Es un coche viejecito, aparcado en un rincón, que duerme solo la siesta cuando "pega" fuerte el sol.
¿Quién se asoma a la ventana? ¿esos ojos de quién son?, ¡anda! pero si es un conejo, arráscame, ¡por favor!
El perro que ve la escena ladra y corre muy contento, quiere que le permitan dormir en el suave asiento.