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a decoración árabe sobresale por ser uno de los estilos con más personalidad, ya que los elementos que se emplean generalmente están elaborados en impactantes materiales, diseños intrincados y bellos, y factura de gran calidad. Al contrario de la austeridad o sencillez de otros géneros, éste es un festival de texturas y colores, recargados y opulentos, exóticos y románticos. En el caso de este hotel ubicado en el pueblo de Wadi Musa, en Jordania, se ha mezclado el lujo de ciertos elementos modernos con lo exótico que aporta una cultura tan rica en componentes como la árabe. Alfombras, cojines y lámparas de forja de grandes dimensiones agregan drama al salón principal, donde los pasajeros pueden sentarse en cómodos sillones tapizados
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en rojo alrededor de mesitas redondas de cubiertas de mármol instaladas en torno a una fuente central hecha de mosaicos con figuras geométricas, al igual que el piso de mármol diseñado como si fuera una alfombra de estilo arabesco. En los países árabes se utiliza el recurso del mármol o la terracota para conservar el frescor del entorno, dados los altos grados de calor que hay en la mayor parte del año; las baldosas de cerámica y el zellige también se cuentan entre los revestimientos más utilizados tanto para paredes como para suelos. Con una arquitectura de techos altos, el lobby asemeja los patios interiores de las casas palaciegas, los pasillos abalconados poseen ventanas con mamparas de madera trabajadas a mano con diminutos motivos de estre-