MIS INCURSIONES
Mi vida se puede catalogar en varias etapas. Fue en mi primera etapa cuando yo tuve conciencia de mi creación. Fue dura y divertida a la vez. Yo, un varón sin responsabilidad ninguna, pues nadie me pedía explicaciones de mis actos, me introduje en unas aguas de las que parecía muy complicado poder salir. Me alimentaba de lo que me rodeaba y no me resultaba muy dificil. Crecía porque es normal que el ser humano crezca si se alimenta. En las primeras incursiones que hice, noté que las paredes en las que había caído eran móviles, de tal manera que si me encontraba solo y quería jugar un poco solo tenía que dar patadas a esos tabiques blandengues y moldeables; sentía el eco de mis golpes y a la vez oía voces externas, como si siempre hubiera alguien por alrededor hablando, discutiendo y hasta quejándose. Cada día se presentaba distinto, menos mal, y me resultaba entretenido. Donde yo me introduje parecía una gruta. Esta gruta se movía; a veces, a una velocidad como a noventa kilómetros por hora o más, y yo iba dando bandazos dentro del agua. Es curioso, yo no podía imaginar que hubieran cuevas flotantes. Otras veces, era tanto el mareo que me entraba que me peleaba con las paredes a puñetazos y a patadas. Era una forma de resarcirme de la incomodidad a la que
me veía sometido. Y por si esto fuera poco, cuando más mareado me encontraba yo, mi gruta entraba en erupción como un volcán y estaba a punto de ser expulsado. Si esto hubiera ocurrido yo no estaría ahora contando las experiencias que tuve en el interior de esa oscura caverna. Como ya he dicho, yo estaba allí de inspección, y me propuse hurgar en todos los rincones, y para poder permanecer mucho tiempo en el interior sin salir ni un solo momento, me enganché a un tubo. Creo que inventé el buceo, o ¿ya estaba inventado? Yo seguía haciendo mis ejercicios de natación, por eso de estar en forma que ahora está tan de moda. Buceando, buceando, di un día con una pequeña luz que entraba del exterior. Enseguida me dije: "esta debe ser la salida", pero tendré que horadarla un poco cada día. Y así lo fui haciendo. Aprovechando que la gruta se paraba, yo dormía y descansaba. Ahí no se sabía cuando era día o era noche, pero cuando mi habitáculo comenzaba su actividad sístmica yo comenzaba la mía. Si tropezaba con una masa espesa la observaba, pero me alejaba porque me daba un poco de asco. ¿Por qué permanecía allí tanto tiempo? Quizá porque no tenía que obedecer a nadie, por lo tanto ¡era libre!; o quizá porque no sabía salir. ¡Debe ser eso!. Es curioso, porque las voces del exterior siempre se repetían. Unos sonidos parecían de unos guardianes
que cuidaban de la gruta. Otros, parecían que iban a visitarla a menudo; otras de tarde en tarde y otras veces se oían muchos niños. Yo me preguntaba ¿como será la cueva desde fuera?, ¿se podrá escalar?, ¿será alta?; cuando salga de aquí la visitaré y le haré algunas fotos. Y ahora ¿qué pasa?, entra más luz ... Voy a asomarme ... ¡Es gente!. ¿Es que me habrán visto? Pues ahora no quiero yo salir porque me van a hacer muchas preguntas y no estoy yo para entrevistas. i Vamos, para que me encuentren como mi madre me echó al mundo!. Oh, ¡pero si aún no he nacido!. Cuando no se oiga nada me acercaré a ver si puedo hacer el agujero más grande, he de tener el camino preparado para cuando me apetezca salir. No, no por favor, no me hagas esto. ¿Por qué tienes que ir saltando a la vez que vas tan deprisa? ¿Por qué tenemos que ir de viaje a Granada? y en carretera con baches ... ¡Ala!, y ahora el volcán en erupción. No, si no me voy a privar de nada. Lo tengo decidido, en cuanto haga la salida más grande me largo de aquí, ya estoy harto de tanto baqueteo.
