¿Hay futuro con la Deuda? La juventud comenta el impacto del Plan de la Ajuste de la Deuda.
INTRODUCCIÓN Reafirmando nuestro compromiso con la juventud, a través de la plataforma de Es Mi Turno, pretendemos seguir educando y dando el espacio a la juventud para integrarse y participar en la toma de decisiones del país. En este escrito pretendemos resaltar las opiniones de participantes de MPA que han decidido hacer un llamado a la juventud de involucrarse y tomar acción ante la aprobación del Plan de Ajuste de la Deuda (PAD) para Puerto Rico, entrado en vigencia el pasado 15 de marzo de 2022. La aprobación del PAD supone un reto para el país y para la juventud misma. Desata un futuro incierto en su educación, salud y estabilidad económica. En MPA, creemos que la transformación de Puerto Rico será a través de la juventud; desde un liderazgo participativo. Es por esto, que junto a un grupo de jóvenes líderes en MPA, hemos desarrollado este escrito para motivar al resto de la juventud en Puerto Rico a involucrarse de manera activa en esta conversación. El Plan del Ajuste de la Deuda (PAD) es el documento que presenta la Junta de Control Fiscal al Gobierno de Puerto Rico. El mismo establece el plan para realizar el pago correspondiente de la deuda. Sin embargo, este plan toma un sinnúmero de medidas que no beneficiará directamente a la juventud puertorriqueña. Reconocemos que la deuda del país requiere unas medidas para las cuales el PAD es una herramienta responsable de negociación, siempre y cuando estas medidas no sean perjudiciales para distintos sectores. Es por esto que, damos el espacio a la juventud para dar a conocer cómo les afectará el PAD en su día a día y futuro. Entre las preocupaciones que despierta el PAD entre en este grupo de jóvenes se encuentra: Recortes a la Universidad de Puerto Rico: El PAD establece una asignación presupuestaria de $500 millones por cinco años, siendo esto una disminución a una cantidad insuficiente para el funcionamiento adecuado de la universidad. Varios cuerpos han expresado que esto es insostenible para la Universidad. Este recorte de presupuesto traerá de la mano aumentos en matrículas y costo por crédito convirtiendo a la Universidad de Puerto Rico en una inaccesible para la juventud. Según el Informe sobre los efectos de la cuarentena en el ingreso de la población universitaria en Puerto Rico el ingreso mensual de los estudiantes universitarios antes de la pandemia era menor a $500.00. Un aumento en los costos de estudio podría significar que un porcentaje alto de la población no pueda acceder a estudios superiores.
INTRODUCCIÓN Auditoría de la Deuda: A pesar de que distintos sectores en Puerto Rico se han expresado a favor de la Auditoría de la Deuda y la hemos presentado como un mecanismo de solución, la propuesta ha sido continuamente ignorada por los Gobernantes del país. La Auditoría podría reflejar una reducción significativa a la deuda que beneficiaría a todxs de manera significativa. Por el contrario, el Gobierno aprobó el PAD comprometiéndose así a pagar una deuda que muchos economistas ya han señalado como impagable. Educación Sexual: Dado a los recortes ya realizados que han provocado el cierre de escuelas y otras medidas dentro del sistema educativo, se alza la preocupación que ante la aprobación del PAD se continúe evadiendo el proveer una educación sexual integral para lxs jóvenes en Puerto Rico. Provocando así mayores escenarios de riesgo para la juventud como embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, violencia en las relaciones entre otros. Incertidumbre: La falta de transparencia en el proceso, a su vez, la desconfianza de que este Plan de Ajuste realmente atenderá las necesidades de la publicación provoca un sentimiento de incertidumbre y coloca a la juventud en una posición vulnerable ante las decisiones de su futuro personal y profesional. Les invitamos a leer a la juventud. Escuchar sus necesidades y propuestas. Al resto de la juventud, a involucrarse y no tener miedo a emitir su opinión ante estos temas que suelen verse complejos y ajenos a nuestra realidad, pero hoy más que nunca, aunque impuestos, nos pertenecen y son regidores de nuestro futuro. Nos comprometemos a servir como plataforma para impulsar las ideas, voces y propuestas de la juventud. Cualquier idea, opinión o propuesta que deseen compartir con Mentes Puertorriqueñas en Acción, Inc. lo pueden hacer a través de correo@mentesenaccion.org Seguiremos trabajando por un Puerto Rico solidario, participativo y justo.
Sobre Es Mi Turno www.mentesenaccion.org/esmiturno Es Mi Turno comenzó como una campaña educativa en el 2020 dirigida por y para jóvenes con el objetivo de promover el voto informado en asuntos que afectan a este sector. El ejercicio incluye este sitio web donde podrán encontrar las posturas de los candidatxs a la gobernación, comisaría residente, alcaldía de San Juan y senado y cámara por acumulación en cuatro temas: escenario laboral, violencia de género, educación y ambiente. Actualmente, la iniciativa busca continuar educado sobre las decisiones gubernamentales y cómo estas nos afectan como juventud. Sobre Mentes Puertorriqueñas en Acción www.mentesenaccion.org Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA) es una organización sin fines de lucro 501c3 que trabaja para dar paso a una nueva generación de líderes comprometidos con la justicia social y capaces de afrontar los retos de Puerto Rico. Creemos que esta nueva generación de líderes va a ayudar a crear una sociedad más solidaria, participativa y justa.
Autores
Yulianna Otero Asmar MPAeña Bachillerato en Estudios de Mujeres y Género y Estudios de Derechos Humanos, con una concentración secundaria en Antropología.
Juan José Jímenez Lizardi MPAeño Estudiante de Derecho Universidad de Yale
Laura V. González Cruz MPAeña Estudiante de Maestría en Investigación de Crímenes Económicos Universidad Interamericana Metro
Jean Michael Cruz Marzán MPAeñe Estudiante de Historia Latinoamericana y Caribeña, e Interno en el Proyecto de Diversificación Académica en Estudios de Afrodescendencia y Racialización en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Eunice M. Ortiz Nieves, MPAeña PARACa VISTA Fellow at Espacios Abiertos Bachillerato en Trabajo Social Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras
Actualmente, la educación sexual en Puerto Rico se ofrece de manera incompleta, superficial, y hasta tardía cuando ya les jóvenes están actives sexualmente.[...] Con los continuos recortes educativos presentes y futuros, la ya precaria educación sexual se verá aún más afectada, impactando especialmente la vida y seguridad de la juventud. Yulianna Otero Asmar MPAeña Bachillerato en Estudios de Mujeres y Género y Estudios de Derechos Humanos, con una concentración secundaria en Antropología.
El PAD: Una amenaza a la salud sexual y reproductiva de la juventud Yulianna Otero Asmar Según las propias proyecciones del Departamento de Educación de Puerto Rico (DE), del 2017 al 2026, habrán cerrado más de 500 escuelas, afectando a miles de estudiantes, para cumplir con los planes fiscales propuestos por la Junta. Con la aprobación del Plan de Ajuste de la Deuda, el gobierno se verá obligado a hacer todavía más recortes en la educación pública para poder cumplir con los pagos insostenibles que conlleva el mismo. Desafortunadamente, estas medidas de austeridad en la educación, y por consecuencia su impacto en la educación sexual, proponen un futuro incierto para la juventud puertorriqueña. De manera especial, afectará a las mujeres y personas gestantes jóvenes, pues la falta de estos servicios les conlleva a sufrir alto riesgo de embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, inseguridad y violencia en relaciones, entre otros riesgos físicos y emocionales. Actualmente, la educación sexual en Puerto Rico se ofrece de manera incompleta, superficial, y hasta tardía cuando ya les jóvenes están actives sexualmente. Un efecto de esto es que, en el 2019, 1,876 de jóvenes puertorriqueñas entre las edades de 15 a 19 años dan a luz a embarazos no planificados. Los embarazos no deseados en jóvenes de estas edades obligan muchas veces a que abandonen sus estudios. Más allá, por su edad, estas comúnmente sufren complicaciones en el parto que causan grandes riesgos a su salud y hasta la mortalidad materna e infantil. Otro efecto recae en que miles de jóvenes en escuela superior han sobrevivido algún tipo de maltrato o violación en relaciones. Aunque la política pública de la educación sexual de la isla exige la capacitación del magisterio en estos temas y supervisión de la implementación adecuada de la política, esto no ocurre en gran parte de las escuelas. Según Ortiz Resto, (2017), una buena educación sexual en el país “requiere de una gran reestructuración del Programa de Salud Escolar y una inversión económica” significativa.
