Periódico
Órgano Informativo de la Asociación de Salas de Artes Escénicas de Medellín. Edición n.° 77 - Mayo de 2022 - 10.000 ejemplares - Distribución gratuita
Teatro La Fanfarria 50 años de creación
mucho
tilín, tilín...
Periódico Medellín en Escena Ganador XXXI Premios CIPA a la Excelencia Periodísticaen la categoría Periodismo Cultural 2021
Teatro Oficina Central de los Sueños, Elemental Teatro, Teatro Matacandelas, CasaTeatro El Poblado, Corporación Canchimalos.
DIRECCIÓN ADMINISTRATIVA: Ana Cecilia Hernández Gallego.
REVISOR FISCAL:
Darío Calderón.
CORRECCIÓN DE ESTILO: Catalina Trujillo.
CONSEJO EDITORIAL:
Cristóbal Peláez, Yazmín González, Jaiver Jurado, Ana Cecilia Hernández G.
editor:
Jaiver Jurado G.
COORDINACIÓN EDITORIAL Y DIAGRAMACIÓN: María Fernanda Hernández.
COMUNICACIONES:
María Fernanda Hernández.
FOTOGRAFÍAS:
Álvaro Ybarra Zavala [El País, 2017], Carlos Lema, Fotos cortesía.
PORTADA:
El negrito aquel, Teatro La Fanfarria.
impresión:
Periódico La Patria.
CONTACTO:
periodico@medellinenescena.com.co www.medellinenescena.com.co
ISSN
SUMARIO
JUNTA DIRECTIVA:
EDITORIAL La Ley Naranja es un rotundo fracaso. Faltándole escasos tres meses para terminar su mandato, el Gobierno Duque no puede mostrar ningún balance favorable en torno a qué tanto se avanzó en este frente.
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ASOCIADOS:
Agité Teatro, Arlequín y los Juglares, Casa Clown, Casa Teatro El Poblado, Colectivo Teatral Matacandelas, Corporación Artística La Polilla, Corporación Artística Ziruma, Corporación Carantoña, Corporación Caretas, Corporación Casa del Teatro, Corporación Cultural Canchimalos, Corporación Cultural Nuestra Gente, Corporación Cultural Vivapalabra, Corporación La Fanfarria, Elemental Teatro, Fundación, Teatro Barra del Silencio, Teatro Oficina Central de los Sueños, Teatro La Sucursal, Teatro Popular de Medellín.
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ENTREVISTA Más que una entrevista, es una conversación con los tres integrantes que conforman el elenco creativo de La Fanfarria: Ana María Ochoa, Jorge Luis Pérez y Ernesto Aguilar.
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TEATRONACIENT El grupo nace en el 2008, con miras en la creación de un teatro con sabor e identidad latinoamericana.
9 LA COMPAÑÍA Grupo teatral conformado por diferentes profesionales reconocidos en la escena teatral de Medellín, trabaja en diferentes géneros teatrales y le apuesta a proyectos pedagógicos artísticos.
10 TEATRO Y MEMORIA Desde tiempos inmemoriales, los pueblos, a través de la palabra, los gestos o la danza, recuerdan sus hechos pasados tanto míticos como históricos.
12 colectivo teatral clepsidra Desde El Carmen del Viboral, este grupo nos cuentan sus proyectos y aventuras.
13 Este medio es apoyado parcialmente con dineros públicos priorizados por habitantes de la Comuna 10 – La Candelaria, a través del Programa de Planeación del Desarrollo Local y Presupuesto Participativo de la Alcaldía de Medellín.
NOTAS EN ESCENA ¡A programarse con notas en escena!
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editorial
LEY NARANJA: MUCHO TIlíN, TILíN… Por iniciativa de la bancada del Centro Democrático y liderado por el entonces senador Iván Duque, el Congreso de la República aprobó el 23 de mayo de 2017 la Ley 1834 (Ley Naranja) por medio de la cual se fomentaría la Economía Creativa: Artículo 2. Definiciones. Las industrias creativas comprenderán los sectores que conjugan creación, producción y comercialización de bienes y servicios basados en contenidos intangibles de carácter cultural, y/o aquellas que generen protección en el marco de los derechos de autor. Las industrias creativas comprenderán de forma genérica -pero sin limitarse a-, los sectores editoriales, audiovisuales, fonográficos, de artes visuales, de artes escénicas y espectáculos, de turismo y patrimonio cultural material e inmaterial, de educación artística y cultural, de diseño, publicidad, contenidos multimedia, software de contenidos y servicios audiovisuales interactivos, moda, agencias de noticias y servicios de información, y educación creativa.
Una definición bastante amplia y etérea donde cabe de todo: caballos, cerdos y manzanas, una puerta abierta de par en par a la entrada de capitales de las grandes multinacionales del entretenimiento y la tecnología. La voracidad del capitalismo es insaciable y no conoce banderas ni fronteras. La Ley Naranja es el marco legal para un tratado de libre comercio cultural con desventajas comparativas para los nacionales y diseñadas para suplir las necesidades del mercado internacional. La innovación, la creatividad y el emprendimiento siempre han existido porque son inherentes al ser humano. Sin embargo, su lucro y
explotación hace que los dueños del poder inventen marcos legales para el beneficio de unos cuantos, como, por ejemplo, en nuestro caso, la Ley Naranja. El mundo en el que vivimos actualmente se caracteriza por ser globalizado. Esta característica supone la aceleración del cambio tecnológico e informático, alta diversificación de los procesos productivos y de los mercados. Colombia no escapa a esa realidad donde se prioriza la sociedad de consumo por encima del desarrollo humano integral. El desarrollo humano no se impone por las autoridades gubernamentales, ni se decreta, es la sumatoria de los intereses, las necesidades, los anhelos, de los diversos grupos y sectores sociales que conforman una comunidad presente en un territorio, en este caso, en nuestro país. Cabe preguntarnos: ¿esos elementos de identidad social (intereses, necesidades, anhelos) están plenamente identificados? Las políticas económicas de un país deberían estar orientadas a un mejor bienestar de sus habitantes. Crecimiento económico no siempre implica desarrollo económico. El crecimiento económico se mide cuantitativamente (PIB, inflación, tasa de devaluación, deuda externa, renta per cápita, balanza comercial, entre otros). El desarrollo económico se mide cualitativamente (educación, salud, vivienda, seguridad, medio ambiente, arte y cultura).
