Revista Mexi­cana de Comunicación #131 - La prensa y el perio­dismo en la era digital

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RMC

Número 131

RMC

jul / sep 2012

Fundador: Miguel Ángel Sánchez de Armas Director: Omar Raúl Martínez Editor: Raúl López Parra Coordinación editorial: Jorge Tirzo

S u m a r i o

Año XXIV

Consejo Editorial: Gerardo Arreola, Francisco de Jesús Aceves, Alma Rosa Alva de la Selva, Guillermina Baena, José Luis Becerra, Virgilio Caballero, José Carreño Carlón, José Luis Esquivel, Javier Esteinou, Fátima Fernández Christlieb, Ricardo G. Ocampo, Carmen Gómez Mont, Perla Gómez Gallardo, Javier González Rubio, Miguel Ángel Granados Chapa (=), Fernando Gutiérrez, José Luis Gutiérrez Espíndola, Octavio Islas, Felipe López Veneroni, Fernando Mejía Barquera, Humberto Musacchio, Raymundo Riva Palacio, Miguel Ángel Sánchez de Armas, Enrique Sánchez Ruíz, Luis Javier Solana, Beatriz Solís Leree, Gabriel Sosa Plata, Florence Toussaint, Ernesto Villanueva Consejo Editorial Internacional: Rafael Roncagliolo (Perú), José Marques de Melo (Brasil), Miguel de Moragas (España), Joaquín Sánchez (Colombia), Marcelino Bisbal (Venezuela), José Manuel de Pablos (España), Sergio Caletti (Argentina), Armand Mattelart (Bélgica), Benjamín Fernández Bogado (Paraguay), Mariano Cebrián (España), Manuel Martín Serrano (España) Gerente Administrativa: Esperanza Narváez Producción: Clara Narváez, Anay Romero, Israel Navarrete, Andrés Camacho Buendía Ilustraciones y Fotografía: Del Ángel, Antonio Soto, Cuartoscuro, Sari Dennise Diseño de Portada: Iván Alberto Cabrera

Volver a los orígenes

1 2 Maricarmen Fernández Chapou Periodismo (cultural) 2.0

1 4 Jorge Tirzo

Formación de comunicadores multimediáticos

1 6 Caridad García Hernández Un puerto llamado digital

1 9 Alejandro Byrd

Redes sociales y uso ético de la información

2 0 Perla Gómez Gallado ¿El fin de una era?

2 2 José Luis Esquivel Hernández La nueva narrativa multidireccional

2 4 Marisa Avogadro

Prensa para iPad

2 7 Antonio Sanjuán / Teresa Nozal / Ana González Derrota electoral y reconstrucción del capital político

3 2 Andrés Valdez / Delia Huerta / Arturo Aguilar Cuarenta años de Watergate

3 6 Miguel Ángel Sánchez de Armas

Presidente Honorario: Miguel Ángel Sánchez de Armas Presidente: Omar Raúl Martínez Vicepresidenta: Esperanza Narváez Perafán Fondo Editorial: Clara Narváez, Abigail Cervantes Internet: Jorge Tirzo, Ozami Jared Zarco Sandoval Proyectos Especiales: Roberto Barrios Gaxiola, Pilar Ramírez, Alfonso Yáñez, Fabiola Narváez Unidad de Libertad de Expresión: Verónica Trinidad Martínez, Raúl Velázquez Asesores de Producción: Antonio Moreno, Adela Ávila, Hormisdas Cobos (=) Auxiliar de la Dirección: Jorge Jaramillo

La Revista Mexicana de Comunicación es el órgano oficial de la Fundación Manuel Buendía, AC. La revista y la Fundación están integradas como observadoras al Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación de las Ciencias de la Comunicación (CONEICC), a la Red Mexicana de Protección a Periodistas y Medios de Comunicación y a la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC). Ambas son miembros de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicación y Cultura, de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) y del Instituto Internacional de Comunicaciones (IIC), y representadas en la Asociación Internacional de Investigadores de Comunicación de Masas. Revista Mexicana de Comunicación es una publicación bimestral editada por ECO Información SC. ISSN 0187-8190. Certificado de licitud de título 3390, de contenido 3221 y de reserva de uso de título 72-89. Editor responsable: Omar Raúl Martínez Sánchez. Dirección: Guaymas 8-408, col. Roma, 06700, Del. Cuauhtémoc, México, DF. Tel. 52 08 42 61. Impreso en los Talleres de Reproscán, SA de CV, Antonio Maura núm. 190, col. Moderna, 03510, Del. Benito Juárez, México, DF. Tel. 55 90 99 32. Distribución: En locales cerrados de toda la República CITEM, Taxqueña 1798, México DF, Permiso de SEPOMEX como publicación periódica núm. 048-0689; características 229541 409. No se responde por originales no solicitados. Los artículos firmados no reflejan necesariamente la línea editorial de la revista. Se prohibe la reproducción del contenido salvo citas para reseña .

¿Está muriendo el periodismo o los periódicos?

3 8 Raúl López Parra

La búsqueda de Víctor Roura

4 2 Jorge Tirzo

Periodismo en la era digital

4 4 Omar Raúl Martínez

Columnas Tecnología y sociedad

7 ¿Transferencia, innovación o supervivencia? / Carmen Gómez Mont Biblioteca

8 Granados, periodismo, futuro... / Jorge Tirzo Mirador europeo

10 Sinergias mediáticas /

Mariano Cebrián


FUNDACIÓN MANUEL BUENDÍA, A.C. Convoca a todos los miembros asociados (fundadores, activos y honorarios), a la

Este libro puede leerse desde varios miradores. Es, para empezar, un repertorio de lecturas sobre periodismo, que permite tener un panorama de lo que es este oficio, esta técnica, este conjunto de dstrezas, esta convicción, que de todos esos modos concibe el autor el periodismo. Se trata de libros no sólo citados sino digeridos, cuyo metabolismo resulta en energía creadora. Miguel Ángel Granados Chapa

ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA Que se llevará a cabo en el domicilio ubicado en la Calle Guaymas Núm. 8-408, Col. Roma, C. P. 06700 de la Ciudad de México, Distrito Federal, el día 30 de Julio de 2012 a las 18:00 horas, la cual deberá desahogarse bajo el siguiente ORDEN DEL DÍA I.- Lista de Asistencia. II.- Establecimiento del Consejo Directivo para presidir la Asamblea.

La presente obra busca aportar elementos significativos en la construcción de la nueva comunicación periodística que se encauza en las sociedades actuales. “Lizy Navarro” –asegura José Manuel de Pablos–, con tantos años de ser una enamorada de los entresijos de la red, sólo podrá sorprendernos con Elementos de Ciberperiodismo del que, sin duda, se beneficiarán los nativos digitales y los de mayor edad que hayan adquirido esa nueva nacionalidad”

III.- Declaración del quórum. IV.- Lectura del acta de la sesión ordinaria anterior. V.- Propuesta y discusión de Reformas a la Asociación; a) Cambio del Objeto Social de la Asociación. b) Reestructuración del Consejo Directivo. c) Establecer un Consejo Consultivo. VI.- Asuntos Generales.

La vida del espectador contemporáneo depende cada vez más de fuerzas exteriores derivadas de sus aparatos electrónicos, que suprimen su supuesta autonomía para convertirlo en un ente uniformizado, que subasta su parecer a partir de lo que mira en la TV, al grado de que es menos importante su vida que la de los personajes que se exhiben en la pantalla casera.

Se les hace del conocimiento a los miembros asociados que de conformidad con el artículo 2677 del Código Civil para el Distrito Federal que las resoluciones legalmente adoptadas por los presentes en la Asamblea, son obligatorias aún para los ausentes o disidentes. Atentamente Por el Consejo directivo de la Fundación Manuel Buendía, A.C. Omar Raúl Martínez Sánchez Presidente

Esperanza Narváez Perafán Vicepresidenta

México, D.F., 29 de junio de 2012.

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REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN/ julio-septiembre 2012


De la narrativa del siglo XIX a la del XXI

Tecnología ¿Transferencia, y sociedad

Carmen Gómez Mont

P

ara hablar de narrativas en la Web hace falta partir de lo comunicacional. En caso contrario nuestro análisis podría devenir en caos o crearse a partir de una serie de impresiones personales. El hecho de narrar es lo fundamental en tecnologías, pues a partir de contar la historia desde marcos de vida cotidiana, es como se han logrado avances fundamentales en la expresión que va del hombre de la calle hasta los grandes artistas digitales. Bien se dice que si anteriormente la historia se contaba en función de los grandes hechos oficiales, hoy día la historia se cuenta a partir de los muy peculiares hechos cotidianos. ¿Qué debemos entender por nuevas narrativas? ¿Qué papel desempeñan en ellas los lenguajes digitales o mediáticos? ¿Qué rol desempeña el usuario de los nuevos medios en su proceso de creación? La narrativa es un escrito o una historia que recoge una serie de hechos: puede ser un cuento, una novela, una crónica inclusive y mucho más que eso. Hay medios que han modificado su narrativa –lo que cuentan y cómo lo cuentan– en función del soporte electrónico, pero también debido a rupturas importantes, entre ellas la inserción del relato social, del no experto en la Web desde donde puede ser leído, comentado, visto o escuchado por millones de personas. Uno de los formatos que ha resultado más revolucionado ante la narrativa es la creación de libros electrónicos: una expresión que va de la escritura personal a la colectiva. Sin embargo no hay que dejar de considerar que leer sobre papel no conlleva la misma lógica que leer sobre una pantalla óptica e interactiva. La lectura en este caso ya no es a través de un

recorrido secuencial sino a través del escaneo de documentos. De la hoja en Word al sitio Web, al Facebook, y hasta en Twitter se han creado obras universalmente reconocidas. En otros casos se han llevado obras clásicas a formatos mínimos, como es el caso de Romeo y Julieta transferido a un Twitter. Son nuevas narrativas, nuevas formas de contar y de compartir lo que contamos. Desde luego que esta modalidad cambia los niveles de comprensión e integración de las ideas, la manera en que se procesa la información, se entiende y se recuerda. Hay en tal sentido una revolución galopante que aún no ve límites ni interpretaciones satisfactorias. Un segundo elemento lo constituye el proceso de digitalización de las imágenes, ya sean fijas o en movimiento. Google y Yahoo han puesto a disposición de los amantes de la fotografía sendas aplicaciones (Flickr y Picasa) destinadas a crear espacios para la recuperación, el ordenamiento y la difusión de imágenes con amigos. Una tras otra, bajo los efectos de la luz y de la edición, van contando historias. Se trata de una nueva narrativa también pues

Integrar dos narrativas.

innovación o

supervivencia? Uno de los aspectos más revolucionarios de la explosión tecnológica emerge de la posibilidad de crear nuevas narrativas. ¿Cuáles son las más evidentes hasta ahora? ¿De dónde derivan, cómo se crean, avanzan y maduran? Sobre todo, ¿cuáles son hoy sus repercusiones en las formas de escribir, crear imágenes y sonidos? cada una de ellas abre la posibilidad no sólo de mostrar la historia, sino de que ésta sea comentada por los amigos. Los museos en línea representan un proyecto que ha logrado avances notables en el manejo de imágenes fijas. El proceso de digitalización, la recuperación de archivos nunca vistos –ahora en línea– y la manipulación de imágenes en 3D, sin olvidar la alta definición, logran involucrar al

Foto: Rashide Frías / Cuartoscuro.

usuario de estos sitios en un verdadero aficionado que busca comprender la historia y el arte a través de los relatos virtuales. Son imágenes que por la forma en que se editan sobre aplicaciones informáticas, cobran vida. Sin embargo, las imágenes no se quedan aisladas: se unen, se hilan, se contraponen entre ellas –entre analógicas y virtuales–, cobrando formas, despertando sentimientos, creando nuevas percepciones en quien las mira detenidamente. Son verdaderas narrativas creadas por los museos más ricos del mundo, pero también por los museos comunitarios, dignas de ser descubiertas y seguidas en la Web. Más allá de la imagen fija, está la imagen en movimiento. Se trata de nuevos formatos de expresión desarrollados a partir de mundos virtuales (Second Life) hasta mundos recreados o inventados a través de pequeños formatos (cine por celular). En ellos todo se vale, salvo hacer televisión o video. A página 31.

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Biblioteca Biblioteca

Cerezo Julio (Director)

Navarro Lizy

Jorge Tirzo

Portillo M. Cornejo I.

Gómez Perla Canseco Raúl

El periodismo del futuro es hoy Estoy furioso porque todo el mundo sigue hablando del gran futuro del mundo digital como si fuera a pasar dentro de diez años. Y no es así. Ya está aquí y el pelotón va 20 kilómetros por delante”. Con estas palabras presenta Julio Cerezo, director de Evoca Comunicación, el libro El futuro del periodismo. La cita fue pronunciada por un emprendedor de la industria de los videojuegos, pero vale igual para el periodismo. La obra ofrece artículos que analizan el surgimiento de nuevos trabajos periodísticos, la importancia de la creación de una marca digital, el entorno de los medios personales y diagnósticos sobre el futuro de la prensa. Colaboran autores como Gumersindo Lafuente, Ramón Salaverría y Silvia Cobo. Imprescindible para mantenerse con un pie en el presente y otro en el futuro.

“ Después de la comunicación masiva

L

a era de la comunicación de masas llegó a su fin con la llegada de Internet, la mensajería instantánea, los blogs, las redes sociales y demás herramientas que permiten a cualquier persona crear un medio. ¿Comunicación posmasiva? recopila artículos de académicos como Carlos Scolari, María Elena Meneses, Javier Esteinou y Delia Crovi. El libro está dividido en tres apartados que abarcan el marco teórico de las nuevas formas comunicativas, la exposición de usos y apropiaciones de las TIC, así como reflexiones sobre la brecha digital y las políticas públicas. Portillo, Maricela y Cornejo, Inés, ¿Comunicación posmasiva?. Universidad Iberoamericana, México, 2012.

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Homenaje a Granados Chapa

Sereno, firme y sabedor”, “un adelantado del periodismo de investigación”, “implacable con los poderosos”, “polémico en ocasiones”, “una voz precisa”, “su figura representa el ideal periodístico”. Así describen al autor de “Plaza Pública” algunos de los autores en el libro Palabras a Miguel Ángel Granados Chapa. En esta edición gratuita de la Fundación para la Libertad de Expresión y la UAM Cuajimalpa, Perla Gómez Gallardo y Raúl Canseco Rojano recopilaron textos publicados tras la muerte de Granados Chapa. Autores tan disímiles como Enrique Krauze, Guadalupe Loaeza, José Narro, Lydia Cacho, Raúl Trejo y Ricardo Rocha concuerdan en que el legado de Don Miguel Ángel perdurará en la memoria mexicana. Gomez Gallardo, Perla y Canseco Rojano, Raúl (Comp), Palabras a: Miguel Ángel Granados Chapa, Fundación para la Libertad de Expresión, México, 2012, 143 p.p.

REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN/ julio-septiembre 2012

Cerezo, Julio (Director), El futuro del periodismo. Cuadernos de comunicación Evoca, Evoca, Madrid, 2012, 46 p.p.

Analizando el ciberperiodismo casi dos décadas de la aparición del primer periódico en Internet, ya es posible hablar de una historia del ciberperiodismo y de la conformación de normas básicas de publicación en línea. Lizy Navarro retrata un panorama general del ciberperiodismo desde el teletexto hasta el iPad a través de apartados que desmenuzan a esta nueva dinámica informativa. Elementos de Ciberperiodismo describe y analiza los antecedentes, la historia, el diseño, la usabilidad, los soportes, el financiamiento y el lenguaje de los cibermedios. Destaca la idea central de la autora acerca de que los medios impresos se están convirtiendo en una mera versión más del cibermedio. Se trata de un libro clave para los docentes y estudiantes de periodismo digital que deseen conocer a profundidad esta modalidad informativa.

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Navarro Zamora, Lizy, Elementos de Ciberperiodismo, Fundación Manuel Buendía, México, 2012, 209 p.p.



Mirador Mirador europeo europeo Mariano Cebrián Herreros

Sinergias mediáticas Se avanza en la convergencia tecnológica, se multiplican los medios, se amplían los contenidos, se expanden y se hacen más complejos los tratamientos. Todo propende a una convergencia global de las comunicaciones. A su vez, las empresas de comunicación quieren estar presentes en todos los medios. Organizan unas estrategias para obtener el máximo rendimiento del mismo producto o vinculan productos próximos o los relacionan para incrementar los servicios a sus seguidores.

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a no es el mero paso de lo analógico a lo digital o de unos soportes a otros, como del papel en la prensa al periódico digital. Es una transformación global en la que se ve sacudida la propia concepción de los medios tradicionales y del periodismo. Apenas surgen unos soportes o unos medios nuevos cuando a los pocos años aparecen otros que los superan, no sólo como innovación tecnológica, sino como prestaciones comunicativas. Tampoco se trata de sustituciones, sino de acumulaciones con lo cual se va produciendo una panoplia de medios que desborda los planteamientos de los tradicionales y nuevos hasta obligarlos a efectuar ajustes permanentes. El cambio de lo analógico a lo digital supone el camino pleno para la convergencia de medios, de contenidos y ofertas mancomunadas.

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Pero no debe olvidarse que lo analógico y digital son dos procesos tecnológicos pues, aunque estén basados en lenguajes, se trata de lenguajes tecnológicos que no alteran las peculiaridades de los lenguajes expresivos. Existe una convergencia tecnológica, pero se mantiene la divergencia en la percepción de la realidad expresiva resultante por parte de los usuarios. Ciertamente la escritura, los sonidos y las imágenes son sometidas al lenguaje digital, sin embargo el ser humano lo percibe analógicamente. La tecnología ofrece mayor calidad, otros tratamientos y convergencias entre ellos, pero al final del proceso la presentación corresponde a la forma humana de leer, escuchar y ver. La digitalización aporta otros elementos y posibilidades que permiten trabajar de manera muy diferente a como se hacía tradicionalmen-

REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN/ julio-septiembre 2012

te, lo cual repercute en los procesos comunicativos, en los contenidos y en las propias formas expresivas. Por esta vía está produciéndose fundamentalmente toda la transformación mediática y las consecuentes sinergias e interrelaciones. Cada medio trata de incorporar también lo que antes era propio de los demás. Así puede apreciarse cómo la prensa tradicional remite a direcciones web para ampliar u ofrecer los documentos complejos de hechos, declaraciones, testimonios o incorporan los QR para que con un dispositivo móvil pueda acudirse a una información más amplia, a un vídeo, a un documento sonoro. Los periódicos digitales integran dentro o al final de las informaciones un enlace para acceder a uno o varios vídeos, a una galería de fotografías o a unos documentos sonoros sobre la noticia correspondiente. A su vez, la radio, basada con anterioridad exclusivamente en documentos sonoros, ahora introduce en su web información escrita abundante sobre la propia emisora, programas y profesionales o de información general, así como vídeos propios u obtenidos de agencias o de los canales de televisión del grupo de comunicación al que pertenece la emisora. La televisión, definida por la trabazón de imágenes y sonidos, da entrada amplia a la escritura y presenta otros vídeos y documentos sonoros al margen de los exhibidos en su programación. Es decir, hay un cambio vertiginoso en cada medio para aprovecharse de los componentes atractivos de los demás. Cada sector tradicional de medios ha entrado en otro ámbito de desarrollo. El paso de lo analógico a lo digital ha producido los cibermedios, primero como una expansión natural y poco a poco con una definición y diferencia clara respecto de sus orígenes matriciales. Es más: también los medios que surgieron directamente en el ciberespacio tendieron a imitar a los medios tradicionales hasta que comprendieron que se trataba de otra cosa y reorientaron sus concepciones y ofertas a productos originales. En la actualidad, los cibermedios profundizan cada vez más en los terrenos propios del ciberespacio como es la capacidad de navegación y búsquedas, las vinculaciones o enlaces y, sobre todo, la interactividad hasta llegar a emprender un camino innovador de las comunicaciones interactivas. Comunicaciones ya no sólo con las máquinas o con los impulsores de máquinas e informaciones sino sobre todo entre los propios usuarios. Precisamente esta línea es la que ha propiciado que en la actualidad se aprecien unos modelos de comunicación y de información paralelos a los que han desarrollado los medios tradicionales e incluso los cibermedios hasta llegar a lo ya reconocido como comunicación y periodismo ciudadanos. Se trata de un universo paralelo de comunicaciones con sus propios ingredientes y definición que en unos


La radio había logrado hace décadas la comunicación en movilidad, pero carecía de la opción de respuesta por parte de los oyentes. Con las comunicaciones móviles se consigue la plenitud de la comunicación bidireccional y multidireccional a distancia en la que los participantes pueden intercambiarse continuamente los papeles de emisores-receptores y convertirse todos en productores. Todos los procesos técnicos anteriores de comunicación tienden a instalarse en las comunicaciones móviles. Como en el caso de la llegada de Internet, también se observa una primera aproximación del uso de las redes móviles como un planteamiento instrumental de prolongación de lo que era cada uno de los medios. Pero asimismo en este caso se aprecia la reorientación a la búsqueda e incorporación de los recursos móviles específicos. Más allá de las primeras aplicaciones para las conversaciones orales y los envíos-recepciones de mensajes cortos o multimedia en la actualidad, se insiste en el desarrollo de Tendencias irreversibles. Foto: Misael Valtierra / Cuartoscuro. aplicaciones para cualquier necesidad de la vida profesional o personal. El gran reto radica en la aportación de aplicasos entra en relación con los medios de co- caciones para las necesidades informativas. Y municación y que en un su mayor parte fun- es lo que está produciéndose en el periodisciona al margen de los medios. Desde éstos mo. Más allá de las localizaciones mediante se habla de la comunicación y del periodismo aplicaciones del GPS, surgen otras experienciudadanos como de fuentes de información. cias de hiperlocalizaciones en las que los ciuLa calificación de fuentes restringe enorme- dadanos y periodistas desde el mismo lugar mente lo que abarca este nuevo universo. Es en el que acontecen los hechos, envían sus verlo exclusivamente desde la perspectiva informaciones en tiempo real a quienes quiedel medio, no contemplarlo en su conjunto. ran seguirlas adelantándose incluso a los Pero si por algo se define el mundo de las medios reyes en las transmisiones en directo redes sociales es precisamente por su inde- como la radio y la televisión e incluso Internet pendencia respecto de los medios. Son siste- con su peculiar forma de informar en directo mas de comunicación ciudadana y para los mediante textos entrecortados. Esta tendencia presenta un salto más. Ahociudadanos. Otra cuestión es que empresas de cualquier sector, instituciones o medios de ra se buscan las sinergias entre todos los mecomunicación, ante la relevancia que han ob- dios del grupo. Aparte de remitir a los demás tenido las redes sociales, quieran establecer medios componentes del mismo, se ofrecen una mayor vinculación ya sea como fuente de direcciones web y buscadores para que acuinformación para sí o para estar presentes en dan a las informaciones de los demás. La prenellas y conseguir una prolongación respecto sa tradicional señala referencias continuas a la de su cobertura mediática anterior. Lo impor- ciberprensa, ciberradio y cibertelevisión del tante es que la innovación tecnológica ha fo- grupo y, recíprocamente, desde éstas a aquementado este nuevo espacio de comunicación lla. Se buscan nuevas interrelaciones, vinculaque ya no puede soslayarse en ningún aná- ciones y nuevas expresividades. Dentro de esta tendencia se observan unos lisis comunicativo que quiera obtener una visión global de las transformaciones mediáticas cambios progresivos. La nomenclatura todavía no está clara, sin embargo se vislumbran unos actuales. Junto al desarrollo de los medios tradicio- matices de interés. Así puede hablarse con plenales y de los cibermedios ha surgido otro nitud de estrategias, sinergias e interrelaciones campo de transmutaciones totales. Se trata multimedia para referirse a las asociaciones que del ámbito de las comunicaciones en movilidad contraen los medios de un grupo de comunisustentado por el potencial de los dispositivos cación entre sí. Quien dispone de un producto, de una inmóviles para recibir y enviar indistintamente información y generar una comunicación si- formación, de una idea trata de explotarla al máximo en todos los medios disponibles con multánea a distancia entre los intervinientes.

las correspondientes adaptaciones a cada una de las peculiaridades de los mismos. Otra corriente prefiere hablar de procesos o de narrativa transmedia para centrarse en las producciones de mensajes complementarios e interrelacionados dirigidos a distintos medios también con el uso narrativo peculiar de cada uno de los medios. Otra corriente subraya la denominación crossmedia o cruce y repetición del mismo mensaje adaptado a cada medio. No es el momento de entrar en la matización de cada uno de ellos, pero es cierto que tratan de desvelar una realidad nueva como es la de las vinculaciones intermediáticas como un paso más allá del desarrollo particular de cada medio y que es donde en la actualidad tanto las empresas como los profesionales están poniendo todo su empeño. A su vez, los investigadores tratan de detectar estos cambios, analizarlos, sistematizarlos y buscar explicaciones coherentes. Es la dimensión RMC avanzada de la comunicación.

Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid. Correo electrónico: marceb@ccinf.ucm.es

SINTONICE el 1060 de AM y escuche

EL FIN JUSTIFICA A LOS MEDIOS Señales de comunicación al aire Se transmite todos los martes a las 21:30 horas en Radio Educación Los reportajes, las entrevistas y los comentarios más puntuales en materia de medios de comunicación en México Participe y reciba gratuitamente libros y revistas

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¿Siguen siendo necesarios los periodistas?

Volver a los

orígenes Los periodistas del siglo XXI que sobrevivan con éxito a los cambios serán aquéllos que se hiper-especialicen, construyan su marca personal y sepan diversificar sus fuentes de ingresos para vivir de ello. Los portales temáticos de periodistas individuales o pequeños grupos de colegas parecen ser una buena opción. La red abre nuevos senderos. Maricarmen Fernández Chapou

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n la actualidad, cualquier ciudadano con una computadora y acceso a Internet puede obtener información y al mismo tiempo producirla. La comunicación es cada vez más horizontal y la agenda informativa ya no la dictan los grandes medios sino, en muchos casos, las redes sociales. Ante ese panorama, ¿siguen siendo necesarios los periodistas? ¿Hace falta aprender la profesión en una universidad? ¿Qué debieran enseñar los profesores de los futuros comunicadores a los jóvenes nativos digitales? La respuesta a las dos primeras preguntas es afirmativa. Los periodistas son hoy más necesarios que nunca y ante los grandes desafíos que se le presentan, el periodismo pende cada vez más de la profesionalización y la especialización. Las claves para responder la última pregunta están en los viejos principios profesionales y éticos a los cuales se debe una actividad que ha sido y sigue siendo eje de la democracia. Para sobrevivir, el periodismo y los medios deben volver a sus orígenes; recuperar lo viejo para afrontar con éxito lo

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nuevo. Los principios fundacionales de la profesión, entre ellos compromiso, pasión y búsqueda de la verdad; no son obsoletos, sino necesarios. Asimismo, el marco ético y su compromiso con el interés público constituyen la columna vertebral que la sostiene. Es cierto que el perfil del periodista se ha tenido que modificar. De ser un reportero dedicado a un solo medio y una fuente determinada, ha pasado a ser un multiusos posmoderno, es decir, sus funciones se han multiplicado y diversificado según las necesidades de la convergencia multimedia. En la actualidad, un periodista debe saber utilizar los diversos lenguajes mediáticos: escrito, visual, audiovisual y digital. Jaime Abello lo explica muy bien: El siglo XXI despunta con los periodistas empujados a convertirse en gestores de contenido en la era de Internet. Del ideal profesional del reportero que investiga o denuncia, o que se sumerge a una región o acontecimiento para contarlo luego en magníficos reportajes, estamos pasando a la propuesta del media worker que debe dominar las tecnologías y lenguaje multimedia, mane-

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jar bases de datos, hacer los talleres de periodismo asistido por computadora o informar cada vez más en tiempo real.1 Sin embargo, es la experiencia y el conocimiento del periodista lo que lo diferencia de un ciudadano reportero. Es quien desarrolla lo que comúnmente se llama olfato periodístico, para saber encontrar la noticia y distinguir lo que es importante de lo que no lo es. La noticia seguirá siendo la noticia, a pesar de los cambios tecnológicos. De modo que el periodista del siglo XXI requiere más que nunca de la profesionalización y de la capacitación, dadas las implicaciones, funciones e importancia que tiene su oficio en nuestros días. Quizás ha confiado demasiado en las herramientas tecnológicas, cuando las verdaderas destrezas que lo distinguen del resto de la humanidad son intelectuales, narrativas y deontológicas. La labor de informar descansa en propósitos tan nobles como contar las historias que se viven todos los días y que a todos afectan; darle voz a los que menos tienen, denunciar las injusticias, pedirle cuentas al Poder. Vienen nuevos modos de pensar y de narrar la realidad


más cercanos a la gente, más hipertextuales y más visuales quizá, pero al final se trata de contar historias. Además, el análisis, la profundidad y el contexto son algunas de las funciones periodísticas a las que no sólo no podemos renunciar, sino que se han vuelto más estratégicas que nunca. Ya lo señalaban los norteamericanos Bill Kovach y Tom Rosenstiel, en su libro Los elementos del periodismo: La primera obligación del periodismo es la verdad; la segunda, la lealtad ante todo a los ciudadanos. Su esencia es la disciplina de verificación; debe mantener su independencia con respecto a aquellos de quienes informa; ejercer un control independiente del poder; ofrecer un foro público para la crítica y el comentario; esforzarse por que el significante sea sugerente y relevante; ofrecer noticias exhaustivas y proporcionadas, y respetar la conciencia individual de sus profesionales.2 Así, a pesar de la industria mediática, cada vez más voraz y demandante, la noticia debe ser concebida como un bien público. Se debe recordar siempre que un periodista no está al servicio ni de un partido político ni de una empresa privada ni de una industria del entretenimiento; está al servicio del ciudadano, lector o espectador, que requiere de una información independiente que le sea útil para tomar decisiones, en un marco legal de derecho a la información y la libre expresión. Además, ante la marea de informaciones que se producen día con día a través de múltiples y variados medios de comunicación, otro principios fundamentales de la labor informativa profesional son verificar los datos, contrastar las fuentes de información y sospechar de las versiones oficiales, sobre todo de las no oficiales. El peor riesgo de la falta de verificación es que un rumor se convierta en noticia. Incluso, el periodismo se diferencia del entretenimiento, la propaganda, las obras de ficción o el arte por su disciplina de verificación. Gracias a la web, se tiene cada vez mayor acceso a datos que llegan de todas partes; sin embargo, éstos circulan desordenados y desarticulados entre sí, construyendo así una realidad fragmentada, muchas veces imposible de comprender. Los numerosos datos que circulan en la red no constituyen información por sí mismos: ésta se produce sólo en el momento en que el receptor de esos datos sabe qué hacer con ellos y los pone a su servicio. Por eso, es vital que el periodismo sirva de

Nuevos senderos para la prensa.

Foto: Fernando Carranza / Cuartoscuro.

vehículo de discusión y, al mismo tiempo, de mediador y árbitro en la arena social, en pos de la pluralidad, la libertad de elección y la convivencia sana. Por lo tanto, más allá de las innovaciones técnicas y formales, el periodismo ha sido y sigue siendo una actividad de suma trascendencia sociopolítica y cultural, cuya misión es ofrecer informaciones, opiniones e interpretaciones sobre hechos que interesan a la sociedad y afectan al ciudadano. Sin ella, la democracia estaría incompleta. Decía Emile Dovifat3 que el periodismo es una actividad firmemente ligada al momento y a la marcha de la técnica. Por eso requiere una eficiencia y un amor al trabajo sin desmayo, una percepción clara y permanente de los hechos, conocimientos fácilmente utilizables, observación aguda y la capacidad de lograr una descripción certera, convincente y con un lenguaje eficaz. No hay que olvidar que son los periodistas los que hacen a los medios y no al revés. Por lo demás, los periodistas del siglo XXI que sobrevivan con éxito a los cambios serán aquéllos que se hiper-especialicen, construyan su marca personal y sepan diversificar sus fuentes de ingresos para vivir de ello. Los portales temáticos de periodistas individuales o pequeños grupos de colegas parecen ser una buena opción. La red abre nuevos senderos. En palabras de José Luis Orihuela: Hay futuro para el periodismo no complaciente, inteligente, crítico, bien escrito y bien dicho, para la creatividad

aplicada a la visualización de la información, para una mayor y mejor articulación con las audiencias convertidas en usuarios. Hay futuro para el periodismo mejorado.4 A final de cuentas, los periódicos son un reflejo de la sociedad en la que se hacen. Vivimos en un mundo globalizado e interconectado y en realidad Internet está contribuyendo también al desarrollo del periodismo social, con nuevas formas, contenidos e información que se intercambia más rápido que nunca. Cambian las formas, los medios y los lenguajes, pero el reto de mantener los principios tradicionales de la profesión aún continúa. No importa si desaparecen los diarios de papel, mientras no se esfume la información libre y RMC plural que nutre a la sociedad. Notas 1) Abello, J. El futuro del periodismo y el desarrollo profesional de los periodistas de América Latina. Colombia: Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), 2008, p. 19. 2) Kovach, B. y Rosenstiel, T. Los elementos del periodismo. Madrid: El País / Aguilar, 2003, p. 18 3) Dovifat, Emil. Periodismo. México: Uteha, 1960 4) Orihuela, José Luis. “El periodismo tiene futuro, pero no cualquier periodismo”, en Reflexiones sobre periodismo. Lo que dejó 2010 y lo que viene en 2011. 2010, p.13

Profesora e investigadora del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

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Nuevas tendencias que se alejan del esquema tradicional

Periodismo (cultural) 2.0

Vivimos creyendo en varios mitos sobre el periodismo digital. Que es el futuro. Que es algo propio de las nuevas generaciones. Que es lo mismo, pero en computadora. No es cierto. Otros mitos similares surgen al hablar del periodismo cultural. Que habla de arte y literatura. Que es mejor en papel. Que no hay espacio para hacerlo a cabalidad. Que nadie lo lee. Incluso vivimos creyendo en mitos sobre el periodismo (así en general, sin apellidos). Que lo de ahora es la inmediatez. Que con Internet se pierde la profundidad. Que con la multimedia al reportero se le carga la mano. Que es el cuarto poder. Pero más que mitos, son leyendas. Y como todas las leyendas, algo hay de cierto y mucho de irrealidad. El periodismo digital era el futuro: ahora es el presente. El periodismo cultural habla sobre el arte, pero no solamente. El periodismo actual puede aprovechar la inmediatez, entre muchas otras cosas de las que puede hacer uso. Jorge Tirzo

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n 2011 y 2012, la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) organizó con el Conaculta el Seminario “Nuevas rutas para el periodismo cultural”.1 Tuve la fortuna de colaborar en el proyecto como relator, pero sobre todo de darme cuenta de esos mitos y leyendas. El presente texto es una reflexión basada en la relatoría del taller de Aplicaciones Digitales para el Periodismo Cultural, impartido por Olga Lozano (editora creativa de La silla vacía) y Guillermo Culell (director general de Medios del Grupo El Mercurio) en San Luis Potosí en septiembre de 2011. La vida es un flujo Guillermo Culell acuñó la frase: Antes, la gente venía a los medios a escuchar lo que decían. La audiencia se acercaba al flujo de los medios. Ahora

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somos nosotros los periodistas quienes tenemos que acercarnos a su conversación, a su flujo, para que nos escuchen. Eso siempre y cuando hagamos nuestra labor efectivamente y tengamos un poco de suerte. La era digital ha invertido los papeles en el periodismo. No se trata simplemente de una adecuación del modelo informativo, sino de un cambio fundamental. La ex audiencia es activa. Basta ver los millones de mensajes en Facebook o Twitter, o las horas de video que se cargan a diario en YouTube. No se trata de ver a los usuarios de Internet como un grupo homogéneo (como aquí en México se le llamó los tuiteros al grupo de usuarios que promovió la iniciativa #InternetNecesario o se generalizó a “las redes sociales” en el proceso electoral). Se trata de entender que el periodismo digital obedece a una lógica totalmente distinta de la del papel.

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Guillermo Culell identificó los siguientes momentos clave para entender los cambios que aún estamos experimentando: 1. Paso del ciclo de 24 horas al flujo: Las versiones digitales de los diarios solían ser una réplica exacta de los contenidos de la versión impresa durante los años noventa. Debido a ello, la actualización se hacía una vez al día siguiendo el ritmo de la distribución del papel. Sin embargo, momentos como los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2011 o diversos sucesos locales en cada país, propiciaron que los medios comenzaran a usar sus portales web para actualizar información a la mitad del día. A partir de ese momento, Culell asegura que inició el paradigma del flujo como una realidad ineludible para los medios. 2. Aceleración del flujo y primacía del instante: Hoy día reinan la instantaneidad y el tiempo real. Según Culell, “la aparición de Twitter, le imprimió velocidad y


economía a los mensajes”. Ello permitió que los medios digitales comenzaran a actualizar ya no varias veces al día, sino inclusive en el momento de los hechos. Esta ruptura terminó con la herencia del papel, pues inicia lógicas totalmente distintas en ambos medios. Periodistas jóvenes pero ancianos —Me sorprende lo ancianos que son… Bueno, lo ancianos que somos. La mayoría de sus propuestas son como para una revista mensual. —Hay que perfilar mejor esas historias… ¿Dónde se cruzan con los temas que hablamos antes? Son las voces de Guillermo Culell y Olga Lozano al frente del taller. Los equipos de trabajo habían propuesto elaborar reportajes escritos ilustrados con fotografías, un perfil en video y otros productos con un soporte primordialmente escrito. No era realmente un regaño de parte de un profesor hacia sus alumnos. En realidad era una sacudida a la forma de pensar de la mayoría de los periodistas. Aunque la dinámica comunicativa ha cambiado, muchos medios siguen encerrados en formatos de publicación propios de la era del papel y eso se transmite a los periodistas. El periodismo dejará de ser primordialmente una actividad de producción de contenidos para convertirse cada vez más en una labor de selección y edición de contenidos ya elaborados previamente. Al menos así lo percibe Olga Lozano, quien identificó a los flujos informativos, el periodismo transparente, las historias en tiempo real y el periodismo contextual como nuevas tendencias que se alejan del esquema tradicional donde un periodista redactaba sus notas, reportajes o entrevistas. La posibilidad de interactuar con la audiencia, la posibilidad de que personas no especializadas produzcan información, así como la gran cantidad de elementos publicados en las redes sociales inducen a que el periodismo sea un guía y curador de esos contenidos en vez de solamente un productor más que aporte poco a la discusión. Olga Lozano explicó de la siguiente manera las tendencias del periodismo: 1. Flujos: Se trata de conversaciones que ocurren entre todo tipo de personas en Internet. Puede ser a través de foros, redes sociales, comentarios, etcétera. La proliferación de este tipo de espacios ha ocasionado que los periodistas deban insertarse en dichos flujos. “Los periodistas estábamos en un espacio intermedio: Mediábamos entre el público y las fuentes. Ahora las fuentes y la audiencia se conectan por separado, por lo que de-

bemos estar preparados para el cambio. La interpretación la hace la gente por separado. Somos redes, nos movemos en redes. Quizá mucho de lo que hagamos los periodistas a partir de ahora es ser curadores de flujos: conversaciones, flujos, contenidos que ya existen. Habrá cada vez menos interpretación por parte del periodista”, dijo Lozano. 2. Periodismo transparente: Justamente debido a la dinámica de flujos y a la posibilidad de que el público acceda directamente a la información, la función del periodista como intérprete de la realidad está siendo cuestionada. “El público puede tener su propia interpretación y no necesariamente debe confiar en la del periodista”. Ante ello, Lozano propone proporcionarle al público las herramientas para que haga su propia interpretación. 3. Tiempo real: Se trata de utilizar los canales donde se expresan los flujos informativos (como Twitter y Facebook, por ejemplo) para propiciar una conversación con el público a partir del desarrollo de un suceso. “Narrar a partir de flujos preexistentes es posible si se hace una curaduría de contenidos estricta. Por ejemplo, la crítica se construye en tiempo real con ayuda de la audiencia. Las voces de los otros pueden narrar de manera efectiva, sin necesidad de tener un periodista que lo interprete”, dijo. 4. Periodismo contextual: Más allá de las simples notas informativas y la información fragmentaria, el periodismo se encamina hacia una función de contextualización. Olga Lozano mostró algunas historias elaboradas para La silla vacía donde se recopilan artículos, notas y otros productos de distintos medios y distintos momentos para explicar la historia completa a través de líneas de tiempo, especiales multimedia, etcétera. La reflexión con la que Olga culminó su exposición sintetiza el espíritu del taller: “Hay que desaprender lo que era el periodismo”. Desaprender el periodismo —¿Por qué no encerrar a alguien en un salón de esta ex prisión y luego narrarlo a través de Twitter? Era Guillermo Culell provocando a los alumnos. La sede del taller, actualmente llamado Centro de las Artes de San Luis Potosí, fue originalmente la sede de una penitenciaría. La discusión esta vez se enfocaba en el concepto de cultura –necesario para el periodismo cultural– y las formas periodísticas de narrar. Ante las propuestas de reportajes, entrevistas, artículos y otros géneros periodísticos tradicionales, Olga y Guillermo continuaban provocando a los alumnos proponiéndoles cosas como

narrar un encierro a través de Twitter o intervenir unas estatuas públicas. –¿Dónde está la línea divisoria entre el periodismo y el arte? –preguntó una alumna. –Hay muchas formas de narrar periodísticamente una historia –respondió Olga–. Nuestra intención siempre va a ser diferente que en otras disciplinas. No hay que tener miedo de utilizar técnicas de otra disciplina. El periodismo es periodismo por su intencionalidad. Por poner un ejemplo contrario: si alguien hubiera grabado Watergate y lo hubiera puesto en una instalación artística, habría tenido una intención y un efecto distinto. –Esto de encerrar a alguien o intervenir cosas no entra en el catálogo de los géneros tradicionales del periodismo –aceptó Guillermo–. Pero no se trata de defenderlos. Ni siquiera sabemos si estas cosas no se hacían porque no existían o no existían porque no se hacían. Inventar el lenguaje del nuevo periodismo El periodista del futuro –es decir, del presente– no es un periodista tradicional equipado con un teléfono inteligente e Internet. El cambio es mucho más profundo. El periodismo del siglo XXI (ese que tendríamos que estar haciendo desde hace doce años) requiere de un nuevo lenguaje siempre en construcción, no de refritos de las fórmulas avejentadas de lo que fue el periodismo. Igual que para hablar un idioma extranjero no basta con utilizar un traductor automático, es necesario que los periodistas comencemos a pensar en el idioma de Internet. No me refiero sólo al léxico informático, sino a la cultura de la sociedad red, las narrativas multimediáticas y las interacciones horizontales. Como Guillermo Culell dijo en su cierre del taller: El periodismo digital está en construcción. Ustedes son obreros de la segunda ola de la era digital. Nosotros fuimos los primeros y nos tocó simplemente descubrir las cosas. Ustedes van a ser los inventores del lenguaje. Disfrútenlo, porque es la oportunidad de formar parte de la historia. La gente necesita que le contemos historias y tenemos que hacerlas de esta manera. RMC Nota 1) La relatoría publicada por la FNPI puede leerse completa en: http://www.fnpi.org/recursos/micro-sitios/nuevas-rutas-para-el-periodismo-cultural/relatoria-taller-aplicacionesdigitales/

Coordinador Editorial de Revista Mexicana de Comunicación. Profesor del ITESM.

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Escenarios, reflexiones y preguntas obligadas

Formación de comunicadores

multimediáticos

Hoy resulta fundamental orientar a los futuros profesionales de la comunicación hacia una reflexión más profunda sobre un campo donde pueden convivir distintas formas de procesar, interconectar y retroalimentar información; donde conviven distintos intereses políticos, económicos y socioculturales; donde el público es una multiplicidad de identidades; donde la manera de elaborar mensajes no puede responder a patrones preestablecidos y aprendidos con anticipación, como maneras simplistas de encasillar información y opiniones; donde lo escrito y lo oral pueden encontrar momentos de convivencia sin necesariamente entrar en competencia. Caridad García Hernández

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esde su nacimiento, la ciencia de la comunicación ha tenido grandes responsabilidades entre sus manos. En cada etapa histórica, los comunicadores han jugado roles como informadores, líderes de opinión, productores de bienes culturales, traductores o intérpretes, por mencionar los más éticos, pues también ha sido acusado –y con justa razón– de todo lo contrario. El acelerado avance tecnológico en materia de comunicación y la íntima relación del campo comunicativo con el espacio social y otros campos como el político, el económico y el cultural, han obligado a la constante relación entre los comunicólogos y los comunicadores sobre la práctica profesional1, así como sobre los procesos de producción y distribución de bienes simbólicos. Esto ha reconfigurado los bordes del campo de la comunicación y necesariamente sucede los mismo con los programas curriculares y las prácticas pedagógicas desarrolladas hasta ahora en las escuelas de comunicación.

De estas últimas se espera que jueguen un papel central en toda la dinámica de reajuste y cambio cultural, pues representan el punto de partida pero también de llegada de una espiral de experiencias, necesidades, propuestas… especialmente si se considera a la institución escolar como el engranaje básico de la sociedad. Sin embargo, el desfase entre los planes de estudio de las instituciones de educación superior y la práctica de la profesión se ha convertido en una constante a lo largo de los años. Hoy en día se sigue considerando que la comunicación atraviesa por una etapa crítica, caracterizada por la concentración de los medios masivos en corporaciones multimedia, identificables además como grupos económicos dominantes mundialmente y la pérdida de credibilidad, producto de su inclinación hacia el periodismo-espectáculo, con todas sus implicaciones. En consecuencia, la comunicación por Internet no es más alentadora, pues los comunicadores no han sido capaces de generar diferentes procesos de comunicación con características y cualidades

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distintas, distinguidos por su organización en redes flexibles pero inestables; colectivas pero individuales; virtuales pero reales, construida –de acuerdo con Castells– por un sistema de medios “omnipresentes, interconectados y diversificados, y por la transformación de los cimientos materiales de la vida, el espacio y el tiempo, mediante la constitución de un espacio de flujos y del tiempo atemporal”. En la incursión por la red a través del mundo, la mirada en la formación académica de comunicadores multimediáticos debe tener en el ángulo que no se trata exclusivamente de otro medio de comunicación más –tal y como hasta ahora han considerado las grandes corporaciones de medios masivos–, sino como una probable forma de organización social que pretende la globalidad y se extiende por el planeta entero, tal y como en el siglo XX lo logró el capitalismo industrial y el estatismo. Entonces, al igual que ahora, el sacudimiento cultural fue de grandes proporciones: se favoreció la desigualdad social y económica, se explotó la espe-


ranza y la codicia. En ese nuevo mundo, la comunicación jugó un rol fundamental a la par de los grupos de poder produciendo y reproduciendo la cultura socialmente legítima. Hoy día de nueva cuenta las cosas han cambiado. En el campo de la comunicación las cosas tienen que cambiar. El perfil académico y profesional del comunicador es blanco de fuertes presiones antagónicas. Por un lado, siguiendo a Castells, una sociedad cuya comunicación es el medio de enlace entre la vida política y cultural, obligada a atender la globalidad y el cosmopolitismo, en busca de una individualidad cultural amenazada por fuerzas tecno-económicas. Y por otro lado, de acuerdo con Martín-Barbero, está el hecho de que, día a día, las empresas comunicativas pierden su perfil político-cultural, transformándose en grandes conglomerados económicos para los cuales el rating es el negocio. En medio de estas tensiones se visualiza a las escuelas de comunicación como receptoras sensibles de las condiciones que actualmente presenta el campo de la comunicación en la formación de cuadros de profesionistas capaces de interpretar las posiciones objetivas en su entorno profesional y las formas de posicionarse en él. La educación superior de comunicadores se desarrolla en un microcosmos donde el planteamiento fundamental es encontrar la manera de insertar a la escuela en un escenario comunicativo que igualmente represente, sostiene MartínBarbero, “experiencia cultural, entorno informacional y espacio educacional difuso y descentrado”, y a la vez continuar con la tarea académica de aprendizaje del saber, desarrollar la disciplina de la reflexión y la responsabilidad que implica el análisis y la crítica, sin que nada de ello signifique renuncia a la creatividad. Siguiendo a Martín-Barbero, cabe reflexionar en dos vías, una de ida y otra de vuelta. La primera es plantearse los retos de la educación a raíz de los cambios en la tecnología; y la segunda, repensar sobre cuál sería la educación que encuentre cabida en el escenario de los medios. Las tecnologías de la información y la comunicación representan para la escuela el reto de llenar un vacío cultural entre lo que enseñan los profesores y el entorno en el que los alumnos aprenden. Los mecanismos de socialización entre los jóvenes universitarios son distintos al estar marcados por la presencia de Internet a través de la cual se transmite y circula

Desafíos en la academia.

