¡Cuidado, mírame a mí! IVÁN: ¿Qué te pasa? MARCOS: ¿No te parece que a mí también me falta un poco de sentido del humor últimamente? IVÁN: ¡¿Ah, sí?! SERGIO: Bien, ya basta, decidámonos. La verdad es que ya no tengo hambre. IVÁN: ¡Estáis siniestros esta noche!... SERGIO: ¡Mira, ven! ¿Quieres que te dé mi punto de vista sobre tus problemas con las mujeres? IVÁN: Dámelo. SERGIO: La más histérica de todas, a mis ojos, es Catalina. Y de lejos. MARCOS: Totalmente de acuerdo. SERGIO: Si ahora ya te dejas dominar por ella, se te avecina un futuro aterrador. IVÁN: ¿Qué puedo hacer? MARCOS: Anular. IVÁN: ¡¿Anular la boda?! SERGIO: Tiene razón. IVÁN: Pero ¿estáis locos? ¡Es imposible! MARCOS: ¿Por qué? IVÁN: ¡Porque es imposible! Está todo organizado. Ya llevo un mes trabajando en la papelería... MARCOS: ¿Y eso qué tiene que ver? IVÁN: La papelería es de su tío, que no necesitaba contratar a nadie para nada, y menos todavía a un tipo que sólo ha trabajado en el sector textil. SERGIO: Haz lo que te parezca. Yo ya te he avisado. IVÁN: Perdona, Sergio, sin ganas de ofender, tú no eres el tipo de hombre al que yo pediría consejo en materia de matrimonio. No creo que tu vida privada 34