Sin embargo, la Ley Naranja confunde la producción artística y cultural del país con las «mercancías» de las denominadas industrias culturales y del ocio, convirtiendo el arte y la cultura en valores de cambio, a los creadores en apéndices de un computador, a los grupos en «empresas» creativas, a nuestros colegas en competencia, al público en clientes y al sector cultural en un mercado persa. Es decir, lo que es un derecho constitucional como la cultura, se transforma en un eslabón más de la cadena de crecimiento económico de las grandes multinacionales del entretenimiento, donde la creación pasa a ser regida por las leyes de la oferta, la demanda, el marketing y la sociedad de consumo. La Ley Naranja es un rotundo fracaso. Faltándole escasos tres meses para terminar su mandato, el Gobierno Duque no puede mostrar ningún balance favorable en torno a qué tanto se avanzó en este frente. ¿Dónde quedó el contenido del diálogo con el sector cultural? ¿Cómo perciben artistas y creadores y gestores culturales la reforma que puso a rodar el Gobierno, en la que nunca fueron claros su forma, su contenido ni su posible impacto? Cuatro años se ha demorado este Gobierno en mucho teorizar y poco implementar. Mientras tanto, el ecosistema cultural (léase tejido social) se ha venido deteriorando con daños irreparables especialmente en la provincia, en detrimento de los derechos previstos en la Constitución Política.
En vez de profundizar un enfoque más regional en la construcción de proyectos de cultura y en la promoción del arte, como lo exige nuestra diversidad cultural, que es un gran desafío pero también una maravillosa oportunidad, nos sigue agobiando el sesgo centralista. Los daños colaterales desde la implementación de la Ley Naranja son alarmantes: Desaparición de entidades culturales: En el 2017, existían 193.000 entidades sin ánimo de lucro (ESAL), en el 2022, solo sobreviven 40.116, según datos de la cámara de comercio de Bogotá-. Pauperización del sector artístico y cultural: En el 2017, la tasa de desempleo era del 8%. En el 2022, ha alcanzado niveles históricos del 12.1 % Juegos del hambre I: Aparece el decreto 092 del 2017, por el cual se reglamentó la contratación del estado con las ESAL lo que ha llevado a una indignante subasta de proyectos culturales donde gana el que cobre menos. Juegos del hambre II: Convocatorias de estímulos con escasos presupuestos y abundantes papeleos. Hemos retrocedido tanto en estos cuatro años, que hasta razón tienen aquellos que peyorativamente nos llaman “neandertales”.
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LA FANFARRIA
50 años de creación Más que una entrevista, es una conversación con los tres integrantes que conforman el elenco creativo de este grupo. Ana María Ochoa, Jorge Luis Pérez y Ernesto Aguilar. Lo hacemos en su teatro en La América y en el Taller de Muñecos, que es su lugar predilecto, después de su sala de teatro, por donde han discurrido sus obras de títeres y que alberga además una gran programación de diversas artes y festivales, algunos de ellos con más de veinticinco años de historia. Es un encuentro emotivo, pues hacía un par de años no nos veíamos y las anécdotas y sinsabores dejadas por la pandemia nos van abriendo la conversación. Durante años he admirado este colectivo que ha construido un verdadero universo, lleno de fantasía, poblando la imaginación de niños, jóvenes y adultos con sus obras originales cargadas de color y riqueza expresiva. El olor a café fuerte inunda el lugar, alguien dice: «Prendan esa grabadora». Por Jaiver Jurado Giraldo JAIVER JURADO: Cincuenta años cumple La Fanfarria, es un tiempo significativo en la vida y en el arte, me pregunto por el concepto mutaciones en este trayecto que ustedes han andado.
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JORGE LUIS PÉREZ: Eso de mutaciones lo entiendo en que todo proceso es un camino zigzagueante, no es una línea recta, hemos cumplido diferentes etapas, podríamos decir que la primera etapa fue encontrar un lugar y, bueno, dimos con un garaje muy acogedor, había mucho calor humano, llegaban diferentes artistas, poetas, músicos.
Las universidades estaban en paro desde 1971 y en el 72 todo el año estuvimos con las universidades cerradas, Álvaro Posada, Luis Roberto Correa y yo dijimos: «Necesitamos un espacio para trabajar». Afortunadamente, encontramos un garaje en la casa de mi familia en Laureles, ahí había unos corotos y los echamos hacia la parte de atrás, en un día organizamos el espacio, para poder crear, construir juguetería y hacer algunas presentaciones. Yo había hecho algunas cosas de teatro con la universidad, entonces montamos obras coyunturales, había un fervor político en el ambiente, nos presentábamos en asambleas estudiantiles
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de la Universidad de Medellín, en el Camilo Torres, en la celebración del Primero de Mayo y así empezamos, luego decidimos trabajar con los títeres y comenzamos esta hermosa labor. En nuestro espacio había mucho encuentro, nos visitó David Sánchez Juliao, después llegó José Manuel Freidel, Gabriel Arango, allí estuvimos como cuatro años, luego pasamos a la escuela de Villa Hermosa, que era una escuela eucarística, de la curia de Medellín, eso fue en el 72, y en el 76 nos pasamos para La Mansión, con el grupo de teatro de Freidel —yo también era del grupo de Freidel—, los de títeres nos acomodamos también ahí. JJ: Ana María, ¿y eso de mutaciones qué te dice? ANA MARÍA OCHOA: Si hay algo que muta es el ser humano, pero en el sentido riguroso de la palabra creo que no hemos mutado, que seguimos siendo iguales, o sea, yo hasta me pongo ropa que usé y muevo objetos de aquella época de los ochenta, entonces digo: «Jueputa, si no fuera porque tengo todos estos años, parece que el tiempo no hubiese pasado». Ahorita estamos retomando Sueños de Dios, que fue una obra muy importante para nosotros, ahí es donde nos damos cuenta de la potencia tan grande de La Fanfarria, su capacidad transgresora de romper lo que no se conocía. Yo entro al grupo, y este ya era reconocido, era una entidad cultural querida en la ciudad y en el país. JJ: Y para ti, Ernesto. ERNESTO AGUILAR: Mutaciones lo entiendo como el cambio de las cosas y de la vida. Yo conocía La Fanfarria desde antes, en La Mansión, vine a ver las obras de ellos allí, estudiaba en la Escuela de
Álvaro Posada, cofundador de La Fanfarria. Teatro de la Universidad de Antioquia cuando vi Constelaciones, esa obra me encantó, me impresionó mucho, era como el 82, había un festival de teatro, el último que hizo la Corporación Colombiana de Teatro, donde se presentó La maestra, con la dirección de Luis Carlos Medina, Informe para una academia, de Mauricio Duque, Los cuates de Candelita, de Julio Seoanes, entonces ahí fue donde conocí a La Fanfarria. Después, en el 85, conocí a Ana María y a Álvaro Posada, nos encontramos en una película que hizo Leonel Gallego: El tren de los pioneros. Yo nunca había sido titiritero entonces me fui encarretando con el cuento, en ese entonces estaba El negrito aquel, empecé a manipular y fui entrando a este maravilloso mundo. JJ: El comienzo, la historia de La Fanfarria está trazada por los viajes, es algo que está en su ADN, háblenos de su viaje a Francia, que sé, los marco definitivamente.
