09 - El día en que Dios confrontó a Simón el Mago

ENSEÑANZA BÍBLICA

EL DÍA EN QUE DIOS

CONFRONTÓ A SIMÓN EL MAGO “Y Dios nos ha dado su Espíritu como prueba de que vivimos en él y él en nosotros.”

1 Juan 4:13

Recomendaciones para los padres La historia bíblica de hoy, ‘El Día en que Dios confrontó a Simón el Mago’, nos permite enseñarles a nuestros hijos algo muy profundo sobre la fe en Cristo y seguirle a Él. Cuando creemos genuinamente, lo hacemos porque vemos en Él todo lo que necesitamos. Es una fe que nos lleva a entregarnos por completo, por quien Él es y no por lo que pueda darnos.

Nosotros amamos a nuestros hijos por quienes son; no por lo que ellos puedan darnos. Así, el que cree en Jesús verdaderamente, viene a Él porque le desea.

Si tienes un niño de un año o menos, tómalo en tu falda y señala hacia un objeto separado de ti. Verás que en la mayoría de las ocasiones, el niño va a observar la mano y el dedo con el cual señalas, pero no va a mirar lo que quieres que vea. Así le pasó a Simón en Hechos 8. Simón no vio la grandeza de Jesús, que era a quien apuntaban los milagros que hacía Felipe.

Simón se quedó mirando la mano, o sea, los sucesos extraordinarios. Y eso fue lo que en todo momento acaparó sus deseos, nunca Jesús.

Además, Simón el Mago, vio al unirse a los cristianos, creer y bautizarse, una oportunidad para ganar mayor poder, influencia, exposición, y para él ser el centro de la atención. Esa actitud es una que demuestra un corazón, que está alejado y que no ha conocido el amor de Dios. Cuando en nuestras vidas tenemos ese tipo de motivaciones, lo más amoroso que alguien puede hacer por nosotros es confrontarnos con ellas.

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Eso fue lo que hizo Dios con Simón: lo confrontó al enseñarle que en su corazón lo que había era avaricia y egoísmo. Aún después de que Dios encarara a Simón, a través de Pedro y Juan, él no entendió, pues su preocupación era qué podía pasarle, cuando había ofendido a Dios con su deseo de comprar el Espíritu Santo. Ejemplos de personas que respondieron erróneamente a Jesús se encuentran en: Juan 2:23-25; Lucas 8:13; 1ra Corintios 15:1-2 y Santiago 2:20, 26.

Velemos que nuestra fe y la de nuestros hijos, sea auténtica.

Estemos dispuestos a con amor, confrontar sus vidas, para distinguir lo que verdaderamente hay en sus corazones y ellos crean genuinamente.

A la luz de esto, le recomendamos a los padres los siguientes temas. Pueden discutir uno o varios, según la edad o necesidad de su hijo: 1. Hay personas que pueden seguir a Jesús por las razones equivocadas, como Simón.

2. Seguimos a Dios por quien Él es y no por lo que Él puede darnos.

3. Existen dos reinos, el reino de Dios y el reino de las tinieblas.

4. El reino de Dios es uno de salvación, paz, gozo y vida. El reino de las tinieblas es de mentira, egoísmo, tristeza y muerte.

5. El Espíritu Santo no se compra ni se vende. Es un regalo de Dios para los que creen y aman a Jesús verdaderamente.

6. Dios, al que ama confronta, para darle una oportunidad de arrepentirse de su maldad.

Felipe salió de su cuarto, pasó cerca de la cocina y tomó una fruta que se encontraba en la mesa. Abrió la puerta para salir y caminó con rapidez hacia el mercado. Ese día, las vías de la ciudad de Samaria estaban llenas de gente.

Cada cual caminaba a su paso, pero Felipe sentía en su corazón que el día sería intenso. Dobló por la esquina de la calle del mercado y pudo apreciar la gran cantidad de samaritanos y extranjeros entremezclados en los puestos: algunos comprando, otros vendiendo y otros simplemente viendo.

