6
LA LITERATURA no
es CULTURA POR J.C. SÁNCHEZ
S
oy consciente de lo contundente del titular, pero también de su realidad. Se ha venido poniendo de manifiesto durante estos meses. Para muchas de las personas que nos gobiernan: la literatura no es cultura. No existe lejos del glamur de los grandes y mediáticos premios. 2020 parece sacado de una de las novelas de Stephen King, o las apocalípticas de Brooks y Loureiro. Durante los meses más duros de confinamiento, sobre todo marzo y abril, observamos un aumento desmedido de las administraciones por hacer una llamada a la industria de la cultura que contribuyera, de manera desinteresada, por supuesto, a entretener a la población. Se ofrecieron conciertos por redes sociales, representaciones, se vieron series, películas, obras de teatro, se descargaron libros digitales e incluso se liberaron, a coste cero, muchos ejemplares de distintos catálogos editoriales. Este último hecho no estuvo exento de cierta
controversia entre las propias editoriales; puesto que, algunas, consideraban que era un error. En los últimos días hemos asistido a movilizaciones del sector de los espectáculos y eventos en distintas ciudades del país. Agrupados bajo el movimiento Alerta Roja, en redes #redalarm, han declinado en las últimas fechas asistir a la convocatoria de reunión del ministro Uribes. Y es lógico. Lo es porque muchos trabajadores del sector llevan sin ingresar un solo euro en sus cuentas desde el mes de marzo. Ante la dimensión pública de las protestas y la relevancia de los nombres, no solo aquí sino en otros países, que han apoyado las manifestaciones, el ministro se ha apresurado a buscar soluciones aquí y allí para el sector. Pero ¿qué pasa con el resto? Huele a que es cierto el dicho de «quien no llora, no mama» en el interior de nuestras fronteras. En el encuentro que los ministros europeos mantuvieron en el Humboldt Forum de Berlín, Uribes declaró:
