THE TRIP - Tomada de: http://www.beatbooks.com/shop/beatbooks/31092.html
MAD WEDNESDAY - Tomada de: http://torrentbutler.eu/by/30249-preston-sturges
OFRECER UNA FIESTA ES SINÓNIMO DE PODER
AMERICAN GRAFITTI - Tomada de: http://cartelesmix.es/?p=870
llers entra al cine fiestero con paso torpe y andar altivo, convidado por Blake Edwards, director monstruoso de Desayuno en Tifany’s, quien se atrevió a enseñarle a Sellers a ser gracioso (como él mismo afirmaba), a sabotear con carcajadas la inmaculada sonrisa hollywoodense. Este dueto inaugura con una visión experimental de poco diálogo y mucho slapstick una crítica al universo de máscaras y superficialidades. En The Party, un actor indio termina accidentalmente sembrando el caos y la diversión en una fiesta de Hollywood, curioso paradigma para nuestra naciente cinematografía en donde muchos abordan los oficios del cine desde lo fiestero, lo pretencioso y lo alegrón, soñando y haciendo realidad a punta de tragos y lambonería un sistema de estrellitas que haría que el mismísimo Gordon Willis con su ética antifiestera se revuelque entre las sombras. Los años 70 se convierten en un capítulo borroso en donde The Trip, de Roger
Corman, nos sintoniza con una tendencia a las alegrías inconscientes, y acaba trágicamente en manos del clan Manson para dar partida a una nueva generación de miedos, guerra fría y cócteles cargados de cinismo.
“CASETE RESETIAO” En 1980 la revista Mad y su irreverencia engendran el National Lampoon, creando un éxito que rápidamente se capitaliza en una seguidilla de fratcoms en donde las chicas y el licor se convierten en una forma de rebeldía posible para sobrevivir el moralismo de la era Reagan. El cine evidencia una desesperada necesidad de aceptación disfrazada de catarsis. Actualmente, en plena posguerra, no nos sorprende que “América” necesite embriagar de nuevo su conciencia y que todos queramos ser invitados a bailar sobre su alfombra roja sin importar cuánto salpique, bendecidos con la amnesia y sepultados en la cómoda superficie de la euforia. Por ahora seguimos siendo esos jóvenes con el alma de la fiesta guiando el auto, que van de Dazed and confused, American Grafitti, Dinner o Superbad dando vueltas por las carreteras, buscando licor, aceptación y un ritual propio que nos permita integrarnos a la sociedad sin cuestionarla, antes de que la fiesta acabe. @mallpock et