El PAD: Una amenaza a la salud sexual y reproductiva de la juventud Yulianna Otero Asmar
Con los continuos recortes educativos presentes y futuros, la ya precaria educación sexual se verá aún más afectada, impactando especialmente la vida y seguridad de la juventud. Para atender esta problemática, las comunidades escolares que participaron del estudio de Ortiz Resto resaltan que se debe “reglamentar formalmente la enseñanza obligatoria de salud sexual en todos los grados y niveles educativos acorde con las dudas, necesidades y problemáticas de la población estudiantil.” Por esta razón, es de suma importancia que, como jóvenes, luchemos por escuelas que velen por la salud sexual de nuestres pares, ejerciendo nuestroderecho a la participación ciudadana. Como ejemplo, podríamos redactar un proyecto de ley que prohíba más cierres y recortes a la educación irrespectivo de la posibilidad de impago de la deuda, y vele especialmente por un currículo exhaustivo de salud sexual compulsorio (con perspectiva de género y los requisitos internacionales de derechos humanos). Más allá, basado en la recomendación de Ortiz Resto, el proyecto debe exigir personal capacitado (psicología, trabajo social, etc.) en las escuelas para asegurar y apoyar al magisterio en la implementación adecuada de la política. Para asegurar el adiestramiento y la implementación adecuada, podríamos exigir la creación de un comité de educadores (podría ser del Comité PARE) que se asigne a brindar talleres de adiestramiento en las escuelas del país. También, crear programas de voluntariado en nuestras universidades para aliarnos con las escuelas cercanas, proveer talleres de adiestramiento, y establecer programas de monitoreo y evaluación continua de la política.
El PAD: Una amenaza a la salud sexual y reproductiva de la juventud Yulianna Otero Asmar
Si bien el Plan propuesto solamente empeorará la situación de la juventud puertorriqueña ya vulnerabilizada, tenemos la responsabilidad de luchar por poner a nuestra juventud primero, exigiendo la cancelación de la deuda y priorizando los servicios esenciales que protejan la vida y el desarrollo seguro y justo de las mujeres y les jóvenes gestantes en Puerto Rico.
La educación superior del país y la Universidad de Puerto Rico [..] sufre recortes indiscriminados en presupuesto, como consecuencia del Plan de Ajuste de la Deuda, por lo que continúan los aumentos en el costo de la educación pública del país. La UPR tiene que ser declarada servicio esencial y de esta manera proteger su presupuesto, según lo establecen disposiciones de la Ley PROMESA Federal. Laura V. González Cruz MPAeña Estudiante de Maestría en Investigación de Crímenes Económicos UIPR- Metro
¿Cómo el Plan de Ajuste de la Deuda afecta directamente a los jóvenes en Puerto Rico? Laura V. González Cruz Para el año 2014, en Puerto Rico, se registró el flujo migratorio más alto en jóvenes de 20-34 años. El promedio de las personas era de 29 años y el 47% posee alguna educación post-secundaria, según informa el Observatorio Ciudadano de Jóvenes #Somos el Ahora. En el 2014 la emigración puertorriqueña alcanzó niveles nunca antes vistos al registrarse la salida de 83,010 personas, según datos del Negociado de Estadísticas de Transporte Federal. El Plan de Ajuste de la Deuda (PAD) lo que ha hecho es agravar esta situación en la que vivimos los jóvenes, implementando medidas de austeridad; que no es otra cosa que la reducción de gastos públicos y el aumento de impuestos. Como joven, estudiante y puertorriqueña, alzo mi voz ante nuestra situación colonial y cómo nos afecta a los jóvenes en Puerto Rico. Ahora es nuestro turno de seguir luchando por un país educado, sostenible, equitativo, seguro y justo. Para comenzar, ante todo proceso de quiebra por deuda pública, se supone que los derechos humanos sean prioridad y se hagan recortes protegiendo los derechos de las personas y sus necesidades. Ahora bien, nuestro país está en quiebra y nuestros derechos humanos no están garantizados porque el gobierno de Puerto Rico no ha sabido definir lo que son servicios esenciales. En Puerto Rico vivimos una triste realidad, no existe calidad de vida, hay más pobreza y cada vez hay menos servicios primordiales públicos y accesibles. La educación superior del país y la Universidad de Puerto Rico son solo un ejemplo. Sufre recortes indiscriminados en presupuesto, como consecuencia del Plan de Ajuste de la Deuda, por lo que continúan los aumentos en el costo de la educación pública del país. La UPR tiene que ser declarada servicio esencial y de esta manera proteger su presupuesto, según lo establecen disposiciones de la Ley PROMESA Federal.