AMO: Un viaje maravilloso. Nos fuimos, además de Jorge, Álvaro y Lucho, Darío Rojas y yo, los cinco integrantes del grupo, ciento y una funciones, Francia, Holanda, Suecia, Alemania, en autostop, eso lo hace uno cuando tiene esa edad, de otra manera imposible. JLP: Cuando llegamos a París nos presentamos en el Festival Internacional de Marionetas y nosotros nos íbamos a venir en quince días. Tuvimos la fortuna de ser contratados por la alcaldía de París. Durante un año escolar hicimos ciento y una funciones; podríamos decir que nos vio toda una generación de niños de esa ciudad. También resultaban funciones en Holanda y otras ciudades, pero volvíamos de nuevo, eran giras cortas, de una semana. En enero se acabaron las escuelas. Quedamos Álvaro, Ana María y yo, era el verano, los otros dos compañeros que habían llegado con nosotros se quedaron, uno estudiando música y el otro con su familia que vivía en Francia. Entonces organizamos de la obra Constelaciones una
escena para hacerla en la calle, la estrenamos en el 80. En verano, la gente estaba en los lagos, presentábamos la obra por la noche, conseguíamos para la comida de ese día y así duramos todo el verano. Recorrimos casi toda Suiza y Alemania, después estuvimos en el Festival de Aviñón. Había pasado más de un año, queríamos regresar, nuestro trabajo está en Colombia, en Medellín. Y el 15 de diciembre de 1983 regresamos a Colombia en un barco carguero de banano. Partimos del puerto de Amberes, en Bélgica, y llegamos a Turbo. AMO: Me acuerdo de que a nuestro regreso salió un titular de prensa que decía: «Regresó un barco cargado de titiriteros», fue divina esa entrevista. Cuando llegamos a la sede en el barrio La Mansión, ya la casa no era como nosotros la queríamos, todo había cambiado. Con Álvaro, Luis Fernando Rendón, Jorge y yo buscamos esta sede, la cual habitamos desde julio de1985
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y seguimos con los títeres, por eso digo que no hemos mutado, nosotros sabíamos lo que queríamos hacer y era seguir con nuestro proceso creativo como Fanfarria que ya llevaba once años. Nosotros seguimos siendo compactos, una unidad y no hemos trastabillado, aquí seguimos con el títere en la mano. Corrimos con suerte porque en ese tiempo nació Teleantioquia, y con el canal hicimos dos series El vecindario de don Arsenio, y Las aventuras del negrito aquel, que fueron las primeras obras de La Fanfarria; hicimos veinticinco capítulos. Eso fue hermoso, aprendimos mucho, los objetos que hablan, todo lo sacamos en el programa, esa experiencia fue definitiva para no sucumbir en la pandemia, porque por esos programas que hicimos en Teleantioquia, Jorge Luis tenía esa experiencia y velocidad para hacer las estructuras de los guiones, nosotros hicimos sesenta y ocho programas originales en tiempos de pandemia, todos tenían componentes en video y transmisión en vivo. Cuando hablé ahora sobre la obra Los sueños de Dios, qué estamos retomando, es porque las obras son como nuestros hijos y no podemos dejarlas morir. JJ: ¿Y la pandemia qué produjo en ustedes, en el grupo? AMO: Trabajamos más en la pandemia que en otro tiempo, eso fue brutal, no tuvimos descanso. JLP: Todos los grupos que tenemos sede trabajamos mucho en ese tiempo. EA: Trabajamos tres veces, es paradójico, ensayábamos toda la semana, por streaming, Meet y todas las plataformas; cuando podíamos, por turno de pico y cédula, íbamos al teatro.
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JLP: Había que escribir guiones de forma permanente, hacíamos dos presentaciones semanales y eran presentaciones en vivo, con pregrabados de siete minutos. Nosotros seguíamos adelante con escenografía, títeres, textos y ensayos. EA: La pandemia me enseñó a quitarles el miedo a esos aparatitos [muestra su celular] y me tocó aprender. JLP: Los primeros días de la pandemia dijimos: «¿Qué vamos a hacer?». Nosotros no conocemos la virtualidad ni nada de eso, entonces le propusimos a Sergio Gil, quien estaba formado en el mundo digital y audiovisual, muy querido, amigo de nosotros: «Usted es el que nos va a salvar». Y así fue, con él hicimos todo ese proceso. Desde la imagen reafirmamos mucho la experiencia que tuvimos en Teleantioquia, lo que habíamos hecho, comprendíamos cómo hacer
los planos y el lenguaje de la cámara. Nosotros teníamos planeado montar Simbad y aprovechamos la oportunidad creando una serie de ocho capítulos. AMO: Jorge había tenido la locura de montar algo de Las mil y una noches y nos pusimos a leer los tres libros que tenemos de editorial Aguilar. Me acuerdo de que cuando me gradué de economista, con mi primer sueldo, ese fue el primer regalo que me di, los tres tomos de Las mil y una noches. JLP: Nosotros hemos tenido siempre ese libro de cabecera, una obra milenaria, que se ha mantenido hasta nuestros días, con su poesía, erotismo, aventuras, ficciones y sus personajes, un pensamiento muy grande, a pesar de no ser una obra infantil. AMO: La pandemia nos permitió retomar con calma ese texto y decidimos montar Sim-
bad, el marino, inspirados en un poema de Borges que dice: «El mar. El joven mar. El mar de Ulises y el de aquel otro Ulises que la gente del Islam apodó famosamente Es-Sindibad del Mar». JLP: Yo pensaba que con la pandemia iba a ver cambios muy profundos en la humanidad, que iba a ver una mayor reflexión, olvidarnos del yo, del ego, y ahora veo que se está borrando lo que pudo haber sido un espíritu de colectividad, de pensar más en el mundo, en lo social. JJ: Hay una palabra, la pongo acá en esta conversación, y es legado, entiendo que ustedes son medio anacoretas, anarquistas, medio locos, pues para tener cincuenta años en esto hay un rayón, un montón de cosas, que no es solamente el oficio o la persistencia de construir muñecos, objetos, dramaturgias, sino el de tejer una ciudad con todo este trabajo. Hablemos del legado de La Fanfarria para Medellín.
