Artículos publicados por alumnos/as MDT en Diario La Opinión

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“La Universidad tiene un rol clave para fortalecer el desarrollo del territorio” Suplemento Economía 19 de agosto de 2018 Por Redacción Pablo Costamagna, director de la Maestría en Desarrollo Territorial de la UTN – FRRa y docente de la UNRaf, reflexiona sobre cómo la universidad se involucra en los procesos de desarrollo de los diferentes territorios, sus desafíos y también sobre los avances realizados en el postgrado de cara a la finalización de la 4ta. Cohorte y el inicio del quinto grupo en el 2019.

COSTAMAGNA. "Hay una necesidad de que la Universidad acompañe a innovar", dio quien desde hace ocho años es Director de la Maestría en Desarrollo Territorial de la UTN-FRRa. FOTO EN CLASES. Los alumnos de la 4ta. Cohorte de la Maestría durante uno de los encuentros.

Cuando hace casi una década atrás se realizó el lanzamiento de una Maestría en Desarrollo Territorial en Rafaela, los impulsores estaban convencidos de que era un desafío que debía asumirse. Si bien las perspectivas eran alentadoras, como en toda nueva propuesta siempre hay un margen si con el tiempo esa semilla se convertirá en un árbol joven y saludable. Varios años después puede asegurarse que esa planta echó raíces firmes y creció con un buen cuidado de los responsables. La Maestría que se ofrece desde la Universidad Tecnológica Nacional


Facultad Regional Rafaela se consolidó al punto de que su 4ta. Cohorte se encuentra en su tramo final, un buen motivo para dialogar con su director desde el inicio, Pablo Costamagna, un rafaelino que es referente internacional en materia de desarrollo territorial por lo que se encuentra en ese sistema de redes que lo llevan a compartir sus experiencias por distintos países. Y porque esta entrevista es el punto de partida para lo que se acostumbra en este espacio cada vez que un curso llega a su fin: publicar un conjunto de reflexiones de todos los alumnos que participaron en la actual Cohorte, a partir del próximo domingo. - ¿Cuáles son los principales debates relacionados con la Universidad en su relación con las regiones donde se ubican? - Es un año especial para la Universidad en Argentina, se cumplen 100 años de la Reforma Universitaria de 1918 y se han disparados debates con congresos, talleres y publicaciones. Una de las reflexiones es sobre el cambio en las relaciones con la Sociedad en tiempos de innovaciones, desigualdades y crisis; lo que nos lleva a un escenario donde discutimos las formas de las formación, la investigación y la extensión; todo vinculado a cómo se construye conocimiento y como se acompañan procesos en los territorios para ampliar derechos, mejorar la situación de la gente, del sistema productivo, entre otros desafíos. Bien, en este marco, una de las preguntas que nos estamos haciendo es cómo la universidad, además de construir conocimientos, puede trabajar para potenciar nuevos encuentros y procesos donde ese conocimiento y los saberes del resto de los actores produzca cambios y mejoras colectivas. Hay una necesidad; que la Universidad acompañe a innovar, pero no es habitual que la Universidad ponga recursos, cabeza y energía en generar acciones compartidas para solucionar los problemas y retos territoriales. - ¿Cuáles son las razones? ¿Por qué no es habitual encontrar una universidad que participe en la búsqueda de soluciones compartidas a los problemas del territorio? - Lo más difícil es construir soluciones compartidas. No es tanto el caso de las universidades de Rafaela pero hay una historia detrás de esta manera de actuar vinculada a posicionamientos sobre quién, cómo y para qué se construye conocimientos en la universidad. La universidad tiene mayoritariamente instalado el modelo de “soy el actor que tiene el conocimiento” y plantea sólo procesos tradicionales de formación e investigación que concentran su trabajo en entender las problemáticas y ahí termina la función. En muchos casos, cuando son procesos sociales complejos esto no alcanza, deben incorporarse en los procesos para solucionarlo en forma compartida. Insisto, el cuestionamiento es que con lo tradicional no alcanza más, no sirven sólo diagnósticos señalando qué es lo que se debe hacer. Para nosotros esto es incompleto pero sigue siendo mayoritario en el mundo universitario. - Cuál es la relación de estos debates con la Maestría y el Instituto Praxis…. - Hace ya 8 años que la Maestría en Desarrollo Territorial se dicta en la Facultad Regional Rafaela de UTN – y desde menos años en otras Regionales como Buenos Aires y Chubut -, y han pasado más de 100 alumnos y alumnas de la ciudad, la región y de otros países. Siempre hemos intentado, junto al plantel docente, aportar una mirada vinculada con el cambio territorial que incluye conocimiento teórico, marcos conceptuales pero también tiempo para la construir capacidades sobre el “cómo se hacen las cosas”. - ¿Qué aportes realiza a la región un posgrado de este tipo? - Profesionales con nuevas ideas, con miradas sobre qué están haciendo en otras regiones de América Latina y el mundo y también personas que realizan hincapié en los procesos, en


los diálogos, en la multidisciplina, en encarar los conflictos. Cuando se comenzó a pensar la Maestría en Desarrollo Territorial, los objetivos definidos por el territorio era que se formen profesionales con capacidad para actuar en los territorios en tiempos de complejidad; en este sendero caminamos y seguimos aprendiendo. - Y las personas que llegan a la Maestría, ¿Qué encuentran? - Un espacio que le propone un salto en su formación disciplinar hacia la multidisciplina, cruzar saberes con otros, conocer gente con experiencia, aprender de los profes, de los libros y de los diálogos. También hacemos un gran esfuerzo para que cada grupo le de su sesgo, que opine, que aporte y paralelamente intentamos alentar la investigación a través de la sistematización de experiencias y las tesis.


“Rafaela Evalúa: Innovación en los Gobiernos Abiertos” Suplemento Economía 26 de agosto de 2018 Por Redacción Implementar mecanismos para el control y la auditoría de la “cosa pública” constituye una de las demandas ciudadanas que se fortaleció en los últimos años. La experiencia del Municipio rafaelino.