Foto: Juan Pablo Zamora / Cuartoscuro.

el saber. Pero también constituye un dispositivo de identificación y expresión de pautas de comportamientos, estilos de vida y patrones de preferencias. A semejanza de lo sucedido con los comunicadores, los educadores han visto en internet una simple herramienta de modernización técnica que ha sido básicamente utilizada para cubrir una mayor difusión en la transmisión de contenidos educativos; para darle una imagen tecnologizada a los contenidos y para amenizarlos, pero cuyo trasfondo cultural, que define objetivamente la cultura, sigue intacto. Queda claro que esa es la orientación de los intereses objetivos y simbólicos de los grupos dominantes. Lo realmente esperado es que las escuelas de comunicación, al margen del acostumbrado papel reproduccionista de las instituciones educativas a nivel superior, consideren la necesidad de entrar en relación con la experiencia que significa este proceso de ajuste y campo cultural como elementos estructurales en la composición del campo de la comunicación, donde –coincidiendo con MartínBarbero– se observa desterritorialización de identidades, hibridación entre las ciencias y el arte, combinación de distintos tipos de lecturas (escritura y audiovisuales), pues ahí es donde se fincan las posibilidades del comunicador multimediático en la práctica profesional. Sumergirse en el espacio de la Internet obliga a la educación, antes que nada, a romper con el modelo tradicional de transmisión del saber mediante la memoriza-

ción para la reproducción. Por el contrario, el profesor ya no es el único depositario del conocimiento y, por lo tanto, será desprovisto de la legitimación por parte del sistema como autoridad de la materia; en un escenario ideal tendría que adoptar el rol de orientador, instructor, guía, facilitador, colaborador… Mientras los alumnos a su vez, de ser receptores de información, a través de internet tendrán en sus manos la posibilidad de construir conocimiento. Esto implica que las escuelas de comunicación en particular, se adecuen a las nuevas condiciones del campo, a raíz de la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación en busca de modelos educativos que permitan al alumno conceptualizar a la comunicación en un sentido más amplio, más allá de los medios como mecánicos instrumentos de masificación, conformismo y consumismo. Hoy resulta fundamental orientar a los futuros profesionales de la comunicación hacia una reflexión más profunda sobre un campo donde pueden convivir distintas formas de procesar, interconectar y retroalimentar información; donde conviven distintos intereses políticos, económicos y socio-culturales; donde el público es una multiplicidad de identidades; donde la manera de elaborar mensajes no puede responder a patrones preestablecidos y aprendidos con anticipación, como maneras simplistas de encasillar información y opiniones; donde lo escrito y lo oral pueden encontrar momentos de convivencia sin

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necesariamente entrar en competencia, y como dice Martín-Barbero: “aprovechar tanto la oralidad como experiencia perceptiva y expresiva del mundo, como esa otra cultura de la visualidad electrónica”. Pero ¿cuál es la percepción de las escuelas de comunicación sobre el panorama abierto de las tecnologías de la información y la comunicación en el campo de la comunicación? ¿Realmente experimentan un proceso de adecuación ante las múltiples reflexiones que en voz alta han planteado los pensadores de la comunicación? Y en dado caso, ¿cómo incorporar a las escuelas de comunicación en esta compleja realidad? ¿Qué acciones pedagógicas han emprendido las escuelas de comunicación en la formación de cuadros profesionales? Por lo tanto, ¿qué tipo de entramado teórico-práctico proponen los planeadores curriculares en comunicación para la generación de planes de estudio que formen académicamente a comunicadores con una visión multimediática? Estas preguntas llevan a pensar que, independientemente de las futuras propuestas curriculares de las escuelas de comunicación, deben orientarse hacia acciones pedagógicas creativas y críticas de los medios incluyendo internet, de tal manera que el modelo educativo pueda transitar de lo concéntrico, lineal, interesado en la adición de asignaturas como bloques de conocimiento hacia otro modelo más abierto, plural, propositivo y hasta impredecible, donde el encuentro entre la lectura del texto y del hipertexto

permita a los estudiantes reflexionar sobre la importancia en la evolución de la lectura. Por supuesto deberá ser entendida como el acto de penetrar en la información, procesarla y hacer uso de ella como conjunto de nudos (palabras, páginas, imágenes, gráficos, secuencias sonoras y documentos complejos), relacionados por conexiones de tipo reticular no lineales, y donde la mayor parte de las veces la lectura se transforma en escritura, enmarcada en un ecosistema sociocomunicativo. Un ejemplo paradigmático de ello es el papel que jugaron las redes sociales en materia de elecciones (entre otros ejemplos). Vimos durante el proceso electoral 2012 cómo los usuarios (mayoritariamente los jóvenes universitarios) se apropiaron del medio, dándole usos comunicativos distintos: desde meramente informativos o canales de opinión, hasta retablos iconográficos donde se mezclan informaciones, argumentos, expresiones coloquiales y registros visuales. Particularmente este ejemplo es digno de mencionarse pues constituye la síntesis de un verdadero sistema comunicativo que ha culminado, como hemos sido testigos, en manifestaciones en diferentes plazas públicas del país y en movilizaciones políticas. Dicho entorno hace pensar, ahora más que nunca, en la estrecha relación entre el educador y el comunicador. Y esto no implica la desaparición del educador, sino la evolución de su perfil como comunicador capaz de plantear problemas, diseñar procesos, formular pre-

Desfases entre planes de estudio y prácticas profesionales.

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Foto: Nacho Ruiz / Cuartoscuro.

guntas, estimular curiosidades y coordinar el trabajo colaborativo de sus alumnos sistematizando y organizando experiencias. Las escuelas de comunicación tienen ante ellas un desafío más: formar académicamente comunicadores multimediáticos cuyo futuro se finca en la capacidad presente de integrar una serie de habilidades que les permitan incorporarse a un campo social-profesional, que en el caso particular del espacio cibernético, conjunta una estructura que a su vez conforma a quienes actúan ahí; la generación de un sistema de valores y de formas de ver acordes a las condiciones del campo; la presencia de agentes sociales en lucha por ampliar su margen de dominio, además de las características y condiciones propias del medio, y del intercambio simbólico inherente a los procesos de comunicación como producto de amplios y complejos fenómenos socioculRMC turales. Nota 1) Para este breve análisis, la práctica periodística se considera como una de las posibilidades de la comunicación. Por lo tanto, cuando se hace referencia a la comunicación como campo, incluye al periodístico y en general, a la producción de mensajes y a la interpretación de procesos comunicativos.

Referencias Castells, M. (2001). La era de la información. El poder de la identidad. Vol. II. México: Siglo XXI. ———(1999). La era de la información. La sociedad en red. Vol. I. México: Siglo XXI. Fernández Hermana, L.A. (2000, 28 de noviembre). Periodista multimedia. En Enredando, nº 243. Recuperado de http://www.enre dando.com. Fernández Hermana, L.A. (2000, 5 de diciembre). Las 6W+2H de los nuevos medios. EnEnredando, nº 244. Recuperado de http:// www.enredando.com. García, C. (2004). La formación académica del comunicador multimediático en la era informacional en México (Tesis doctoral). Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, México. Martín-Barbero, J. (2001, abril-julio). Los oficios del comunicador. En Renglones, año 16, nº48, pp. 5-22.

Doctora en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Comunicación. Profesora investigadora del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la UAM Cuajimalpa. Coordinadora de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Integrante de los grupos de investigación en “Comunicación educativa”, del cuerpo académico y de “Comunicación educativa y divulgación de la ciencia”.


Sobre el destino y el sentido del periodismo digital

Un puerto llamado digital Las prácticas comunicativas emergentes en la esfera digital, más intuitivas que profesionales y con un nuevo catálogo de subjetividades, sin nombre aún por lo menos de oficio, ni aulas donde aprenderse, han tomado de las voces de la calle su manual de estilo y de la imaginación, sus géneros. Si a ello se le puede llamar periodismo, sin ofender a ningún clásico, estamos en el umbral de un periodismo subversivo, revolucionario, provocador, es decir: palabra y pensamiento en acción con un margen de operación mucho mayor al de nuestros buenos y escasos periodistas y con una demanda superior a la de cualquier código de ética vigente. Alejandro Byrd

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a historia de la ciencia, de las artes e incluso de la política, demuestra el acierto de partir de lo existente para superarlo. Lo contrario muestra retrocesos y contradicciones. Los medios impresos, por ejemplo, recogieron de sus ancestros (juglares, trovadores, correveidiles y cuenta cuentos) la tradición nostálgica de narrar la realidad y aprovecharon la impronta de la imprenta para montar esa práctica en la industria de la novedad. Por supuesto, su vocación era más ideológica y comercial que informativa. Como se sabe, se publica para vender (ideas y/ o mercancías); si de pasada se informa, ya es ganancia. O dicho de otra forma, a manera de máxima editorial: lo que los lectores hagan con lo publicado es su problema. En tal sentido, el periodismo digital puede apostar a no quedarse en la trampa de la venta, independientemente de lo que se venda, y regresar al espíritu comunicativo propio de la narración, es decir: a la construcción de comunidades informadas y dialógicas

en una modificación radical de las instancias temporales, espaciales y materiales; los comunicados pueden publicarse en el instante de su ocurrencia, llegar a cualquier comunidad en la red y disminuir el ecocidio que representa la abundante producción de papel. Sin embargo, esta revolución no parece ser la meta de los medios establecidos. Por primera vez en la historia de los medios es posible convertirse en medios de comunicación. Si bien así los hemos llamado, más por aspiración que por realismo, es un hecho que su tarea es la difusión colectiva y ésta no garantiza el acto cultural de comunicar. No obstante, la cada vez más presente acción social de las redes posibilita que los medios se conviertan en sujetos, productores y consumidores, superando las limitaciones estructurales propias de los impresos. La cuestión es más compleja de lo que parece y es necesario diferenciar a los medios impresos que extienden sus criterios editoriales y comerciales a la red, del periodismo emergente

de quienes, sin estar sujetos a un patrón, generan textos en la red. Los primeros procuran, con mayor o menor eficacia, explorar códigos propios de la interactividad y reclaman y requieren la participación de los lectores. La intención es la misma que las de sus matrices impresas: vender, ideas o mercancías, pero vender. Los nuevos agentes de comunicación, por su parte, han abierto una espiral de producción y consumo tal cual hacían los juglares y trovadores en clara vocación comunicativa: narraban, cantaban para ellos mismos y para los otros. Ésta es una diferencia fundamental: los impresos y sus tránsitos a la red siguen atrapados en la misma lógica del consumo que les da razón de ser; los otros no dependen de la cuota del mercado y por ello siguen sus propios instintos. Quizá esto permita a los medios impresos, si deciden aprender la lección, regresar a sus orígenes y apostarle a la comunicación. La interactividad, propia de la red, puede alimentar un diálogo ahora inexistente entre editores y lectores y lectores entre sí.

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¿Dónde quedó la comunicación? Al pasar de la plaza pública a la impresa y a la electrónica, a bordo de la barca de los fundamentalismos religiosos, económicos, políticos y culturales, cargamos también con la vocación comunicativa que alimentaba el espacio público. El tránsito de las hojas volantes a la industrialización de los medios impresos sólo amplió la brecha entre aquéllos ciudadanos en conversación y los pocos y aislados lectores de periódicos y revistas, cuyo aislamiento crece a la par de la masificación de la sociedad. El caso del oráculo electrónico es aun más dramático: desaparece del todo el sujeto y el público del espectáculo mediático (es decir, los espectadores) ocupa su lugar en una pantomima donde alguien, a veces un periodista, se dirige, aparentemente, a su audiencia cuando en realidad lo hace a los patrocinadores. Por ello cambia su tono y matices de verdad según quien le pague mejor. No hay que abundar en el particular: numerosos autores han documentado esta evidencia

elemental referida al principio de este texto: los medios son empresas comerciales y subsisten de las ventas de espacio. En tal laberinto del capitalismo salvaje parece no haber salida; no obstante, y a pesar de todo, hay periodistas cuyo ejercicio ha rebasado estas limitaciones propias del modelo y de la práctica; son los menos, por ello se les extraña más. Si el sujeto de diálogo se extravió en la industrialización, ni periodistas ni lectores o audiencia masiva lo hemos reclamado. Hemos creído que el añejo oficio de comunicar es potestad del ámbito privado, familiar, íntimo (aunque al parecer ahí tampoco lo ejercemos). Ello me regresa al asombro, usualmente reservado a la ficción y al terror: el hacer de la sociedad civil, los jóvenes principalmente, a través de las redes sociales. Esta es para mí la principal coyuntura del periodismo en la red: palabras desde y para los ciudadanos, desde y para la sociedad civil. En otras palabras: de la impresión a la expresión compartida. Carece de sentido apostarse por un periodismo distinto en la red si los medios

No pecar de ingenuidad

Redes sociales y el uso ético de la infor mación información Perla Gómez Gallardo

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n los últimos años, el uso de las redes sociales se volvió parte de la vida cotidiana, como forma de intercambio de información y de inicio para contactar a personas gracias a las nuevas tecnologías. Existen diversos usos que se manifiestan en el límite de la creatividad del ser humano. Por ello, esta nueva forma de transmitir información no debe estar desprovista del uso ético de la misma. La tecnología no es buena ni mala per se: es el uso que se haga de la misma lo que le da sentido y valor. Reflexionemos con ayuda de un tratadista clásico español sobre tales alcances. En palabras de José María Desantes: La intercomunicación es como la respiración de una sociedad: condiciona su existencia, su supervivencia y su acción. No puede caber duda acerca de que la Información cumple una función pública en toda comunidad, sea de las dimensiones y de la complejidad que sea. Así, en la necesidad de comunicación que tenemos como seres humanos, vemos los más rudimentarios instrumentos como los pictóricos, hasta los más sofisticados en el uso de sonido e imagen a través del teléfono celular. La exteriorización del pensamiento a

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y los fines son los mismos. El oficio .com, derivado del medio impreso que lo cobija, no es diferente porque modifique sus códigos y permita cierta selección al lector. Los temas, la línea editorial, incluso el estilo, se reproducen y hacen las veces de complemento o de segunda edición. Por supuesto tiene a su alcance todo el potencial de los medios múltiples y de la interactividad pero –por un lado, con sus propias limitaciones y, por el otro, con sus filtros– son presas para aguas que pudieran tornarse turbulentas y provocar guerrillas informativas molestas a la piel sensible de anunciantes que pagan no sólo para que no les peguen, sino para exaltar sus imágenes comerciales, ideológicas o políticas. No obstante, si cambian los fines, también pueden cambiar los medios. Las prácticas comunicativas emergentes en la esfera digital, más intuitivas que profesionales y con un nuevo catálogo de subjetividades, sin nombre aún por lo menos de oficio, ni aulas donde aprenderse, han tomado de las voces de la calle su manual de estilo y de la imaginación, sus

través de la manifestación de las ideas es la base de la sobrevivencia social. Lo paradójico es que el simbolismo que le damos a la idea es ya en sí una limitación al tratar de comunicarlo a otros que deberán decodificar ese símbolo. El Derecho habrá de corregir las desviaciones de la comunicación social en el cumplimiento de su función comunitaria. Función pública que realiza al Información en cuanto Institución, ora esté impulsada por la actividad privada, ora por la actividad pública. En el entramado social y en las reglas que permiten la convivencia pacífica, observamos que las jurídicas se convierten en la forma de inhibición o incentivo de las conductas que permiten esa forma de organización. La comunicación no es ajena a esa regulación; la tentación se da cuando el flujo de información se convierte en una amenaza a poderes institucionales o fácticos que pretenden censurar su emisión. La valoración cualitativa de la Información no puede dejar al Derecho indiferente acerca del modo en que la actividad se produce, acerca del sujeto conocido o críptico de tal actividad, acerca de los móviles que la impulsan, de los medios que la hacen posible, de lo que constituye el objeto mismo de la comunicación, y de los efectos previsibles o efectivos en la comunidad. Efectivamente: uno de los grandes retos desde el reconocimiento de la libertad de expresión en instrumentos internacionales ha sido la precisión de sus alcances y límites. Es en el ejercicio del derecho a esa libertad de expresión que se establecieron restricciones, limitaciones y, en el peor de los casos, la censura. Algunos aspectos como los referentes a la garantía de los derechos de personalidad (la vida privada, el honor y la propia imagen), permiten establecer algunos límites. Pero también el ejercicio del recur-


géneros. Si a ello se le puede llamar periodismo, sin ofender a ningún clásico, estamos en el umbral de un periodismo subversivo, revolucionario, provocador, es decir: palabra y pensamiento en acción con un margen de operación mucho mayor al de nuestros buenos y escasos periodistas y con una demanda superior a la de cualquier código de ética vigente: se ejerce por, para y desde los otros como extensión de uno mismo. El escritor-lector del espacio digital representa al mismo tiempo la vuelta al nostálgico comunicador, narrador (en) cantador, quien vive en la esperanza siempre posible de comunicarse, es decir, ser a través de la comunicación. Tal puede ser el destino y el sentido del periodismo digital. RMC

En el umbral de un periodismo divergente.

Foto: Germán Romero / Cuartoscuro.

so público y el interés público dan derecho al escrutinio y permiten fijar algunos alcances. Hagamos más compleja la reflexión: la rapidez de la difusión informativa gracias a las nuevas tecnologías hace casi imposible evitar el impacto de cierto tipo de información. La información nunca podrá tener como destinataria la masa. O se dirige al hombre individualizado o al hombre en colectividad: cualitativamente es lo mismo. Si se dirige al hombre en colectividad, está cumpliendo una función pública, pero respetando la personalidad de cada destinatario, aunque éste sea desconocido, indeterminado y aun indeterminable. Interesante consideración que en la década de los setenta, cuando Desantes la expresó, no había la posibilidad de masividad de la información que tenemos en plena primera década del siglo XXI. Ahora más que nunca, la despersonalización de la comunicación se evidencia en el uso de otra personalidad ad hoc para un mundo virtual donde se puede ser lo que se quiera sin que haya identidad o congruencia con el emisor de la información. Ahora, ante la incertidumbre de saber quién está del otro lado del mensaje, se abre una posibilidad de estudio en la psicología que nos libera de hacer o actuar otro personaje como las caretas llamadas personae en el antiguo teatro griego. El problema es el abuso que se puede tener en la proyección de esa otra personalidad que no guarda identidad con el emisor. No podemos pecar de ingenuidad en las redes sociales ante la facilidad de –en el mejor de los casos– la suplantación de personalidad y –en el peor– la construcción de proxis que nada tiene que ver con quien creemos que interactuamos. La función pública de la Información no sólo es compatible con el derecho humano a la información, sino que esta compatibilidad viene dada por las esen-

Doctor en Educación e Innovación Tecnológica por el ITESM, México y la Universidad de British Columbia en Canadá. Autor de Educación y Tecnología. Actualmente es investigador en la FES Acatlán de la UNAM en el área de Comunicación y Consultor en Imagen Pública.

cias mismas de la comunidad, de la Información y del derecho. Debemos rescatar el uso de las redes sociales reconociendo el valor intrínseco que tiene ese tipo de comunicación tan eficaz e inmediata que, por lo mismo, se convierte en una amenaza latente en manos sin escrúpulos. En la actualidad vemos una infinidad de identidades ficticias que dan cuenta de un sinnúmero de agresiones e injurias. Llama la atención la capacidad de ofensa que puede existir en 140 caracteres. Finalmente, el poder manifestar esas ofensas sin que se pueda identificar al emisor constituye una forma de catarsis social. La pregunta es: ¿qué clase de personas somos al realizar esa conducta? Hay ofensas que denigran más a quienes las emiten que a quienes las reciben. Bien lo dice Gregorio Badeni: El pensamiento presupone la exteriorización de un problema o de una inquietud, frente al cual se desarrolla una actividad intelectual en búsqueda de una solución o comprensión determinados. Requiere de una motivación que desencadene las fuerzas intelectuales del hombre traducidas en procesos de orientación, comprobación, deliberación, formulación de hipótesis y conclusiones, por más rudimentarias y absurdas que sean. Ante la posibilidad de comunicarnos en breves palabras y ante la facilidad de hacerlo a través de las nuevas tecnologías, la ética debe estar presente en ese uso como mecanismo de autorregulación de los alcances de esta comunicación que aún no muestra RMC todo su potencial.

Profesora Investigadora UAM Unidad Cuajimalpa, Catedrática Facultad de Derecho UNAM.

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¿Cómo serán los periódicos en 2020?