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AMO: El legado que tenemos los seres humanos es ser felices, pero parece que solo vale el dinero y la gente quiere acumular más y más dinero. Es una cosa tan arcaica, porque el capital no tiene ética, estética ni moral; entonces el otro, el ser humano, no importa. Ser felices a pesar de los problemas, las angustias, eso es inevitable en los seres humanos. Haber construido este pequeño mundo que es un gran mundo, porque las pequeñas cosas juntas son las que forman grandes obras de la humanidad, el testimonio de nuestra vida es nuestro legado, no tenemos obligación con el futuro, nuestra obligación es con lo que ya hicimos y el presente.
nuidad desde hace más de sesenta años, que no ha parado un día de ser. Entonces, haber sido parte de esto, haber aportado y no desistir ni en la pandemia.
Ya el futuro lo definirá la historia, porque no mandamos en ello, pero nuestra obligación es haber sido fieles a un ideal de tres jóvenes que cuando tenían veinte años, por las circunstancias políticas del país, decidieron que su camino era este y eso fue hermoso, haber seguido siendo fieles a ese ideal, haber luchado año tras año, eso significa nunca haber desistido del proceso, ese es el legado para los que vienen atrás, para los grupos en Colombia, de los cuales somos su referente. Ya las obras están escritas, la casa es de la ciudad, a veces nos dicen que «a ver el nuevo grupo», y otros agregan que «a quién le vamos a dejar todo esto», o nos aconsejan hacer el cambio generacional, pero, ¿saben?, yo me siento como de veinte años, Jorge cumplió setenta y un años, y él está como de quince, y Ernesto con sesenta y dos parece de doce años.
ANA MARÍA OCHOA: Yo, viajera. ERNESTO AGUILAR: Yo, carpintero. JORGE LUIS PÉREZ: Y yo, músico. JAIVER JURADO: [Cara de pregunta] ¿?
Entonces ese es nuestro legado, nuestra historia lo que hemos conseguido y consolidado sin tener ambición de ser el grupo más grande de Colombia, o el más numeroso, nos sentimos hacedores de un proceso histórico, valiosísimo, que comenzó con el Teatro La Candelaria, el TEC, Manzur, aunque antes había otros procesos, pero no esta conti-
EA: La historia de cincuenta años es nuestro aporte a las otras generaciones, nosotros aquí, desde Jorge cuando empieza en el garaje, ya han pasado casi tres generaciones. JJ: Freud hablaba de que el ser humano debía tener un camino o profesión determinado, pero recomendaba tener otro alterno por si el principal fallaba, esto en la búsqueda de la felicidad. ¿Cuál creen sería en cada uno de ustedes ese otro camino?
AMO: Soy sagitario, soy fuego y vuelo, desde chiquita. Amo a Jardín, el pueblo que fundaron mis antepasados y mi tatarabuelo. Y a pesar de eso, yo decía: «No me quiero quedar en Jardín, no quiero casarme en Jardín, no quiero tener hijos, mis compañeras de primaria ya llenas de muchachitos, yo sabía que de Jardín me tenía que ir». Y se murió mi mamá justo en ese septiembre que yo me graduaba. Yo siempre viví con mi maleta empacada y me vine a Medellín a estudiar en Indesco, hoy Universidad Cooperativa, Economía. Para entender un poco este mundo, y para mí Medellín era tan lejos como Roma, y empecé en la universidad, ahí conocí a La Fanfarria, mi camino se torció. Siempre viajar, hacer títeres, es lo más encantador. Viajar no solo en la propia casa a través de imaginarios, sino esa posibilidad de andar mundos, montañas, pueblos, países hasta el punto de haber recorrido veintiocho países. Creo haber cumplido mi sueño.
EA: Antes de hacer teatro estudié Ingeniería, me cambié para Teatro, casi me echan de la casa; todos mis hermanos son de profesiones liberales como ingenieros, siempre me ha gustado el trabajo de la madera, fui marquetero, y con este oficio me defendía económicamente. JLP: Siempre me ha gustado la música, he sido muy musical, pero nunca tuve educación. Por el lado materno, mis abuelos, mi mamá, mis tías, siempre tocaron instrumentos en Remedios, que es el pueblo mío, con otras señoras cantaban en la iglesia, y mi familia siempre ha sido musical. Lo poquito que sé lo he aprendido de manera empírica, y los profesores que he tenido han reforzado un poco ese conocimiento. JJ: Al comenzar esta conversación alguno de ustedes, dijo que a La Fanfarria le habían sobrevenido dos grandes crisis, y bueno, hablamos del regreso de Europa y los grandes rompimientos, pero ¿cuál fue la otra crisis? [Silencio largo] AMO: La ida de Álvaro Posada. Para mí, Álvaro fue muy importante, a mí me dolió mucho cuando se fue del grupo, en el 2007, fue una gran pérdida, porque él fue clave desde los
inicios; él renunció por amor, aquí en el festival internacional de títeres que nosotros realizamos. Él era un gran artista, tenía cincuenta y ocho años y su compañera veintinueve; se enamoraron profundamente y se fueron a vivir a España. Para nosotros fue muy difícil, pues quedamos con una sola obra, siempre teníamos en repertorio aproximadamente diez obras y solo quedamos con El negrito aquel; y remontamos Huevo de picaflor, que habíamos acabado de montar. Él venía cada dos años a visitarnos y se quedaba un par de meses. En 2018 regresó al país y el año pasado tuvo un accidente de tránsito, perdió la memoria y eso nos pone tristes. JLP: Queremos, en estos cincuenta años, hacer un homenaje a su vida y creatividad, ha sido para nuestra entidad un pilar desde los inicios. [Hay un ambiente solemne en este gran taller donde hago esta entrevista, se siente la fraternidad y los recuerdos brotan de manera tranquila de estos fanfarrios, habitados por un alma grande; se imagina uno que de tanto ser otros seres y crear universos, ellos se han convertido en parte de esa fantasía, y desde allí nos hablan del tiempo y de las cosas]
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escena nacional
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Teatro
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TeatronacienT es un laboratorio de creación escénica, conformado por artistas profesionales e interdisciplinarios, que busca hacer del teatro una experiencia de emociones e invenciones, explorando una estética de creación conjunta y profunda sobre el ser humano. El grupo nace en el 2008, con miras en la creación de un teatro con sabor e identidad latinoamericana. Con esa meta desarrolló el proyecto Viaje por Memoria Suramericana, que dejó por tesis la obra Uno. En su repertorio, TeatronacienT cuenta con obras como El monstruo y la isla de basura, Los papeles del infierno, Potestad, La esclusa, Séptimus y el viaje de los peregrinos y su más reciente producción Esperando a Godot.