Por Cecilia Gallardo y Carolina Pizzi Desde hace tiempo, la sociedad argentina viene exigiendo transparencia por parte del Estado en sus distintos niveles de gobierno, y esa demanda viene de la mano del reclamo de una mayor participación ciudadana. Es un reclamo social que se visibiliza hace años entre las prioridades de la opinión pública, y esta realidad no le es ajena a nuestra ciudad. Muchos hechos se han producido en Argentina y en el mundo, que han provocado un quiebre entre los representantes y los representados, por lo que se necesita reconstruir un vínculo mucho más fuerte generando la confianza necesaria y fundamental para gobernar. Estrechando los lazos y configurando al Estado como un prójimo próximo, al cual acudir, interpelar, cuestionar, demandar. Sin embargo, ese reclamo de transparencia no mira solo al pasado, sino que también proyecta su lupa sobre los hechos del presente y pretende proyectar su mirada al futuro.


En este marco, y a partir del segundo mandato del Intendente Luis Castellano, se dieron señales claras en nuestra ciudad -en lo que respecta al Poder Ejecutivo local- de buscar respuestas a esta demanda social, porque los gobiernos locales no sólo asumen las competencias que la ley establece, sino que también toman las funciones que la ciudadanía les demanda. De esta manera, se decidió implementar mecanismos para el control y la auditoría de la “cosa pública”, siendo la primera señal de esta decisión política la creación dentro de la estructura municipal de la Secretaría de Auditoría y Control de Gestión. Cabe destacar que, desde el anterior mandato, funciona el portal de Gobierno Abierto, un espacio donde los ciudadanos pueden ingresar para ver las licitaciones y adjudicaciones, los sueldos del personal municipal y político, entre otra información. Esto implica un cambio de paradigma, donde los ciudadanos/as pueden conocer, participar, involucrarse y donde los gobiernos deben optar por brindar toda su información y transversalizar el nuevo paradigma o retirarse de este desafío sin exponer nada. Cada opción implica un costo social y político que se debe asumir. Por otra parte, existe una Ordenanza de Acceso Público a la Información, que el año pasado fue modificada para aggiornarla a las nuevas exigencias y a parámetros nacionales de acceso a la información, pero parecería que ninguna de estas herramientas alcanza para estar a la altura de las exigencias que la sociedad tiene con los funcionarios públicos. Volviendo al rol de la Secretaría de Auditoría y Control de Gestión, es importante destacar que su objetivo principal es garantizar los más altos estándares de transparencia, calidad y eficiencia en la gestión municipal, a través de los controles necesarios que permitan minimizar los riesgos y optimizar el uso de los recursos públicos, procurando implementar las mejoras pertinentes; significando la misma una estructura de vanguardia respecto de otros municipios de la misma categoría a nivel nacional, e incluso en Latinoamérica. Este tipo de estructuras municipales y sus líneas de trabajo posibilitan mejorar la calidad y densidad democrática, acortando la brecha entre la sociedad civil y el Estado. En el marco de las actividades desarrolladas por la mencionada secretaría, nació el Programa Rafaela Evalúa, que tiene por objeto nutrir un debate amplio y participativo acerca de la relevancia y necesidad de contar con un organismo evaluador general de políticas públicas y transparencia en la gestión de la Municipalidad de Rafaela a través de: 1) La generación de evidencia específica sobre casos internacionales de institucionalización de la función de evaluación en el Estado para promover el debate; 2) La sensibilización y diálogo público con distintos actores sobre la relevancia y necesidad de contar con un organismo general evaluador de políticas públicas; 3) El desarrollo de capacidades de funcionarios públicos. Dicho Programa surgió y se instrumentó a través de un Convenio Marco de Colaboración Interinstitucional suscripto en fecha 23 de Noviembre de 2016 entre la Municipalidad de Rafaela y el Centro de Implementación de Políticas públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC); ello con el interés municipal de promover nuevos mecanismos de mayor eficacia, eficiencia y transparencia en la gestión pública, afianzar la relación Estado - Sociedad civil, fortalecer la democracia y el buen gobierno en la ciudad, así como también, contribuir al desarrollo local y al mejor funcionamiento de los organismos públicos. Por otra parte, con el objetivo de fomentar la participación ciudadana respecto de este tema, e involucrar a la sociedad civil demandante de este tipo de políticas, se implementaron foros, con el objetivo de ser un espacio de diálogo público para la sensibilización y consulta sobre aspectos críticos de la evaluación de políticas públicas. Los mismos estuvieron diferenciados por sectores: -Sector Público Municipal (del ejecutivo y del legislativo); -Sector Privado y Productivo (empresas y sindicatos); -Sector Académico (escuelas, institutos y universidades);


-Sector Social (organizaciones sociales y medios de comunicación). Se consideró fundamental el aporte de las instituciones en los Foros, cuya participación se generó a través de preguntas disparadoras para poder propiciar el diálogo al interior de las organizaciones: ¿Para qué evaluar?: ¿qué implica evaluar una política pública? ¿por qué consideramos importante evaluar las políticas públicas municipales? ¿Qué evaluar?: ¿qué políticas públicas nos interesarían que se evalúen? ¿qué aspectos de las políticas públicas se pueden evaluar? ¿Quién evalúa a quién? ¿quiénes deberían realizar las evaluaciones? ¿Qué hacer con la información obtenida? ¿Qué rol pretendemos tener en un posible Organismo de Evaluación de Políticas Públicas? A partir de los debates generados se construyeron recomendaciones para la conformación y la participación en un Organismo de Evaluación de Políticas Públicas y Transparencia en el ámbito de la ciudad de Rafaela, siendo lo más rico de los debates y de los encuentros su pluripartidismo. Es importante tomar en cuenta que algunos integrantes del Concejo Municipal venían llevando adelante una idea de tribunal de cuentas que desde nuestra opinión consideramos obsoleta, esto se fundamenta en paradigmas internacionales que demuestran el fracaso de este tipo de organismos evaluadores a nivel internacional. Es por esto que creemos que lo que se está gestando desde el municipio es un proceso y construcción totalmente superadora, que, aunque inacabada aún, expresa proximidad, cooperación, colaboración, transparencia e innovación. Cabe destacar que esta experiencia conjunta busca maximizar los mecanismos de evaluación y transparencia, y será la primera en nuestro país y lo novedoso es que la evaluación va a estar hecha por la sociedad civil a través de sus instituciones. Consideramos que es algo absolutamente innovador ya que son los funcionarios quienes tienen que entrar en esta lógica de evaluación, de lo que hacen, de las políticas que ejecutan y en su caso, de la corrección de las cosas que están mal. Con este mismo enfoque, la Secretaría de Auditoría y Control de Gestión está trabajando para obtener la certificación internacional de calidad del sistema de gestión de Auditoría acorde a las normas ISO 9001. Este desafío implica poner bajo la lupa los procedimientos de la propia Secretaría, así como el modo en que revisa y controla el trabajo de otras áreas. Para ello se está trabajando conjuntamente con el Instituto Argentino de Normalización y Certificación IRAM, uno de los organismos autorizados en el país para emitir estos certificados, y qué analiza una serie de variables o componentes de lo que es todo el sistema, desde la planificación de todos los trabajos, el resguardo de la documentación e informes finales, la calidad de los productos que se emiten, la forma en que se estandarizan, la organización, la cantidad de recursos humanos y la estructura. Es largo el camino que falta recorrer, pero es claro el horizonte a donde apunta el gobierno local actual. Creemos que la planificación, el monitoreo y la evaluación de resultados de todo aquello que el Estado impulse es una condición para el crecimiento y el desarrollo. Pero fundamentalmente, esto permite aproximar a los ciudadanos y ciudadanas al estado local, a las instituciones, movilizando fundamentalmente a los y las jóvenes a participar de este tipo de experiencias desde sus inicios. Estamos orgullosos de que en nuestra ciudad se haya tomado la decisión de dar un salto de calidad y cualidad institucional. Rafaela está liderando un proceso de transparencia de políticas públicas que ojalá se replique en toda la Argentina. Otra vez Rafaela está picando en punta por y para sus ciudadanos.


