1440' en un día

OGA

EL RIVEROGA

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Manuel Rivero Garcﾃｭa / ﾃ］gel Garcﾃｭa Sﾃ｡nchez

MANUEL RIVERO

MANU

MANUEL RIVERO Pre-edición Marzo del año 2014.

ISBN: 0000-00-00000-00-0

Textos: Manuel Rivero / Ángel García.

Ilustraciones: Manuel Rivero.

Para cuestiones editoriales, por favor, contactar con Manuel Rivero García Todos los derechos reservados.

OGA

Al pequeño amigo que estuvo siempre conmigo durante casi 2 buenos años. Esto va por ti.

Más MaNoru que nunca.

UEL RIVEROGA

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MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

Buenos días.

La noche te deparó un paseo por ese paisaje surrealista al que todo el mundo denomina sueños.

El medidor del tiempo se conecta con la naturaleza y con tu propio cerebro.

Son las 8.

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA Aunque todo sigue pareciendo un sueño.

Cierras los ojos, pero la realidad, tan exigente, te pide que los abras.

MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO Esta vez sĂ­, a falta de un minuto del despertar del reloj.

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EL RIVEROGA

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Ese minuto levemente eterno que adhiere el cuerpo firmemente al colch贸n.

MANUEL RIVERO

MANU

MANUEL RIVERO Y son贸, con radical 铆mpetu, desde lo alto de tu escritorio...

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UEL RIVEROGA

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MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO

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... repleto de libros, de escritos en los que comentas, anotas y relees aventuras diarias que imaginas y atrapas para que el tiempo no las olvide.

EL RIVEROGA

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MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

Con pesadez, tus pies acuden al encuentro de tus zapatillas, las mismas con las que vas a recorrer los pasillos de tu apartamento, los diferentes caminos de tu propia vida.

Levantas las persianas.

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVERO Ya en la cocina, el café, recién hecho, te devuelve a tu mundo y te invita a proyectar pensamientos, ...

MANUE

MANUEL RIVERO

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EL RIVEROGA

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MANUEL RIVERO ... a ratos, utilizando una paleta de colores y jugueteando con la fantasía para tintar las pequeñas cosas de la vida, ...

MANUE

MANUEL RIVERO

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EL RIVEROGA

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... y en otras ocasiones permitiendo combinar la realidad con mis deseos.

De repente, los movimientos libres de un pĂĄjaro te interrumpen. Se dirige hacia ti, te mira y se abalanza sobre tu rostro.

Respondes con un pequeĂąo sobresalto.

MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO

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EL RIVEROGA

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MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO

OGA

La galleta que ten铆as en tus manos, se precipit贸 en ca铆da libre a tu vaso y te salpic贸.

EL RIVEROGA

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MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO Noru, mi pequeño compañero, experto en protocolos, me indica lo que toca a continuación.

OGA

EL RIVEROGA

OGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

Os presento sus juguetes favoritos. Él tambiÊn imagina, razona y llega a conclusiones con todos estos elementos.

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO

No seáis mal pensados, ¡no ha sido él! Es incapaz de hacer un charco tan grande.

Son rastros de lluvia pasajera que no perfora el suelo.

Un reflejo en el suelo que consigue que pise el cielo hecho agua y en él se posa una de las primeras hojas que se dejó caer.

El charco fue efímero.

Una bicicleta borró mis pensamientos de él.

OGA

EL RIVEROGA

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Noru en casa y yo en una calle repleta de gente, de sombras, de luz.

Llego hasta el centro de la ciudad, entre secretos que me cuenta el viento y que van ganando protagonismo y presencia.

MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO

Estelas de personas se mezclan y confunden unas con otras fundiĂŠndose como si fuesen gotas de agua juntando sus labios.

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EL RIVEROGA

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MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER Allรก al fondo, aparecen y desaparecen, dependiendo de los pasos de la gente, vitrinas y estantes. Se trata de la feria del libro antiguo.

Dรกndoles libertad a mis ojos, se detienen en aquellos viejos libros.

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER Personajes de cuentos, relatos y novelas brotaban del interior de sus lomos, hasta dar la sensaci贸n de que se zambullen en nuestro relato escapando de su propia realidad.

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVERO

MANU

MANUEL RIVERO

Pronto la lluvia traerá nuevos colores con la llegada de un arcoiris estético que adornará el día y el relato.

Una fugaz precipitación que refresca también mis propios pensamientos.

OGA

UEL RIVEROGA

OGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

De regreso a casa la danza de una bolsa de plรกstico se mueve al compรกs que quiere marcarle el viento.

La estela musical que deja en su recorrido es observada por la sorprendida mirada de algunos viandantes.

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER Una vez en casa, un libro en mis manos me recuerda que la fantasía es otro mundo que podemos disfrutar.

