37 - El día que Dios le habló a Isaías

ENSEÑANZA BÍBLICA

EL DÍA QUE DIOS LE HABLÓ A ISAÍAS Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Isaías 9:6

Reflexión para los padres y maestros: La enseñanza El día que Dios le habló a Isaías, basada en los primeros capítulos del libro de Isaías, es un hermoso recordatorio de la promesa del Mesías venidero. Es además, un llamado a esperar en el Señor, aunque el futuro sea incierto, pues Él es fiel.

El profeta Isaías aceptó el llamado de Dios y proclamó el nacimiento del Cristo prometido. En tiempos de crisis, sus palabras eran una esperanza al pueblo de Israel. Ese niño sería el Príncipe de paz que necesitaban, el Dios fuerte, Admirable y Consejero maravilloso. Pasaron cientos de años luego de la profecía, pero el anuncio se cumplió. ¡Cristo nació en Belén! Y aún hoy, el mensaje de Isaías es una exhortación para que sirvamos al Señor, con la promesa de que su luz alumbrará toda oscuridad en nuestras vidas y este lugar pasajero.

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En un mundo que no cree en esa esperanza viva, pues tiene la confianza en lo que ve y no en lo espiritual, sembremos en nuestros niños el mensaje de salvación.

El tiempo de Dios será perfecto, por lo tanto, animemos a nuestros hijos a responder a Dios y confiar en su voluntad. Jesús, el Admirable Consejero sabe que es lo mejor para nosotros. Él es nuestro sanador, restaurador y siempre permanecerá. Si lo tenemos a Él, nuestra roca, no nos faltará nada.

Temas para discutir: 1.Dios quiere que le amemos.

2.Dios desea que confiemos en Él.

3.Es bueno obedecer a Dios.

4.Dios conoce nuestro futuro.

5.Dios Padre prometió enviar a su hijo Jesús.

6.Las promesas de Dios se cumplen.

7.Respondamos al llamado de Dios.

Esta es la historia de Isaías, considerado un gran profeta. Dios lo llamó para que anunciara un mensaje sobre el futuro del mundo, que traería esperanza al ser humano. Él era hijo de Amoz, estaba casado y tenía dos hijos. ¿Sabes el significado de tu nombre? El de Isaías era “salvación de Dios”.

Tendría una responsabilidad muy grande, pues exhortaría al pueblo de Israel a no pecar y confiar siempre en Dios.

En el año que murió el rey Uzías, Isaías tuvo una visión. Él vio al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo. Unos ángeles poderosos, llamados serafines, estaban encima de Dios. Ellos se decían unos a otros: —¡Santo, santo, santo es el Señor de los Ejércitos Celestiales! ¡Toda la tierra está llena de su gloria!

¿Imaginas esa visión?

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La presencia de Dios era tan majestuosa que Isaías pensó:

—¡Ay de mí, voy a morir! He visto con mis ojos al Rey, al Señor todopoderoso; yo, que soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros.

Entonces Isaías escuchó la voz del Señor que lo consolaba diciéndole: —Tu maldad ha sido borrada y tus pecados, perdonados.

—¿A quién enviaré? —dijo Dios. —¿Quién irá por nosotros?

Isaías respondió: —Aquí me tienes Señor, envíame a mí.

Ese día, Isaías respondió humildemente al llamado de Dios, para ser profeta. Entre los mensajes del Señor, debía anunciar al pueblo lo que sucedería. Israel estaba viviendo tiempos distintos y en ocasiones, difíciles. Quizás ellos no entenderían las profecías, pero se cumplirían en el futuro.

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Un buen día, Isaías recibió un mensaje muy, pero que muy especial.

—¡Escuchen bien! —dijo Isaías— El Señor mismo les dará la señal especial. Una virgen dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”.

Era el anuncio del nacimiento de un Príncipe de paz.

Ese niño traería luz al mundo que estaba en oscuridad por el pecado. Además, llenaría de alegría el corazón de quienes le amaran. Isaías también profetizó: —Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

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¿Sabes a quién se refería Isaías? ¡Hablaba de Jesús! Dios Padre enviaría a su hijo, el Mesías prometido para salvar al mundo del pecado y gobernarlo con amor.

Cientos de años después de la profecía, ese niño maravilloso de quien Isaías habló, nació en un humilde pesebre en Belén, hijo de la virgen María y José. Le llamaron Emanuel, porque el Señor mismo estaba en la Tierra, manifestado en Dios Hijo. Los ángeles también le adoraron y anunciaron su llegada a los pastores.

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No olvides que Jesús desea que confíes en Él, aunque no sepas qué pasará en el futuro. Él es el Príncipe de Paz, en cuyos brazos estaremos amados y seguros.

Hasta la próxima clase. Dios te bendiga.

Feliz Navidad.

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VOCABULARIO: 1. esperanza = es la confianza de que sucederá algo.

2. profeta = mensajero de Dios. Anunciaban mensajes sobre el futuro.

3. templo = lugar o edificio, donde las personas se reúnen para adorar a Dios y celebrar un culto.

4. trono = asiento elevado donde se sientan solamente los reyes.

5. virgen = joven en edad de casamiento.

6. visión = es una revelación de Dios, que el hombre puede ver, con un mensaje de parte de Dios.

RECURSOS: 1. Emanuel https://www.youtube.com/watch? v=wVVxtfWoY9E&feature=youtu.be 2. Promesas del Mesías https://www.youtube.com/watch? v=F9AL6Jp8amE&feature=youtu.be 3. Dios llama a Isaías https://youtu.be/ KpLMUjM4fGQ

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DICIEMBRE 2020 | PUERTO RICO | #QUÉDATEENCASA #CRISTOTEAMA AUTORES: JUAN M. FRONTERA, ANGÉLICA VARGAS Y RAQUEL ÁLAMO ILUSTRACIONES: RICK LIPSETT | DISEÑO GRÁFICO: LUIS E. RAMOS