Desafíos en la construcción de espacios de diálogo y capacidades institucionales Suplemento Economía 02 de septiembre de 2018 Por Redacción La conformación de la Región Este de Uruguay como política de desarrollo del turismo.

Por Kristina Bula Actualmente, la Región Este de Uruguay está formada por los departamentos de Maldonado, Rocha, Treinta y Tres, Lavalleja y Cerro Largo. Por el año 2008, los intendentes de Maldonado, Rocha y Treinta y Tres presentaron junto al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, el “Proyecto Región Este” (en adelante el PRE), financiado por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) de Presidencia y la Unión Europea, a través del Programa Uruguay Integra que aún sigue en funcionamiento. Ese proyecto comenzó a ejecutarse en enero de 2009 y en el 2010 se sumó la Intendencia de Lavalleja. La iniciativa buscaba articular las políticas públicas entre los gobiernos departamentales, el gobierno nacional y la sociedad civil, a través de la generación de capacidades institucionales que ayudaran al desarrollo del territorio con una perspectiva regional. Como resultado se determinaron


ejes prioritarios de intervención con sus correspondientes medidas políticas a seguir. Algunas de ellas estaban fuertemente ligadas a la actividad turística. Una era la promoción de una política regional integrada de turismo, con énfasis en un turismo alternativo al de sol y playa, ícono del desarrollo turístico de Maldonado y Rocha con sus principales balnearios como Piriápolis, Punta del Este, La Paloma y Punta del Diablo. De esa forma se generaría valor agregado al desarrollo económico regional. Otra de las medidas, proponía el diseño de un modelo regional para la instalación de polos logísticos y resaltaba la trayectoria de la región vinculada al turismo, la frontera con Brasil y la importancia de la costa, como factores a considerar. El PRE terminó de ejecutarse en el 2012 y en junio se presentó el Plan Estratégico de Desarrollo de la Región Este, como el resultado de ese proceso de integración interinstitucional en clave regional. El desafío era sostener el impulso de las cuatro Intendencias departamentales y vincular las propuestas en acciones concretas, una vez terminado el fondo que financiaba el primer empuje. La siguiente inyección iniciativa llegó a través del proyecto “El Otro Este” en 2014, también financiado por la OPP, ejecutándose entre 2015 y 2016. Fue presentado por las mismas Intendencias que participaron del PRE, pero en este caso, pretendían generar un circuito de turismo comunitario conformado a través de proyectos de vecinos de cuatro localidades al interior de los departamentos, de manera que se articularan en una red de iniciativas locales, donde el turismo se transformaría en una herramienta de oportunidades y desarrollo. Además de esas dos iniciativas, el Ministerio de Turismo venía apostando fuertemente, desde el inicio de éste período, a la descentralización de la política turística mediante el proceso de consolidación de Regiones en todo el país. Esta apuesta se sumaba al proceso iniciado por aquellas cuatro Intendencias departamentales que impulsaron el PRE en el 2008-2009, incorporando también al departamento de Cerro Largo en el 2016. La articulación de esfuerzos en ambos niveles de gobierno, se concretan con la firma del acuerdo marco de integración regional entre las cinco Intendencias departamentales con el Ministerio de Turismo, comprometiéndose al trabajo de cooperación interinstitucional hasta el final del período de gobierno en 2019. Este acuerdo legitimó un espacio de diálogo que venía gestándose con dificultades entre las Intendencias departamentales: la Mesa de Turismo Regional (MTR). Para el Ministerio de Turismo el objetivo era claro: trabajar en la construcción de productos turísticos regionales para conquistar nuevos mercados a nivel regional e internacional, poner énfasis en el desarrollo de nuevas ofertas y circuitos que complementen el turismo de sol y playa y apostar a eliminar la temporada estival asociada a la costa, generando turismo todo el año en toda la región, lo que se traduce en mayores oportunidades a lo largo del territorio. Para eso, y acompañando el trabajo articulado de las Direcciones de Turismo de las Intendencias departamentales, se incorporó en 2017 una nueva figura del Ministerio en el territorio: el referente territorial. Una figura que desde otros ministerios ya estaba instaurada en el territorio. Pasaron dos años desde que se firmó el acuerdo. Un período que presentó dificultades en la articulación de estrategias conjuntas, aún con dos proyectos concretados en clave regional. Las líneas estratégicas estaban plasmadas en el acuerdo, pero no se disponía de fondos ni capital humano suficiente para concretarlas, lo que se mezclaba con ausencia de voluntad política en algunas ocasiones. Las Direcciones de Turismo de Rocha y Maldonado, que hoy tienen mayores capacidades técnicas, destinaron dos técnicos referentes para trabajar junto a la referente del Ministerio de Turismo en el desarrollo de un Plan de Trabajo de la Mesa que ordenara el trabajo y continuara las líneas del acuerdo. En abril de este año fue presentado a los Directores y aprobado por las autoridades de las seis instituciones firmantes del acuerdo. El Plan de Trabajo para 2018 y 2019 traza las acciones de la Mesa en base al cumplimiento de seis objetivos, todos ellos importantes, pero ambiciosos por la falta de recursos presupuestales,


