04 - El día que la puerta se abrió para siempre

ENSEÑANZA BÍBLICA

EL DÍA QUE LA PUERTA SE ABRIÓ PARA SIEMPRE Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera vivirá.

Juan 11:25 (PDT)

Hace mucho tiempo en el Edén, un jardín precioso donde Dios caminaba, reinaban la paz, el amor, la vida, la luz y la bondad.

Un hombre que vivía en ese paraíso, llamado Adán, abrió una puerta. ¿Una puerta? ¡Si! ¡Un acceso! Dio ese paso por curiosidad, para saber que había detrás de ella. Lo hizo sin permiso, en desobediencia, pues le habían dicho que no la abriera. Se dejó engañar por el Maligno, quien quería ser como Dios y le insistió en descubrir qué había más allá. Y aquel día, al abrirse la puerta, el Creador dejó de caminar con Adán…

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Adán salió de aquel lugar a uno oscuro. En ese sitio tan diferente, la salud fue cambiada por la enfermedad, la alegría por el dolor, el alivio por el sufrimiento, la bondad por la maldad y la vida eterna por la muerte. Estos, llenaron los corazones de los seres humanos que nacieron después de Adán. Todos hicieron lo malo, pues estaban bajo el poder del Maligno. ¡Nadie podía cerrar la puerta! Dios ya no estaba con él en el jardín, pero prometió que un día llegaría alguien capaz de resolver el problema, vencer al Maligno, clausurar la puerta y traer de nuevo la paz. ¡Vendría un salvador!

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Muchos años después, en otro jardín, a las afueras de la ciudad de Jerusalén, en Israel, una puerta fue cerrada. Esta era una pesada y enorme piedra.

Adentro había una cueva oscura, húmeda, silenciosa. En ella, enterraron a Jesús, pues había muerto en una cruz. ¿Por qué había fallecido?

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Jesús era aquel con quien Dios caminaba y quien el Señor había prometido enviar por amor, para salvar al mundo.

El Maligno celebraba que Jesús había muerto, pensando que reinaría para siempre y que los seres humanos seguirían viviendo separados de su Creador.

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Ese día, cuando Jesús fue enterrado en la cueva, con la piedra cerrada, hubo mucha oscuridad en la tierra. Sin embargo, aquella noche, ¡nadie se dio cuenta que un plan grandioso estaba cumpliéndose!

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El Maligno no lo sabía, no se dio cuenta. Jesús llevaba en su cuerpo todo lo que nos aleja de Dios: la desobediencia, el pecado y la maldad. ¡Las cargaba, para encerrarlas detrás de la puerta de la muerte, para siempre!

¡La historia no termina ahí! Así como Adán abrió la puerta en aquel jardín mucho tiempo atrás, ahora Jesús la tenía que cerrar, con nuestro pecado en su cuerpo. ¡Lo hizo por ti y por mí!

Aún cuando Él llevó en su cuerpo la maldad del hombre, era tan perfecto, bueno y amoroso, que venció el pecado.

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Tres días después, hubo un temblor. ¡Y la piedra se movió! La cueva estaba abierta y se llenó de luz.

Los ángeles la vigilaban. Ese fue el día que la puerta de la salvación se abrió para siempre. La vida, la bondad, la sanidad, el consuelo y el amor de Dios, fueron ofrecidos a todos los seres humanos.

Aquel domingo, la muerte fue derrotada. El Maligno fue vencido. Desde entonces, la vida eterna y la paz con Dios están disponibles para todos los seres humanos que crean en su hijo, Jesús.

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Gracias a ese día, no existe barrera o impedimento para que todo aquel que confíe en Él, camine junto a Dios para siempre.

Ese día lo recordamos hoy. ¡Ese fue el día que Jesús resucitó!

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Así como la muerte llegó a la humanidad por medio de un hombre, también por medio de un hombre llega la resurrección. Así como Adán trajo la muerte a todos, Cristo nos traerá vida a todos nosotros.

1ra Corintios 15:21-22 (PDT) ¡Dios te bendiga! ¡Hasta la próxima!

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Recurso recomendado: Superlibro - Él ha resucitado (HD)

CIERTO Y FALSO 1. El pecado y la muerte entraron al mundo por causa de la desobediencia de Adán. (Génesis 3:1-7) 2. El Maligno es enemigo de Dios. (2 Tesalonicenses 3:3) 3. Después de Adán todas las personas son buenas y hacen siempre cosas buenas. (Rom.3:10-12) 4. Jesús es el único que puede resolver el problema del pecado y la muerte. (Hechos 4:12) 5. Jesús murió en la cruz para vencer el pecado y la muerte.

(Romanos 6:9-10)

Mosaico de Domingo de Resurrección Materiales: • papel blanco • papel de seda (tissue paper), de construcción o de regalo • tijeras • pega Instrucciones: • En un papel blanco, dibuja la silueta de la cruz.

• Corta en pequeños cuadrados, muchos pedazos de papel. Guárdalos en un sobre o vaso, para que no se pierdan, mientras trabajas.

• Toma el pedazo de papel y con tus dedos, conviértelo en una bolita.

• Luego, pega cada bolita de papel dentro de la cruz, hasta rellenarla por completo con papel.

• Escribe el título: ¡Jesús vive!

6. Jesús se quedó enterrado en la cueva. (Mateo 8:1-6) 7. Jesús resucitó (volvió a vivir) al tercer día. (1 Corintios 15:3-4) 8. Jesús prometió que todo el que confié en El vencerá la muerte y el pecado.(2 Corintios 4:14) 11

ABRIL 2020 | PUERTO RICO | #QUÉDATEENCASA #CRISTOTEAMA AUTORES: JUAN M. FRONTERA SUAU Y ANGÉLICA VARGAS HASBUN | EDITORA: RAQUEL ÁLAMO