Levanto un momento la vista y veo al perro que duerme.

Mis ojos también comienzan a apagar su mirada, una mirada que abre una pequeña luz de varios colores.

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA De repente, unas escaleras nacen de otras, imparables en su crecimiento aunque al fondo ya, por fin, puedo ver una puerta que se abre.

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

Accedo a un pasillo mutado en patio del que es imposible ver los lĂ­mites por una terca y obstinada neblina. Sigo avanzando, y a cada paso, avanzo y no avanzo porque el paisaje no cambia.

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

Como si mis ojos se adaptaran a la niebla, van abriendo espacio, y ese patio no es patio, y esas enormes baldosas no son enormes porque poco a poco voy desentraĂąando los lĂ­mites del lugar en que me encuentro.

Por un momento la luz me obliga a cerrar los ojos y al abrirlos...

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

... un rotundo ¡DING! seguido de un sonoro ¡DONG! rompía mi sueño y me ponía ante la recreación de mi propio cuarto de estar que se quebraba a medida que el sueño se desvanecía.

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

Salimos de nuevo a encontrarnos con ese atardecer que enciende las farolas y pinta la realidad de otros colores.

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVERO

MANUE

MANUEL RIVERO

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Un lapicero juguetea en el papel de un cuaderno produciendo la alquimia suficiente como para transformar un paisaje en otro.

Y la mĂşsica en mis oĂ­dos dirige el rumbo de aquellos barcos que siguen su curso hasta desaparecer.

Cierro el cuaderno.

EL RIVEROGA

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MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER Pronto me encuentro con la noche que me regresa a casa.

Sin embargo, tengo la impresión de que hay una sombra que desobedece a la luz, que se pega al suelo y me sigue.

Escucho unos pasos cada vez más intensos detrás de mí.

Me giro y la calle permanece muda y vacía.

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

Sigo escuchando pasos. Y es que quizá me hayan estado siguiendo a lo largo del día, como un rumor, como un hilo al que se me acostumbró el oído. Hasta la puerta de mi casa.

Vuelvo a girarme y la sombra. ¡Otra vez la sombra!

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA Abro la puerta y me aseguro de que el rumor, el hilo y la sombra se queden fuera.

AllĂ­ queda recostada en un banco del que se levanta y se funde con la luz mortecina de la noche.

MANUEL RIVERO

MANU

MANUEL RIVERO

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UEL RIVEROGA

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Sin prisa y con calma seguimos sus pasos dispuestos a introducirnos en la neblina de la noche...

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

...a desandar lo andado durante el dĂ­a...

UEL RIVEROGA

ROGA ... a encontrarme con ese espectro y con las huellas de mis propios pies.

Mis ojos seguían firmes a aquella figura, que se desvanecía suavemente dejando la mayor parte de su presencia en aquella sombra alargada que se alejaba.

MANUEL RIVERO

MANU

MANUEL RIVERO Pronto desapareció a través de una puerta, cuyo interior, al entrar después de aquel rastro, me sorprendió.

Pero lo que a continuación me espera es todavía más confuso.

Sin embargo, no me altera. Era una sensación tan natural, que no provoca estupor ni confusión, sino bienestar y calma.

OGA

UEL RIVEROGA

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MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

La realidad puede reproducirse como espejo donde se ve tu propia realidad como otra, aunque en este caso es tan familiar, tan propia y tan diferente que parecen idĂŠnticas. Miro desde otros ojos que son como los mĂ­os.

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVERO

MANU

MANUEL RIVERO

OGA

Esto que ocurre no es un encuentro.

Es un reencuentro que anhelaba sin saberlo y que deseaba tan adentro.

UEL RIVEROGA

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MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA Nada es raro. Al contrario. He encontrado el sosiego que mis sentidos ya presentĂ­an.

MANUEL RIVER

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ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

Amanece.

Buenos días.

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

MANUEL RIVER

MANU

MANUEL RIVER

ROGA

UEL RIVEROGA

ROGA

Destacar ciertas aportaciones y apoyos recibidos.

Palabras de ĂĄnimo de mi tĂ­o, familia y amigos.

Opiniones varias dictadas por acontecimientos ocurridos.

Un saludo y dar las gracias por todo en estos cinco meses y pico.

Manuel Rivero Siempre es difĂ­cil interpretar un texto con un dibujo que todo el mundo sea capaz de entender.

ilustracionesdeotrosmundos.blogspot.com https://www.facebook.com/ilustracionesdeotrosmundos

MANUEL RIVERO

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MANUEL RIVERO Las 24 horas de un día cualquiera, que entremezclan realidades y fantasías creando acontecimientos inesperados, aguardan los pasos del protagonista y su gran amigo perruno.