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escena local
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la com pa ñía
La Compañía es un grupo teatral conformado por profesionales reconocidos en la escena teatral de Medellín. Esta corporación trabaja en diferentes géneros teatrales y le apuesta a proyectos pedagógicos artísticos que incentivan valores de paz, como la tolerancia y la otredad. Este grupo nace de la pregunta por cómo el arte puede ser una herramienta para el reconocimiento de nuestra cultura. La Compañía cuenta con el acompañamiento constante de un grupo de profesionales que asesoran el diseño y la construcción de escenografía, maquillaje y vestuarios, composición y producción musical, requerimientos técnicos como luces y sonido, y en otros aspectos artísticos como canto, danza, técnicas de improvisación y de comedia del arte. La Compañía, como elenco artístico, cree en la dialéctica de todas Las formas comunicativas como la mejor ruta para la interpretación, como el punto focal de nuestra de nuestra investigación escénica. Estamos abiertos a seguir indagando nuevas rutas estéticas que nos permitan ir de la mano del público y comprender el rito primordial que nos reúne por medio del gesto, de la emoción. Nuestro objetivo es contribuir, por medio del arte, a lo que nosotros entendemos como humanidad, cohabitar.
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biblioteca gilberto martínez
TEATRO Y MEMORIA «Drama y trama de la vida» «El teatro es el lugar en el que el pasado se hace presente en todo su esplendor tridimensional, es el espacio en que ese tejido de citas provenientes de los mil focos de la cultura cobran vida frente a nuestros ojos en una “tapicería de fantasmas”». Roland Barthes.
Por Alberto Mira, miembro de Átropos. Desde tiempos inmemoriales, los pueblos, a través de la palabra, los gestos o la danza, recuerdan sus hechos pasados tanto míticos como históricos, en un afán por conservar en la memoria individual y colectiva sus raíces y no dejar que el olvido haga perder lo pasado, pues este es génesis del presente y proyector del futuro. Estas acciones convertidas en expresiones se volvieron arte, creación, y se desdoblaron en poesía, canción, épica, literatura, teatro, danza, mímica. Para los griegos las creaciones estaban representadas por las musas, diosas inspiradoras, cuya madre había sido Mnemosine, la memoria, madre incluso de las ciencias y de la misma historia, porque es nieta de Cronos, el tiempo, y protectora de la sabiduría. Ella restituye lo que ha pasado, ligando presente y pasado. Para los chibchas era Sie (la madre agua), quien gobernaba el fluir del mundo e invitaba a caminar en el tiempo. Ya Homero y los aedos, cantores que se acompañaban de la cítara, instrumento de Apolo, protector de las artes, cantaban y recitaban los hechos del pasado y en sus voces eran rehabilitados, recordados, reconocidos y revividos por los oyentes que de esta manera mantenían
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viva la memoria de su pueblo y se reconocían miembros de una misma historia. Y en África, los griots, hombres y mujeres, que eran considerados filósofos, poetas, historiantes, recitadores de leyendas, cantaban las historias de los grandes reinos, del Congo, de Malí, de Gambia, yendo de aldea en aldea, de tribu en tribu, entrelazando las memorias, pues eran jails, «mantenían la continuidad con el pasado». Los griots perviven todavía en las comunidades de África occidental. El teatro, desde sus orígenes en Grecia, como arte dramático, ha sido teatro de la memoria. Las tragedias traían al presente las épicas mitológicas que los dramaturgos, a través de la «mimesis», convertían en representaciones donde toma forma el protagonismo humano y sus vicisitudes; actualización del pasado, recreado en el «lugar de la representación», el teatro, verdadero templo de conocimiento y educación; lugar cuasi sagrado para los griegos consagrado a Dionisos, el dios que religa, que une rito y fiesta, que convoca a la «mimesis». Unían allí mitología e historia en algo singular, memoria viva, pedagogía. El teatro en Colombia, después de los graves acontecimientos que desangraron al país, conocidos como época de la Violencia, empezó a fijarse en el contexto social y po-
lítico y a finales de los años sesenta y en los setenta, surgieron obras que reflejaban hechos acontecidos en esos años pasados; nace así un teatro de la memoria en Colombia. Obras como El monte calvo, de Jairo Aníbal Niño, historia basada en la guerra de Corea, en la cual participaron tropas colombianas; Los papeles del infierno, de Enrique Buenaventura, obra en cinco piezas que recrea hechos de esa época violenta del país, enmarcados en su contexto político; Nosotros, los comunes, montaje colectivo del Teatro La Candelaria de Bogotá, que recreaba la Revolución de los Comuneros; Guadalupe años sin cuenta, igualmente creación colectiva de La Candelaria, que evoca el levantamiento armado en los Llanos Orientales en los años cincuenta y el asesinato del líder Guadalupe Salcedo después de firmar un cese al fuego con el Gobierno nacional; o La agonía del difunto, de Esteban Navajas, sobre el despojo de tierras a los campesinos en la costa Caribe; muestran las nuevas búsquedas hacia un teatro propio, un teatro nacional y cómo ellas son puestas en escena de acontecimientos de la historia del país, son obras de memoria. Traen a escena hechos pasados, lejanos o recientes, pero que la historia oficial ocultó o contó de una manera sesgada.