materiales y técnicos, además de la diversidad del territorio y sus distintos escenarios en el desarrollo turístico. Esto es una oportunidad para diversificar la oferta y generar oportunidades, pero es una dificultad a la hora de integrar a los actores en un trabajo en red. Por un lado, la Mesa apuesta a fortalecerse, conformando un equipo de funcionarios de todas las Direcciones de Turismo, dotados de capacidades técnicas para instrumentar las acciones que surgen del consenso entre autoridades que forman parte de la Mesa. Pero también, apunta a generar las capacidades para lo cual las direcciones deberían disponer de mayor presupuesto y tiempo destinado a la formación, factores que hoy no están disponibles. Considerando que los departamentos de Maldonado, Rocha y Lavalleja han desarrollado más fuertemente la actividad y están hoy, más preparados para enfrentar el desafío con capacidades propias, y quizás, con mayor presupuesto, aún cargan con las dificultades de Cerro Largo y Treinta y Tres, quienes carecen de formación interna y de una trayectoria turística contundente en sus territorios. Para el caso de Cerro Largo, contundente significa un desarrollo turístico que justifique destinar mayor presupuesto y recursos técnicos para embarcarse en este proceso de integración regional. Lo mismo sucede con Treinta y Tres, que además de no tener capacidades técnicas instaladas, el turismo en la Intendencia es abordado como una Unidad dentro de una Dirección, por lo tanto, el presupuesto se comparte con otros cometidos de la Dirección de Desarrollo. Sumando también que la economía departamental está fuertemente asociada a la producción arrocera, por lo que es difícil romper la trayectoria y apostar al turismo como factor de desarrollo, aún con ejemplos claros de posicionamiento en la actividad turística. La tarea en ambos departamentos es convencer a las autoridades políticas sobre la importancia de este sector de la economía y las oportunidades que representa. Es una tarea que enfrentan los Directores de Turismo dentro de sus Intendencias y que, si bien no son decisiones de la Mesa, la conformación de ese espacio ayuda a posicionar el turismo con la relevancia debida a la interna de los gobiernos departamentales. Tal es así que, el Ministerio de Turismo está liderando desde el año pasado el proceso de actualización del Plan Nacional de Turismo Sostenible 2009-2020 hasta el 2030, entendiendo que quedará obsoleto en corto tiempo. En esta nueva versión, que trazará el norte de la política pública del turismo en el país, la descentralización del turismo a través del trabajo coordinado en regiones, es una estrategia fundamental y prácticamente acordada por varios sectores privados, Municipios y sectores de la educación. El debate es el cómo y con qué. Están elaborados los planes y las estrategias para el desarrollo turístico de la Región, están firmados los acuerdos entre dos niveles de gobierno en la construcción de políticas públicas de Estado, que hoy tienen pendiente sumar a los Municipios en ese proceso. Con todo esto, el desafío es doble: generar capacidades dentro de la Mesa, con presupuesto suficiente para trabajar en el territorio; y construir nuevos espacios de diálogo con actores del territorio que apuestan al proceso de regionalización, pero que no han participado aún en los debates. Actores que también pueden aportar a la generación de capacidades desde sus roles y experiencias en el territorio, tanto en gestión, promoción, como en construcción de conocimiento científico, nutriéndose de la trayectoria del sector público en un esquema de co-construcción de capacidades. La Región Este cuenta con una infinita trama de actores y posibilidades, habilitar y legitimar espacios de encuentro y articulación es a partir de ahora, la fase más necesaria y desafiante para la Mesa.


Descanso dominical: perspectivas necesarias para futuros acuerdos Suplemento Economía 09 de septiembre de 2018 Por Redacción Si bien por ahora en Rafaela se mantiene el beneficio para los empleados mercantiles, la judicialización del tema genera incertidumbre sobre el futuro del descanso dominical. El debate sigue abierto.

Por Pablo Tarabla y Pablo Tosetto La Ley de Descanso Dominical ha generado un fuerte debate en los últimos años tanto la ciudad de Rafaela como en la provincia de Santa Fe. Diferentes actores, posturas e intereses han llevado al tema a diversos ámbitos en distintos niveles. ¿Trabajar los domingos o no trabajar? Esa es la cuestión. La ciudad de Rafaela ha estado en la vanguardia desde el comienzo de la discusión y fue una de las primeras ciudades de la provincia de Santa Fe en adherirse, por medio de la Ordenanza Municipal N° 4.706, a la Ley Provincial N° 13441 de descanso dominical cuando fuera aprobada por el Poder Legislativo de la provincia a finales del año 2014. Dicha Ley determinaba que los establecimientos comerciales debían permanecer cerrados tanto los días domingos como los feriados nacionales además del Día del Empleado de Comercio. A nivel