¿Cómo el Plan de Ajuste de la Deuda afecta directamente a los jóvenes en Puerto Rico? Laura V. González Cruz A esto, se le añade la flexibilización en la reglamentación ambiental. La Junta de Control Fiscal puede derogar cualquier legislación ambiental que se considere en contra del “desarrollo” económico de Puerto Rico. También, se podrían vender territorios públicos para facilitar el pago de la deuda, esto quiere decir, vender poco a poco lo que es nuestro. Esto incluye, proyectos que suponen tener como fin el desarrollo de Puerto Rico, pero no buscan los mejores intereses del medio ambiente. Un ejemplo, son las Leyes 20 y 22 de 2012, ahora Capítulos 3 y 4 de la Ley 60-2019, que propone mayores beneficios contributivos para personas que realicen actividades comerciales de exportación. Por tanto, el Plan de Ajuste de la Deuda debe buscar un verdadero desarrollo para Puerto Rico, mientras la política pública del país promueve un plan para un Puerto Rico sin puertorriqueños. Entonces, ¿qué nos queda por hacer? Puerto Rico necesita jóvenes y una ciudadanía que quiera promover políticas públicas que busquen la transformación a una cultura de transparencia y rendición de cuentas. Un ejemplo de esto es el P. de la C. 1303, el cual propone una serie de enmiendas que configuran el estado de derecho en cuanto a acceso a información pública y deroga la Ley de Datos Abiertos de Puerto Rico. Esta medida incluye una lista de documentos públicos que cada entidad gubernamental deberá publicar en su página de internet, facilitando el esfuerzo que tenga que hacer la ciudadanía para conseguir información pública. Con este proyecto de ley se obligaría a toda entidad gubernamental a digitalizar y publicar en su portal de internet documentos como informes de viajes con especificación de destino, gastos, propósitos y forma de pago; contrataciones y nombramientos, actas y resoluciones de sus organismos directivos; contrataciones con fondos públicos con un detalle específico de cada contrato; lista de cabilderos y auditorías externas, entre otros.
¿Cómo el Plan de Ajuste de la Deuda afecta directamente a los jóvenes en Puerto Rico? Laura V. González Cruz Proyectos como estos nos ayudan a deshacernos de los moldes de conformismo, que no hacen otra cosa más que estancarnos como sociedad. Otra manera en que jóvenes y ciudadanos podemos promover la transformación a una cultura de transparencia y rendición de cuentas, son los foros ciudadanos, mesas de trabajo transectorial y las cumbres de rendición de cuentas. Estos son espacios en donde se promueve una cultura de democracia participativa, en donde todas las personas de nuestra sociedad pueden participar para mejorar la calidad de vida. La Fundación Agenda Ciudadana lo ha estado haciendo desde sus inicios en el 2007. En el 2007 y 2011 Agenda Ciudadana realizó alrededor de 29 foros ciudadanos a través de Puerto Rico en los que participaron más de 5,000 personas. Como resultado, se presentaron más de 7,000 propuestas en las áreas de educación, salud, seguridad, ambiente, familia y desarrollo económico que, luego se publicaron en el documento llamado “Agenda Ciudadana”. También, se celebraron múltiples diálogos transectoriales y cumbres de rendición de cuentas utilizando estrategias de deliberación para dar forma a las propuestas, resultando en proyectos de ley, planes estratégicos y alianzas que aún siguen vigentes. Estas modalidades de participación, facilitadas por Agenda Ciudadana, son un ejemplo de que una cultura de transparencia y rendición de cuentas es posible; solo necesitamos comenzar a trabajar de manera colectiva, activa y participativa. ¡Sigamos construyendo el Puerto Rico que tanto anhelamos!
