Pancracio Celdrán Gomáriz
Inventario general de insultos
Bandido. Persona que en virtud de un bando especial era desterrada y, arrojada de su ciudad y país, condenada al ostracismo; bandolero. Por extensión, individuo que se echa al monte y anda fuera de poblado fugitivo de la Justicia, haciendo daño en los caminos y comarcas de su influencia. Pudo derivar de la voz italiana bandire = proscribir, de donde el verbo castellano "bandir" (principios del siglo XVI). La palabra "bandido" aparece hacia 1516, como forajido (de "fora exido", o "salido fuera del ejido), en documentos que tienen que ver con Italia, país con el que España tuvo estrecha relación de finales del siglo XV a finales del XVIII. Salas Barbadillo, en La ingeniosa Elena, hija de la Celestina,(1612) escribe: "Al salir sus criados de la raya de Italia les acometieron unos bandidos a despojarlos...". Covarrubias, en su Tesoro de la Lengua, (1611) bajo la voz "vandolero" escribe: El que ha salido a la montaña llevando en su compañía algunos de su vando. Estos suelen desamparar sus casas y lugares por vengarse de sus enemigos, los quales, siendo nobles, no matan a nadie de los que topan, aunque para sustentarse les quitan parte de lo que llevan. Otros vandoleros ay que son derechamente salteadores de caminos, y éstos no se contentan todas vezes con quitar a los passageros lo que llevan, sino maltratarlos y matarlos. Contra los unos y los otros ay en los reynos de Castilla y Aragón gran solicitud para prenderlos y castigarlos. A mediados del siglo XIX, Quintana utiliza así el término: "Salieron por las serranías de Cuenca al campo de sus antiguas correrías, más con el aire de bandidos perseguidos, que con el de vencedores". Y el poeta José Zorrilla le da una connotación especialmente dura: Si todas vuestras victorias son como ésta, vuestras glorias son hazañas de bandidos.
Bardaje. Homosexual aciente, o tomante en el acto sodomítico. Es voz de probable origen árabe, en cuya lengua bardag significa "esclavo", a su vez del persa bardah, con el mismo valor semántico. El término pudo llegar a España por influencia del turco; lo tardío de su aparición en nuestra lengua (primer cuarto siglo XVI) abona esa procedencia. Quevedo emplea la forma actual en La Fortuna con Seso: "Juno enviperida dixo: o yo, o este bardaxe, hemos de quedar en el Olimpo, o he de pedir divorcio ante Himeneo". El Diccionario de Autoridades recoge también el término hacia 1725. Hoy es desusado, aunque las hablas marginales están recuperando su uso.
Barrabás. Sujeto de ruín catadura y condición; persona enredadora y mala. Es nombre del malhechor judío, indultado para poder condenar en su lugar a Jesús, de nombre Bar Abbás. Como calificativo insultante se utiliza ya en el siglo XVII. Dos siglos después lo utiliza Bretón en sus comedias: Don Miguel es el reverso 22