¿El fin de una era? Quizás el español José Luis Martínez Albertos, a sus casi 80 años, siga tomando nota de los cambios que predijo en su libro El ocaso del periodismo, pero no ha sido solamente él quien se ha aventurado a señalar tal fecha como fin de los diarios de papel, pues Jeff Jarvis también tituló “Los periódicos en el 2020” a uno de sus trabajos del año 2005 en que señaló: “La tecnología, lejos de ser una amenaza, puede convertir a los periódicos en algo nuevo y con un costo más bajo”. José Luis Esquivel Hernández

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n octubre de 1997 me embarqué para Madrid, amparado en la beca que me concedió la Universidad Autónoma de Nuevo León para obtener un doctorado en Ciencias de la Información que imparte la Universidad Complutense. Y cuál sería mi sorpresa que me encontré con la edición de un libro titulado El ocaso del periodismo, de José Luis Martínez Albertos, toda una autoridad en la academia en España y autor, desde 1972, de innumerables obras como La noticia y los comunicadores públicos y el conocido Curso general de Redacción. Martínez Albertos fue cabalmente quien me ayudó en los trámites de inscripción desde Monterrey y me orientó a mi llegada al Departamento de Periodismo I de la Facultad de Ciencias de la Información, como director del mismo. Así es que la aparición de la primera edición de su texto en diciembre de 1997, me llevó a sostener

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varias conversaciones en torno al tema y al tono apocalíptico de su título. “Es un análisis sobre cómo, con la ayuda de las nuevas tecnologías, se está preparando algo nuevo que pueda superar con ventajas el modelo de periodismo que nosotros estamos viviendo todavía. Viejo y nuevo periodismo, periodismo del futuro; éstos son los campos en que se mueve la reflexión crítica de mi libro”, apuntó, como en la solapa del mismo, el prestigiado académico. En efecto: no se trata de un diagnóstico pesimista ni de un pronóstico sobre el final de a labor informativa en sí, que no va a terminar nunca, sino sobre las innovaciones cada vez más aceleradas que van haciendo realidad el vaticinio de Marhsall McLuhan sobre la “aldea global”, y que escriben un antes y un después en el periodismo en general. Acababa de ser difundido El mundo digital, de Nicolás Negroponte, que no anunciaba el futuro sino que


puntualizaba que el futuro había llegado ya. Por tanto, Martínez Alberto, con cierto tinte derrotista, se aventuró a señalar en su libro que llamaba “ocaso del periodismo” al fin de la era de papel por la revolución que implicaba la aparición de nuevos soportes, y también a la muerte del periodismo escrito para el reinado del periodismo audiovisual. A mi llegada a Madrid tal era el panorama que se vislumbraba en la enseñanza del periodismo, pues la producción de manuales sobre tan novedoso tema en España no había sido más tardía que, por ejemplo, la producida en inglés, tanto en otras partes de Europa como en Estados Unidos, ya que El periodismo electrónico y Medios de comunicación en Internet, respectivamente, aparecieron en la editorial barcelonesa Ariel en 1996 y en Anaya Multimedia de Madrid en 1997, a cargo de Javier Díaz Noci y K. Messo, mismos autores que en 1999 produjeron Periodismo en Internet, en Bilbao, dentro del Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco. Así fue como, de pronto, me enfrenté a todo lo que tenía que ver con la comunicación digital que, en pleno aterrizaje del milenio y en los albores de un nuevo siglo era una realidad palpable en un país de la Europa occidental o, si se prefiere, de la Unión Europea, que tiene la tradición más larga en enseñanza e investigación en periodismo. La consigna de los profesores era que los alumnos estuviéramos preparados para lo que se esperaba como aluvión dentro de la carrera, al quedar atrás en diciembre de 1982 el Arpanet y el primer servidor en 1991, porque si Macintosh había sacudido al mundo en 1984 con la 128K y el uso del ratón, así como la ejecución de comandos en la pantalla a través de ventanas, también era un presentimiento de que vendría algo más novedoso después de la aparición de internet en 1993, cuando Marc Andreesen, fundador de Netscape, convirtió a ésta en medio de prensa a través de la versión 1.0 en diciembre de 1994. Ahora sabemos cuánta razón había en esas conjeturas optimistas al ver cómo el primer navegador puso en órbita a los usuarios, abriendo nuevos canales que han modificado poco a poco el panorama informativo como ocurrió en 2008, cuando el genio norteamericano Steve Jobs comercializó el iPhone3G y luego, en 2010, el primer iPad, obligando a otros a competir en la producción de herramientas de alta tecnología.

Con el surgimiento de Facebook y Twitter, más otras redes sociales, también quedó atrás la anécdota de los diarios estadunidenses The Chicago Tribune y San José Mercury Center de ser los primeros en reproducir sus páginas en 1992 y 1993 en American On Line (AOL), así como el hecho de que el segundo inició en 1995 la edición específica para la red de redes. Hoy, las nuevas tecnologías ya están absorbiendo a los tradicionales lectores de papel y a diarios como el prestigioso The Christian Science Monitor, de Boston que, a pesar de sus cien años en el mercado, a fines de 2008 decidió dejar de publicar su edición diaria, concentrándose en su audiencia en internet, y dejó sólo una versión tipo revista en papel los fines de semana. International Data Group también inició poco a poco, desde 2007, su migración redituable a Internet, con el beneplácito de sus clientes, en vista de que sus ingresos por publicidad en la red empezaron a rebasar sus ganancias en medios impresos que tratan temas de alta tecnología. Quizás el español José Luis Martínez Albertos, a sus casi 80 años, siga tomando nota de los cambios que predijo en su libro El ocaso del periodismo, pero no ha sido solamente él quien se ha aventurado a señalar tal fecha como fin de los diarios de papel, pues Jeff Jarvis también tituló “Los periódicos en el 2020” uno de sus trabajos del año 2005 en que señaló: “La tecnología, lejos de ser una amenaza, puede convertir a los periódicos en algo nuevo y con un costo más bajo”. Al buscar respuesta a la pregunta: ¿cómo serán los periódicos en 2020?, Jeff Jarvis cita a Jeffrey Cole, del Centro para el futuro digital de la Escuela de Annenberg de la Universidad Southerm en California, quien concluye de su última investigación sobre el uso de internet que los jóvenes que en esa fecha tendrán entre 25 y 38 años de edad, “nunca habrán leído un periódico de papel”. También Phil Meyer en su libro El periódico que desaparece, si la tendencia actual continúa, el último diario norteamericano de papel se publicará en 2040. R M C

Este libro puede leerse desde varios miradores. Es, para empezar, un repertorio de lecturas sobre periodismo, que permite tener un panorama de lo que es este oficio, esta técnica, este conjunto de destrezas, esta convicción, que de todos esos modos concibe el autor el periodismo. Se trata de libros no sólo citados sino digeridos, cuyo metabolismo resulta en energía creadora. Miguel Ángel Granados Chapa

Profesor en la Facultad de Comunicación de la UANL. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. julio-septiembre 2012/REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN

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Periódicos digitales y nuevos paradigmas comunicativos

La nueva narrativa

multidireccional Desde que un click del mouse de la computadora personal nos instaló en el ciberespacio, el mundo y sus habitantes se vieron revolucionados. Nuevos paradigmas sociales, educativos, de gobierno, de seguridad, por mencionar a algunos, se dieron cita. En este nuevo escenario, los medios de comunicación también se vieron alcanzados y apareció una nueva manera de desempeñar el periodismo: el digital y con él, también surgieron nuevos lectores. Marisa Avogadro

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l mundo de Internet, la arroba, los blogs, las redes sociales y los medios periodísticos electrónicos nos sitúan frente al desafío de este Nuevo Milenio: Internet no es sólo una herramienta telemática, es el medio de comunicación. De la mano de un click, nos conectamos en todo el planeta, navegamos por millares de informaciones y dejamos de narrar desde la linealidad del relato del periódico impreso, para abrirnos camino en la multidireccionalidad de la narración del periódico en soporte electrónico, on line o digital. Lo real y lo virtual Convivimos en el mundo del cambio, donde lo que hoy es nuevo en dos meses será superado por su par más rápido, más liviano, más pequeño. Venimos de procesos rodeados de certidumbres y ahora estamos en terrenos inciertos. La aceleración histórica y la mediación tecnológica se han instalado en nuestra vida diaria y son momentos en que el tiempo y el espacio se mueven de forma simultánea en todas direcciones y donde

las informaciones llegan de millones a millones. Todo ello nos hace considerar o reconsiderar la influencia de la tecnología y de los medios de comunicación en todos los actos de la sociedad en general. La red de redes, Internet, ha irrumpido en los actos cotidianos de los seres humanos y ha cambiado la fisonomía de las relaciones de las personas, las ciudades, los conglomerados urbanos, las actividades rurales, etcétera. Inmersos en el ciberespacio, recibe el nombre de Internet una colección específica de redes de ordenadores distribuidas por todo el mundo y conectadas todas ellas mediante un protocolo comun denominado TCP/IP (Transmission Control Protocol/Internet Protocol). Conocida simplemente como la Red, se desarrolla en el ciberespacio que definimos como un nuevo medio de comunicación surgido a partir de la interconexión mundial de los sistemas de datos. Incluye la infraestructura material de la información digital y el universo de informaciones que contiene. El espacio donde la red de redes se expande, nos da el entorno necesario para la presencia de la cultura de la web.

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Por ello, paralelamente a los planteos de la sociedad y la cultura real, se encuentran los de la sociedad y la cultura virtual, caracterizados por simultaneidad de tiempo y espacio, múltiple circulación de información, anonimato, ubicuidad, libertad absoluta, carencia de barreras espacio-temporales, así como hechos, imágenes y discursos reales y hechos, imágenes y discursos adulterados. Un universo multicultural conformado por grupos de personas que cambian permanentemente, páginas y grupos que se abren, se cierran, personas que se agregan, otras que salen, mutaciones constantes. Las autopistas de la información abren el camino a un abanico de posibilidades donde la información constituye, sin lugar a dudas, un elemento de poder, toda vez que quien está mejor informado o tiene el modo de propalar mayor cantidad de información, será también el poseedor de las mayores oportunidades. En la actualidad hay aproximadamente 2,268 millones de usuarios de Internet (www.exitoexportador.com) en el mundo, cifra que denota la incidencia de la red en la vida de las personas y, por consiguien-


te, el mercado de oferta y demanda de informaciones que representa. Las NTIC se posicionan como elementos indispensables para agilizar el comercio, el flujo de inversiones y la actuación de las empresas transnacionales y los multimedios en el marco de un planeta globalizado. Estamos en el mundo del cambio, el movimiento, el sonido, la velocidad, las imágenes y la mediación tecnológica. Entre nosotros y los otros existe un elemento comunicativo intermediario de las relaciones humanas y tecnológicas. Median los medios: desde el teléfono familiar al teléfono celular inteligente; las computadoras personales, las redes de datos, el canal cerrado de televisión por cable, el acceso a Internet de banda ancha, el uso de agendas electrónicas, notebooks, cámaras digitales... Es evidente que caminamos por nuevos terrenos. Encontramos hoy una sociedad real con su periodismo tradicional. Conviven igualmente una sociedad virtual y el periodismo digital u on line. El periodismo –esa actividad cuyo objeto es la selección, procesamiento y trasmisión periódica de informaciones de actualidad para un público masivo, o para determinados segmentos de audiencia, a través de medios de difusión– ahora tiene un nuevo campo de acción: la Internet. En este nuevo trabajo de ser periodistas digitales, y la transformación que en materia comunicacional significan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC), la realidad de los medios nos posiciona frente a un nuevo desafío: poder distinguirnos entre millares de informaciones; informar con seriedad y rapidez, sin descuidar la confiabilidad de las fuentes de información, y la necesidad de corroborar la autenticidad de lo que se va a difundir. El periodista digital, por su parte, cuenta con un entrenamiento en nuevas tecnologías, tiene un universo cognitivo a su disposición –lo cual le exige cualidades valorativas peculiares–, gran capacidad creativa para poder distinguirse en millares de entradas, y cada vez con mayor cantidad de herramientas tecnológicas a su disposición para transmitir todo tipo de contenidos. Las redacciones de los medios periodísticos también necesitan personal entrenado en NTIC, que trabajen de modo permanente para la actualización de las páginas. A los creativos y diseñadores, se suman los encargados de incluir mate-

Necesario repensar el uso informativo de las nuevas tecnologías.

riales y mantenerlos actualizados en las redes sociales con las cuales cada medio se ha vinculado. En tal sentido, no puede soslayarse que los constantes cambios en la web y su universo ilimitado de cibernautas significan una gran exigencia al momento de preparar los materiales periodísticos para un público tan disímil, con tanta competencia de materiales y coordenadas de tiempo y espacio que traspasan las tradicionales barreras comunicativas. Esto no sólo se da en el ámbito de los periódicos, sino además en las radios y programas de televisión por Internet y todas las posibilidades que los medios de comunicación desarrollan en la red. Características de periódicos on line En los periódicos impresos, la información siempre se ha tratado conforme a una narrativa predominantemente lineal, propia hasta del modo de edición de los mismos. La posibilidad de interacción del lector se concreta a través de las cartas de lectores y tras ser entrevistados para que sus opiniones se incluyan como parte del trabajo periodístico. Pero en el periódico impreso de hoy, estamos leyendo los hechos acontecidos ayer, por lo cual se tiene una línea de tiempo diferente. La introducción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) en el mundo periodístico, han traído grandes modificaciones al campo de los periódicos digitales. Entre ellas destaca la difusión actualizada de informaciones minuto a mi-

Foto: Mario Nulo / Cuartosscuro.

nuto en línea; trabajos periodísticos enriquecidos con infografías; notas que se trasmiten desde el escenario de los hechos en tiempo real, incluidas las imágenes en video y fotografía; y enlaces a sitios electrónicos con informaciones sobre el tema considerado, que lo referencian y le dan marco. El periódico digital carece de la paginación usual en la edición impresa y mantiene las secciones de la misma. Las versiones impresas y digitales también muestran diferencias, porque un tema publicado en versión tradicional puede ser actualizase y enriquecerse con otras fuentes –material gráfico, estadísticas, videos, opiniones de especialistas y lectores– en la versión electrónica durante el día. Los diarios electrónicos permiten, asimismo, la consulta de publicaciones anteriores a través de sus archivos en línea. El lector ahora es también potencial informador u opinador; sus puntos de vista incluso pueden ser vertidos en chats, foros y hasta en entrevistas on line realizadas por los medios. Se permite que los lectores consulten en tiempo real o virtual al entrevistado, o bien que dejen sus consultas y/o opiniones a través de redes sociales. A través de ésta suele solicitársele al público informaciones cuando ha sido, por ejemplo, víctima de alguna situación especial de temas climáticos, políticos, entre otros. Por lo tanto, esta nueva narrativa abandona el camino de la linealidad, para presentarse desde la multidireccionalidad como una esfera que, partiendo de un cen-

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tro, tiene tanto la posibilidad de rodar sobre sí misma y, al mismo tiempo, extender prolongaciones a manera de carreteras, en todas las direcciones: hacia arriba, rumbo abajo y a los costados. Lo expuesto nos posiciona en el mundo de la narración multidireccional de los periódicos digitales, donde los periodistas requieren de una sumatoria de destrezas nuevas y diferentes, y donde los lectores-actores tienen cualidades diferentes y también necesidades y exigencias distintas. Los lectores son convocados a ser lectores-periodistas para enviar sus materiales, sobre todo en temas de reclamos entre la comunidad en la cual vive. Algunas situaciones de denuncia llegan a los medios a través de esos comentarios que luego se instalan en la agenda pública. Estos lectores presentan diferentes características. Algunos disponen de escaso tiempo y leen sólo titulares y se mantienen en la periferia de la información, como medio para poder desenvolverse socialmente con alguna soltura. Todo es rápido y breve, como hacer un click con el mouse. En otros casos son lectores interesados en temas específicos, que consultan varias publicaciones durante el día, orientados a tomar decisiones empresariales. Internet nos acerca a los periódicos de todo el mundo con sólo acceder a sus páginas web durante las 24 horas del día, ya sea vía una conexión gratuita o de paga. Como consecuencia de crisis económicas en diferentes países o por necesidades propias de cada empresa, muchos periódicos han dejado de editarse de forma impresa. Otros han agregado a su versión en papel, el formato electrónico, con mayores y menores formas de participación. En algunos se accede de forma gratuita sólo a una parte de la información, mientras que a las columnas de temas especiales o a determinadas informaciones, se tiene acceso únicamente por una suscripción mensual con costo. En este contexto debe considerarse el tema de la publicidad, porque algunos medios se editan electrónicamente sin avisos publicitarios, en tanto que otros tienen los mismos anunciantes de su versión impresa. Algunos más suman las posibilidades que se dan desde empresas como el motor de búsquedas de Internet, Google, cuyo aviso –contratación mediante– colocan conforme a una tipología determinada. Inmersos en la sociedad de las nuevas tecnologías, en tiempos de cambios per-

manentes, los periódicos impresos han visto llegar grandes modificaciones a sus redacciones. Convivimos con la narrativa lineal de los hechos que se informan, interpretan, opinan y entretienen desde los periódicos gráficos impresos, hasta presentar un mismo periódico en su versión digital. Se emplean los mismos géneros periodísticos con un tratamiento diferente en cada edición. Se podría decir que es un llamado a una creatividad distintiva: la de la multidireccionalidad, que requiere titulares y textos escritos para el medio digital, es decir: un parámetro de inmediatez al minuto. Se trata de una perspectiva diferente para realizar el trabajo no sólo del texto, sino desde la imagen, el sonido y el movimiento para orientarse a objetivos concretos: conseguir lectores tanto de su área de influencia geográfica, como de personas interesadas en otras latitudes. Se conjuga la necesidad de mostrar una realidad enriquecida, sin perder de vista las características esenciales de contar con información confiable, pertinente y segura. Los brazos de tal muldireccionalidad se extienden en diferentes vías y hacia las redes sociales, donde cada una de ellas cuenta con un target, un público específico y con su narrativa distintiva. Convivimos con nuevos paradigmas sociales en un escenario de complejidades mediado por las nuevas tecnologías. La comunicación, ese puente de unión entre nosotros y los otros, pasó a ser un centro y un eje de información que une de forma simultánea, con distintas autopistas, las autopistas de la información. Y como la información es la materia prima del periodismo, entre certezas e incertidumbres, nos abrimos camino a una nueva manera de narrar: la de la muldireccionalidad. Así, tenemos presente que la narrativa, la manera de contar los hechos hoy en los periódicos electrónicos es diferente a la impresa tradicional. No obstante, los postulados éticos de nuestra profesión deben seguir respondiendo a una línea de seriedad, respeto y confiabilidad. Son momentos de pensar en la responsabilidad social que nos compete frente al uso de las NTIC en función de su alcance global y su ciberpoder. Y por qué no, también de plantearnos una ciberresponsabilidad. RMC

Investigadora Línea Externa del Proyecto Internet. Cátedra de Comunicaciones Digitales Estratégicas. Instituto Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, México.

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La presente obra busca aportar elementos significativos en la construcción de la nueva comunicación periodística que se encauza en las sociedades actuales. Dirigido a los medios informativos y sus profesionales, a los estudiantes y a los usuarios interesados, este libro aborda el tema del ciberperiodismo desde los diferentes elementos básicos de La comunicación. “Lizy Navarro –asegura José Manuel de Pablos–, con tantos años de ser una enamorada de los entresijos de la red, sólo podrá sorprendernos con Elementos de Ciberperiodismo del que, sin duda, se beneficiarán los nativos digitales y los de mayor edad que hayan adquirido esa nueva nacionalidad.”


Usabilidad, interactividad y contenidos multimedia en dos diarios de referencia

Prensa para iPad

Reforma y El País ofrecen esencialmente lo mismo desde un punto de vista técnico y periodístico, aunque con estrategias de comercialización distintas. En ambas cabeceras, una de las grandes asignaturas pendientes es hacer un uso de los contenidos multimedia que realmente aporte valor periodístico a la versión y no sea sin más un repositorio de archivos audiovisuales de mayor o menor calidad. Antonio Sanjuán Perez / Teresa Nozal Cantarero / Ana González Neira

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esde su nacimiento en 2010, el consumo de tabletas, y concretamente del iPad, ha crecido exponencialmente. En los últimos año, de acuerdo con Accenture y Nielsen, se ha demostrado que el consumo de prensa constituye uno de los usos principales de las tabletas. Recientemente, el Financial Times calculaba que en 2015 la mitad de su audiencia sería móvil. En España, por ejemplo, 86,4% de los usuarios emplean las tabletas para lectura de prensa online, la segunda actividad más extendida. Es más, como demuestra AEDE, a partir de la incorporación de la tableta, los usuarios destinan 36% más de tiempo a la lectura de prensa del que dedicaban antes del acceso a estos disposivos. Este consumo informativo en tabletas se acentúa en el caso del iPad como demuestra la encuesta del Reynolds Journalism Institute al comprobar que 84% de tales usuarios emplean el iPad para mantenerse al tanto de las noticias. Todo ello hace que los editores de diarios vean un gran atractivo en estos nuevos soportes móviles por la oportunidad de negocio que comportan y su potencial como revitalizador de la industria periodística en un

contexto de crisis. No obstante, cabe resaltar que, hasta el momento, la mayor parte de ese consumo periodístico en tabletas se refiere a la web de las cabeceras y no tanto al de las aplicaciones específicas de cada diario. Del mismo modo que el periodismo se adaptó a la web, afronta ahora una adaptación a las tabletas sin demasiado tiempo para la reflexión utilizando el método de prueba y error, con las consiguentes correcciones y replanteamiento de diseño sobre la marcha. Los primeros estudios realizados sobre cómo deben ser los periódicos en los nuevos dispositivos (Eye Square, por ejemplo) afirman que no pueden ser una simple reproduccion del formato tradicional impreso, pero no proponen el camino que se debe seguir. Objeto de estudio La elección de El País y Reforma como objeto de estudio se debe a que ambos periódicos de referencia en sus países están muy involucrados en la convergencia mediática hacia nuevos dispositivos móviles. Los dos diarios son cabeceras jóvenes y de gran tirada tanto en México como en España.

El presente trabajo realiza un análisis comparativo entre dos diarios de continentes diferentes, pero de culturas semejantes. México es junto a Brasil el país con mayor índice de acceso a Internet, según Price Waterhouse Coopers. Como indica el informe de AEDE en España, “las ediciones de diarios on line y las aplicaciones específicas para tabletas son uno de los contenidos más consumidos por los usuarios”. A pesar de la multitud de dispositivos móviles (smartphones, tableta android o e-readers), nos centramos exclusivamente en el iPad por ser la tableta con mayor difusión en ambos países. En este dispostivo se estrenó la aplicación de El País en noviembre de 2010, pocos meses después de que lo hubiera hecho Reforma. Desde entonces ambas han sufridos sucesivas actualizaciones. Aunque se excluye de este estudio la estrategia de comercialización de ambas cabeceras, cabe destacar la total gratuidad de Reforma durante el periodo de análisis. No deja de resultar curioso que ante al pago de casi toda la información ofrecida en la web , Reforma permita un acceso libre a todas sus páginas en el iPad. Por el contrario, El País posee dos

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versiones para el iPad: una en abierto y otra de pago, mientras que la web es gratuita. En ese sentido también se ha detectado otra diferencia importante: la ausencia de quioscos de cabeceras para tabletas en México, mientras que la versión de pago de El País se ofrece a través de la plataforma Kiosko y más. Tanto en Reforma como en El País existen dos versiones del periódico para iPad: una en formato pdf enriquecido de la edición en papel y otra con un diseño específico para la tableta. En el caso de Reforma se accede a ambas versiones a través de una misma aplicación descargada en el Apple Store, mientras que El País posee dos aplicaciones distintas, una gratuita y otra de pago. Reforma denomina su pdf enriquecido “versión impresa”, y al diseño específico para la tableta, “Tiempo real”. Éste último se actualiza a lo largo del día, como sucede con la versión en abierto de El País. Esta investigación sigue en el vaciado de datos de los diarios tres ejes principales: la usabilidad, la interactividad, teniendo en cuenta el grado de personalización, y la integración de contenidos multimedia. Estos tres ejes se corresponden con tres de los elementos que ofrecen mayor valor añadido a las cabeceras en este soporte frente a las ediciones web o en papel.

Respecto a la navegación, Reforma da opción de pasar entre múltiples secciones y suplementos a través de un menú vertical desplegable y deslizable que permite acceder de manera mucho más cómoda y rápida a otras páginas del diario. Además, dentro de una misma sección se puede navegar entre las diferentes páginas en miniatura del pdf. En el caso de El País, por el contrario, los enlaces a las secciones de la aplicación de Kiosko y más son confusos en muchos casos. Resulta evidente que la aplicación hace el etiquetado de secciones de modo automático cometiendo errores como confundir un cintillo con una sección, convertir páginas de publicidad en secciones o duplicar secciones. Este defecto resulta molesto para el usuario que ve convertida una posible ventaja de la versión de pago del iPad, como es el acceso directo a las secciones sin tener que pasar páginas, en una desorientadora tarea, especialmente si está familiarizado con la edición en papel.