Guadalupe años sin cuenta es un ejemplo palpable, muestra lo sucedido con las guerrillas del Llano, en especial con Guadalupe Salcedo; montaje colectivo a partir de una investigación hecha por los integrantes de La Candelaria que se fueron a los Llanos Orientales y hablaron con personas que vivieron esos hechos, reviviendo su memoria, para luego contarla a los espectadores a través de un montaje vivo, levantando el manto del olvido que la historia oficial había echado sobre esta parte de la historia de Colombia; es la reivindicación de la memoria colectiva como hecho político. Esta obra fue premonitora de lo que vivimos actualmente en el país. El teatro enlazador de pasado y presente, memoria viva que nos impele a repensar nuestra historia y cómo vamos a superar la espiral de la violencia que nos asola desde hace tanto tiempo. En años recientes se han hecho otras obras de memoria. Podemos destacar otro montaje colectivo del Teatro La Candelaria de Bogotá, se trata de Camilo, que evoca la vida y la muerte de Camilo Torres, el llamado cura guerrillero, verdadero héroe trágico de nuestra historia, memoria de una época especial por la que pasó el país cuando la «revolución» se sentía a la vuelta de la esquina, y Antígonas, tribunal de mujeres, de Carlos Satizábal, obra
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la violenta— en un montaje plástico donde la música y la danza también participan de manera especial, los actores recrean esa historia a través de personajes de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, donde Úrsula Iguarán, la «abuela de las abuelas», es la memoria de Colombia en toda su historia trágica, es la madre de todos los desaparecidos y de los jóvenes asesinados, de los llamados «falsos positivos», de los líderes sociales muertos. Esta obra recuerda cómo nos desangramos en el tiempo y llama a invocar a todos esos muertos y que junto a resucitemos este país yerto, hecho cementerio, y lo hagamos casa viva para todos y todas, un país en paz.
que, re-creando la tragedia Antígona, trae a la memoria la tragedia de las mujeres colombianas víctimas del conflicto armado; la obra propone «una memoria rebelde, resistente y polifónica. Una polifonía de voces y de lenguajes que derrota la desmemoria y la dominación», en palabras del autor. En Medellín, entre otros, tenemos al maestro Gilberto Martínez, quien hizo un teatro de la memoria a partir de hechos históricos y de hechos cotidianos, la «memoria como arma para seguir viviendo»: El grito de los ahorcados, Manuela, la mujer…, Francisca o quisiera morir de amor, Rapsodia de cuchillos y perros, Zarpazo, Deliquios del amor
y la locura; es teatro recreador de acontecimientos sociales, vueltos dramaturgia, pero que hacen pervivir esos hechos como vivos y presentes y parte de la memoria colectiva. Martínez cita una entrevista que le hacen a un campesino en 1971 partícipe de las luchas por la recuperación de tierras por parte de la Asociación de Usuarios Campesinos y que con otros compañeros habían montado una obra de teatro llamada Nuestra lucha. Al preguntarle por qué habían montado esta obra, el campesino respondió: «Creemos que es una forma efectiva de recordar nuestras luchas y además educar para ellas». Está aquí resumido
cómo el teatro es memoria y esa memoria sirve para educar, como desde la antigüedad ha acaecido. En el momento actual tenemos dos obras que siguen evocando la memoria porque ella siempre está y estará. Una, que está en su montaje, es 1996 Altavista, de Daniel Baena, dramaturgo de Medellín, que recuerda la masacre cometida por paramilitares en el corregimiento de Altavista en 1996, cuando fueron asesinados muchos jóvenes. La otra, de reciente presentación es La resurrección de los condenados, de Misael Torres y Juan Carlos Moyano. Toca la historia reciente del país —que ha sido la de siempre,
Teatro y memoria, como dispositivo para evocar lo pasado, lugar donde este se hace presente y no deja que el olvido total lo sucumba, pues hay cosas que se olvidan o que deben olvidarse, pero este no puede tapar toda la historia y más cuando se pretende taparla de manera cínica por los perpetuadores de hechos violentos de esa historia, para no pagar sus crímenes, como sucede en Colombia o creando falsas memorias. El teatro es resistencia viva contra esa pretensión de olvido, protagonista esencial en la «batalla cultural y jurídica» que se libra en el país por la verdad histórica, por el esclarecimiento y la justicia. La Biblioteca Gilberto Martínez contribuye a salvaguardar la memoria del país a través de la conservación de textos de obras de teatro, investigaciones, análisis y documentos que dan cuenta de la violencia y de los conflictos sociales acaecidos en Colombia en las últimas décadas.
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escena regional
Periódico Medellín en Escena
Colectivo Teatral
Clepsidra
El Colectivo Teatral Clepsidra es un grupo nacido en el año 2011 en el municipio de El Carmen de Viboral, Antioquia; el grupo surge como un espacio de investigación de las artes escénicas por algunos jóvenes que estando en el grupo de proyección del Instituto de Cultura del municipio sienten que es muy poco el tiempo de ensayo semanal y deciden unirse con otras personas interesadas en hacer teatro; cabe resaltar que la principal motivación de este grupo surgió a partir de presenciar los espectáculos de calle y sala que se presentaban en el Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble, realizado anualmente en el municipio. De esta manera divertida y desprevenida comienza la travesía, la búsqueda en el juego teatral que más adelante se constituiría como un grupo dedicado a la exploración, creación y formación teatral. Clepsidra se ha preocupado por realizar diferentes puestas en escena tanto de teatro de sala como callejero. Los talleres de formación dictados por el grupo en su mayoría han sido realizados en colegios de diferentes zonas rurales del departamento Antioqueño. El grupo hace parte de CARMENTEA (Red Carmelitana de Teatro), la
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Red GATO (Grupo amigos de Teatro del Oriente) y la Red Antioquia en Escena; ha participado en comparsas del Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble. En el año 2014 es ganador de la beca de creación de la Convocatoria de Estímulos al Talento Creativo del ICPA con la obra Preludio para andantes o fuga eterna de Críspulo Torres reconocido director Colombiano en codirección con el maestro Rolando Hernández Jaime de Cuba, esta obra participará este mismo año del Primer Encuentro Internacional de Teatro Comunitario en Río de Janeiro, Brasil donde se realizaron diferentes presentaciones de la obra, además de participar en el montaje de calle Joao Cándido obra callejera con temática de los héroes latinoamericanos cuyo montaje fue llevado a cabo con grupos de Argentina, Brasil, México, Sudáfrica y Colombia. Dentro de la exploración del grupo se han realizado montajes de sala como Viaje al imaginario obra basada en textos de Antonin Artaud, Vicente Huidobro, Fernando Pessoa y William Shakespeare, que exploran en la psique de un personaje con múltiples personalidades y cómo realiza un viaje en sus delirios literarios y poéticos.
