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La fruta del cacao es dulce y tiene una textura sedosa. El cacao es un fruto que tiene muchas propiedades que le hacen bien al organismo humano.
Cultivos de cacao, Cerecita, Guayas.
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distinguidos y muy bien valorados, pero, al criterio de los conocedores, cada uno tiene su propio atractivo. En Borbón, San Lorenzo, destacan cacaos con notas frutales y orales, y son producidos por la Asociación de Productores de Cacao, del Norte de Esmeraldas. En la misma provincia, los de Atacames, son cacaos orales con referencias a caramelo, y son el orgullo de la Asociación de Productores de
Cacao local. Caserío Venado y las haciendas de San Vicente también ofrecen paseos y degustaciones de esta joya del sabor tropical. Manabí no podía estar ausente y, con referencias a ores y nuez sus cacaos orecen en Calceta, con el trabajo de la Asociación Fortaleza del Valle. Poza Honda y Santa Ana exhiben cacaos frutales con notas de nuez; y, en nquitas del alle de Portoviejo, destaca un cacao oral
Casa de hacienda cacaotera, Guayas.
Foto: © Francisco Caizapanta
En Loja, Catamayo y en la Amazonía, Tena, entre otras locaciones, albergan ncas y haciendas que, día a día, mantienen esa marca prestigiosa y legendaria de un cacao cultivado en Ecuador. En Guayas, la tradición está plenamente vigente y saludable. En Yaguachi, sitio de la Virgen de Fátima, y en cerros de nombres curiosos, resultado de la ocurrencia montubia: Pechos de Niña, Más Vale, Pancho Diablo, sus habitantes cultivan y miman este fruto aliado de su día a día y prosperidad. En estas apacibles postales costeñas, ubicadas en la Reserva Manglares Churute, el acercamiento a esta valiosa cultura campestre se completa con paseos por esteros, caminatas monte adentro, aventuras a caballo. En Balao Chico, bien queda un baño en playas de agua dulce; y, en Naranjal, pisar los Caminos del Inca y aventurar en los Manglares de Tenguel. La provincia serrana de Cañar tiene su cacao: lo cosechan en Zhucay y solo entre mujeres chocolateras, en la Asociación de Chocozhu. En cada locación, el cacao aporta vida y oportunidades para decenas de miles de familias compatriotas, criadas al abrigo de esa tradición.