En el presente, nos toca enfrentar la aprobación del Plan de Ajuste de la Deuda, plan que, aunque según la Junta impulsa la transformación y el bienestar para Puerto Rico, a duras penas nos asegura a nosotres, la juventud puertorriqueña, la posibilidad de un futuro permaneciendo en nuestra tierra. Jean Michael Cruz Marzán MPAeñe Estudiante de Historia Latinoamericana y Caribeña, e Interno en el Proyecto de Diversificación Académica en Estudios de Afrodescendencia y Racialización en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
¿Plan de Ajuste de la Deuda; o el Plan del Tumbe pa’ la Juventud? Jean Michael Cruz Marzán
En el presente, nos toca enfrentar la aprobación del Plan de Ajuste de la Deuda, plan que, aunque según la Junta impulsa la transformación y el bienestar para Puerto Rico, a duras penas nos asegura a nosotres, la juventud puertorriqueña, la posibilidad de un futuro permaneciendo en nuestra tierra. Los puntos a seguir dentro de la agenda que propone el Plan de Ajuste de la Deuda existen, no para salvaguardar y asegurar el futuro de quienes vivimos en este archipiélago, sino para adelantar el pago de una deuda. Aunque sí, debo admitir que pareciera atractiva la idea de vivir en un Puerto Rico libre de deuda, con mayores oportunidades de crecimiento económico y social, me pregunto hasta dónde es viable lograr esto mediante el Plan de Ajuste; y es que en efecto, no lo es. Una estrategia como esta, donde los intereses económicos van por encima de todo un pueblo y le condenan mediante la austeridad e incertidumbre, no será viable. Con la implementación del Plan de Ajuste de la Deuda, les jóvenes en Puerto Rico no podemos hablar de un acceso amplio a servicios relacionados a nuestra educación, nuestra salud o nuestra seguridad. Sin embargo, podemos hablar sobre cómo nuestro futuro en estos próximos en las próximas décadas se resume en medidas de austeridad para garantizar el pago de la deuda. Por los próximos 25 años estaremos pagando una deuda de reestructuración, por los próximos 30 años pagaremos una deuda de instrumentos de valoración contingente y por los próximos 40 años pagaremos una deuda por el porcentaje de los impuestos de ventas y uso bajo el plan de ajuste de COFINA. Esto sin cuestionar si el Gobierno de Puerto Rico es capaz de cumplir y dar a basto con las exigencias del Plan de Ajuste. Mientras tanto, el archipiélago y las nuevas generaciones viviremos bajo el mismo letargo.
¿Plan de Ajuste de la Deuda; o el Plan del Tumbe pa’ la Juventud? Jean Michael Cruz Marzán Según Daniel Santamaría, analista de política pública en la organización Espacios Abiertos, las proyecciones realizadas por la Justa de Supervisión Fiscal reflejan cómo para el año 2036 Puerto Rico se encontraría bajo un déficit primario; los ingresos del Gobierno no son capaces ni suficientes para sufragar sus gastos. Ahí entonces, milagrosamente, explicamos el encarecimiento en servicios básicos como el agua, el aumento de hasta un 400% en las próximas décadas para los peajes, e incluso un alza en el impuesto de propiedad. Por otro lado, no debemos considerar solo ajustar nuestro bolsillo , sino debemos considerar también todo lo que seguimos perdiendo en el proceso. La reestructuración gubernamental que esto representa para el archipiélago promueve medidas laborales que afectan a les trabajadores, como el despido sin justa causa, política pública energética que precariza aún más a les ciudadanes, una reducción en asignación de fondos a municipios, la continuidad a los recortes presupuestarios a la Universidad de Puerto Rico, entre otras medidas de austeridad que no tan solo hieren al pueblo, sino que nos masacran, a nosotres, la juventud. Si algo resulta imprescindible, a mi parecer, para viabilizar el futuro de la juventud puertorriqueña, es garantizar los servicios esenciales. Son estos servicios los que a largo plazo serán capaces de ofrecernos una vida justa, digna y plena. No obstante, el panorama que Puerto Rico nos ofrece en cuanto a la seguridad de estos servicios esenciales no es muy favorable, considerándose el hecho de que ni siquiera está claro cuáles son estos servicios esenciales para el Gobierno y la Junta de Supervisión Fiscal. ¿Cómo defender entonces estos servicios cuando se cuestiona la esencialidad de mi salud, de mi educación, y de mis derechos como trabajador? La clase política actual no trabaja ni vela en pro de los derechos humanos básicos del país. Es por esto que somos les jóvenes quienes debemos tomar la batuta en estos procesos.