En esta ocasión, Felipe concentró su mirada en Simón, al que le llamaban “El Mago”. Estaba parado sobre un estante de madera en el centro del mercado, con su pelo largo, túnica impecablemente blanca y cinturón dorado.

Hablaba con fuerza y seguridad.

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—¡Acérquense! Escuchen los secretos de sabiduría que tengo para ustedes. Yo Simón, tengo la manifestación del poder del gran dios. Yo soy el que viviré para siempre.

De inmediato, movió su mano con rapidez e hizo que las vasijas de vino que tenía frente a él se convirtieran en agua. Felipe, al otro lado del mercado, sintió en su estómago el vibrar de las voces de la gente sorprendida: —¡Ooohhh! —exclamaban, mientras aplaudían asombrados.

La cara de Simón brillaba de orgullo, pues la gente le adoraba. Su esposa Helena, quien estaba siempre a su lado, traía ante él personas que pagaban para que él les hiciera milagros. Mucha gente seguía a Simón. ¡Grandes y chicos! ¡Ricos y pobres!

—Este hombre es “el gran poder divino” — decían.

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Felipe terminó de comer su fruta, se movió con tranquilidad al lado opuesto del mercado y comenzó a hablar con la gente sobre Jesús.

Les decía: —Jesús, el hijo de Dios, vino al mundo para traer paz entre Dios y los seres humanos. Ya no hay necesidad de seguir haciendo cosas malas, tenemos en Él, el perdón de pecados.

—Jesús nos libera sin cobrar nada a cambio. ¡Él da de Su poder, sanidad y amor gratis!

La gente se alejó de Simón y Helena, y se acercaron a Felipe, quien con mucho amor, continuaba hablándoles y orando por ellos. Ese día, muchos que estaban esclavizados a espíritus de maldad, fueron sanados y restaurados de manera poderosa. De inmediato, sus rostros y corazones eran transformados. Además, fueron curados muchos inválidos y paralíticos. ¡La alegría los contagió! Muchos creyeron en Jesús y eran bautizados.

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Al atardecer, cuando Felipe se retiraba del mercado, doblando por la esquina de la calle hacia su casa, escuchó alguien que lo llamaba: —¡Psssst! ¡Psssst!

Felipe se detuvo mirando a todos lados, tratando de distinguir de dónde lo llamaban.

Un sonido similar volvió a escucharse:

—¡Psssst! ¡psssst!

¡Felipe! ¡Felipe! ¡Aquí!

—¡Psssst! ¡Psssst! —seguido de una voz que le llamaba—. ¡Felipe! ¡Felipe! ¡Aquí!

Era Simón, que desde una pequeña puerta, le hacía señas a Felipe para que se acercara.

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Él caminó hacia Simón y entró al cuarto donde estaba.

Simón invitó a Felipe a sentarse y le pidió que le hablara de ese Jesús, en nombre de quien Felipe hacía tantos milagros.

Felipe le habló de Jesús y Simón le aseguró que él también quería creer en el Salvador. Además, quería ser bautizado para aprender a hacer milagros, como Felipe. Así, Simón aceptó a Cristo y fue bautizado. Seguía a Felipe muy de cerca, asombrado con las maravillas tan poderosas y las señales extraordinarias que hacía.

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Varios días después, Pedro y Juan viajaron a Samaria desde Jerusalén para ver las grandes cosas que Dios estaba haciendo allí. Cuando llegaron, oraron para que los hermanos de esa ciudad recibieran el Espíritu Santo, poniendo las manos sobre ellos.

Así, todas las personas por las que Pedro y Juan oraban, recibían el Espíritu Santo, haciendo milagros en el nombre de Jesús.