local desde diferentes sectores han expresado distintas opiniones que llevaron a un largo debate. Supermercadistas, comerciantes, sector público, gremios, Iglesia y cámaras aún hoy mantienen el tema en sus agendas sobre todo con el cambio ocurrido a principios del 2018 al decretarse inconstitucional la Ley Provincial N° 13441. Este giro se dio cuando las cadenas de grandes supermercados de la ciudad de Rosario solicitaron una acción de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la provincia, alegando que la medida reducía el salario de los trabajadores poniendo en riesgo sus puestos de trabajo. Ante el rechazo por parte de la provincia, las firmas acudieron a una instancia superior por lo cual fue el máximo Tribunal de la Nación quien finalmente declaró inconstitucional la Ley de Descanso Dominical permitiendo que abran nuevamente sus puertas los domingos y feriados. Pero en la ciudad de Rafaela se continúan respetando los horarios de apertura y cierre de los comercios tras el acuerdo logrado en su momento, luego de un largo camino de diálogo, entre los actores rafaelinos involucrados. Sin embargo, muchos comerciantes y supermercadistas aún continúan manifestándose en contra de la Ley de Descanso Dominical y de la ordenanza local, buscando abrir sus puertas de manera normal los fines de semana y feriados. Ante este nuevo panorama a nivel provincial es un hecho que las partes deben volver a reunirse para determinar qué postura se toma finalmente en Rafaela ante la cuestión. De acuerdo al panorama actual y a los antecedentes en la ciudad, para lograr un consenso que tenga más fuerza deben considerarse dos puntos que reflejan el nuevo contexto del territorio ante el continuo crecimiento de la ciudad en los últimos años. Los mismos tienen que ver con el nuevo mapa de actores en el territorio que, por un lado, es cada vez más amplio y por el otro, trae diferentes formas de producción y nuevas culturas laborales que inevitablemente se fusionan con la cultura tradicional rafaelina. Si bien muchas voces han sido escuchadas con el correr de los años respecto al Descanso Dominical, todavía quedan muchas otras por ser oídas y que por falta de espacios o convocatoria no han sido incluidas en los debates anteriores. Corrientes religiosas, además de la Iglesia Católica, comercios y comerciantes no adheridos a cámaras o sindicatos, trabajadores y consumidores, entre otros, también deben ser tenidos en cuenta a la hora de dirimir la cuestión. La ciudad no debe descuidar su crecimiento poblacional y los cambios que ello trae. El arribo de nuevos actores del sector comercial a la ciudad con diferentes modalidades y costumbres de trabajo, también influyen en el mercado local por lo tanto deben ser incluidos en los debates. Ante esto es clave la creación de más espacios de discusión para que, luego de un relevamiento más profundo de actores locales de Rafaela vinculados al rubro comercial, se convoquen a todos para que no solo se escuchen las mismas voces de quienes tengan mayores intereses e idoneidad en la ciudad, sino también la de aquellos que no estén representados y/o ligados directamente a la temática. Es importante considerar que las discusiones surgidas en estos espacios son claves para alcanzar resultados que afectarán a todo un territorio y las mismas no deben atender a los intereses de algunos sectores, sino respetar el común de todos los actores locales. Es un hecho que en una geografía tan diversa como la de Rafaela nunca se podrá conformar a todos en su totalidad, por lo que este trabajo es necesario para encontrar puntos y objetivos en común que faciliten la generación de resoluciones más territoriales. Al mismo tiempo, para tener claridad y lograr este acuerdo en común hay diversos puntos respecto la cultura laboral y social que sería necesario comprender y aceptar por parte de la sociedad rafaelina, teniendo en cuenta que ha ido cambiando con el correr de los años. Uno de esos cambios, tiene que ver con el crecimiento de la ciudad que no es casual. Desde sus orígenes Rafaela ha sido destacada por ser una localidad próspera y productiva, acaparando la atención de diferentes medios y rubros que trajeron nuevos actores al territorio contribuyendo a su crecimiento.


Hoy en día con una población que alcanza los 100.000 habitantes, una producción muy diversa y, como se busca, una apertura más internacional, el interés de nuevos capitales en arribar a la ciudad es mayor por lo cual el mercado actual está compuesto no solo por actores locales, oriundos de la ciudad, sino también por actores de fuera de la ciudad. Esto lleva al otro punto que se busca destacar en esta reflexión, en donde sería importante comprender y aceptar que las cosas ya no se hacen solo del modo “rafaelino tradicional”, sino que debe haber una mayor apertura en las formas de ver y de implementar acciones, dado que el mercado mismo y sus cambios así lo requieren. Del mismo modo, los actores con capitales fuera de la ciudad deben entender que la idiosincrasia que llevó al crecimiento y desarrollo a la localidad aún persiste. Si los actores territoriales tanto públicos y privados que conforman la mesa de discusión no encuentran un punto en común en esta cuestión, será muy difícil llegar a un acuerdo que contemple los intereses comunes que deben surgir del diálogo territorial. Desde un punto de vista más amplio no es solo el mercado el que obliga a estos cambios, sino el propio territorio que incluye dimensiones de lo social, lo histórico y la cultura local de Rafaela. La cantidad de actores locales involucrados directa e indirectamente en la discusión del Descanso Dominical es grande. Cada uno cuenta con sus propios intereses y es respetable que todos defiendan lo que les corresponde, sin embargo, se debe ser consciente que una ley u ordenanza puede afectar una cuestión en particular, pero al mismo tiempo influye sobre un gran número de actores, aplicándose sobre un territorio compuesto por diferentes matices que no sólo se reducen a lo económico y comercial. La importancia de escuchar y respetar las diferentes posturas e intereses toma relevancia debido a que es lo que ayudará a encontrar objetivos en común por medio del diálogo. De no poder mantenerse el Descanso Dominical seguirá estando en la agenda de todos los sectores involucrados y difícilmente se pueda avanzar sobre el mismo dado que siempre una parte quedará disconforme, siendo los trabajadores los más perjudicados.


Las múltiples aristas de la articulación institucional Suplemento Economía 16 de septiembre de 2018 Por Redacción El proyecto de competitividad territorial Avanza Salto Hortícola.

Por Angeles Forrisi y Georgina Thevenet La articulación entre los actores en procesos de desarrollo territorial es, sin dudas, un componente interesante para reflexionar. Solemos tener una connotación positiva sobre la misma, evitando pensar en lo que en ella subyace. Muchas veces contamos los logros que tienen los proyectos a través de la articulación público-público ó público- privada de sus participantes. Sin embargo, pocas veces nos preguntamos por los entretelones de estos logros. Por ello, tomaremos como referencia el vínculo entre las instituciones socias del proyecto de competitividad territorial “Avanza Salto Hortícola”, siendo quienes con sus acciones en territorio dan lugar a la mayoría de los hechos concretos y resultados que hoy vive el sector en materia de desarrollo. Salto Hortícola es una intergremial conformada por siete gremiales del departamento de Salto,