Diseño adaptado En el caso de Reforma, la portada de la versión denominada “Tiempo real” está compuesta por una noticia principal situada en la parte superior (desplazable y que deja ver otras informaciones destacadas) y una cuadrícula de noticias no jerarquizadas. La cuadrícula de noticias se puede arrastrar en conjunto y cada reUsabilidad: pdf cuadro como módulo indepenLa versión de pdf enriquecido diente en horizontal, de modo de Reforma incluye dos tipos de que permite la visualización de lector de artículos integrado que otras noticias con foto y titular facilita el consumo de información o, en caso de que no haya foto, e interactividad al usuario. Este es con titular y entradilla. La distriuno de los puntos fuertes de la bución de las noticias de cada prensa en iPad ya que la informamódulo de la cuadrícula no sigue ción en un diario tipo sábana como un criterio de compaginación coReforma se adapta así al tamaño Reforma.- Imagen 1, 2 y 3. Ejemplos de lectores en la edición herente. La no jerarquización y la de pantalla, permitiendo una ma- impresa de Reforma en iPad. no coherencia en la compaginayor legibilidad y usabilidad. Por ción dificulta el acceso a los conuna parte, un lector (al que se llamará lec- ción web. A este lector se accede por tenidos desde un criterio periodístico, lo tor 1) traslada directamente la información medio de un icono amarillo que surge al cual va en detrimento de la usabilidad de del pdf y la adapta a la pantalla de la tocar la pantalla. Junto a la información, la aplicación. Estos mismos criterios se tableta; asimismo, en este formato, a tra- el usuario tiene acceso a noticias relacio- mantienen en el diseño de la primera pávés de un icono en la parte izquierda de nadas publicadas días anteriores, a la gina de cada sección. la pantalla, se abre un menú desplazable fotogalería y a los comentarios publicaEn el caso de El País, el diseño es más con las demás informaciones que apare- dos en reforma.com (véase imágenes 1, 2 limpio. En la lectura con el iPad en verticen en esa misma página del pdf. Por otra y 3). La versión de El País a través de cal, la maqueta de la primera página tiene parte, Reforma brinda en una segunda mo- Kiosko y más ofrece un servicio asimila- dos caídas, una columna de 208 píxeles y dalidad de lector (lector 2) otra versión do al lector de artículos integrado que se otra de 572 píxeles, ambas desplazables. de la misma noticia, más cercana a la edi- denomina Smart Flow. La columna estrecha tiene secciones fi-

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jas como El tiempo, enlaces a los blogs o las galerías de fotos y vídeos. La parte superior de la columna más ancha está ocupada por una noticia destacada compuesta por foto, titular y entradilla. A continuación se suceden las otras noticias sin más jerarquía que su orden. Al poner la tableta en posición horizontal aparece en el lado derecho una columna de unos 260 píxeles con las noticias de última hora. Esta columna tiene las mismas características de diseño que la sección Última hora que a su vez coincide con las noticias de Eskup, la red social de cuestiones de actualidad creada por el equipo de elpais.com. Este cuidado diseño es una muestra de la preocupación por la usabilidad, al facilitar al lector la identificación visual entre la columna que aparece y la sección específica vinculada a Eskup.

hacer la selección, con lo que no puede considerarse estrictamente como una personalización de la aplicación. En la versión en pdf de Reforma, la única posibilidad de acceder a noticias de días pasados la ofrece, como se ha indicado anteriormente, el lector 2. Por lo tanto, aunque constituye una oportunidad para completar y contextualizar la información, ese acceso a artículos anteriores está mediatizado por la elección de la propia cabecera de las informaciones. No existe una interacción totalmente libre por parte del usuario. Respecto a la las diferencias en la división de secciones entre la versión de El País del iPad de pago y las ediciones en papel y web, cabe destacar que la versión de pago incluye la sección anuncios por palabras del papel, pero no el enlace a infografía ni al archivo que ofrece el diario en su versión web. La interfaz de Kiosko y más permite a través de un menú desplegable acceder a números anteriores del periódico desde su existencia en tableta, pagando por ellos lo mismo que si fuera un número del día en el caso de que no se sea suscriptor. La aplicación de Kiosko y más tiene un sistema por el que cualquier dirección web que aparezca en el texto del periódico se convierte automáticamente en un enlace. Así que la aplicación envía a la web del periódico cada vez que aparece escrita su URL , pero también a todas las webs que aparecen en los anuncios por palabras o cartelera. En el caso de la sección Cartelera esta característica es más relevante pues no sólo hay enlace a la web de los cines, en el caso de que aparezca la URL correspondiente, sino que en algunos casos también hay enlace a portales de compra de entradas directamente. Es curio-

so que en los anuncios por palabras, la aplicación recuadra los números de teléfono y las direcciones postales como si quisiera enlazar a ellas también, aunque al pulsar sobre ellas no hay interactividad real.

Diseño adaptado La versión “Tiempo real” de Reforma tiene mayor interactividad al incluir varias opciones de personalización del periódico. Por ejemplo, en la parte inferior existe un icono de Alertas que da la posibilidad de recibir avisos de noticias en función de los días de la semana y del horario, de una palabra o tema o de una sección determinada, por lo que el público puede adaptar el consumo informativo a sus necesidades. En el caso de El País esta característica se mantiene parcialmente porque la aplicación gratuita tiene un menú de configuración que perInteractividad: pdf mite darse de alta al servicio de alertas informativas, pero sin seleccionar temas En Reforma, el pdf se puede descargar u horarios. Además, tiene un enlace dipero no se llega a guardar en el iPad por recto a Última hora que abre una interfaz lo que, a diferencia de otros diarios, el de Eskup que, como se ha mencionado lector no tiene acceso a esa información en el apartado de usabilidad, aparece tamuna vez que ha pasado el día de consulbién como columna en el lado derecho al ta. Esta descarga puede ser personalizada poner la tableta en posición vertical. y acceder sólo a determinadas seccioEsta versión de Reforma, mucho más nes, lo cual es sin duda una de las prinversátil que el pdf, da gran importancia a cipales diferencias con otros diarios. De la noticias de última hora. A través de un ahí que tampoco haya la posibilidad icono situado en la esquina superior izdescargas de números atrasados, o la quierda de la pantalla se accede a Minuposibilidad de guardar favoritos o de to a minuto, un menú con la información imprimir la noticia. En el lector 2, el usuario puede modifiy fotografías de última hora. La cabecera car el cuerpo del texto (en 3 puntos), enmexicana emplea así una de las características del webperiodismo (Canavilhas), viar la noticia por mail, mandarla a las redes sociales de Facebook y Twitter así la actualización, para aumentar el valor como conocer los comentarios a esa inde su producto, al tiempo que renueva formación publicados en Reforma.com y también el resto de la información ofreciacceder a noticias de otros días relacioda. Además, en cada texto aparece la hora nadas con la información consultada. de publicación. Por el contrario, en el lector sólo se pueOtra característica de personalización de ampliar el cuerpo del texto (en en Reforma es la posibilidad de 9 puntos) y enviar la noticia por configuración de las secciones correo electrónico. a través del menú desplegable y Siguiendo con el lector de artídesplazable al que se llega con culos, en El País cabe destacar la el icono situado en la parte inposibilidad que ofrece el Smart ferior de la pantalla. Por el conFlow no sólo de escalar la letra, trario, en ninguna de las dos sino de elegir entre seis tipograversiones de El País es posible. fías distintas, usar un sintetizador La incorporación de nuevos de voz que lee la noticia, copiar o elementos a la versión del perióimprimirla, e incluso un enlace didico en el iPad se percibe clararecto para compartirla en redes somente en los iconos de la parte ciales, enviarla por correo electróinferior de la pantalla. Junto a Secnico o lanzarla a la cuenta de ciones, Reforma incorpora otros Evernote. De este modo, la lectuinstrumentos que completan el ra resulta más adaptable a las neconsumo informativo como son cesidades de cada usuario. El proFotos, Videos, Buscar y Alertas. blema es que estas modificaciones Al igual que en el pdf, esta verno se memorizan y la siguiente vez Resultado del buscador de contenidos de días pasados de la sión ofrece la posibilidad de inque se accede hay que volver a versión “Tiempo real” de Reforma. crementar o disminuir el cuerpo julio-septiembre 2012/REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN

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de la noticia (9 puntos), de enviar la noticia por correo electrónico, Facebook o Twitter. Además, se aumenta el grado de interactividad con el medio ya que el usuario (solo si está suscrito) puede comentar la noticia. Sin embargo, esta es la única posibilidad de interacción, ya que ni puede guardar o imprimir las noticias, ni votar o enviar información, fotografías o vídeos al propio medio. Queda eliminado de este modo, cualquier manifestación de periodismo ciudadano. A diferencia de la versión en pdf, sí puede acceder a la sección Lo más visto. Ninguna de las dos versiones para iPad de Reforma tienen hemeroteca, probablemente por la ya mencionada gratuidad de este diario. Sin embargo, en la edición “Tiempo real”, la opción de búsqueda (a través de un icono en la parte inferior) sí permite visualizar contenidos de días pasados (véase imagen 4). Esta opción de búsqueda ofrece la posibilidad de localizar informaciones publicadas desde 1993 hasta la actualidad y escoger la sección en la que se desea hallar esa noticia. Al comparar las secciones de El País que se ofrecen en las dos versiones de tableta frente a las secciones de la web y de la edición en papel, hay pocas diferencias relevantes. Es interesante destacar que la versión en abierto del iPad excluye la sección de obituarios que sí incluye la versión en papel y la web. En la versión en abierto también se excluye la sección anuncios por palabras y el enlace a infografía y archivo web y del pdf del papel que sí incluye la web. También resulta llamativo que en la versión web se le da menos importancia al enlace a los blogs que en la versión gratuita del iPad. En la web es un enlace de segunda categoría mientras que en el iPad en abierto aparece como un enlace directo anclado a la columna fija de la izquierda de primera página. Así, se le da en la versión del iPad más importancia a un tipo de contenido relacionado directamente con la web, como son los blogs, que en la interfaz de la propia web de elpais.com. A este respecto en la versión en abierto del iPad se pretende hacer hincapié en el perfil periodístico de los blogs llevados por firmas de renombre de la cabecera. Contenidos multimedia: pdf Ni Reforma ni El País ofrecen contenidos multimedia en su versión pdf. No existe ningún acceso a radio o televisión que pueda incorporar nuevos contenidos al periódico, ni tampoco ofrece galería de fotografías ni de vídeos. Por lo tanto, no se aprovechan las oportunidades que este

Página principal de la sección. Fotos de la aplicación de El País en abierto.

dispositivo móvil ofrece para mejorar los contenidos periodísticos. En el caso del El País resulta llamativo porque otras cabeceras que se ofrecen en pdf a través del mismo quiosco sí tienen galería de vídeos, fotos y otros contenidos multimedia. En el segundo se abre una página que distingue dos tipos de galería, la llamada Galería del día y la llamada Caras del día (véase imagen 5). En la Galería del día, en contra de lo que indica el propio nombre, no todas las fotos están relacionadas con la actualidad noticiosa. De hecho es un elemento que se actualiza poco en comparación al contenido de texto de la aplicación. En ocasiones

Foto de un gato restregándose contra un alijo de droga del que la polícia se había incautado.

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pueden estar relacionadas con noticias pero en muchos casos ya obsoletas y habitualmente haciendo hincapié en un aspecto peculiar de la noticia, como un gato restregándose en un alijo de droga (véase imagen 6), o dando una visión más artística de la noticias con imágenes que rozan el fotoarte (véase imagen 7 y 8). En ninguna de las dos galerías se puede decir que las fotos tengan primordialmente una función periodística, sino que son más bien ilustrativas o de relleno. El acceso a la galería de vídeos es similar al de fotos. Existe un enlace-icono anclado en la columna fija de la derecha y un enlace a través del menú desplegable de secciones. A diferencia de lo que ocurría con las fotos, los vídeos parecen cumplir funciones distintas desde el punto de vista periodístico según la temática de las noticias. En las informaciones sobre fútbol, los vídeos son mayoritariamente cortes de edición televisiva, con un narrador en off e imágenes del partido. En las de actualidad se combinan piezas de características televisivas con totales de función periodística. Finalmente, hay otro tipo de vídeos que cumplen una función similar a las columnas de opinión. Conclusiones Ambos periódicos ofrecen esencialmente lo mismo desde un punto de vista técnico y periodístico, aunque con estrategias de comercialización distintas. Ofrecen dos versiones, una en pdf y otra con un diseño más interactivo. La primera, derivada directamente del papel y la segunda, de la web. Esto podría explicar que en el caso de El País la versión del pdf sea de pago, al igual que la versión en papel, mientras que la versión con el diseño adaptado sea gratuita como la web. Cabe suponer que la estrategia de ofrecer el pdf enriquecido es un modo de atraer al lector tradicional, acostumbrado a la diagramación y compaginación propia del papel, sin dejar de introducir algunos servicios y contenidos que posibilita este nuevo soporte. Del mismo modo, las versiones con un diseño más adaptado al iPad, que en muchos casos son un volcado automático de los contenidos de la web, parecen buscar la satisfacción de un lector más acostumbrado a la navegación e interacción en el consumo de periodismo. Las versiones de pdf enriquecido no explotan demasiadas posibilidades de interactividad que permite la tecnología, aunque en El País se aprovechan más que en Reforma. La actualización de última hora en más personalizable en Reforma que en El País. El diario español utiliza Eskup como una


apuesta específica independiente del periódico pero relacionada mediante ventanas o enlaces. En Reforma, la última hora está integrada directamente en el periódico. La interfaz de uso de la versión adaptada a iPad de Reforma es más confusa que la de El País. En el caso del pdf enriquecido, la cabecera española ofrece más interactividad y contenidos multimedia que la mexicana, pero tiene una usabilidad peor debido a fallos de la aplicación que son subsanables. En ambas cabeceras una de las grandes asignaturas pendientes es hacer un uso de los contenidos multimedia que realmente aporte valor periodístico a la versión y no sea sin más un repositorio de archivos audiovisuales de mayor o menor calidad. Reforma o El País consideran innecesario un mapa o instrucciones para la navegación. Se da por supuesto que las experiencias previas de lectura en diversos soportes (papel, web, smartphone) han familiarizado al potencial lector con el uso de publicaciones en este dispositivo. R M C Bibliografía Accenture. Retos y oportunidades del universo digital móvil en España: más ubicuo, más social, más personal. Informe 2011. Accenture, 72 pp. AIMIC. La prensa: digital vs papel, 2011, en http://www.aimc.es/spip.php?action=acce der_document&arg=1817&cle=301c9291dbed aaa2e29aa35d8f6ef681&file=pdf%2Fimm_ prensa2011.pdf AMETIC. Informe 2011 de la Industria de Contenidos Digitales. Asturias: Ametic, 2011, 210 pp. Benckert Van De Boel, Anna. Designing the future of the newspaper, tesis de master presentada en la Universidad de Malmö, 2011, 85 pp. Budiu, Raluca y Nielsen, Jacob. Usability of iPad Apps and Websites, Nielsen Norman Group, 2011, 136 pp. Cabrera González, Mª Angelez, Rojo Villada, Pedro Antonio, Bernal Triviño, Ana Isabel. Maps of the technologies available in the phases of the communication process, en Salaverría, Ramón (ed.) Diversity of Journalisms. Proceedings of the Ecrea Journalism Studies Section and 26th International. Pamplona: UNAV, 2011, pp. 41-54. Cabrera González, Mª Ángeles. Convivencia de la prensa escrita y la prensa on line en su transición hacia el modelo de comunicación multimedia, en http://www.ucm.es/info/periol/Period_l/ EMP/Numer_07/7-4-Comu/7-4-01.htm Cabrera González, María Ángeles y Bernal Triviño, Ana Isabel. Tabletas, smartphones, medios online, contenidos y consumos”, en Actas del I Congreso de Comunicación y Educación. Estrategias de alfabetización mediática: reflexiones sobre comunicación y educación, Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona, 16 pp. Canavilhas, Joao. “Contenidos informativos para móviles: estudio de aplicaciones para iPhone”, en Textual&Visual Media, num. 2, 2009, pp. 61-80. Clevenger, Nathan. Ipad in the Enterprise, Indianapolis, Wiley Publishing, 2011, 408 pp. Cobos, Tania Lucía. Periodismo móvil: la prensa mexicana y su incursión en plataformas móviles. Casos El Universal y El Norte, tesis de maes-

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De página 7.

¿Transferencia, innovación... La experimentación y la manera de narrar la historia es donde radica la innovación. Lo inesperado es así capturado por el paseante que siempre lleva una cámara en mano, captura la imagen y la transfiere a una secuencia de impresiones y de impactos muy cortos. Son virtuales archivos, listos para ser transferidos a una narrativa más compleja. Lo relevante en este caso es la intensidad de los hechos desplegados en un tiempo de uno a tres minutos. En otro nivel están las mezclas: una nueva manera de combinar los recursos mediáticos implica una edición muy personalizada de todo lo que existe en la Web. Se lee, se escucha y se mira como mejor le place al fan de cada uno de estos archivos. You Tube es uno de los mejores espacios creados para comprender hasta dónde se forma una nueva narrativa que incluye no sólo las formas de hacer video, sino también de consumirlas, compartirlas y reeditarlas como materiales propios: verdaderos fenómenos de convergencia que llegan más allá de lo imaginado. Finalmente es preciso destacar el espectro dedicado al audio, donde parece haber más fanáticos y revoluciones. Todo cambia aquí, incluso el modelo comercial. Ahora se compran piezas musicales independientes, de tal manera que se puede organizar la escucha de un disco u obra a un orden preestablecido por la máquina o por un usuario. MySpace fue, en ese sentido, una plataforma fundamental para explorar nuevas formas de bajar música, de escucharla, editarla y compartirla. Las obras provienen de artistas consagrados y de “fans” que a partir de sus propias computadoras van creando obras sonoras, estaciones de radio muy particulares y formas de narrar con una visión y estilos propios. Así, materiales y formas se reapropian constantemente. Ante este mundo de retazos, ¿dónde queda la integración de la obra en su totalidad? Será ese ir y venir de impresiones lo que conforma la nueva narrativa digital? ¿Qué consecuencias puede aportar este innovador estilo de recuentos para la formación íntegra de las ideas? Las anteriores son preguntas –hasta ahora– sin respuestas. Lo interesante es que la obra de Víctor Hugo no está peleada con su transferencia a formatos de tres minutos. El reto es poseer la capacidad de integrar las dos narrativas en el siglo XXI. RMC

Investigadora. Correo electrónico: cegomo_8@hotmail.com

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Un análisis del caso Brasil y México

Derrota electoral y

reconstrucción del capital político Saber gestionar la derrota electoral y conservar y reconstruir el capital político es más importante que nunca, pues en una sociedad democrática el fracaso electoral de hoy puede ser potencialmente la base del éxito del mañana. Todo dependerá de la competencia o incompetencia de los candidatos y sus partidos para aprender del fracaso y saber administrar la derrota, tanto en la esfera política y social como en lo familiar y personal. “Recuérdese que el voto es de quien lo trabaja” y en una sociedad diversa y compleja “el individuo que se levanta, después de haberse caído una o varias veces, es aún más grande que el que nunca ha caído”. Andrés Valdez Zepeda / Delia Huerta Franco / Arturo Aguilar Aldrete

El fracaso electoral de hoy, puede ser potencialmente la base del éxito político del mañana.

as campañas electorales son procesos rutinarios de las democracias modernas para elegir representantes populares, en las que se busca construir mayorías a través de la obtención del voto de los ciudadanos. Estas campañas generan indistintamente, por un lado, un grupo de candidatos ganadores y, por el otro, uno de perdedores. Es decir, la democracia electoral implica someterse a la decisión popular manifestada en las urnas y, por lo tanto, siempre habrá ganadores y perdedores, así sea por un margen mínimo de diferencia. Por su parte, una cultura democrática implica respetar los resultados electorales, producto de una decisión libre y soberana de los ciudadanos, así como abstenerse de realizar prácticas coercitivas, fraudulentas o contrarias a los principios democráticos antes, durante y después del proceso electoral, reconociendo el resultado final, sea favorable o adverso.

L

Sin embargo, en países con democracias emergentes la cultura del conceder o aceptar el triunfo de los opositores por parte de los perdedores es muy endeble, producto, por un lado, de la persistencia de prácticas y acciones pre-democráticas que salpican y manchan los comicios electorales, pero, sobre todo, de la falta de madurez y visión política de los candidatos perdedores que participan en los procesos electorales. De esa forma, en lugar de tratar de explicar su derrota debido a sus errores, insuficiencias y debilidades, sean éstas estratégicas o coyunturales, se trata de culpar a los adversarios de haber impulsado acciones fraudulentas o de enfrentar elecciones inequitativas para tratar de explicar el resultado adverso. En muchos de los casos, se impugna no sólo el resultado final ante los tribunales electorales competentes, judicializando los procesos electorales, sino que se llama a movilizaciones nacionales de protesta política para denunciar el fraude electoral, evitar la toma de protesta de los nuevos gobernantes o, inclusive, se forman gabinetes alternos y se declaran gobernantes legítimos, para tratar de diferenciarse

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de los gobernantes legales producto de las elecciones que ellos llaman fraudulentas. Este tipo de actitud genera un mayor nivel de conflictividad social que se traduce en un prolongado conflicto poselectoral, cuyo propósito central es deslegitimar a la autoridad gubernamental y al propio proceso electoral, incluyendo sus instituciones. Sin embargo, muchas veces, más que deslegitimar a la autoridad gubernamental, tales actitudes obstruccionistas y acciones poselectorales de cuño revanchista deslegitiman a los propios candidatos perdedores, generándoles un alto costo político, ante la incapacidad de poder gestionar adecuadamente su derrota. En otras palabras: sus acciones generan un tipo de efecto boomerang en la que el daño que creen o piensan causar a sus adversarios se les revierte, reduciendo la posibilidad de volver a contender en las próximas elecciones como candidatos competitivos. Enseguida se analizan dos casos en América latina, uno exitoso (Brasil) y otro fracasado (México) en el que no se supo administrar la derrota; se señalan algu-


nas de las ventajas de saber gestionar adecuadamente un resultado electoral adverso y se ofrecen algunas recomendaciones para reconstruir capital político a partir de la propia derrota electoral. El presente estudio busca dotar a los candidatos y precandidatos a un puesto de elección popular de ciertos elementos indicativos para normar su juicio y poder administrar, de forma creativa e inteligente, la derrota electoral, siendo capaces de mantener y crecer su capital político en la derrota.

de una elección fraudulenta, que ha negociado “por debajo” el resultado electoral a cambio de posibles beneficios personales o de grupo. Finalmente, mostrarse como un político carente de valentía y/o coraje para enfrentar a sus adversarios, que demuestra poco brío y arrojo en momentos claves de definición política.