Simón vio que recibían el Espíritu Santo cuando Pedro y Juan ponían las manos sobre los hermanos. Él deseó profundamente, tener la misma capacidad. Pensaba, que si obtenía esa fuerza, entonces sí que podría hacerse millonario cobrándole a la gente por hacer milagros.

Podría lograr que la gente volviera a adorarle a él.

Por eso, Simón se le acercó a Pedro y le dijo: —Estoy dispuesto a pagarte lo que sea, si me das ese poder, para que a quienes yo le ponga las manos, reciban el Espíritu Santo.

Pedro le respondió: —¡Simón, el amor al dinero mata tu corazón y destruye tu vida! ¿Piensas que puedes comprar el regalo de Dios? Tu corazón es dañino; solo piensas en ti y en lo que puedes obtener de los demás. ¡Abandona tu maldad! Pídele al Señor que perdone tus malas intenciones. Estas lleno de amargura y de envidia. ¡Vives esclavo al pecado!

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Entonces Simón contestó: —Pidan por mí al Señor, para que no me pase nada de lo que ustedes han dicho.

Sin embargo, lamentablemente, nada pasó ese día en el corazón de Simón, pues él no estaba verdaderamente arrepentido de su maldad.

Simón solo le tenía miedo a lo que podía pasarle, pero no quería dejar de pensar en él y en lo que le convenía. Su corazón estaba endurecido.

Ese fue el día en que Dios confrontó a Simón el Mago, con su pecado, pero él no se arrepintió.

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RECURSOS: CANCIÓN Jesús Estás Conmigo (Lyric Video) Hillsong Kids Jr. https://youtu.be/RM-pNveGkIA

VOCABULARIO:

1. entremezclar = mezclar varias cosas o personas, con otras.

2. estante = tabla o mueble para poner cosas.

3. señas = gestos para indicar algo.

4. vías = espacio o camino para que las personas transiten.

5. samaritano = personas que son naturales de la región de Samaria, al norte de Jerusalén.

¿Q ve ué r l hi o qu zo S e im ha ó cía n a Fe l lip e?

¿Si

¿Q so ué d br e J ecía es ús Felip ? e

e p i l e F ó ij f o e s d a én rc i e u q m l n a ¿E gar a? e i l r l a l a am S de

m

se n ó

p e r r a

? ó i t in ¿Q u y Ju é pas aba an ora c ban uand por o Pe la g dro ent e?

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b o t ex t l e . a a t i i r Rec emo m de

¿Q u sob é le d re e ijo P l am ed or a ro a l di Sim ó ner o? n

ibe scr de ón? dro Pe e Sim mo n d ¿Có orazó el c

JUEGO

EL DÍA EN QUE DIOS CONFRONTÓ A SIMÓN EL MAGO

ACTIVIDAD: Instrucciones: 1.Recorta el círculo.

2.Inserta una presilla (clip).

3.Dale vuelta a la presilla y contesta.

4.Vea el vídeo como referencia.

How to play the Spinner Game

https://www.youtube.com/ watch? v=d4g1FV_bhTo&feature=yout u.be

COLOREA

EL DÍA EN QUE DIOS CONFRONTÓ A SIMÓN EL MAGO

Nombre:

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“Y Dios nos ha dado su Espíritu como prueba de que vivimos en él y él en nosotros.”

1 Juan 4:13

COLOREA

EL DÍA EN QUE DIOS CONFRONTÓ A SIMÓN EL MAGO

Nombre: Identifica a los personajes Trazando una línea

simón Felipe “Y Dios nos ha dado su Espíritu como prueba de que vivimos en él y él en nosotros.”

1 Juan 4:13

MAYO 2020 | PUERTO RICO | #QUÉDATEENCASA #CRISTOTEAMA AUTORES: JUAN M. FRONTERA Y ANGÉLICA VARGAS | EDITORA: RAQUEL ÁLAMO DISEÑO GRÁFICO: LUIS E. RAMOS | ILUSTRACIÓN: RICK LIPSETT