Uruguay: Mesa Hortícola de Salto, Asociación Granjeros de Salto, Sociedades de Fomento Rural de Salto, Colonia 18 de Julio, Colonia Osimani y Llerena, Colonia Gestido y Grupo Parada Viña. Desde el año 2012 se unieron para la obtención de objetivos comunes en beneficio del sector, a través del apoyo institucional de un equipo técnico de la Intendencia de Salto y, por su intermedio, apoyo económico y metodológico de organismos nacionales. Así, sobre el trabajo de diagnósticos existentes, se elaboró una agenda de trabajo para el sector que priorizaba sus principales restricciones: a) frente al “saber hacer” de los productores, la falta de capacidad empresarial; b) las grandes dificultades y carencias en la comercialización de la producción; c) las limitaciones cada vez mayores en la mano de obra utilizada, especialmente en su capacitación específica; d) problemas financieros del sector, que no sólo obedecen a disposición de liquidez sino además a formación en educación financiera; y e) carencias detectadas en infraestructura necesaria fundamentalmente para post-cosecha (almacenamiento, cadena de frío, clasificación y venta colectiva). En la búsqueda de generar acciones para abordar estos temas, se desarrollaron múltiples reuniones y talleres para la confección de dicha agenda con actividades hacia la formación de dirigentes gremiales, capacitación en gestión empresarial, en comercialización y exportaciones, información de instrumentos financieros, capacitación de la mano de obra y en la formulación de un Plan de Negocios para una futura Central Hortifrutícola de Servicios, que permita contar con una infraestructura colectiva: una central de ventas con un área anexa de servicios de packing y frío, que se localizará en el Parque Agroindustrial de Salto, ubicado en la intersección de las Rutas 3 y 31, en parcelas obtenidas bajo la modalidad de donación por la Junta Departamental de Salto. Para impulsar estas iniciativas, la Intendencia de Salto, conjuntamente con Salto Hortícola y el Centro Universitario Regional Litoral Norte de la Universidad de la República, presentaron una propuesta a la convocatoria a proyectos de Competitividad Territorial diseñado por el programa “Uruguay Más Cerca” de la Dirección de Descentralización e Inversión Pública de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE). Finalmente, dicho proyecto -Avanza Salto Hortícola- resultó aprobado y comenzó a ejecutarse a mediados de octubre de 2017. Los objetivos del proyecto son: fortalecimiento gremial y organizacional de Salto Hortícola, articulación con la academia e instituciones para transferencia tecnológica y un componente específico para agilizar el camino hacia la construcción de la Central Hortícola del Norte. Se sumaron como socios adherentes al proyecto siete instituciones públicas y privadas del medio y, con la mirada puesta en el futuro, se creó el denominado “Comité de apoyo a Salto Hortícola”. Estas Instituciones son: Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca – Dirección General de la Granja; Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria; Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional; Delegación Uruguaya de la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande; Incubadora de Empresas Gepian; Centro Comercial e Industrial de Salto; Universidad Católica Sede Salto. Es interesante la conceptualización de articulación de actores presentada por Javier Marsiglia (2013: 5) : (…) “un proceso por el cual se establecen relaciones permanentes entre los actores-agentes de desarrollo de un territorio, en función de la búsqueda de objetivos comunes que trascienden los intereses particulares o sectoriales, sin anularlos, aunque puestos en situación de cooperar. Implica la identificación del interés o del bien común, lo que se puede lograr en base a instancias de negociación, donde se establecen reglas de juego, en un marco de relaciones de poder que admiten cierta flexibilidad y que pueden cambiar en el tiempo”. En línea con lo planteado, podemos visualizar que, durante las diferentes etapas de desarrollo del


proyecto los diversos actores se han involucrado en diferentes modalidades e intensidades, dependiendo esto de su idiosincrasia, burocracia, e interés de su referente en el territorio. Aquí nos encontramos con: instituciones que no mostraban demasiada voluntad pero sabían que debían participar, entonces delegaron en referentes que resultaron ser un actor sumamente interesado en el proyecto; instituciones más pasivas pero que ven en el proceso un aliado y a su vez un “socio estratégico” para sus intereses, instituciones que realmente se interesan por el sector y desean aportarle desde sus conocimientos, pero que quizás por su propia normativa no pueden ir más allá de la extensión, aquellos que asisten a las reuniones pasivamente, los que aportan mucho, los que son socios para actividades puntuales, pero de impacto. El autor también hace alusión a varios elementos que forman parte de este tipo de procesos, jugando un papel diferente dependiendo de la etapa en la que se encuentre el proyecto o del actor desde el cual se mire el mismo. Dichos elementos son: “factores identitarios comunes”, “acuerdos operativos y coyunturales”, “asuntos prioritarios de una agenda territorial concertada”, “actitudes de reconocimiento, respeto al diferente y derecho a ser escuchados”, “propensión al encuentro con el otro”, “jugar en los márgenes”, “atreverse a ceder poder e identificar temas comunes” (Marsiglia, 2013:5) . En este sentido, en el proyecto Avanza Salto Hortícola se han generado instancias bilaterales entre el Comité de Gestión y determinadas instituciones asociadas al proyecto, que han apuntado a aspectos específicos del proceso y a articularlos con los roles que cada una de ellas tiene, sumando los espacios más sostenidos en el tiempo, como las reuniones bimensuales entre todas las instituciones y organizaciones participantes de carácter informativo y resolutivo de cuestiones más transversales. En este proceso podemos observar la tensión existente entre los tiempos y objetivos formales y los demandados por el territorio, conformándose un entramado complejo, donde el diálogo juega un papel fundamental. No deja de ser un juego en el que, cada institución tiene sus intereses reflejados en “objetivos, visión y misión” -en lo que podemos llamar un nivel macro-, que son interpretados por los referentes que participan en el territorio -en lo que sería un nivel micro-. Esta interpretación debe hacer equilibrio entre los objetivos de la institución y las necesidades pujantes del territorio, que, por lo general en un país centralista como el Uruguay, no siempre están en consonancia.


Los muros permeables del saber Suplemento Economía 23 de septiembre de 2018 Por Redacción Universidad y territorio. ¿Cómo dialogan?... ¿Dialogan?