Más adelante el grupo realizará una puesta en escena llamada La trompeta mágica de dramaturgia del grupo. Esta obra está basada en exploraciones iniciales de la técnica del mimo corporal dramático y el clown silente, y se da a través de una investigación realizada por la provocación de un taller dictado por Juan Carlos Agudelo Plata, director de La Casa del Silencio en Bogotá. La obra llega a consolidarse y a realizar un gran recorrido por diferentes municipios del departamento tanto en calle como en sala; se realizaron muchas funciones en colegios, escuelas y en diferentes festivales como lo son Brújulas de El Peñol, Caña Brava de Sonsón, el Festival Carmentea y El Gesto Noble de El Carmen de Viboral. En el año 2018 participó en el V Encuentro de Teatro Comunitario realizado nuevamente en Brasil. Posteriormente a esto, el grupo realiza la puesta en escena llamada Memorias del olvido basada en la obra colombiana Remington 22 escrita por Gustavo Andrade Rivera en la época de 1950 y basada en la guerra desatada por el bipartidismo y la influencia de los medios de comunicación de la época como el periódico; una triste historia que sigue estando en vigencia en nuestro país debido a que los medios y colores de los partidos políticos cambian pero las problemáticas como la corrupción continúan más vigentes que nunca. En el año 2017 el grupo se embarca en una gran puesta en escena desde lo performático, reuniendo bailarines y músicos invitados, con una dramaturgia propia llamada De-Generaciones humanas. Esta obra está basada en las problemáticas de un territorio como El Carmen de Viboral que poco a poco sufre una gran transformación de manera acelerada con la llegada de grandes retos debido al crecimiento poblacional y urbanístico mal planificado.
Durante la búsqueda teatral el grupo requiere cada vez más un espacio donde lograr concretar ensayos, talleres de formación y presentaciones, es por esto que en el 2017 decide formalizar un espacio alternativo e independiente llamado Café Teatro y comienza una nueva lucha y aventura del grupo; entre tantos ires y venires el grupo empieza a adaptarse a nuevas dinámicas como la circulación y programación de eventos diversos como el teatro, la danza, los conciertos y hasta nuevas dinámicas comerciales para poder sostener económicamente la sala de teatro que hasta el día de hoy se mantiene vigente con un aforo para cincuenta personas a media cuadra del parque del municipio de El Carmen de Viboral. La última puesta en escena se llama Nunak y Awa, guardianes de la tierra,es una obra de teatro de creación colectiva del grupo. El nombre hace alusión a dos pueblos indígenas colombianos, habitantes del sur del país que en la actualidad se encuentran en riesgo de desaparecer: los Nukak Makú y los Awá «la gente de la montaña, la gente de la selva». La obra en sí misma busca ser un homenaje para los ancestros y su historia de lucha, todo con un único fin: el cuidado y respeto hacia la tierra y sus recursos. Es también, un ingenuo y sabio llamado a la memoria de la pequeña Leti a su abuelo Agustín, por medio de los fuertes cuestionamientos que le plantea y de las conclusiones a las que él llega. Esto es solo una parte de las creaciones más representativas del Colectivo Teatral Clepsidra. El grupo continúa caracterizándose por su diversa investigación en los géneros teatrales y continua formación; es de esta manera que comienza a encontrar su identidad dentro de las artes escénicas de Antioquia y el país.
notas en escena
Periódico Medellín en Escena
comuna10 - la candelaria: ¡anfitriona de tres grandes eventos! Con recursos de Presupuesto Participativo, el Teatro Oficina Central de los Sueños realizó tres eventos relacionados a las artes escénicas como un aporte al trabajo escénico de los artistas que habitan la Comuna 10 – La Candelaria.
jandro Puerta director de Agité Teatro, y la función del Circo Medellín con su obra Ilussion. La programación del festival se desarrolló en las salas de los teatros La Sucursal y Teatro Oficina Central de los Sueños el 18 y 19 de mayo de 2022.
En el primer evento: 1er Encuentro Semana de la Artes Escénicas se ofrecieron obras de los grupos profesionales de teatro Teatro Casa Clown, Teatro Matacandelas, Agité Teatro, Teatro Oficina Central de los Sueños y Pequeño Teatro. Se llevó a cabo del 15 al 17 de mayo de 2022.
El tercer evento fue el Festival de Bailes Deportivos con una gran muestra de danza y baile de artistas de la Comuna 10, se realizó del 20 al 22 de mayo de 2022.
El segundo evento: Festival de Grupos Amateurs, fue un espacio para las escuelas de teatro en formación de la comuna, compuestos por semilleros y laboratorios de teatro y grupos independientes, con los eventos especiales Taller Conciencia del cuerpo a través de la máscara neutra, dictado por Ale-
Estos espacios tan necesarios para los habitantes del sector, fueron iniciativas que presentaron los artistas, gestores, organizaciones y en general los actores culturales de la Comuna 10 - La Candelaria. Encuentro ciudadano priorizado con recursos del Programa Planeación del Desarrollo Local y Presupuesto Participativo 2021.
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notas en escena
Periódico Medellín en Escena
5to SIN RÓTULOS Encuentro artístico, diversidad y género Sin Rótulos es un proyecto de Casa del Teatro de Medellín, que desde el 2018 abre el panorama para comprender el movimiento del cuerpo desde otras perspectivas y sus múltiples maneras en que el movimiento se manifiesta en él; más allá de lo que entendemos hegemónicamente por danza, romper con dichos rótulos para expandir y ampliar la mirada, logrando así posicionar el encuentro como foco de intercambio del pensamiento contemporáneo y experimental iberoamericano de artistas, creadores emergentes y de larga trayectoria nacional e internacional. Un encuentro que posibilita espacios de diálogo, formación, proyección, circulación y crítica de experiencias estéticas e investigaciones que problematizan el cuerpo en relación con diferentes disciplinas artísticas.