Construcción del capital político Existen diferentes conceptualizaciones de lo que es capital político. Gutiérrez y Lechner, por ejemplo, definen el capital político como “la Administración elaboración de contenidos ideolóde la derrota gicos, con la producción de signifiLa palabra administrar implica una caciones, de interpretaciones de la conducción racional de actividades, realidad cristalizadas en un discuresfuerzos y recursos con el fin de also”. Por su parte, Bourdieu señala canzar a corto, mediano o largo plazo que el capital político es la legitimilos propósitos buscados, imprimiendad que tiene el individuo para acdo, a su vez, cierta lógica a las decituar en política; es una especie de siones y acciones realizadas. En ese crédito social, una creencia socialsentido, administrar la derrota implica Aprender de los contratiempos. mente difundida respecto a su valor. Foto: Eleazar Torres / Cuartoscuro. tomar decisiones inteligentes y oporPara el presente trabajo, se ententunas, de tal forma que, a pesar de no derá por capital político el conjunto En cuarto lugar, ante el eventual fraca- acumulado de haberes políticos (notorieser favorecido con el resultado electoral, independientemente de la causa, el capi- so de los gobernantes opositores, posi- dad, aceptación, simpatía, apoyos, capatal político que se obtuvo durante el cionarse en amplios sectores sociales cidad de influencia y liderazgo) que tiene proceso electoral no sólo se mantenga, como una alternativa diferente, seria, res- un candidato, partido o coalición de parsino que eventualmente crezca o se ponsable y benéfica de gobierno. tidos políticos, mismo que se expresa por En quinto lugar, lograr una mayor visi- el número de votos que obtiene en un incremente de cara a un nuevo proceso bilidad y reconocimiento social, presen- proceso electoral determinado. En otras electoral. Es decir, saber administrar la derrota tándose como un opositor responsable palabras: el capital político es un capital implica asumir, por un lado, una actitud que redundará en el futuro en una mejor simbólico que se materializa en apoyos de responsabilidad y madurez democráti- imagen pública. y simpatías populares que se traducen En sexto lugar, poder negociar posicio- en votos en un proceso electoral. ca, ya que en toda democracia se gana o se pierde hasta por la mínima diferencia; nes, recursos y paquetes de políticas Ahora bien, la política debe ser enteny por el otro, de cálculo político, sobre públicas con los gobernantes electos dida como un proceso de construcción las ventajas y desventajas que puede orientadas a cubrir los compromisos par- que implica esfuerzo, sacrificio, dedicagenerar en un futuro, el aceptar un resul- tidistas de campaña y la agenda propia ción y, sobre todo, perseverancia para tado electoral adverso, independiente- de gobierno. poder sobrevivir en este campo tan comEn séptimo lugar, aprovechar momen- petido, incierto y dinámico. De hecho, el mente de su origen. ¿Cuáles son estas ventajas y desventajas? Hablemos prime- tos para la reflexión sobre los motivos mejor político es aquel con vocación de ro de las ventajas, desde la perspectiva de la derrota, tratando de convertir los arquitecto o ingeniero civil, que se dedierrores en aprendizajes, que ayuden a ca a construir capital político, entendido de la estrategia electoral. En primer lugar, posicionarse ante la sustentar una candidatura exitosa en éste como construcción de imagen, bueopinión pública como una persona con tiempos venideros. Finalmente, ganar na reputación, credibilidad, confianza, una madurez democrática al aceptar los tiempo para la reorganización y definición liderazgo y, sobre todo, capacidad de resultados oficiales del proceso electo- de la estrategia política que transforme la influencia. ral, lo cual puede redundar en un futuro actual derrota en un eventual triunfo en De esa forma, construir capital político el futuro. en mayores dividendos políticos. se convierte en una actividad rectora de Las desventajas de aceptar, sin corta- los políticos exitosos, que bajo un sisteEn segundo lugar, visualizarse como un político con una actitud de responsa- pisa, la derrota electoral, son básicamen- ma de impronta democrática se puede bilidad con el sistema político y sus ins- te tres, a nivel de percepción social. materializar, por ejemplo, en un mayor En primer lugar, mostrarse ante la opi- número de votos durante un proceso electituciones, al respetar el fallo final de las autoridades electorales, a pesar de ser ad- nión pública y sus seguidores, principal- toral. Sin embargo, como todo capital, este mente los más radicales, como un político puede incrementarse o disminuir de acuerverso. En tercer lugar, conservar las lealtades conformista, entreguista y, sobre todo, do con la forma como se le “invierta”, de los votantes que sufragaron a favor acomodaticio y complaciente con los ga- gestione o maneje, y a la propia circunsde su candidatura y su partido, esperan- nadores. tancia que se esté viviendo. En segundo lugar, verse como una perdo mejores tiempos para volver a buscar Ahora bien, la pregunta en cuestión es sona sin principios ni carácter, cómplice sí es posible construir capital político a el espacio de representación pública. julio-septiembre 2012/REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN

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y sus habitantes, sin importar quien las proponga o impulse. Finalmente, es recomendable seguir impulsado la agenda de gobierno que se ofertó durante la campaña, atendiendo a los grupos de electores afines a su partido y a sus principios ideológicos y, sobre todo, seguir en la brega política con presencia y participación en los asuntos de interés del partido.

La experiencia brasileña.

pesar de perder una elección popular. La respuesta es, sin duda, afirmativa, ya que toda democracia implica, de cierta manera, la alternancia y rotación de partidos y grupos políticos en el poder, determinado por la capacidad o competencia que se tenga para poder ganar elecciones. De hecho, toda campaña electoral está orientada a construir capital político, tratando de gestionar el afecto de los electorales para ganar su voto y evitar que los adversarios logren ganar el cargo de representación. Los ganadores de los comicios son los que más capital político construyen y los perdedores menos, pero ambos logran avanzar, de cierta forma, sus propósitos políticos. Además, todo sistema democrático implica, intrínsecamente, la posibilidad de que las minorías se conviertan en el futuro en mayorías y las mayorías en minorías. Si es posible construir capital político en la derrota, la pregunta consecuente es: ¿cómo lograr construir este tipo de capital? La respuesta no es sencilla, ni existe una receta mágica ni un camino único. A continuación, se enlistan algunas acciones y recomendaciones que pueden ayudar a construir o reconstruir capital político a pesar de la derrota electoral. En primer lugar es recomendable mostrar en los hechos una actitud responsable, que anteponga el interés general de la nación por encima del interés particular o de grupo, para aceptar la derrota a pesar de la celebración de elecciones que pudieran haberse percibido como inequitativas y del impulso de presun-

Foto: Guillermo Perea / Cuartoscuro.

tas acciones fraudulentas llevadas a cabo por los adversarios, mismas que pueden y deben, en su momento y forma, ser denunciadas públicamente y ante los tribunales competentes por el propio candidato y su partido. Es decir, aceptar no supone necesariamente callar o conceder sobre las acciones antidemocráticas que pudieran haberse impulsado por los adversarios durante el proceso electoral. En segundo lugar, es aconsejable posicionarse como una oposición moderada, colaboracionista con las causas que generan el bien de la nación y nunca como una oposición radical, obstruccionista del desarrollo del país y su gobierno. En tercer lugar, es conveniente seguir con la posición critica del gobierno, en especial cuando se comenten excesos, errores, escándalos y, sobre todo, cuando se incumplen las promesas de campaña, tratando de evitar ser percibidos socialmente como oposición radical, obstruccionista y destructiva. En cuarto lugar, es sugerible el ser precavidos con las acciones impulsadas como oposición, principalmente en la etapa inmediata al proceso electoral, tratando de evitar ser identificados por la población como políticos revanchistas, ardidos o como personajes que “no saben perder” o aceptar una derrota electoral. En quinto lugar, es necesario seguir con el trabajo político, buscando ampliar la presencia y cercanía con los electores, trabajando por las causas que se consideren justas y apoyando las decisiones, políticas y acciones que contribuyan al desarrollo y bienestar del país

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El caso Lula da Silva Luis Ignacio Lula da Silva fue tres veces candidato perdedor a la Presidencia de la República de Brasil entre 1989 y 1998. Antes, en 1982, también había perdido la elección para el gobierno regional del estado de Sao Paulo. En su primer intento por buscar la presidencia, en 1989, fue derrotado por Fernando Collor de Melo, candidato del Partido de Renovación Nacional. Lula obtuvo 47% de los votos como candidato del Partido de los Trabajadores (PT), mientras que Collor de Melo logró 53% de los sufragios. En su segundo intento, en 1994, Lula fue derrotado otra vez, pero ahora en la primera vuelta por Fernando Enrique Cardoso, candidato del Partido Social Demócrata de Brasil ( PSDB), quien había ocupado el Ministerio de Hacienda y había sido factor clave para la estabilización económica y financiera del país a través del Plan Real. En 1998, Lula vuelve, otra vez, a competir en contra de Fernando Cardoso y vuelve a perder, obteniendo tan sólo 32% de los votos. En estos tres intentos, Lula da Silva siempre mostró una actitud responsable y moderada, reconoció el triunfo de los opositores y, sobre todo, siguió en la lucha política por avanzar y defender los derechos de los trabajadores brasileños, principal bandera electoral del PT. No fue sino hasta el 2002, después de un arduo proceso de aprendizaje y maduración política, que Lula da Silva gana, en su cuarto intento, la Presidencia de Brasil, adoptando una visión menos radical de la política y presentándose ya como un candidato moderado y no sólo como líder sindical. Es decir, se realiza una metamorfosis de su imagen, de sindicalista a estadista, con posicionamientos centristas sobre la política nacional e internacional. En enero de 2003 asumió la Presidencia de la República tras ganar las elecciones con el mayor número de votos de la historia democrática brasileña (52,4 millones de sufragios) alcanzando 61% de la votación. El 2006 se reelige como presidente compitiendo, en primera y segunda vuelta, en contra de Geraldo Alckmin, candidato del PSDB.


En esta elección Lula obtuvo 60.8% de los votos, mientras que Alckmin logró solo 39.2%. Para noviembre del 2010, Lula da Silva era considerado una de las personalidades políticas más influyentes del mundo y fue evaluado como el mejor presidente de América latina, con 83% de aprobación por sus ciudadanos. En la elección de ese año, Dilma Rousseff, candidata del PT, logró ganar la elección presidencial con 56% de los votos, gracias, en gran medida, a la popularidad de Lula y a sus resultados de gobierno, principalmente en materia económica y política social. El caso López Obrador En 2006 se celebraron elecciones en México, donde participaron por la Presidencia de la República cinco candidatos. Por el Partido Acción Nacional (PAN) compitió Felipe Calderón Hinojosa; por la Alianza por México, integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), participó Roberto Madrazo Pintado; por la Coalición por el Bien de Todos, integrada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Convergencia (PC), compitió Andrés Manuel López Obrador, por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina (PASC), participó Patricia Mercado Castro; y por el Partido Nueva Alianza, Roberto Campa Cifrián. De acuerdo con los resultados dados a conocer por la autoridad electoral, Felipe Calderón ganó la elección al obtener 35.89% de los votos, mientras que López Obrador obtuvo 35.33% y Madrazo 22.2%. Por su parte, Patricia Mercado obtuvo 0.96% y Campa Cifrián 2.71% de los sufragios. Esta fue una elección controvertida, que generó un grave conflicto postelectoral, en que AMLO, alegando acciones fraudulentas y una elección inequitativa, desconoció e impugnó el resultado, se declaró ganador, convocó a una protesta nacional, llamó presidente espurio a Calderón, nombró un gabinete alterno y se autodesignó como presidente legitimo de México. Durante varios años (2006-2010) impulsó acciones de protesta y desobediencia civil; se ha negado, hasta la fecha, a reconocer al Presidente Calderón y ha impulsado diferentes políticas de corte obstruccionista en contra del gobierno federal, lo que le generó criticas y un gran desgaste político. De hecho, lo que en su momento fue el efecto López Obrador, que generó una gran simpatía y apoyo popular para su causa y persona, se convirtió en defecto, generan-

do rechazo y antipatía entre millones de electores mexicanos. De cara a las próximas elecciones presidenciales del 2012, López Obrador y su coalición partidista no aparecieron como favoritos en las encuestas sobre preferencias electorales. Sin duda, el manejo inadecuado de su derrota electoral en el 2006, le restaron simpatías entre los votantes. Este caso muestra que la actitud tomada por el candidato, al no saber administrar de manera adecuada su derrota, independientemente de las causas de ésta, llevó a dilapidar un gran capital político, caso contrario con lo que se observó en Brasil con Lula da Silva. En ese orden de ideas, Juan Villoro señala que la falta de miras que López Obrador mostró en la derrota de 2006, le impidió transformar una caída injusta en un propósito moral para una victoria por venir. Comentarios finales Las campañas electorales son procesos rutinarios de las democracias modernas con el fin de persuadir a los electores para construir mayorías y elegir mediante el voto a los representantes populares o a los titulares de un cargo de elección popular. Estos sistemas se caracterizan por la pluralidad y competencia entre diferentes fuerzas políticas y donde las minorías electorales de hoy, pueden llegar a ser mayorías en el futuro. Una característica distintiva de los procesos y las campañas electorales es que siempre habrá ganadores y perdedores. Por un lado, partidos y candidatos que se alzarán con el triunfo y, por el otro, partidos y candidatos que tendrán que conformarse con un segundo o tercer lugar en la contienda. Bajo este tipo de sistema basado en la competencia política, es importante que los candidatos estén preparados para ganar, pero también para perder, ya que en toda democracia siempre hay ganadores y perdedores, aunque, es necesario decirlo, los triunfos y los fracasos electorales son siempre efímeros. Los casos analizados, en especial el de Brasil, muestra que sí se es competente para gestionar inteligentemente la derrota electoral, se puede conservar y/ o reconstruir el capital político y es factible poder lograr el triunfo en futuros procesos electorales. Dicho de otra forma: luego de la derrota, es posible alcanzar la victoria. Sin embargo, este triunfo se tiene que construir a partir de decisiones y movimientos tácticos y estratégicos inteligentes, orientados a reposicionar y reconstruir el capital po-

lítico, nunca a dilapidarlo, como fue el caso de López Obrador en México. En otras palabras: es importante saber gestionar la derrota electoral y conservar y reconstruir el capital político, ya que en una sociedad democrática, el fracaso electoral de hoy puede ser potencialmente la base del éxito del mañana. Todo dependerá de la competencia o incompetencia de los candidatos y sus partidos para aprender del fracaso y saber administrar la derrota, tanto en la esfera política y social como en lo familiar y personal. Recuérdese que “el voto es de quien lo trabaja” y en una sociedad diversa y compleja “el individuo que se levanta, después de haberse caído una o varias veces, es aún más grande que el que nunRMC ca ha caído”. Fuentes Dahl, Robert A (1989). Poliarchy. Participation and Opposition. Madrid: Tecnos Editorial. Gómez, Hernando; Hernández, Andrés y Arciniegas, Elizabeth (2005). La Democracia a Gran Escala: Condiciones Políticas. Curso en Teoría de la Democracia. Escuela Virtual para América Latina y el Caribe. PNUD. Gutiérrez, D. (2001). Sujetos y Cultura Política en Sonora. México: Ed. Plaza y Valdés. Hungtington, Samuel (1989). The Sober Meaning of Democracy. Public Studies Magazine Nº33, Santiago de Chile. Ibinarriaga José Adolfo y Roberto Trad Hasbun (2009). El arte de la guerra electoral. Madrid: Campus Libris. Lechner, N. (1984). Teoría y Política en América Latina, Especificando la Política. México: ed. CIDE. Mann, Heinrich (2004). Por una Cultura Democrática. Escritos sobre Rousseau, Voltaire, Goethe y Nietzsche. Madrid: Ed. Aula Magna. Miguel, Luis Felipe (2004). Los Medios de Comunicación Brasileños: Algunas Consideraciones. Brasil: Universidad de Brasilia. Moreno, Alejandro (2003). El Votante Mexicano. Democracia, Actitudes Políticas y Conducta Electoral, México: Editorial Fondo de Cultura económica, Sartori, Giovanni (1987). Elementos de Teoría Politica. Madrid: Alianza Editorial. Schumpeter, Joseph A. (1947). Capitalism, Socialism and Democracy. Harper. New York. Varela, Ortega José y Medina Peña Luis (2000). Elecciones, Alternancia y Democracia. España: Biblioteca Nueva.

Andrés Valdez Zepeda es maestro en administración pública y doctor en estudio latinoamericanos con especialidad en ciencia política por la Universidad de Nuevo México (USA). Autor de los libros Campañas Electorales Inteligentes y Reglas de Oro de la Estrategia Electoral. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1998. Actualmente, se desempeña como profesorinvestigador de la universidad de Guadalajara. Delia A. Huerta Franco y Arturo Aguilar Aldrete son profesores de la Universidad de Guadalajara y asistentes de investigación.

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¿Cuál es el papel que realmente juega la prensa en la democracia?

Cuarenta años de

Watergate

El pasado mes de junio se cumplieron cuatro décadas de un episodio que marcó para siempre la relación entre los medios masivos y el poder político: el llamado “escándalo Watergate”, episodio que culminó en la primera renuncia de un presidente de Estados Unidos, Richard Milhous Nixon, y la encarcelación de 43 funcionarios de alto nivel. Watergate revivió la vieja discusión sobre la paradoja de la importancia que atribuimos a los medios en la democratización de las sociedades y la importancia relativa que éstas dan a aquéllos. Miguel Ángel Sánchez de Armas

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atergate fue una bola de nieve. Comenzó con el arresto de unos ladronzuelos en las oficinas de un partido político y creció hasta pasar al habla popular como apellido de escándalos con tinte político: “Irángate”, “Lewinskygate”, “WhiteWatergate”, “Migragate” and so on. En México tenemos nuestra propia cosecha: el “toallagate” ocasionó la renuncia de un administrador de la casa presidencial; el “AguasBlancasgate” culminó con la caída de un gobernador. Para siempre vinculado a Watergate quedó el nombre del Washington Post, rotativo que documentó el caso desde su inicio y cuya perseverancia contribuyó a una alerta social que puso al descubierto en la Casa Blanca una conspiración criminal. Mas pese al romanticismo de la película Todos los hombres del Presidente y del aluvión de reportajes y libros que brotaron a la vera de Watergate, no puede decirse que los medios hayan derribado a Nixon. Fue el Poder Judicial el que encontró elementos para la destitución, y fue el Presidente quien eligió renunciar antes que ser defenestrado. El caso con-

firmó lo que desde 1922 había observado Lippmann: “Los medios no dicen a la gente cómo pensar; sí le dicen en qué pensar”. Es decir, conforman la agenda social. Watergate no fue un accidente, como no lo es la supuración que se pone al descubierto por una incisión de rutina. Fue el resultado de una época turbulenta y de la participación de actores cuyas personalidades fueron como agentes reactivos que precipitaron y pusieron al descubierto la trama de una conspiración desde el poder. Si se comienza en sentido inverso, Watergate no estuvo en la agenda de los electores en particular ni en la de la ciudadanía en general durante 1972. Ello explica que Nixon hubiese sido relegido por el más alto porcentaje de votos en la historia del país. Los estadounidenses en aquel momento tenían en la mente, para citar de nuevo a Lippmann, imágenes distintas. Watergate se hizo parte de la agenda social y comenzó a presionar a la agenda política cuando los medios comprobaron que Nixon y sus colaboradores mintieron deliberadamente. En la Casa Blanca, la agenda fue ocultar la verdad, mentir sin medida y utilizar

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las herramientas que fuesen necesarias, independientemente de su legalidad, para evitar que se hiciera pública la conspiración organizada para dañar a los enemigos políticos de Nixon. De junio de 1972 cuando se descubrió el allanamiento, a mediados de 1974, la agenda de los legisladores republicanos se centró en la defensa de Nixon y la descalificación del Post y los medios que crecientemente abordaban temas de Watergate. Los demócratas, por su parte, utilizaron las informaciones de los medios para desgastar a la administración Nixon y, en el 74, para sustentar el inicio de los procedimientos legislativos para defenestrar al Presidente. Hoy sabemos que Mark W. Felt, el segundo de a bordo del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) fue la fuente del Post apodada “garganta profunda” y que operó no por amor a la verdad y para preservar los valores de la nación, sino en beneficio de su propia agenda, que era ser nombrado director general de la agencia a la muerte de J. Edgar Hoover. Cuando Nixon designó a un director ajeno a la comunidad de inteligencia y los mandos de carrera


clamaron que ello dañaría al aparato de seguridad interna del gobierno, Felt utilizó su contacto con los reporteros del Post para combatir la designación presidencial. Watergate en sus inicios, por lo menos de junio a octubre de 1972, casi exclusivamente estuvo en la agenda del Washington Post. A Katherine Graham, la dueña y editora, le advertían desde diversos ambientes que su empresa corría el peligro del ridículo y del escándalo al sobredimensionar la importancia de un “robo de tercera”. Por lo menos hasta el tercer cuatrimestre de 1973 no hubo en otros diarios de gran circulación una reacción en cadena respecto a las informaciones de Watergate publicadas por el Post. En este sentido se confirma el postulado de que no basta que un tema aparezca frecuentemente en las noticias para hacerlo parte de la agenda. Si no aparece resaltando algún aspecto de un problema, o si sólo se resaltan sus aspectos positivos, el asunto pierde urgencia y, por lo tanto, la agenda se colapsa. Si, por el contrario, el tema muestra cada vez una cara distinta, la agenda se refuerza. El senador Robert Dole, a la sazón presidente del Partido Republicano, acusó al Post de estar a sueldo de la campaña presidencial del Partido Demócrata, mientras que a diario el vocero de la Casa Blanca, Ron Ziegler, aparecía en las noticias para expresar su horror por el “periodismo execrable” del Washington Post. Al interior del diario, Watergate no contaba con el consenso de la redacción. Varios jefes de sección opinaban en las juntas editoriales que el asunto estaba colocando en riesgos innecesarios al periódico. Para Richard Harwood, responsable de la sección nacional, la cobertura del asunto estaba al borde de la fantasía, una investigación carente de lógica que bordeaba en la paranoia. A eso se añadían las crecientes descalificaciones políticas del diario por parte de políticos respetados. No menos inquietante era la noción que el Post también tenía un problema de gargantas profundas al interior al servicio del gobierno. Este ambiente fue descrito años después por Leonard Downie, uno de los editores durante el caso: Nos sentíamos pequeños, no grandes o poderosos […]. Sentíamos una enorme responsabilidad. No creíamos que el Presidente fuera a renunciar y la noche en que eso sucedió casi todos enfermamos. Era un grupo pequeño el involucrado. De eso se trata este negocio. Eso todavía es lo que hace la diferencia. Fueron tiempos duros, nada brillantes.

Una bola de nieve contra Nixon.

Foto: larazon.com.arg

Muchos le advertían a Katherine Graham que arruinaríamos su periódico. La agenda de los medios fue azuzada por una Casa Blanca y una clase política republicana cada vez más reactiva y más hostil. Al inicio de su segundo periodo, Nixon ordenó tomar acciones de venganza contra el diario que comenzaron por la puesta en subasta de las licencias de televisión de la empresa editora. Esto, combinado con una gracejada sexista de un alto funcionario contra la señora Graham, y la creciente convicción de que la Casa Blanca mentía para encubrir acciones ilegales, endurecieron la agenda noticiosa de los medios. Watergate tuvo consecuencias importantes en la relación de los medios con el poder público, y su estudio ayuda a comprender con mayor claridad el papel de la prensa en la fijación de la agenda política. La batalla que se libró en los tribunales, en mucho continuación de la que suscitara el caso del “expediente secreto del Pentágono” un año antes, en 1970, tuvo efectos profundos en la relación de la prensa con el gobierno en aquel país y, como las ondas de agua que levanta la caída de una piedra en un estanque, en otras partes del mundo. Hay una extendida creencia de que el presidente Nixon renunció al puesto como consecuencia directa de las publicaciones del diario The Washington Post sobre el caso Watergate. Sin embargo, pese a que el rotativo fue el primer medio en dar a conocer el asunto y lo mantuvo en sus páginas desde junio de 1972, no influyó determinantemente en la agenda ciudadana. Tuvieron que darse una serie de acontecimientos sociales, de política interna y externa, y económicos, para que Watergate fuera percibido como el tema clave en la agen-

da social y fuese retomado en la agenda política. Watergate revivió la vieja discusión sobre la paradoja de la importancia que atribuimos a los medios en la democratización de las sociedades y la importancia relativa que éstas dan a aquéllos. Quienes se apresuran a señalar que la mejor prueba de que “la prensa” es “el motor” de la democracia y ejemplifican con el papel desempeñado por The Washington Post en Watergate y la primera renuncia de un Presidente estadounidense, suelen pasar por alto que en noviembre de 1972, cuando los pormenores del asunto tenían seis meses en la primera plana del Post y que Walter Cronkite, el Gran Padre Blanco de la televisión, el hombre con mayor credibilidad en Estados Unidos hiciera suyo y validara periodísticamente el caso, Nixon ganó su segunda elección presidencial por el más amplio margen de votos en la historia. ¿Qué sucedió? La respuesta se debe buscar en el papel que realmente juega la prensa en la democracia. Tiene que ver con lo que Hamilton llamó “el estado de ánimo” de la sociedad, otros “las imágenes en nuestra mente” o la “construcción de las agendas. Parece indiscutible que la prensa provee no sólo información, sino el marco conceptual en el cual se ordenan la información y las opiniones: no únicamente los hechos, sino una visión del mundo. Así, los actores políticos se ven obligados a configurar sus mensajes al modelo propuesto por la prensa y esto influye en la percepción del proceso político que tienen las auRMC diencias. Investigador en el Departamento de Ciencias Sociales de la UPAEP Puebla. Presidente honorario de la FMB.

