AMOR DE DIOS Este DIVINO Amor de Dios es de tal pujanza que desde la eternidad se desborda dando origen a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo, que proceden por tanto de Dios Padre en su Divino Amor. Tres realidades unidas por su mismo origen, desean, piensan, vibran, obran y aman igualmente, así podemos decir que Dios Padre es Amor, Dios Hijo es Amor y Dios Espíritu Santo es Amor. Así Dios es Amor. El Amor de Dios es trino sin dejar de ser uno. El Amor Divino, su Voluntad de auto comunicarse CREA, lo encontramos en Dios Padre. El Amor Divino en su poder generador que Es y da Vida, se expresa engendrando a Dios Hijo. El Amor Divino en su impulso y fuerza interna es Dios Espíritu. Estos tres elementos se verán, en todo acto de amor verdadero. La voluntad de darse, el pasar a ser y vivir de alguna manera en la persona amada, y al impulso y fuerza que lleva el amante hacia el amado y viceversa. Amor de Dios es la Creación del Universo y a lo que nos concierne la tierra en ella están los seres vivientes, poniendo Dios sus ojos especialmente en el hombre y viendo que su obra era buena, enamorado de ella la colmó de cualidades, sembrando en él lo más hermoso su Divino Amor, además de otras donaciones dio al hombre la voluntad libre de hacer el bien y no impuesto como muñecos, así se deja amar libremente. Todas estas donaciones el hombre las recibe gratuitamente de Dios, sin mérito alguno por parte de nosotros, todo es generosidad de Dios, su Divino Amor.
En el infinito Amor de Dios, quiso Él hacer de esta materia algo mucho más hermoso de nosotros y nos regaló el Ser. Injerto, Aliento algo de Él mismo que nos distingue en especial de las demás criaturas de nuestro mundo, este Ser es lo más importante en el hombre. Bien, celoso Dios de este regalo, sabiendo que el hombre como materia era fallida, solicita de su Divino Hijo su OFRENDA DIVINA como Rescate de la humanidad entera. Poe su valor infinito asegura nuestra salvación para poder elevarnos y presentarnos a su Padre como frutos de su Ofrenda Divina. Amor de Dios es, su venida a la tierra, la del VERBO de DIOS, preparado y pensado ya en su designio cuando llego su momento para estar entre nosotros como uno más y poder enseñarnos la VERDAD que trae de parte de su Padre. Toda su vida es Ofrenda haciendo la voluntad del Padre y da su vida para que podamos creer en Él. Amor de Dios es, la Nueva Alianza de Cristo el D.M. el Hijo de Dios, que nos ofrece en la última Cena, con su último testamento de Amor, invitándonos a su OFRENDA DIVINA para acercarnos al Padre y junto a Él bendecirle, alabarle y darle gracias. Con Él, en Él y por Él será lo más grato que podemos hacer a los ojos de Dios. Cristo nos invita, nos pide y hasta mendiga esta entrega de Amor, para devolverla enriquecida, así participar con Él su gloria. Qué compromiso tenemos al unirnos a su Ofrenda y a la Acción de Gracias que como todas compromete, pero confiemos en su Amor. Amor de Dios es el CUERPO y SANGRE de Cristo que nos da como ALIMENTO DIVINO de su OFRENDA al PADRE, para ser un poco más de Él, enriqueciéndonos en vida, haciendo su morada en nosotros y ser fruto rico de su Ofrenda para gloria del Padre. Él nos predispone ser tierra abonada, barro que se deja moldear, el sí rico y sincero que nosotros le demos, para que actúe en nosotros el Espíritu Santo, porque solos no podemos.
Amor de Dios es la Acción del Espíritu Santo en nosotros, nos da la luz y fuerza para nuestra Santificación en la medida que nos abrimos a Él. En el último trance, el Espíritu Santo nos dará una visión del Divino Amor, con una claridad espectacular y atraídos por ella comprendemos todo el bien del Amor Divino y por amor también nos rendimos a Él, con el amor que nos cabe aunque sea con la mínima expresión que el Espíritu Santo nos proporciona en ese momento, para ser frutos de la Ofrenda Divina. Amor de Dioses, que Dios Padre responde a su Divino Hijo por su fe, y obediencia su Voluntad resucitándole para confirmar todo lo que había hecho y dicho en la Tierra. Le glorificó, con ello nos demuestra que estaba en la Verdad y para que creamos en Él, dándonos la esperanza que resucitaremos con Él para su gloria y nuestro contento, será el reflejo que recibiremos de nuestras buenas acciones, no por mérito alguno nuestro, sino todo por su bondad, misericordia y su Amor Amor de Dios es el abrazo filial del Padre que nos tiene reservado para todos, a medida que vamos llegando a su presencia, a la fiesta, al banquete celestial que dará a su Divino Hijo, y con el Espíritu Santo lo moverá todo, aceptándonos tal como llegamos, con las manos llenas o vacías de las acciones hechas con amor (La parábola del hijo pródigo, aquí es auténtica). Dios es sencillo dentro de su grandeza, porque nos ama, se acerca a nosotros, y así poder acercándonos a él. Dios nunca abandonó al hombre, tiene puesta su fe en él, tenemos al alcance de su Divino Hijo como mediador y el Espíritu Santo como ayuda. ¡Más bondad, más Misericordia, más Amor! Por tanto Amor, reflexionemos y hagamos esta pregunta, ¿Qué es el hombre mi Dios para que hayas puesto tus ojos en él Señor? Amor de los Amores, sólo en Ti Dios nuestro cabe tanto Amor.