¿Plan de Ajuste de la Deuda; o el Plan del Tumbe pa’ la Juventud? Jean Michael Cruz Marzán
No podemos tenerle miedo a hablar sobre estos temas. Somos nosotres y las próximas generaciones quienes debemos familiarizarnos con la situación, y con la importancia de, finalmente, exigir la cancelación de una deuda impagable e ilegal. Mientras tanto, también quedan en nosotres los esfuerzos para desarrollar e impulsar las exigencias de una auditoría de la deuda, con el fin de recortar y organizar pagos accesibles y justos. En mi opinión, la auditoría de la deuda resulta vital para evitar la decadencia del país. Mediante una auditoría formal de la deuda, tanto las autoridades pertinentes como el pueblo de Puerto Rico accederían a la razón clara y concisa de nuestro panorama económico actual. Por tanto, el eslabón principal para lograr que estos procesos sucedan se encuentra en la preocupación ciudadana; factor que determinará la acción de alerta para comenzar a ganar pertinencia en el manejo de nuestros fondos públicos. Ya sea bajo la representación en masa como clase trabajadora; comunidades afectadas por recortes al presupuesto de nuestros servicios esenciales; o simplemente como puertoriqueñes cansades del abuso de poder político, es necesario actuar con consciencia colectiva. Autogestionarnos, educarnos, y participar activamente en el monitoreo de la infraestructura política actual, apropiarnos de los asuntos referentes a la contratación pública, y hablar muchísimo más sobre la auditoría social. Plataformas como CoST, las cuales trabajan y organizan los esfuerzos precisamente para mantener una administración transparente en nuestras esferas gubernamentales, se colocan como vitales dentro de nuestra situación. De esta manera, informades y colectivamente, mantendremos una postura firme y contundente para demandar respuestas a favor de nuestras necesidades; y sobretodo, auditar.
¿Plan de Ajuste de la Deuda; o el Plan del Tumbe pa’ la Juventud? Jean Michael Cruz Marzán
Hacen falta líderes capaces, y dispuestos a trabajar para servir, y no para servirse. Herramientas como la transparencia gubernamental y el acceso a datos públicos son esenciales y son los que debemos defender para adelantar la seguridad de un porvenir diferente y justo para la juventud. Organizaciones como el Frente Ciudadano por la Auditoría de la Deuda, Sembrando Sentido, Espacios Abiertos, entre otras, han invertido muchísimo en esfuerzos para educar y concientizar a les puertorriqueñes de estos procesos. Por esta razón, insisto, somos les jóvenes quienes debemos tomar las riendas en la lucha y defensa de nuestro país. Si no es para nosotres, ¿Puerto Rico pa’ quién?
La lucha estudiantil contra el Plan de Ajuste de la Deuda ha sido fundamental para denunciar la importancia de la Universidad de Puerto Rico como un servicio esencial y exigir los recursos necesarios para continuar con su misión educativa y social.
Eunice M. Ortiz Nieves, MPAeña Pasante en Espacios Abiertos Bachillerato en Trabajo Social Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras
Deuda pública, educación y juventud Eunice M. Ortiz Nieves
Puerto Rico se encuentra en su momento crítico a nivel fiscal, ocupando el tercer lugar en los países de mayor desigualdad económica en el mundo y el primero en toda América, según datos del Banco Mundial. La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) nos ha despojado del acceso a servicios de salud, vivienda, trabajo, salario digno y hasta de nuestras tierras. Nos ha impuesto el pago de una deuda pública ilegal de $70,000 millones que no ha sido auditada. La deuda pública ha producido unas políticas de austeridad que han impactado directamente la educación superior pública. Contexto que ha obligado a la juventud a asumir jornadas de trabajo dobles o triples para sufragar gastos universitarios. Es precisamente en ese escenario de opresión, pobreza y austeridad, donde la juventud le ha tocado vivir el día a día, a la vez que lucha por sus derechos humanos, de los cuales pasadas administraciones gubernamentales se han enriquecido. El Plan de Ajuste de la Deuda (PAD), se ejecuta en un periodo donde la educación ha sido impactada con recortes de más de $96 millones menos en su presupuesto. El PAD establece una asignación presupuestaria de $500 millones por cinco años, siendo esto una disminución a una cantidad insuficiente para el funcionamiento adecuado de la universidad. De acuerdo con una investigación realizada por Kilómetro 0 “¿País de policías o de estudiantes y universidades?” durante el 2017 y el 2021 el Fondo General de la UPR se redujo hasta un 36%, mientras que al Negociado de la Policía recibió un aumento de un 26%. Múltiples expertos, como el director de la Oficina de Finanzas de la UPR, han expresado que la UPR no resiste un nuevo recorte presupuestario, el cual se traduce en aumento de matrícula, disminución de programas académicos, pérdida de acreditaciones, menos oportunidades para el estudiantado y como desenlace, la privatización o cierre de la universidad.