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Al final del día no hay nada nuevo bajo el sol

¿Está muriendo el periodismo

o los periódicos?

Antes como ahora lo que sigue vigente es el periodismo. No importa el formato, la aplicación tecnológica o la red digital que se elija para distribuir la información; importa que los periodistas comprendan que lo que les mantendrá vigentes es justamente hacer buen periodismo. Lo que les permitirá vivir de su trabajo será el conocimiento sobre el uso de la plataformas digitales, sobre las transformaciones en las relaciones con sus audiencias y sobre las tendencias del mercado informativo. Sobrevivir en el modelo digital requiere la combinación de periodismo de calidad y el uso de las nuevas tecnologías e innovación periodística. En tiempos de la sociedad de la información esa es la única receta del éxito. Raúl López Parra

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os primeros en sentir los embates de las transformaciones provocadas por las nuevas tecnologías son los periodistas, quienes han pasado del recelo a la aceptación acrítica del uso de las plataformas digitales para realizar su trabajo. El soporte físico por el cual se difunde la información debiera ser sólo un elemento más en las formas como se realiza periodismo, sin embargo es la piedra angular que sostiene a la industria periodística porque la rentabilidad de los productos periodísticos se da, justamente, con el planteamiento productivo que se crea a partir de las plataformas. Innegablemente un periódico impreso genera más costos de producción que uno digital: desde la maquinaria para imprimir los ejemplares y el personal técnico-administrativo, hasta la plantilla periodística. La necesidad de rentabilizar un medio impreso se torna más difícil porque gran parte de las ganancias se destinan a los gastos de producción, incluidos los salarios e insumos. Los remanentes pueden emplearse en la adquisición de equipo tec-

nológico que permita ahorrar costos y mejorar el trabajo. Pero poco de esos remanentes se destinan a crear unidades para desarrollar periodismo de investigación. Es decir, la mayor parte del dinero va para la compra de equipos y poco al capital humano. La llamada crisis de los medios impresos no es otra cosa que la incapacidad de generar dividendos que permitan financiar a la planta productiva. De entrada, los medios impresos deben competir con otros medios impresos por atraer la atención de los lectores. En este punto aún no incluimos la competencia con los medios digitales. Los medios impresos, en su mayoría, no viven de la venta de ejemplares o de la suscripción, sino de los anunciantes. Por ello es que más que ser vendidos, los medios impresos, y general cualquier medio periodístico, buscan ser leídos porque ello les garantizar una mayor influencia en la sociedad. En otras palabras: buscan tener prestigio porque el prestigio vende y los anunciantes son más susceptibles de anunciarse en los medios de mayor prestigio y circulación.

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No soslayamos la tipología de los medios según la segmentación de sus públicos –es decir, los periódicos nacionales, locales, especializados, de nota roja, sensacionalistas–, pero nos concentramos en el modelo de la prensa general o prensa de prestigio. Decir “prensa de prestigio” no explica mucho y resulta un término resbaladizo, pero es una etiqueta operativa que ha permitido diferenciar la llamada prensa seria –la que busca informar con la mayor objetividad– de la que sólo busca escandalizar. Por “prensa de prestigio” nos referimos a las organizaciones periodísticas que tienen como principio deontológico manejar la información de acuerdo con estándares profesionales, que van desde el uso correcto del lenguaje hasta el empleo de técnicas periodísticas para investigar y recopilar información, con el fin de generar noticias que ayuden a los ciudadanos a construir su opinión en torno a los asuntos públicos. Los periódicos impresos, bajo el modelo que los conocemos hasta ahora, han tenido una vida de 200 años. La industria


periodística ha sido posible gracias a que la masificación de los diarios permitió generar un modelo de negocios en el que se ofrecen las noticias como mercancías susceptibles de intercambio comercial. El desarrollo de los géneros periodísticos como hoy los conocemos, constituye la forma de empaquetar la información para su consumo: es una convención de formatos definidos para los lectores. El modelo de negocios era sencillo. A cambio de informarse, los lectores tenían que pagar el costo de la publicación o suscribirse pero, como se ha mencionado, la venta de anuncios publicitarios era y es lo que genera los mayores ingresos. Pese a la aparición de la radio y la televisión, que en un principio se pensó acabarían con los periódicos impresos, la industria pronto se adaptó porque estos medios no implicaron una sustitución, sino una complementariedad en los consumos informativos. Lo que la audiencia escuchaba en la radio o veía en la televisión, lo profundizaba en el periódico. Esta cohabitación mediática entre prensa, radio y televisión permitió consolidar a la industria periodística porque las fronteras de los soportes físicos estaban claramente definidas.

Las organizaciones periodísticas seguían siendo los representantes generales de la información porque el modelo de comunicación de masas se fundamenta en la producción y emisión de contenidos de unos pocos a muchos. Internet subvierte a la industria periodística Con la aparición de internet tales fronteras se han difuminado y los principales afectados son los medios impresos. El modelo masivo se ha transformado a un modelo segmentado e incluso ya se habla de la hipersegmentación, en donde las audiencias tienen la capacidad de seleccionar contenidos a la carta. Lo primero que ha venido a subvertir el orden mediático de las organizaciones periodísticas ha sido la proliferación de fuentes informativas a un grado tal, que se vive incluso una sobreabundancia informativa. Para diferenciar este naciente orden mediático se habla ahora de nuevos y viejos medios. De modo simplista, se puede decir que los viejos medios serían todos aquellos que no nacieron en internet, mientras que –por definición– los nuevos emergen en las plataformas digitales.

La Internet también ha roto el modelo unidireccional de emisores y receptores. Ya no son unos pocos los que producen y difunden contenidos a muchos, sino que son muchos los que difunden a muchos o a pocos, según el caso. La Internet es un medio de comunicación personalizado y, a la vez, potencialmente masivo. Un video subido a la red puede pasar de tener cientos a miles o millones de vistas. La Internet ha permitido la aparición del periodismo ciudadano, un concepto que aún entre los estudiosos está en discusión. Por periodismo ciudadano se suele entender los contenidos que realizan personas que no trabajan para una organización periodística. Es decir, la creación de contenidos cuyo objetivo es informar pero que no en todos los casos están realizados con las técnicas periodísticas exigibles entre los considerados periodistas profesionales. El periodismo ciudadano se ha potenciado desde los blogs hasta los microblogs y el uso de los dispositivos móviles. En algunos casos, el periodismo ciudadano ha sido la vía para difundir información que las organizaciones periodísticas no presentan en sus espacios.

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En este sentido, la internet también ha posibilitado a las audiencias establecer un canal más igualitario frente a las tradicionales organizaciones periodísticas, lo que les permite cuestionar y confrontar los contenidos informativos. Tardíamente algunas organizaciones periodísticas han comprendido que su papel como gatekeepers o filtradores de contenidos, está teniendo menos peso en los consumos informativos de las audiencias con acceso a internet, quienes ahora tienen una mayor capacidad de establecer por sí mismas los tipos de informaciones que desean consumir. José Manuel Pérez Tornero, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, resume de forma clara las transformaciones que se están viviendo en la transición, no sólo del periodismo impreso al digital, sino en el surgimiento del ciberperiodismo: [...] Nos encontramos en un conjunto de innovaciones y transformaciones que afectan integralmente a todas las dimensiones de la comunicación periodística y que acabarán mudando su naturaleza. Cambio decisivo en todos los aspectos del periodismo: en sus procesos tecnológicos de producción; en sus lengua-

jes, mensajes y discursos; en las formas de recepción y uso; en las rutinas profesionales; y, en definitiva, en toda la cultura periodística comunicativa.1 Los medios impresos están agonizando porque las condiciones de la industria están cambiando. En primer lugar, existe una caída generalizada de lectores que compran ediciones impresas, al tiempo que la mayoría está mudando sus hábitos de lectura en internet. En segundo lugar, la aparición de múltiples fuentes informativas en la red trae consigo el abaratamiento del periodismo tanto en su hechura como en su comercialización. La velocidad con la que se produce y difunde información está dejando poco margen para el periodismo de investigación que, cabe decir, incluso previo al boom de internet, ya veía limitados sus espacios en los medios impresos. Paradójicamente, hoy más que nunca existe en Internet un mayor potencial para desarrollar periodismo de investigación, pero también existen menos recursos económicos para realizarlo. El periodismo de calidad tiene un costo y los lectores no están dispuestos a pagarlo; por tanto, sólo las grandes organizaciones periodís-

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ticas tienen la capacidad económica para desarrollar el periodismo de investigación. Mayor tráfico pero no mayores ganancias Pero el problema no sólo es para los medios impresos, sino también para los digitales. Un ejemplo de que las audiencias no están dispuestas a pagar por los periódicos en línea se observa en la cantidad de suscriptores que tienen los diarios en sus ediciones digitales. Las audiencias, sobre todo los jóvenes que han sido considerados nativos digitales porque han crecido con el uso de internet, han tenido acceso gratuito a la información. Pocos están dispuestos a pagar una suscripción por un diario cuando pueden obtener la información por otra múltiple fuente de noticias. La abundancia informativa a la vez está matando a la industria periodística. Existen incluso casos de medios digitales que han sido sumamente exitosos en tener un gran tráfico, sin embargo ello no se traduce necesariamente en ganancias. Como ejemplo está soitu.com, el portal informativo español fundado por Gumersindo Lafuente, quien actualmente es el encargado de elpais.com. El sitio soitu.com lo-


gró mantenerse 22 meses en la red y reportó un millón de visitantes únicos e incluso ganó dos premios de la Online News Association y, pese a ello, no logró mantenerse como negocio.2 Otro factor que ha contribuido a la crisis de al industria periodística han sido las plataformas de internet que se han convertido en agregadoras de contenido. Difícilmente un periódico digital puede competir con el servicio de noticias de Google, que con la inmediatez de segundos en los que el usuario tarda en teclear una búsqueda, se despliega las noticias de una variedad de fuentes informativas y donde, comúnmente, aparecen en primer lugar los sitios que de entrada ya tienen mayor tráfico. Tampoco los medios pueden competir con Facebook y Twitter que se han convertido en los principales espacios de socialización de contenidos informativos. Hace tiempo que los lectores dejaron de entrar primero a los sitios de noticias. Ahora visitan primero su perfil en la red social y a partir de ahí se enteran de lo que otros están compartiendo. Sería un contrasentido pensar que Google o Facebook sean competidores de los periódicos impresos y digitales pues no son organizaciones periodísticas, y en efecto no lo son. Sin embargo, se pierde de vista que estas plataformas son las que exitosamente están capitalizando el tráfico de la red por la contratación de anuncios: un modelo de negocios del que han vivido los periódicos y que ahora está siendo canalizado a los agregadores de noticias. Otro fenómeno que ha generado dificultades a la industria periodística son los llamados curadores de contenido. A partir de que las organizaciones periodísticas dejan de ser los filtradores de noticias, debido a la multiplicidad de fuentes, han aparecido portales en Internet y usuarios que se dedican a monitorear y seleccionar noticias para compartirlas con sus lectores. El problema es que la información seleccionada suelen publicarla en sus propios espacios. No es información que ellos producen. Reescriben la noticia o dan un resumen de la nota original, y si bien es cierto que incluyen los hiperenlaces de los sitios de donde reportan la información, muchas veces los lectores no llegan a las fuentes originales, motivo por el cual éstas no reciben el tráfico y no hay como rentabilizarlo. De ese modo, información exclusiva que un medio publica para su audiencia se difunde en otro espacio. Se pierde el sentido de la exclusividad y por tanto la posibilidad de

Cohabitación mediática.

Foto: Saúl López / Cuartoscuro.

rentabilizarla. Este fenómeno incluso ha motivado un debate, por lo menos en Estados Unidos, para crear un código de ética para los curadores de contenidos.3 ¿Hacia dónde van los periódicos impresos? El futurólogo y consultor estadounidense Ross Dawson publicó en 2010 una línea del tiempo provocativa, porque detalla los años en que será publicado en último periódico impreso, según las condiciones socioeconómicas de cada país. A consideración de Dawson, en 2017 se publicará el último diario impreso en Estados Unidos mientras que en Gran Bretaña e Islandia será en el 2019. Para México pronostica que será en 2033, mientras que el resto del mundo verá el último diario impreso en el 2040. Entre las causas por las cuales los periódicos impresos desaparecerán, Dawson explica que se encuentra la proliferación de interfaces digitales como el uso mayor de tabletas y teléfonos móviles que suplantarán el papel por el papel digital sobre todo en los países desarrollados. Dawson también considera que el colapso de las finanzas de los medios impresos, particularmente en los países en desarrollo, será provocado por la pérdida de anunciantes y lectores. Ello no permitirá sufragar los gastos en la producción y distribución de los periódicos impresos porque económicamente no será viable mantenerlos.4 Nadie tiene la última palabra en cuanto al conocimiento sobre las nuevas formas del consumo informativo. La constante ahora es el cambio. Sin embargo, al fi-

nal del día no hay nada nuevo bajo el sol. Antes como ahora lo que sigue vigente es el periodismo. No importa el formato, la aplicación tecnológica o la red digital que se elija para distribuir la información; importa que los periodistas comprendan que lo que les mantendrá vigentes es justamente hacer buen periodismo. Lo que les permitirá vivir de su trabajo será el conocimiento sobre el uso de la plataformas digitales, sobre las transformaciones en las relaciones con sus audiencias y sobre las tendencias del mercado informativo. Sobrevivir en el modelo digital requiere la combinación de periodismo de calidad y el uso de las nuevas tecnologías e innovación periodística. En tiempos de la sociedad de la información esa es la única receta del éxito. RMC Notas 1) Pérez Tornero José Manuel (2007) en La Enseñanza del ciberperiodismo. De la Alfabetización digital a la alfabetización ciberperiodística. Comunicación Social Ediciones y Publicaciones Sevilla. Zamora 2) Se puede leer el mensaje de despedida de Gumersindo LaFuente en www.soitu.com 3) Carr, David, (2012) A Code of Conduct for Content Aggregators The New York Times, Marzo 11, 2012 4) Dawson, Rosso (2010) Further explanation and answers to 6 questions on the Newspaper Extinction Timeline after one million views, consultado en http://rossdawsonblog.com/ weblog/archives/2010/11/further_explana. html

Maestro en Comunicación por la UNAM. Editor de la RMC.

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Fugaces trazos desde la trinchera digital

La búsqueda de

Víctor Roura

Víctor Roura escribe. Es periodista desde hace cuarenta años, pero no sólo es periodista. También ha publicado ensayos como Apuntes de rock (Nuevomar, 1985) y La vida del espectador (FMB, 2009). Además es poeta. Ha publicado libros como Madrugada, donde le dice a la mujer: “No sé quién te has creído para hablar con mis palabras”. Víctor Roura es el editor de la sección de cultura de El Financiero… y no contesta. El teléfono suena buscándolo y él no se encuentra. Este perfil debe comenzar con o sin Víctor Roura. Jorge Tirzo

T

al vez él no lo recuerde, pero Víctor Roura fue mi maestro. Para ser más exactos, él fue el titular de un Taller de Periodismo cultural impartido en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, en mayo de 2008. Invitó a Humberto Musacchio, a José Luis Martínez, a Silvina Espinoza de los Monteros, entre otros periodistas culturales. En ese momento lo describí así en mi blog: “Viejito rockero despeinado, buena onda, relax, contraculturoso y Editor de la sección de Cultura en El Financiero”. Cuatro años después, lo suscribo. Aunque ahora que lo pienso, con 56 años no es realmente un “viejito”. *** Algo me llama la atención. En ese momento anoté en mi blog: “[Introduzca aquí una foto de Roura. Nadie se ha molestado en subir su foto a Internet]”. La cosa ha cambiado. Si uno teclea “Víctor Roura” en la búsqueda de imágenes de Google, aparecen 58,300 resultados: aparece él leyendo un texto ante el micrófono; de joven viendo a la izquierda o a la derecha; con la mano en la barbilla con pose

de intelectual; de no-tan-joven ante la foto de Víctor Roura de joven viendo hacia la izquierda... También salen rostros de personajes que no son Víctor Roura, pero de los cuales él ha escrito o se les ha mencionado juntos: Sale Eduardo Lizalde por un premio que ganaron ambos. Sale Daniel Sada porque Roura presentó un libro en un encuentro de escritores en homenaje a Sada. Sale Virgilio Caballero porque compartió con él la mesa de presentación de un libro escrito por Omar Raúl Martínez. Sale Sealtiel Alatriste porque Roura escribió sobre él una columna titulada “Maquinaria Corruptora”. Sale una fotografía de una mujer desnuda en la playa, porque el bloguero Ponch_101 la utilizó para ilustrar el poema “Madrugada” de Roura. *** Víctor Roura no contesta, pero no importa. Los resultados de Google hablan. Wikipedia dice que Roura es “escritor, ensayista, editor y periodista de nacionalidad mexicana procedente de Mérida (Yucatán), pero con residencia en la Ciudad de México desde temprana edad”. Que estudió comunicación gráfica en la UNAM.

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Que comenzó a escribir en 1972. Que ha escrito en Unomásuno, fue de los fundadores de La Jornada e inició la sección cultural que ahora dirige. Que ha escrito novelas, cuentos y ensayos. Que se ha ganado una entrada en el Diccionario de Escritores en México. El tercer resultado es una entrevista que redacté yo mismo en julio de 2009 para el sitio Suite 101. En esa ocasión el texto iniciaba diciendo: Víctor Roura es un gran crítico de la cultura oficial mexicana y los vicios en el periodismo. En entrevista habla sobre sus casi cuatro décadas de trayectoria. Lo que me preocupa es cómo haré para contar ese “casi” sin poder entrevistarlo ahora en 2012. Varias cosas han cambiado. Por ejemplo, en ese entonces dijo que “meterse con Carlos Monsiváis en México es ponerte la soga al cuello culturalmente”. Hoy Monsiváis está muerto. Humberto Musacchio lo llamó en ese entonces “capitán de empresas periodísticas, siempre paupérrimas, pero con resultados intelectuales altamente apreciables”, según Unas letras. Ni tan paupérrimas, porque la sección cultural de El Financiero sigue. ***

Manual para suicidarse sin dolor (Eusebio Ruvalcaba) Para Víctor Roura Vives cada día y lo llevas hasta sus últimas consecuencias. Exiges, rabias, perdonas. Ves envidia, rencor y amargura donde no los hay, y buena vibra, calidad humana y afecto donde privan porquería y mezquindad. Por ti matarías a cada hombre que habla con tu compañera, o a cada idiota que atropella un perro; un perro antes que un hombre. Para ti eso es vivir lo cotidiano: dar ternura cuando no te la piden y purgar el sufrimiento del mejor amigo. Este poema para Roura apareció en la desaparecida Unas letras en la sección Andanzas Eusebianas. *** Además de poemas hay elogios para Víctor Roura. Transcribo algunos en el orden en que los arroja Google: • “Uno de los mejores columnistas que he leído, continúo leyendo y seguiré leyendo”: Ramón Martínez de Velasco. • “El trabajo que hacen Roura y su equipo siempre me ha parecido un trabajo profesional y con mucha imaginación”: Ariel Ruiz Mondragón. • “Callada pero efectivamente, Víctor Roura ha ido forjando una obra que ha pues-


to a temblar a muchos y ha dicho *** lo que otros, muy osados en privado, tartamudean o callan en públiVíctor Roura no tiene Twitter ni co”: Jorge Meléndez Preciado. blog ni página web. William Tur• “Podría parecer un apestado en ner, periodista en CNN México y yo el periodismo cultural pero no. Hay en algún momento intentamos quienes le reconocemos capacidaposicionar el hashtag #RouraAl des profesionales inigualables. […] Twitter a manera de broma. Nadie Víctor Roura es necesario en el penos hizo caso, pero no importa. Turriodismo mexicano adocenado. Soner alguna vez escribió en su blog: mos iguales pero al parecer él no Me pregunto si el buen Roura se quiso dar cuenta. Por eso nuesalguna vez sentirá esa ansiedad tras vidas paralelas”: Braulio Peralta. por estar “en vivo” desde cualquier acontecimiento periodístico• “Habrá que celebrar –¡Celebraremos!– esas cuatro décadas de cultural. De buena fuente sabemos que él sí disfruta vivir en 1984, mosentrega a un periodismo honesto, trando todavía un arraigado esveraz y ajeno a las ínfimas sectas en que se solazan algunos capos cepticismo a las redes sociales tan “efímeras”, como las ha definido. mafiosos, más preocupados por recibir favores del Estado que por la Recientemente, Roura escribió producción y difusión cultural”: al respecto en su columna “VierHumberto Musacchio. nes o voy”: Vivir lo cotidiano. Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro. Eso del “impacto global” de las • “Víctor no sólo es un deseoso hombre de cultura, según la verredes sociales ha apantallado, sobre todo, a periodistas despresión de García Canclini que reza: ‘Cultura es todo aquello que se agrega a la El asunto desató una pequeña polé- venidos o volubles que creen que la naturaleza’, sino un ser humano excep- mica en 2008. Guillén escribió un texto “salvación” social tiene que provenir cional porque se nutre de las más di- con tres ejemplos de medios que pagan de la vox populi, de allí que en cada versas teorías y saca las conclusiones poco y dificultan la cobranza. El texto programa electrónico se pregunte al púmás cáusticas. Él, empero, ha sido mar- no salió en la sección cultural de El Fi- blico qué se debe hacer o qué no se debe ginado de muchas publicaciones no por nanciero y el que sí salió, pero de ese hacer (o qué opina o si está en contra) sus limitaciones, más bien por su críti- espacio, fue Guillén. en tal o cual tema (¡me da mucha risa ca implacable, sin concesiones”: SalvaRogelio Villarreal, director de la revista cuando escucho a los comentaristas de dor Mendiola. –ahora virtual– Replicante, critica de paso futbol pedir la opinión tuitera para saa Roura en un texto que cuestionar princi- ber si el América, o el Barcelona, va a *** palmente a Humberto Musacchio a pro- perder cuando va perdiendo a escasos No todo es oda. De los 7,060 resulta- pósito de su libro Historia del periodismo minutos del final del partido!), confiados que Google tiene indexados con el cultural en México. Dice Villarreal: dos, los conductores, en que la gente va término “Víctor Roura”, algunos lo critiEn este recuento [Historia del perio- a resolver tal o cual cuestión. Los milacan. Mario Santiago Papasquiaro dijo en dismo cultural…], La Regla Rota (1984- gros de las redes sociales. una entrevista con Oscar Enrique Orne- 1987) es referida sólo porque en sus Víctor Roura no tiene Twitter pero hay las, periodista de la sección cultural de páginas publicó alguna vez el auto- dos Víctor Roura en Twitter. El primero El Financiero, que “Víctor Roura es una nombrado campeón de la ética Víctor (@VictorRoura) tiene en su timeline albasura (y Musacchio también)”. El poeta Roura y no por haber ensayado un pro- gunas entradas como “@andivillagomez infrarrealista, inmortalizado por Roberto miscuo estilo periodístico que invitó a tss de hueva twit de regreso a face :D” o Bolaño en el personaje de Ulises Lima en dialogar a la narrativa, la imagen, el “:o ya tengo 13 seguidores”. El segundo Los detectives salvajes, trabajó un tiempo humor, la cultura popular y el ensayo (@Victor_Roura) tiene tuits como los que como colaborador en la misma sección. académico, fórmula que se renueva en siguen: “En fotos: las sensuales poses Hablando sobre su libro Beso eterno, dijo Replicante, la cual, según Musacchio, es de “Arianny Celeste”, exconejita de lo siguiente: “Es un poema premonitorio. una revista fundada en 1995 ¡y no en Playboy!!! http://bitly.com/L7enMH” y Entonces yo vivía en la Pensil. Fue cuando 2004! que aborda los temas culturales “@eosfelipe @Pepegamboa #ElBañoDe empecé a trabajar en El Financiero. Ahí de manera más tradicional. LaMuerte jajajaja oie za mamada”. Ninconocí a Marco (Lara Klahr), a (Víctor) También critica que Musacchio no guno de los dos tuiteros tiene descripRoura, al Mike… Luego me botaron de haya contemplado a las revistas Notitas ción, pero algo me dice que ninguno es ese periódico donde tú trabajas”. Musicales ni Conecte, “lo que viene al el editor de cultura de El Financiero. Mario Santiago Papasquiaro arroja 144 caso porque Musacchio sí alude a Méxi*** mil resultados en una búsqueda en co Canta, otra vez a propósito de Roura”. Google. Lo citan revistas literarias, lo men- No está documentado que Víctor Roura El teléfono siguió sonando. No coincicionan los textos que mencionan a se haya “autonombrado campeón de la dimos con Víctor Roura. Errores técnicos, Bolaño, lo llaman “el beatnik mexicano”. ética”, pero es cierto que es autor de coincidencias o el destino. Aunque no Fedro Carlos Guillén, ex columnista en Cultura, ética y prensa, donde critica el haga una vida virtual, Internet habla de la sección cultural de El Financiero, pu- quehacer profesional de los medios in- Roura y viceversa. Amor-odio. Los resulblicó en su blog un texto con el siguiente formativos y la conducta de los periodis- tados de la búsqueda de Víctor Roura por encabezado: tas. En sus clases, entrevistas y confe- ahora terminan en Google. Este artículo se negó a publicarlo rencias, es común que Roura critique la Víctor Roura bajo el argumento de que “a ética periodística de Televisa o personanadie le gustaba que le dijeran que tra- jes encumbrados como Luis Miguel y Coordinador Editorial de Revista Mexicana de Comunicación. Profesor del ITESM. baja en casa de la chingada” Diosss. Carlos Monsiváis. julio-septiembre 2012/REVISTA MEXICANA DE COMUNICACIÓN