El 5to Sin Rótulos: encuentro artístico, diversidad y género desde las artes del movimiento, se realizará del 21 de junio al 2 de julio de 2022, en el marco del mes de la diversidad. Se une como aliada estratégica la Compañía Al paso Escénico, con un trabajo colaborativo, de apoyo desde lo formativo, creativo y de gestión. Para esta edición se suman los espacios de La Rueda Flotante, Casa Danza, Oficina Central de los Sueños y CasaTeatro El Poblado. La programación artística contará con siete grupos invitados y uno de Casa del Teatro: Trapitos, el último habitante del Teatro Danza Pies del Sol (Bogotá), Herederas de Troya de Qewa Teatro (Bogotá), ¡DRAG! Cabaret – Burlesque de Carlos Giraldo Molina, Closet de la Corporación Ziruma, Poema para tres
mujeres del Teatro Oficina Central de los Sueños, Atarugao de la Fundación Afrocolombiana Casa Tumac, Alicia el musical del Teatro El Grupo y De mujeres de Casa del Teatro de Medellín. La programación académica consistirá en dos conversatorios, un taller y una
residencia. Las propuestas están enmarcadas en una pregunta por las manifestaciones del cuerpo en su contexto y cómo este se (de)construye.
Elemental Teatro Casa Contenta
Donde palpita el arte
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Después de nueve años de haber habitado la sede del centro en Pascasio con San Juan, de haber consolidado un repertorio importante de obras, haber construído un público y contribuido con la transformación del centro de la ciudad, Elemental Teatro, se trasladó al corregimiento Santa Elena de Medellín desde el 1° de diciembre de 2019.
narración oral, stand up comedy, además hemos abierto nuestra casa para la realización de ferias artesanales, talleres, seminarios, eventos sociales, entre otros. Poco a poco Elemental Teatro Casa Contenta se ha ido consolidando como un espacio abierto y diverso, un espacio de apropiación comunitaria para el territorio.
Alquilamos una finca de 10.600 mts2 con opción de compra, con la idea de establecer un centro cultural que pudiera beneficiar a toda la comunidad que hace parte del Territorio Cultural Santa Elena, de Medellín, y del país.
Tenemos el sueño de comprar este espacio y poder consolidar una propuesta artística, cultural, formativa, ambiental y patrimonial para nuestro país. Invitamos a todos los artistas, gestores y comunidades a habitar y apropiarse de esta casa, a palpitar con el arte de las diferentes regiones del país que ofrecemos en nuestra programación; tam-
Durante estos dos años, hemos ofrecido programación permanente de teatro, danza, música,
bién a las entidades públicas y la empresa privada para que se sumen a esta causa que beneficia directamente a las comunidades rurales de Medellín, Guarne, Envigado y Rionegro, las cuales conforman el Territorio Cultural Santa Elena. Desde aquí, desde la alta montaña, queremos aportar al desarrollo, social y cultural de las comunidades rurales, con el corazón, con la fuerza creativa, con la voluntad comunitaria. Estamos convencidos de que el arte tiene el poder de tocar y movilizar sentimientos y emociones profundas en todas las personas, que mediante él se puede cualificar la humanidad.
notas en escena
Periódico Medellín en Escena
C A R T E L E R A T E AT R A L
MI AMOR EN TRES LA DOCTORA
9, 10 y 11 de junio 2022 8:00 p.m. jueves, viernes y sábado $20.000
5TO SIN RÓTULOS:
ENCUENTRO ARTÍSTICO, DIVERSIDAD Y GÉNERO Del 21 de junio al 2 de julio 2022
Simbad el marino Sábado 11 de junio 2022 5:00 p.m. Domingo 12 de junio 2022 11:30 a.m.
Fin de viaje
SONATA PARA UN SINAÍ
Del 3 al 18 de junio 2022. 8:00 p.m. General: $25.000 Estudiantes: $15.000
18, 19, 20, 25 y 26 de junio 2022. Entrada con trueque.
[adulto mayor y personas en situación de discapacidad]
DIRECTORIO DE SALAS ASOCIADAS Teatro La Sucursal Cra. 42 54-50 (Centro) - [604] 4993087 plataformacultural@gmail.com Corporación La Polilla Cl. 23 76-85 (Belén) - [604] 3433627 info@lapolilla.org Teatro de Títeres Caretas Cra. 126B 61A-71 (San Cristóbal) - [604] 4270698 caretas@une.net.co Teatro La Fanfarria Cra. 84 42C-54 (La América) - [604] 2509230 fanfarria@une.net.co Corporación Carantoña Cra. 75 24-47 (Belén) - [604] 3434022 corporacioncarantona@gmail.com
Elemental Teatro Cra. 35 Este 19-223 05 (Santa Elena) [604] 5579775 teatroelemental@gmail.com
Corporación Cultural Canchimalos Cl. 47DD 88 - 24 (Santa Lucía) [604] 448 97 40 culturacanchimalos@gmail.com
Agité Teatro Cl. 52 39A -30 (Centro) - [604] 2280361 agiteteatro@gmail.com
Colectivo Teatral Matacandelas Cl. 47 43-47 (Centro) - [604] 2151010 matacandelas@matacandelas.com
Teatro Casa Clown Cra. 42 44-46 (Bomboná) - [+57] 320 562 1344 colectivoinfusion@gmail.com Teatro Barra del Silencio Cl. 45C 75-151 (Velódromo) - [604] 4135583 barradelsilencio@gmail.com
Teatro Oficina Central de los Sueños Corporación Vivapalabra Cra. 43 52-50 (Centro) - [604] 2394179 Cl. 55 43-63 (Centro) - [604] 2396104 corporacionteatro.oficina@gmail.com corporacionculturalvivapalabra@gmail.com CasaTeatro El Poblado Teatro Popular de Medellín Corporación Ziruma Cra. 47B 17BSur-30 (Poblado) - [604] 3211100 Cl. 64 39-18 (Villa Hermosa) - [604] 2843462 Cl. 48 41-13 (Centro) - [604] 2166262 comunicaciones@casateatroelpoblado.com teatrotpm@une.net.co arte-ziruma@hotmail.com Corporación Cultural Nuestra Gente Cl. 99 50C-38 (Santa Cruz) - [604] 2580348 nuestragente@une.net.co
Teatro Arlequín y los Juglares Casa del Teatro de Medellín Cl. 59 50A-25 (Prado Centro) - [604] 5017170 Cra. 44 69-71 Manrique Central [604] 4335829 - [+57] 300 503 8455 administracion@casadelteatro.org.co
www.medellinenescena.com.co