

La varonía, la pérdida de la inocencia
El servicio militar obligatorio a los 18 años en España marcaba una transición crucial en la vida de los jóvenes, simbolizando el fin de la inocencia. Lejos de la protección del hogar, enfrentaban la disciplina y las responsabilidades de la vida adulta, acelerando su maduración. Esta experiencia formativa, aunque dura, moldeaba su identidad y carácter, dejándoles una huella indeleble.


El salón de una casa española en los años 60 era el corazón del hogar, lleno de tradición. Decorado con muebles robustos de madera oscura, alfombras de colores cálidos y cortinas pesadas, este espacio acogedor servía como punto de reunión familiar. Un televisor en blanco y negro presidía el salón, mientras fotografías familiares y figuras de porcelana adornaban las estanterías, creando un ambiente de calidez y familiaridad que reflejaba las costumbres y valores de la época.


En la España de los años 60, las madres desempeñaban un papel central en el hogar, encargadas del cuidado de la familia y enfrentando restricciones en su desarrollo personal debido a las normas conservadoras de la época.

El envío de un hijo al servicio militar obligatorio generaba una profunda preocupación en estas madres, quienes temían por la seguridad y el bienestar emocional de sus hijos.