Por María Emilia Vidal Quiero comenzar el artículo, mencionando el rol que la Universidad tiene designado hoy en día, y podría sintetizarlo en Docencia, Investigación y Extensión. En mi opinión, docencia e investigación, son los roles que más representan a la universidad para la sociedad. Si nos referimos a Extensión, como extensión del conocimiento hacia la sociedad, más allá del que internamente transmite; no es un rol que podamos identificar fácilmente. La extensión ha sido presentada tradicionalmente como una “donación” o transferencia de saberes, mientras que nosotros podemos hablar de articulación, producción de conocimiento conjunto y diálogo de saberes. Un concepto clave para comprender la articulación entre universidad y territorio es el de “desarrollo territorial”. Para explicarlo, voy a retomar la perspectiva de Pablo Costamagna y Miren Larrea, quienes manifiestan que; “el desarrollo territorial es un proceso social y político complejo que tiene improntas propias según los territorios y sus características (identitarias, culturales, políticas y de


otros recursos como los económicos y ambientales). La base es la construcción de capacidades para que distintos actores desarrollen un nivel elevado de organización e interacción para decidir e implementar estrategias colectivas cuya finalidad es dar respuestas al desafío del bienestar de la sociedad». Volviendo al rol histórico de la Universidad y para entender la importancia de aferrarnos cada vez más a la denominada “extensión” entendiéndola desde el trabajo conjunto, es interesante hacer hincapié en el enfoque de Francisco Alburquerque (1), en su artículo “Los modelos de cuádruple hélice y las relaciones entre universidad y territorio”, publicado en Ciudad de Guatemala, 22 de febrero de 2014; en el que sostiene que ya no es suficiente el sector del conocimiento, la administración pública local y el sector empresarial para impulsar el desarrollo territorial. Sino que además incorpora a la sociedad civil. El autor plantea que no es suficiente que existan universidades, empresas y administraciones locales unas al lado de otras, sino que es necesario que se involucren en acciones colectivas para el desarrollo territorial, algo que hace importante la presencia de la sociedad civil organizada. “…el gran reto parece ser el de disponer de una cultura creativa en el territorio, lo que es bastante más complejo que poner juntas a las universidades, las empresas, las administraciones públicas locales y la sociedad local. Asimismo, vinculado con ello se encuentra también la capacidad de definir equipos de liderazgo colectivo capaces de impulsar los cambios de valores y mentalidades para facilitar la incorporación de las innovaciones sociales, institucionales, medioambientales, tecnológicas, políticas y culturales, entre otras. Por eso, las universidades situadas en los territorios, pese a ser visualizadas como un potencial de desarrollo, no suelen ser casi nunca el detonante principal del desarrollo territorial, haciendo falta una vinculación creativa e innovadora junto a los demás actores clave, en torno a una visión y proyecto colectivo consensuados.” Para graficar lo expresado anteriormente me gustaría retomar el caso particular de la localidad santafecina de Ramona, una población agrícola-ganadera situada en el departamento Castellanos y que cuenta con una población 1.961 habitantes (según los datos del censo 2010). La Comuna de Ramona, trabaja en su desarrollo territorial conjuntamente con PRAXIS (Instituto de Investigaciones Tecnológicas y Sociales para el Desarrollo Territorial) de la UTN Rafaela (Universidad Tecnológica Nacional). La universidad aparece en este caso a través del instituto PRAXIS en un acompañamiento, donde se realizan talleres, reuniones, charlas, para que las problemáticas y reflexiones sobre las mismas, surjan de la propia localidad. La utilización del verbo “acompañar” tiene que ver con la idea de llevar adelante un proceso de desarrollo territorial en el cual el objetivo es lograr la construcción de conocimiento colectivo, mediante el diálogo, a partir de la creatividad y la innovación para solucionar las problemáticas correspondientes e impulsar el surgimiento de potenciales oportunidades en el territorio. Luego de realizar los primeros acercamientos entre la Comunidad de Ramona y la Universidad Tecnológica Nacional, surgió como resultado la firma de un convenio entre ambos. Aquí el proceso tuvo comienzo con la realización de una serie de talleres abiertos en los que participaron miembros de la comunidad, instituciones como la comuna local, productores agropecuarios, clubes, entre otros. El primero de ellos trabajó el concepto de “desarrollo territorial”, y el segundo se focalizó en la identificación de problemáticas propias de carácter social, político, económico, entre otras, a partir del diálogo y la reflexión en conjunto. En esta oportunidad, se sumaron a la experiencia los alumnos de la 4ta cohorte de la Maestría en Desarrollo Territorial (UTN), con roles de actores facilitadores y registro de notas en las mesas de trabajo, como parte del proceso formativo. Vale mencionar que, en algunos casos, los alumnos continuaron involucrados en el desarrollo territorial de Ramona a través de la materia Praxis II a cargo de los docentes Diego Peiretti y Eleonora


Spinelli. Una vez finalizados estos encuentros y con la información recabada, el próximo paso consistió en el establecimiento de las prioridades a atender, como punto de partida para encontrar los caminos que contribuyan a superar las dificultades y descubrir capacidades en el territorio; acciones que hoy mismo se están llevando a cabo. A lo largo de este proceso participan las cuatro hélices descriptas por Alburquerque, donde la sociedad se involucra, al igual que las autoridades e instituciones locales y la universidad. Como integrantes de la ciudadanía deberíamos comenzar a tomar conciencia que tanto la universidad como los diferentes actores que conforman una sociedad no se encuentran (y no pueden concebirse) de manera aislada, sino en un constante intercambio con su entorno, para fortalecer relaciones, el crecimiento y el bienestar común. Entender que el valor del saber universitario es tan válido como el de otros actores, es imprescindible para consolidar lazos, construir puentes para que esta vinculación crezca en el territorio con una constante retroalimentación. Para ello es necesario entender la importancia de pensar juntos, articulados, en pos de un desarrollo territorial y en beneficio de la sociedad. Donde los conocimientos se pongan al servicio de las comunidades, y donde empresas, sociedad y administración pública, se sirvan de ellos para una mejor toma de decisiones y viceversa. (1) España: Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid (España). Máster en Desarrollo de Políticas Públicas en América Latina por el Instituto Latinoamericano del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES -CEPAL). Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid.


Rafaela Evalúa: un programa para la transparencia municipal Suplemento Economía 30 de septiembre de 2018 Por Redacción ¿Cómo se evalúa la auténtica transparencia de la gestión en un municipio? La respuesta a este interrogante está por un lado en la participación ciudadana y por otro a través del acceso a la información pública confiable y sin tergiversaciones.