Bueno, ya hemos vuelto del viaje. Por si tienen otro preparado le voy a estropear el plan. Dicen que la fuerza la tengo en la cabeza, o ¿eso lo digo yo? Vamos allá. Apoyaré los pies en esta pared y daré un fuerte impulso. Venga otra vez. Buuuaaa. . .. Otra vez, que ahora no hay nadie. Buuuaaaa .... Estupendo, que ya falta menos. Buuuuuaaaa .... Que voy ... ¿Hay alguien? -Aaaay…. Aayaaayyy…. ¿Quién grita? Pero .... ¿donde estoy?, ¿que me hacen? ¡Cuanta luz! Eh, usted, ¿qué hace? Me está cortando mi tubo de oxígeno. Pues lloro ... buaaaa, buaaaa. Pero por qué me miran tanto... y me pesan y me miden. Vamos, quita eso de mi espalda que está muy frío. Una pulsera con mi nombre. Y ahora me ponen en una camilla con una tía estupenda a la que también le ponen una pulsera. Pero hay un tío vestido de verde que dice que tengo frío. Yo se lo que es; no le ha gustado que me pongan con su chica. Pero cuanta gente hay aquí. Ya sé, la gente ha estado haciendo turnos para ver cuando salía. Tengo frío y por eso me meten en una urna de cristal. ¡Qué guay! ¡Ay Dios mío!, un tumulto de gente incontrolada que se agolpa a mi caja de cristal y dicen chorradas como: qué guapo, está dormido ... Si, si, dormido; tengo los ojos cerrados para no echarme a llorar. ¡Que sustol No sé que era mejor si estar dentro o fuera. La gente se acerca a mi y me calientan con su aliento; Ummm, que
bien que huelen. Voy pasando de mano en mano como si no hubieran visto antes un ser como yo. ¿Qué es lo que tengo de particular? Mi padre dice que le parezco a mi madre. Mi madre dice que le parezco a mi padre. ¿Tan feo soy que ninguno acepta el parecido? Mis abuelos babean encima de mi, ¡qué asco!, y eso que tienen muchos nietos. Mis otros abuelos (soy nieto único), aparte de estar entusiasmados, no sé por qué, miran el conjunto que llevo puesto: si el azul, el verde pistacho, el amarillo ... Mis tíos ... son muchos, muchos y mejor no digo nada, porque presiento que me lo pasaré muy bien con ellos y con mis primos. Presiento también que me espera una vida dura. Ya con dos semanas me han llevado a un partido a las afueras de la ciudad. Creo que ganó nuestro equipo. Es el equipo al que yo voy a pertenecer. Antes de nacer ya me habían hecho la equipación del equipo de Hokey. No tengo más remedio que ponerme en forma. Cuando me encuentre firme en el suelo cogeré fondo, hasta entonces haré biceps y abdominales. Ahora sigo haciendo, además de otras muchas cosas, mis ejercicios abdominales: apoyo las rodillas y los codos y levanto la cabeza; apoyo la barriguita y levanto la cabeza y las piernas. Mi papá y mi mamá dicen que soy muy aventajado. Mis abuelos no dan crédito a lo que ven. Y ¿qué puedo hacer yo? Mi vida la proyectaron mis padres y mi futuro también.
¡ Ah!, la tía estupenda es mi mamá, y el de verde es mi papá. Y todos me quieren mucho; que yo no se hasta cuando, porque en el momento en que empiece a hacerles perrerías ya os diré si me siguen queriendo. - Mamá, mamá, ¡para!, mira qué buena que está esa niña que va en esa silleta; ..... ¡ ¡Ya lo veis, sigo con mis incursiones ..... ,solo por investigar!! ¿A quien le pareceré? ¿A mi papá? ¿a mi mamá?
FIN Mª Dolores Madrid