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Los medios informativos, entre reacomodos, crisis y oportunidades

Periodismo

en la era digital Poner en duda la preeminencia de la Internet en el siglo XXI sería una tozudez, pero tal aserto no conlleva en absoluto la muerte del periodismo como algunos futurólogos lo advierten. Con el desarrollo digital, su esencia primigenia se mantiene intacta y tiende a valorarse más aún. Lo que hará prevalecer el periodismo en la gran red no se sujeta sólo a la inmediatez o al cúmulo de datos, ni tampoco a su alcance en el número de usuarios, sino fundamentalmente a la interpretación acreditada, el análisis sustentado, la jerarquización informativa, la guía autorizada, la indagación escrupulosa y el contexto explicativo de los sucesos. Precisamente aquello que no se patentiza con asiduidad en Internet. Podrán cambiar o incluso enriquecerse los métodos de captación e indagación informativa con la multiplicación de fuentes y plataformas; podrán modificarse o redefinirse algunos géneros periodísticos con la renovación y convergencia de los lenguajes y estructuras narrativas de cada medio; podrán o deberán reconstituirse las dinámicas operativas al interior de cada empresa… Pero el periodismo de calidad siempre habrá de subsistir y nunca dejará de exigirse, independientemente del soporte. La valía de la oferta periodística siempre estará basada en los contenidos y su respaldo ético, no en la modernidad de los implementos técnicos. Omar Raúl Martínez

¿

Qué tipo de periodismo se está empezando a desplegar a partir de los llamados nuevos medios en línea? ¿Hacia dónde tiende la formación periodística en los tiempos de la globalización o de la llamada sociedad de la información? ¿Qué tipos de cambios o reajustes se avistan a partir del desarrollo del ciberperiodismo? Actualmente, la Internet es considerada un medio de comunicación que ya perfila a las sociedades del presente siglo. Es tal su importancia que, según el magnate de la informática Bill Gates, con la revolución de las comunicaciones asociada a la red de redes, “estamos viendo

algo histórico que afectará al mundo como un terremoto, sacudiéndonos en la misma forma que lo hicieron el descubrimiento del método científico, la invención de la imprenta, y la llegada de la edad industrial”.1 Es decir: su impacto acumulado se advierte hoy en la ciencia, las comunicaciones y la economía política, así como en la educación y el entretenimiento. Y por supuesto, todos esos linderos se vinculan directa o indirectamente a la comunicación social en su conjunto y por añadidura al quehacer del periodismo. Sin duda, a partir de las nuevas pautas tecnológicas que impone la Internet, incluso el concepto de comunicación me-

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diática que habíamos manejado en el siglo XX tiende a cambiar por la propia naturaleza del nuevo medio. Así, los actores necesitarán reconcebirse: las instituciones de comunicación, los productores de los mensajes, los distribuidores de los mismos, los receptores tradicionales, las empresas privadas y el gobierno.2 Sus formas de interrelacionarse y sus esquemas de producción ya sufren crisis, cambios y reajustes notables. Y todo esto no puede soslayarlo el periodismo. Porque a lo largo de la historia los implementos técnicos han abierto brecha a los formatos y estructuras de contenido. De esa suerte, así como el na-


cimiento del telégrafo dio pie a la pirámide invertida y a la jerarquización informativa; así como la aparición de la radio reencauzó las formas de la noticia y la crónica gracias a la instantaneidad de las ondas hertzianas; así como la invención y evolución de la TV tendió a abreviar las estructuras de algunos géneros informativos debido al respaldo audiovisual... de igual manera, hoy día, el despliegue de la Internet y sus diversos recursos técnicos –como las redes sociales virtuales– están impactando a nivel global y habrán de influir de manera decisiva en los géneros y, eventualmente, en los contenidos y los tiempos del periodismo.3 No es extraño por ello que algunos medios digitales hayan empezado a explorar el diseño de un lenguaje propio que no apela sólo a la oferta de textos breves sino fundamentalmente a la multimedialidad, a enlaces hipertextuales y contactos interactivos. Ese potencial técnico está posibilitando la aparición de nuevos géneros informativos en el incipiente entorno digital: bitácoras o diarios personales, entrevistas directas entre usuarios y personajes públicos, foros de discusión, inmediatas actualizaciones de información y análisis, infografías digitales, y crónicas o reportajes en texto, audio y video, entre los más frecuentados.4 Aunque el periodismo mexicano en Internet ha presentado una lenta evolución en la última década, lo cierto es que comienza a advertirse una evidente recomposición en los lenguajes, la capacitación periodística y la visión de los usuarios.5 Pese al rezago de los medios aztecas en la gran red, la inercia globalizadora los llevará a aprovechar sus valiosos recursos: a) capacidad para enviar sus contenidos al mundo, b) ofrecer una lectura de información escrita, gráfica y audiovisual, c) actualizar sus informaciones al minuto, d) interactividad para ampliar sus vínculos y contactos, y e) disponer servicios informativos a la carta.6 ¿Medios tradicionales versus Internet? Por el momento, los medios tradicionales en la red de redes continúan en vías de experimentación, sin atreverse aún a correr mayores riesgos, pero expectantes de que las tendencias se confirmen y la web comience a aglutinar mayores contenidos mediáticos. La aparición de nuevos medios digitales empieza a cambiar el mercado de la información periodística tradicional al grado de amenazar la prevalencia de no pocos medios impresos. Y es que hoy un periódico o revista en papel ya no sólo compite con sus rivales acostumbrados,

Recomposición del periodismo.

Foto. Cuartoscuro.

porque “aparece –dice Raúl López Parra–un crisol de jugadores emergentes, desde periódicos digitales hasta blogs personales y corporativos. La competencia es ubicua”.7 Por ende, la sobreoferta gratuita de contenidos mediáticos empieza a erosionar el modelo de negocios de la prensa convencional, basado en la venta de espacio publicitario, de ejemplares en el quiosco y de suscripciones.8 Ante ello no resulta infrecuente que se proyecten negros augurios no sólo en torno al futuro de la prensa sino también de la radio y la TV. Marilú Ruíz de Elvira, en El País Digital, ha dicho que cuando los periódicos se hayan adentrado plenamente en el ciberespacio, deberá cambiarse la definición de diarios: de “periódico que se publica todos los días” por “periódico que se publica a todas horas”, pues evidentemente se están viendo obligados a disputarse un lugar ante el cúmulo de oferta informativa que aparece a cada instante. El gran problema, sin embargo, radica en que las exorbitantes visitas de usuarios en línea no significan captación de recursos económicos porque mientras hay una audiencia global, los anunciantes no pasan de ser locales.9 Los recurrentes presagios en torno a la desaparición o debilitamiento de los medios tradicionales, no son compartidos por el empresario Bill Gates: No cambiará la importancia de los escritos de calidad. La tendencia de seguir como prensa está en la calidad y confiabilidad de la información. No desaparecerán los libros ni los periódicos. Por el contrario: la Internet ofrece mayores oportunidades a los medios de comunicación.10

No podemos estar sino de acuerdo con lo anterior, pues a cada soporte físico de un medio de comunicación tradicional corresponde cierta facultad, determinado lenguaje y potencial específico. Por tanto, los periodistas deben ver a la Internet como un medio y una herramienta, no como algo que los desplazará en el futuro. Para refrendarlo, conviene destacar las palabras de Kevin Kelly, ejecutivo de Wired: La red no remplaza a los medios precedentes: sólo los redefine. Liberará a los periódicos de algunas de sus funciones habituales y los encauzará a probar formas nuevas y creativas de aproximarse a los lectores. La red no excluye a los medios ya existentes, sólo contribuye a diversificar sus puntos de vista.11 Retos del periodismo digital Puesta la mira del periodismo en el mundo de red de redes, resulta indispensable conocer sus prospectivas para aprovechar los mayores recursos técnicos. En este marco, Antonio Núñez Aldazoro plantea la emergencia de tres retos y cauces naturales para el periodismo digital: 1) Adaptabilidad del medio: Los nuevos medios se verán obligados a ajustarse a gustos, intereses y saberes de las personas. De hecho, ya funcionan envíos personalizados en función de parámetros suministrados por el propio usuario (RSS, Really Simple Syndication). De esa forma, por ejemplo, cualquier persona interesada en temas sobre cine, libros de comunicación y todo lo relativo a novela policíaca, puede so-

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licitar o inscribirse exclusivamente en portales o blogs que ofrecen tal tipo de contenidos, y recibirlos en su propio correo electrónico. En realidad es un novedoso esquema de comunicación en el que la batuta selectiva la tiene el cibernauta. Ello implica un gran reto para medios informativos y periodistas, pues supone una hipersegmentación del mensaje comunicacional. 2) Interactividad. Ésta es la característica más innovadora del nuevo medio. La interactividad es la capacidad de entablar contacto, mediante la tecnología, entre emisor y receptor al grado de intercambiar papeles. Puede haber un emisor receptivo, replicante, opinador. Con ello existe la posibilidad de retroalimentación. 3) Hipertextualidad. Este concepto explica la capacidad de conectar apoyo informativo, o sea, entablar enlaces a fuentes o textos o sitios colaterales al material que se está presentando. Pero también es la capacidad para vincular imágenes, sonidos, video y gráficos, lo cual permite ofrecer trabajos periodísticos contextualizados para el mundo global.12 Los periodistas entramos en contacto con la computadora, primero, utilizándola cual máquina de escribir; después como correo electrónico para enviar nuestras notas; y finalmente como fuente informativa y como medio de comunicación. Es en este tercer nivel que emergen nuevos retos para los informadores. Así, aunque para algunos resulta prematuro hablar de un nuevo periodista a raíz de la Internet, lo cierto –como antes anotábamos– es que este nuevo medio empieza a cambiar las prácticas de la profesión, los conceptos tradicionales y la naturaleza de ciertos géneros periodísticos. Entre esos cambios emerge uno

impulsado por la interactividad y es el hecho de que el usuario puede asumir el rol del periodista. Por ende, el perfil del mediador tradicional tiende a verse disminuido o por lo menos afectado. Ante ello, el periodista tradicional no desaparecerá pero deberá ir modificando su manera de trabajar en función de la adaptabilidad del medio, la interactividad y la hipertextualidad, de manera que los nuevos géneros multimedia reúnan la profundidad de la prensa, la simultaneidad de la radio y la imagen de la televisión. En la misma tesitura, otro desafío del periodista es entonces redefinir su perfil profesional: pasar de la etapa de los medios tradicionales a la brecha del periodista digital y de ésta al nivel del periodista multimedia. Es decir: hoy se exige no sólo conocimientos y habilidades propias del oficio periodístico, sino también el dominio de técnicas para producir y administrar el quehacer informático y de la multimedia. La meta es superar los alcances del periodista tradicional, circunscrito al modelo de antaño y al manejo del lenguaje de un solo medio, para encaminarse al perfil del periodista digital: un profesional familiarizado en el entorno Internet, que conoce y aprovecha todos los entresijos técnicos de las páginas web.13 Pero el paso superior, según María Teresa Sandoval, sería alcanzar a convertirse en periodista multimedia, que suma lo anterior y añade una formación en el manejo de todo tipo de herramientas multimedia: programas especializados en imagen fija y en movimiento, sonido, diseño.14 El periodista multimedia, asienta Koldobika Meso, es una especie de “hombre orquesta, capaz de utilizar imágenes de video en la edición en línea de su perió-

La red obliga a la redefinición en los lenguajes y las narrativas.

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Foto: Saúl López / Cuartoscuro.

dico o de transmitir mensajes escritos a través de su emisora de radio”.15 Ventana de oportunidad La Internet puede significar una ventana de oportunidad para los medios de comunicación tradicionales si toman en consideración los siguientes aspectos: a) El aprovechamiento de las redes sociales virtuales. Recursos como Facebook, Twiter o You Tube constituyen espacios desde donde es posible entrar en contacto con públicos jóvenes. Si los medios convencionales desean atraer a tales audiencias, hoy ausentes particularmente en la mayor parte de la prensa, necesitan empezar a montar sus contenidos y mensajes en dichas redes sociales, que por cierto están subvirtiendo la forma de consumir noticias.16 El fenómeno de las redes sociales y otros espacios como Orkut (Brasil), Sonico, Hi5, MySpace, YouTube y Linkedin, además de Facebook y Twiter, no deja de crecer hasta el punto de ir cambiando el panorama de la influencia de los medios de comunicación.17 b) La exploración de nuevas formas de financiamiento. Para sobrevivir, el periodismo necesita renovar o experimentar nuevos modelos de negocios que puedan garantizarle sostenidos ingresos económicos. Depender sólo de la publicidad en línea por el momento resulta suicida para los impresos, pero ello no obsta para abrirse, por ejemplo, a la posibilidad de los llamados micropagos a cambio de los cuales el lector puede bajar no toda la publicación sino sólo una nota o cierto artículo por pocos centavos.18 De acuerdo con Gordon Crovitz, fundador de Journalism Online, los accesos sin costo a la información en Internet tienen los días contados, y la tendencia será un modelo mixto que combine lo pagado con lo gratuito.19 c) La experimentación con nuevos recursos y soportes tecnológicos. La radio, la TV y la prensa no pueden permanecer impávidas ante el surgimiento de insospechadas plataformas y dispositivos como el iPhone, el Blackberry, el Kindle (dispositivo para libros electrónicos), el Smartphone (teléfono celular con tecnología 3G y acceso a Internet), el iPad (dispositivo que almacena fotos, videos, música, libros, periódicos y revistas) y las referidas redes sociales. Aunque para el grueso de la población latinoamericana, por el momento, parecen ser implementos aspiracionales, a mediano y largo plazos los medios pueden ir experimentando la inserción de contenidos a través de los diversos soportes y formatos multimedia para ampliar su espectro y evitar quedarse a la zaga.20


La red de redes obliga, pues, a modificar el modelo de comunicación periodística de antaño porque no sólo se trata de un soporte más: Actúa como proveedor de otros medios y distribuidor para el público, receptor y emisor de información y, al mismo tiempo, es contenido, canal de difusión, centro de archivos continuamente actualizado, además de foro de debates.21 Poner en duda la preeminencia de la Internet en el siglo XXI sería una tozudez, pero tal aserto no conlleva en absoluto la muerte del periodismo como algunos futurólogos lo advierten. Con el desarrollo digital, su esencia primigenia se mantiene intacta y tiende a valorarse más aún. Lo que hará prevalecer el periodismo en la gran red no se sujeta sólo a la inmediatez o al cúmulo de datos, ni tampoco a su alcance en el número de usuarios, sino fundamentalmente a la interpretación acreditada, el análisis sustentado, la jerarquización informativa, la guía autorizada, la indagación escrupulosa y el contexto explicativo de los sucesos. Precisamente aquello que no se patentiza con asiduidad en Internet. Podrán cambiar o incluso enriquecerse los métodos de captación e indagación informativa con la multiplicación de fuentes y plataformas; podrán modificarse o redefinirse algunos géneros periodísticos con la renova ción y convergencia de los lenguajes y estructuras narrativas de cada medio; podrán o deberán reconstituirse las dinámicas operativas al interior de cada empresa… Pero el periodismo de calidad siempre habrá de subsistir y nunca dejará de exigirse, independientemente del soporte. La valía de la oferta periodística siempre estará basada en los contenidos y su respaldo ético, no en la modernidad de los implementos técnicos. En suma: el mayor reto del periodismo en la era digital será aprender a desarrollarse con todos los recursos tecnológicos disponibles, sin nunca descuidar la calidad, sustento, eficacia y confiabilidad de su oferta informativa y de análisis. R M C Notas 1) Omar Raúl Martínez, “Entre el presente y el futuro de los medios de comunicación”, en Revista Mexicana de Comunicación. Núm. 56, octubre de 1998. 2) Negroponte afirmaba en 1995: “Ser digital supondrá la aparición de un contenido totalmente nuevo. Surgirán nuevos profesionales, inéditos modelos económicos e industrias locales proveedoras de información y entretenimiento”. Ver Negroponte Nicholas Ser Digital, Edit. Atlántida, Buenos Aires, Argentina, 1995. 247 pp. 3) De acuerdo con José Luis Orihuela, “Las instancias de enunciación de los relatos periodísticos en los soportes digitales se diversifican y flexibilizan para aprovechar el potencial de

Cambia el mercado de la información.

Foto: Moisés Pablo / Cuartoscuro.

los medios en línea: interactividad, personalización, profundidad, hipertextualidad, diseño, actualización, búsqueda y comunidad constituyen las capacidades comunicativas propias de las redes hipermedia de información distribuida”. Ver Orihuela, José Luis, “El ciberperiodista: entre la autoridad y la interactividad”, revista Chasqui Núm. 83, septiembre de 2003, pp. 12-15. 4) Ver Salaverria Ramón, “Diseñando el lenguaje para el ciberperiodismo”, revista Chasqui Núm. 86, junio de 2004, pp- 39-44. 5) Véase Lizy Navarro, “Los medios mexicanos en línea”, Revista Mexicana de Comunicación Núm. 90, enero 2005, y Navarro Lizy, Comunicación mexicana en linea, Fundación Manuel Buendía y Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México DF, 2005.178 pp. 6) Navarro Lizy, Op. Cit. 7) López Parra Raúl, “Periodismo y redes sociales”, Revista Mexicana de Comunicación Núm. 120, Febrero-Abril de 2010. pp. 42-45. 8) Véase Meneses María Elena, “Economía de la gratuidad”, Revista Mexicana de Comunicación Núm. 119, Noviembre 2009-Enero 2010. pp. 27-30. 9) A este respecto, Raúl López Parra ejemplifica que “el periódico digital Soitu, afincado en España, alcanzó un tráfico de un millón 500 usuarios únicos y ganó dos premios consecutivos (2007-2008) por parte de la Online News Association en la categoría de Excelencia Periodística. El diario apostaba a la gratuidad de contenidos exclusivos. A pesar de ser un modelo exitoso de periodismo digital y de sus altos niveles de lectores, Soitu quebró en 2009, con sólo dos años de existencia. Los anunciantes no fueron suficientes para sufragar los gastos operativos”, Véase López Parra, Raúl, Op. Cit. P. 43. 10) Tomado de Martínez Omar Raúl, “Entre el presente...”, Op. cit. 11) Ibidem. 12) Véase Antonio Núñez Aldazoro, “Los retos del periodismo digital”, en saladeprensa.org 13) Alma Delia Fuentes plantea que: “El periodista digital no sólo tiene que investigar, confrontar fuentes, redactar una historia atractiva y convencer a un editor de publicarla. Además debe ser un gestor todoterreno de la información: redactor, coordinador y editor de contenidos, webmaster –capaz de estructurar y trabajar con datos textuales, gráficos y audiovisuales–, diseñador de páginas web, consultor

y asesor de proyectos en Internet y hasta vendedor de ideas”. Ver Fuentes Alma Delia, “Periodismo en línea: un nuevo prisma del ejercicio profesional”, en Sala de Prensa: www.saladeprensa.org 14) María Teresa Sandoval, “Los periodistas en el entorno digital”, en Sala de Prensa: www.saladeprensa.org 15) Koldobika Meso, “La formación del periodista digital”, en revista Chasqui, Núm. 84, diciembre de 2003. 16) López Parra Raúl, Op. cit. 17) Agencia EFE, “Periodismo y redes sociales / Estudio”, Nota enviada por correo electrónico por el Centro de Periodismo y Ética Pública, Cepet, 4 de diciembre de 2009, 15: 24 hrs. 18) Ver Lichfield Gideón, “El futuro del periodismo”, Letras Libres. Núm.127, julio de 2009, pp. 28-31. 19) Lagoa Miriam, “Rebelión contra el gratis total en la Red”, El País, 11 de septiembre de 2009. pag. 26. En esta nota se refiere que Rupert Murdoch, propietario de uno de los mayores grupos de comunicación a nivel mundial, ha anunciado que a partir de 2010 cobraría por el acceso a la versión digital de sus diarios, entre ellos The Wall Street Journal, The Times y The Sun. Este empresario “ya ha mantenido reuniones con sus principales colegas, entre ellos The New York Times, para crear un consorcio que impondría el pago por la lectura de sus contenidos digitales”. 20) De hecho, Raúl López Parra refiere que The New York Times es uno de los diarios que mejor ha comprendido las nuevas formas de consumo mediático: “En 2006 abrió NYT Lab: su propio centro de investigación y desarrollo tecnológico en donde crea aplicaciones propias para los distintos soportes y dispositivos que aparecen en el mercado”. Op. cit. P. 43. 21) Fogel Jean-Francoise y Patiño Bruno, La prensa sin Gutenberg. El periodismo en la era digital, Punto de Lectura, Madrid, España, 2007. 205 pp.

Profesor e investigador de la UAM Cuajimalpa. Director de la RMC y presidente de la Fundación Manuel Buendía, A.C. El presente texto es un capítulo del libro titulado Semillas de periodismo.

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