Naturaleza, Problematización y Sentido para una Estrategia Democrática de la Reforma Universitaria. Propuesta Manuel González Ávila Guatemala, noviembre de 2011 La definición de las bases y una propuesta metodológica de la reforma universitaria es no sólo un esfuerzo de construcción de conocimiento sino también –si no ha de quedarse en cambios intrascendentes o sólo formales– es la creación de un movimiento que abre un real proceso deliberativo e involucra a los universitarios para participar en el movimiento de cambio institucional. Obviamente el conocimiento es necesario para construir el cambio institucional. Pero en cualquier caso, el cambio universitario que esperamos impulsar actualmente en la Universidad de San Carlos de Guatemala no se hará con sólo producir conocimiento porque el cambio universitario es un cambio institucional. Por lo tanto, hablamos de un deseado cambio social y, en consecuencia, es un proceso político. En otras palabras, hablamos de la construcción de un movimiento político que apunta a hacer cambios profundos en la Institución. Para promover tales cambios es necesario entonces definir una estrategia. Una estrategia de cambio universitario es, por lo tanto, un proceso de cambio que es a la vez académico y político. Además es también un proceso ético porque conlleva problemas e insatisfacciones que hay que resolver, procedimientos que hay que seguir (no podemos proceder de cualquier modo) e ideales que deseamos convertir en hechos concretos, en una práctica social universitaria. La comprensión del cambio universitario como un proceso institucional que incluye aspectos académicos, políticos y éticos simultáneamente es un paso necesario en la definición de una estrategia de cambio y tiene muchas implicaciones que habrá que elaborar reflexivamente y con amplia participación. Una de ella es la necesidad de formarnos (con estudio, reflexión, deliberación y debate) para introducirnos en la discusión sobre el derrotero que habremos de seguir como una estrategia de cambio institucional. Además no puede ser sólo un movimiento interno que conocen sólo los universitarios sino también uno que consulta a la sociedad guatemalteca con la cual tiene relaciones y responsabilidades. En ese sentido, la propuesta metodológica del acuerdo alcanzado entre el Consejo Superior Universitario y el movimiento de Estudiantes por la Autonomía, invita a pensar a la Universidad y a buscar por medios que construyen legitimidad qué cambios habremos de hacer y cómo inducir cambios profundos en la Institución. Los cambios, siendo de una universidad, deben ser simultáneamente de pensamiento (académico), éticos y políticos, como se 1