Cuentos Solidarios 2008

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ÓSCAR ÁLVAREZ

fantasía que le acompaña desde vaya a saber cuándo, que es el destino, que es un callejón sin salida. Al llegar al portal del parque Shevchenko deja ir su confusión, demasiado espesa para mantenerse a flote. Arroja la botella a un cubo de basura. No emboca; cae al suelo, se rompe en mil pedazos. Mira el reloj y acelera el paso sin comprender el motivo. A menudo le sucede que un viento la empuja y para de repente. Entonces resulta inevitable entrar en cualquier zaguán, aventurarse por el tramo oscuro que conduce a un patio. Hileras de ventanas cerradas, aquí y allá el cálido resplandor de bombillas insinuando salones donde se sirve sopa caliente, dos o tres árboles petrificados, silencio. Y los perros. Nunca le ladran, algunos atienden su llamada y aceptan la limosna de caricias. Ella les pasa la mano por el lomo, levanta con delicadeza sus orejas, les rasca arriba del hocico. Un dolor en el estómago o una lágrima contenida ponen fin a tanto cariño vicario. Sabe que sus manos quisieran acariciarlo a él, pero se dice que no es eso. Será, más bien, que lo adivina justo como un perro sin dueño, vagando por las calles de la ciudad, muerto de hambre y de frío. Quizás un perro pardo no muy distinto del que le ha seguido por el bulevar Sadova hasta la catedral y que en este momento se detiene, expectante, sin animarse a abandonar su territorio, sin cruzar la calle para acompañarla en el paseo, una pena. Varantsov, inmortalizado en bronce y uniforme de gala, orgulloso sobre los relieves de cien victorias, sonríe desde el centro de la plaza Soborna a los niños que gritan y empujan trineos. Ella contempla el edificio al frente, la fachada ruinosa y soberbia, la cúpula y los balcones vencidos. Allí vive Lena, una de las pocas amigas —todas casadas— que aún frecuenta. Siente el impulso de visitarla. Sería agradable jugar con el bebé, escuchar de boca de Lena sus travesuras. Pero es tarde y ya habrá llegado Igor y no le gusta Igor. Casi la compadece, aunque si se considera debidamente un marido es al cabo un marido, seguridad, compañía. Hace un mohín con la boca, cómo es posible que las cartas de mamá, requiriendo noticias de matrimonio y nietos desde la inve183


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