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Endometriosis
Dr. Evaristo Jaime Medina-Cucurella, MD, OBGYN
Endometriosis, una condición común y retante que ha mantenido a las ciencias médicas en constante evolución. Antes de mencionar manejos de tratamiento a la vanguardia en la medicina es importante conocer un poco sobre los retos que presenta esta condición.
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La endometriosis se define como la presencia del tejido que recubre la capa interna del útero (endometrio) implantada en diversos lugares fuera del útero. Esta condición se puede ver en 1 de cada 10 mujeres en edad reproductiva y afectando hasta un 50% de mujeres con problemas de infertilidad. Además, la endometriosis se puede ver asociada hasta un 87% en mujeres que padecen de dolor pélvico crónico. Los implantes de endometriosis se pueden alojar en los ovarios, trompas de Falopio, vejiga, intestinos, espacio detrás del útero (cul-de-sac), entre otros incluyendo lugares fuera de la pelvis. Estos implantes responden a los cambios hormonales en el ciclo menstrual, permitiendo que crezcan, causando sangrado, inflamación, dolor y cicatrices (adherencias) que se ven manifestadas con varios síntomas. Entre los síntomas que puede presentar un paciente con endometriosis se encuentran el dolor en abdomen y pelvis antes y durante la menstruación, sangrado menstrual abundante, dolor en relaciones sexuales, dolor al orinar o defecar, nauseas, vómitos o diarreas relacionados al ciclo menstrual, infertilidad, entre otros. Es importante mencionar que los síntomas y la intensidad del dolor no necesariamente están relacionados con cuán avanzada se encuentre la condición. Sin embargo, es importante que toda mujer que presente alguno de estos síntomas pueda ser evaluada por su ginecólogo para diagnóstico y manejo.
El diagnóstico de la endometriosis se hace mediante una evaluación visual y/o histológica (celular) que se obtiene en lesiones removidas por medio de cirugía. No obstante, con una entrevista médica, examen físico y pruebas auxiliares se puede llegar a la sospecha de endometriosis. Existen otras condiciones que pueden presentar síntomas similares y se deben excluir, como el síndrome de intestino irritable (“IBS” por sus siglas en inglés), problemas en el tracto urinario e infecciones. El manejo de la endometriosis puede variar en relación con los síntomas del paciente y su deseo de procrear. El fin del tratamiento es el alivio del dolor, mitigar el progreso de la condición, mejorar la probabilidad de embarazo y la remoción de implantes invasivos en o fuera de la pelvis que puedan causar obstrucción del sistema urinario o intestinal.
Hay una gran variedad de medicamentos para el manejo del dolor relacionado a la endometriosis y entre estos, inicialmente, se utilizan los antiinflamatorios no esteroidales y el uso continuo de contraceptivos hormonales combinados. Si los síntomas no mejoran, se pueden utilizar medicamentos derivados de progesterona tanto en pastillas, inyecciones o dispositivos intrauterinos. En adición existen otros medicamentos como los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (“GnRH” pos sus siglas en inglés) que se deben utilizar en combinación a derivados de progesterona. También existen otras opciones que nos ayudan al manejo del dolor y síntomas de la condición que incluyen andrógenos, inhibidores de aromatasa y antagonistas de “GnRH”, pero algunos de estos constan de uso limitado hasta un máximo de 2 años y se continúa investigando para su aprobación a largo plazo.

Además, existen diversas opciones quirúrgicas para tratar la endometriosis. Dentro de las opciones quirúrgicas, la cirugía por laparoscopía es utilizada tanto para realizar el diagnóstico como para manejar la condición médica. Pacientes con endometriomas (implantes en ovario) y adherencias se benefician de manejo quirúrgico sobre manejo con medicamentos, así como pacientes con infertilidad relacionada a la endometriosis, aumentando la probabilidad de quedar embarazada. Otro procedimiento quirúrgico es la resección de útero y ovarios, el cual no es 100% curativo. Los síntomas en estas pacientes pueden persistir hasta en 15%. No obstante, si este es el manejo indicado, es importante conocer que conservar uno o ambos

ovarios puede llevar a una recurrencia de los síntomas hasta en un 60% de las pacientes. El uso de estrógeno luego de esta cirugía (histerectomía con remoción de ovarios) tampoco está contraindicado. Otros manejos quirúrgicos con relación al manejo del dolor incluyen la transección (cortar o quemar) de los nervios relacionados a este dolor.
Es importante mencionar que el manejo del dolor relacionado a la endometriosis se debe llevar a cabo de una manera multidisciplinaria, que puede incluir los servicios de gastroenterología, urología, fisiatría y/o anestesia con experiencia en manejo del dolor neuropático, psicología, entre otros. El manejo de la endometriosis puede ser complicado y retante, pero con la ayuda de su ginecólogo mejorará su calidad de vida.
