las tropas alemanas entraron a Holanda y, una vez más, la familia Frank se enfrentó a leyes antisemitas (antijudías). Margot y Ana tuvieron que asistir a escuelas para niños judíos y su padre tuvo que abandonar el negocio que tenía. Otto intentó 16

trasladarse de nuevo con su familia a Estados Unidos, pero era imposible. En 1942, el padre de Ana preparó un escondite detrás de una biblioteca, en la parte trasera de su negocio donde la familia planeaba esconderse a mediados de julio, pero adelantaron la fecha luego de recibir una carta para Margot de parte del gobierno alemán, donde le decía que debía presentarse en un trabajo. Días más tarde, otros cuatro judíos se unieron a los Frank en su escondite secreto.

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Solo seis amigos de confianza sabían dónde estaba la familia y los mantuvieron a salvo, les llevaban comida, ropa, libros, y fueron su único contacto con el mundo exterior.

Allí, Ana escribió un diario en el que documentó sus experiencias, registró la vida cotidiana en el escondite, creó historias y recopiló citas que le gustaban. La vida continuó de esa manera hasta 1944 cuando alguien los denunció a las autoridades. La Gestapo (policía secreta nazi) allanó el edificio, encontró el escondite y arrestó a todos. Ana y Margot fueron trasladadas al campo de concentración de Bergen-Belsen; sus padres fueron separados y enviados a Auschwitz. Otto fue el único miembro de la familia que sobrevivió a la guerra. Cuando regresó a Amsterdam, su amiga Miep Giess le dio el diario de Ana. Ella lo había encontrado después de la redada y lo había guardado. Otto, profundamente conmovido por la escritura de su hija, decidió publicarlo. Desde entonces, el Diario de Ana Frank se tradujo a más de setenta idiomas y se vendieron más

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de treinta millones de copias. Es una de las obras literarias más poderosa y conmovedora escrita en tiempos de guerra.

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