Deuda pública, educación y juventud Eunice M. Ortiz Nieves
El activismo de la juventud puertorriqueña por el acceso a servicios esenciales, por ejemplo, a la educación pública, se ha convertido en un mecanismo de defensa ante el trágico escenario que le ha correspondido forjar su futuro. La lucha estudiantil contra el Plan de Ajuste de la Deuda ha sido fundamental para denunciar la importancia de la Universidad de Puerto Rico como un servicio esencial y exigir los recursos necesarios para continuar con su misión educativa y social. Desde manifestaciones, paros y huelgas indefinidas son tan sólo algunos mecanismos de organización universitaria frente a los recortes presupuestarios a la UPR. La comunidad estudiantil ha sido enfática en que las medidas de austeridad hacen cada vez menos accesible la educación superior pública y pudiesen desembocar la desaparición del primer centro docente del país. La educación pública es una herramienta para fomentar el desarrollo de profesionales en diversas áreas que aporten a la transformación de las sociedades. Aporta a la erradicación de problemáticas sociales que reproducen la desigualdad y la opresión que nos mantienen en el estatus quo. La solución no está en reducir presupuesto, privatizar o cerrar la UPR, sino despolitizar y asignar los fondos correspondientes para el funcionamiento máximo de sus recintos. De manera que, la educación continúe siendo herramienta indispensable para la construcción de una mejor sociedad puertorriqueña. Un gobierno que no prioriza la educación, es un gobierno que no desea un pueblo educado. Si el gobierno no puede asegurar la educación pública, entonces pensar en otro Puerto Rico sin educación accesible, gratuita y de calidad, se convierte en una gran utopía.
Deuda pública, educación y juventud Eunice M. Ortiz Nieves
Es necesario exigir y ocupar los lugares de gobernanza de la universidad, de manera que podamos incidir en las decisiones que afectan a la comunidad universitaria. Crear alianzas entre organizaciones estudiantiles para elaborar estrategias dirigidas a exponer las razones por las que la UPR debe declararse como un bien esencial para el desarrollo socio-económico del país. Involucrarse en la política pública de la universidad como la Reforma Universitaria dirigida a establecer a la UPR como un bien esencial para el desarrollo socio-económico de Puerto Rico, otorgar a la UPR una gobernanza autónoma y democrática y fortalecer su financiamiento restableciendo la fórmula original del 9.6%. Promover que se les dé la oportunidad a estudiantes en formación a proveer servicios gubernamentales remunerados, representando un ahorro en costos por servicios y una experiencia de preparación para estudiantes. En fin, priorizar la participación estudiantil en todos los escenarios posibles donde se gestionen esfuerzos para la continuidad de una educación pública accesible, gratuita, asequible y de calidad. Continuemos la lucha por la educación pública como uno de los mecanismos más efectivos de organización para hacer posible una sociedad más justa, equitativa y participativa. La juventud está convencida que este no es el país que merecemos, por lo tanto, seguirán combatiendo contra cualquier injusticia que violente el derecho a formarse en la universidad pública. Como dice una consigna muy reconocida en las luchas sociales, ‘’esta lucha sigue, cueste lo que cueste.’’ Por una UPR accesible, gratuita, de calidad y posible para esta y las próximas generaciones. Sin universidad, sin acceso a la educación estamos perdidos, nos quedamos sin país y sin futuro.
Por más presente que esté el sentimiento de impotencia, no podemos olvidar que la batalla aún no ha terminado. Y nos toca a la juventud perseverar en la creatividad, buscando siempre nuevas estrategias para alterar la balanza actual del poder político. Juan José Jímenez Lizardi MPAeño Estudiante de Derecho en la Universidad de Yale
El PAD y sus ataduras: ¿y ahora qué? Juan José Jimenez Lizardi
En los pasados meses, hay quienes han celebrado la aprobación del Plan de Ajuste de Deuda (PAD) como un logro: el comienzo de una ‘Nueva Era’, proclama la administración del Gobierno actual. Para muches, sin embargo, lo que se aproxima luego de este acuerdo no tiene nada de nuevo. Se trata, al contrario, de un incremento de la precariedad colectiva que hace años conocemos. Continúa la desmantelación de las instituciones públicas y la lenta desintegración de la fibra social del país. La aprobación del PAD se dio luego de un periodo extenso de organización comunitaria, durante el cual los y las puertorriqueñas nos movilizamos para evitar un acuerdo que perjudicara aún más al pueblo. Cabe destacar el trabajo indispensable y las victorias que obtuvieron Construyamos Otro Acuerdo, la Colectiva Feminista, entre otras organizaciones, al concertar la lucha contra el pago de una deuda que a la ciudadanía no le corresponde asumir. Pero, al final, quien salió ganando con la aprobación del PAD no fue el pueblo. De estos hechos se desprende una mezcla de frustración e impotencia colectiva que no se debe minimizar. Mientras que el proceso de reestructuración de la deuda se presenta como uno justo y cuasi-democrático, la balanza se inclina en favor de los acreedores. Los organismos con mayor influencia en el manejo de esta crisis fiscal, la Junta de Control Fiscal y las cortes federales, no aparentan ser neutrales con la negociación. En un contexto como este, donde los poderes políticos, económicos, y legales dominantes niegan nuestro derecho a vivir plenamente, ¿cómo podremos proteger nuestros recursos? ¿Será posible hacerlo?
El PAD y sus ataduras: ¿y ahora qué? Juan José Jimenez Lizardi
Para la juventud del archipiélago, la frustración por la aprobación del PAD puede ser aún mayor. No cabe duda que el Plan cimentó unos compromisos largoplacitas que tendrán graves impactos para la juventud: recortes en fondos para la educación pública, menos oportunidades de obtener empleos dignos y estables, menos atención al efecto de la crisis ambiental en el país, entre otros. Ciertamente, todas las generaciones del país se verán afectadas por la austeridad que se avecina. Pero para quienes tienen toda una vida por delante en la isla, este Plan pinta un cuadro catastrófico, sobre todo cuando tantos y tantas economistas respetadas reconocen que bajo el acuerdo actual no le tomará más de dos décadas al Gobierno recaer en déficit. Ante este escenario, podría parecer que se nos cerraron las avenidas de lucha, que la juventud no tiene más opción que conformarse con décadas de empobrecimiento. Pero no es así. Por más presente que esté el sentimiento de impotencia, no podemos olvidar que la batalla continúa. Más aún, nos toca perseverar en la creatividad y ser un ente clave en cada ruta que busque alterar la balanza actual del poder político. ¿Cuáles son estas avenidas de cambio? En cuanto a la deuda pública, la juventud debe apoyar a toda costa los esfuerzos de la Comisión Ciudadana para la Auditoría Integral del Crédito Público. Aunque el PAD ya ha sido aprobado, una auditoría comprensiva y ciudadana aún sirve el doble propósito de (1) entender qué porción del monto total, y bajo qué mecanismos, se aprobaron ilegítimamente, y (2) familiarizarnos lo más posible con el tecnicismo de este tema, a la vez que fortalecemos las herramientas necesarias para defendernos con mayor éxito en el próximo debate contra acreedores.
El PAD y sus ataduras: ¿y ahora qué? Juan José Jimenez Lizardi
En esta mirada al futuro –donde la juventud será protagonista– no podemos dejar de tomar nota de otros países, Ecuador y Argentina, por ejemplo, que han luchado contra deudas externas. Tampoco estamos condenados a aceptar las injusticias que el PAD perpetúa. Para cada una de las instituciones sociales que se verán afectadas (la educación pública y de calidad, la seguridad para mujeres y comunidades marginalizadas, la protección del medio ambiente, entre otras) existe un ecosistema de organizaciones (el Instituto Nueva Escuela, Taller Salud, Casa Pueblo, respectivamente) en defensa de los bienes públicos mediante abogacía comunitaria y legislativa. La juventud debe insertarse en estas iniciativas, colaborando con quienes ya llevan años de luchas, y asumir posiciones de liderazgo para construir un Estado que priorice el bien común por encima de intereses privados. Aquí también, como en la deuda pública, una mirada internacional será clave, aprendiendo de países como Chile que actualmente apuestan a una transformación profunda hacia una sociedad feminista, ecológica y más justa. Queda claro, entonces, que más allá del PAD y sus ataduras, hay un mundo de alternativas a perseguir.
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