Por Elisabet Fux y María Belén Suárez Rafaela Evalúa es un programa que surge con el objetivo de conformar un organismo evaluador de políticas públicas y transparencia en la gestión de la Municipalidad de Rafaela. El punto de partida a partir del cual se inicia este proceso, da cuenta de la necesidad del gobierno local de poder dar respuesta a la demanda de transparencia y calidad de la gestión pública. Nos preguntamos entonces, ¿por qué es importante evaluar las políticas públicas de un Municipio? En primer lugar, porque es necesario contar con información real, a través de estadísticas, indicadores y datos, que favorezca la toma de decisiones a la hora de diseñar y proponer nuevas políticas públicas de calidad o de perfeccionar las que ya están instauradas en base a los intereses de


la comunidad. Simultáneamente, para medir el impacto de las políticas públicas en la sociedad, es decir, la acción del Estado en la vida de los ciudadanos. Para esto, consideramos que es de gran importancia optimizar la retroalimentación entre el gobierno y la población, así como también evaluar cuáles son las necesidades reales de la gente para crear y proponer políticas útiles, que sean beneficiosas para la comunidad. Y, en segundo lugar, es de vital importancia tener este organismo evaluador para contribuir a transparentar y hacer más eficiente el accionar de actores internos o externos, que pueden llegar a afectar el desarrollo de una gestión, para obtener beneficios personales. TRANSPARENCIA Consideramos que la transparencia municipal es vital para que la sociedad pueda conceder su confianza y respaldo a las acciones de gobierno tendientes a la construcción de un mejor entorno social, que se traduzca en el desarrollo de un bienestar para sus habitantes. Pero nos preguntamos, ¿cómo se evalúa la auténtica transparencia de la gestión en un municipio? La respuesta a este interrogante está por un lado en la participación ciudadana y por otro a través del acceso a la información pública confiable y sin tergiversaciones. En ese sentido, una de las herramientas más utilizadas en la actualidad son las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) que constituyen instrumentos importantes para la toma de decisiones y le generan al ciudadano nuevas posibilidades de acceso a la información. El portal de Gobierno Abierto de la Municipalidad de Rafaela tiene varios años y es actualizado periódicamente. A pesar de que el año pasado se renovó la página web para hacer más accesible la información, creemos que ha quedado solo en una intención ya que no es tan sencillo encontrar la información y pensamos que deberían presentarse algunos datos de una manera más sencilla y amigable para los vecinos. Teniendo en cuenta que el vínculo entre el gobierno y los ciudadanos es cada vez más directo, es necesario que la gestión municipal genere mayor acceso a la información pública. Otra importante acción municipal que fomentó al Gobierno abierto, fue la sanción de la Ordenanza de acceso a la información pública, hace ya 15 años. Recientemente esta Ordenanza fue reemplazada por una nueva, mucho más moderna, que por un lado recoge alguno lineamientos de la Ley Nacional de Acceso a la información pública, suprimiendo la exigencia de invocar el interés legítimo de quien solicitaba la información y determinando la gratuidad del trámite, y por otro lado se adecúa en su terminología al Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. Reflexionando sobre este proceso consideramos que otra acción que ayudaría a evaluar las políticas públicas, es promover la participación ciudadana por medio de las vecinales, mediante la ejecución de programas, conectando las necesidades barriales con el Municipio, haciendo de estos espacios un pilar fundamental para el fomento de la participación. Las vecinales son la manifestación institucional que han encontrado los ciudadanos para darle vida a la democracia participativa, por lo que el Municipio debe proponerse trabajar en el fortalecimiento institucional, para generar espacios de diálogo y debate en los barrios. En este sentido, creemos profundamente también que es deber de todos los Rafaelinos aprovechar estas iniciativas y ser parte de este proceso, que nos permitirá madurar como sociedad y aprender de las propias experiencias para vivir en una ciudad más transparente.


La Biblioteca, territorio de encuentro para la construcción de conocimiento Suplemento Economía 07 de octubre de 2018 Por Redacción La Biblioteca Popular Gastón Gori va más allá de ser un espacio de lectura y de transferencia de conocimiento: pasa a transformarse en un lugar de encuentro e inserción social desde el aprendizaje.

Por Harold Giovanny Espinel Navas El objetivo de este artículo es analizar la importancia de la Biblioteca Popular Gastón Gori del Club Unión Cultural y Deportiva de la ciudad de San Guillermo, Provincia de Santa Fe, en el contexto de desarrollo social y participación de la comunidad. Además, es importante resaltar el modo en que se crean vínculos dinámicos y se genera conocimiento entre los habitantes. Si bien la biblioteca no ocupa una posición central en el desarrollo del territorio, es vital en el momento de ofrecer oportunidades de construcción de espacios de formación, socialización y convivencia para la población. Se trata de una Biblioteca anclada en el territorio, con una dinámica que está centrada en la comprensión de ciudad como lugar de desarrollo desde el conocimiento, a través de diferentes


actividades y talleres que emergen como una estrategia educativa para todas las edades. La actual biblioteca nace de la fusión de dos de estas entidades, que funcionaban en esta localidad: la biblioteca del Club Unión Cultural y Deportiva y la Biblioteca Popular "Gastón Gori". Dicha fusión se propone a partir del propósito de crear un único centro de información, de promoción de la lectura y animación socio-cultural, brindando a la comunidad toda, posibilidades y alternativas que contribuyan a su desarrollo integral. La fusión de estas dos bibliotecas se convino en el año 1995. Desde esa fecha y hasta la actualidad la Biblioteca continúa su actividad ininterrumpidamente como sub-comisión del Club Unión Cultural y Deportiva. Cumpliendo una encomiable labor de contenido social y cultural, integrada al Núcleo Regional Zona Noroeste y reconocida por la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP). Jaramillo Orlanda (2006) dice: “Las bibliotecas públicas constituyen escenarios para el acceso a la información y la búsqueda del conocimiento. Sin embargo, en la medida en que las condiciones del entorno han ido cambiando y emergen otras alternativas para acceder a estos contenidos estos agentes han sentido la necesidad de replantear su papel dentro de la sociedad. Es por ello que actualmente se enfatiza en el papel que desempeñan las bibliotecas como centros culturales, que proporcionan herramientas propias para interpretar de manera autónoma el entorno social y permiten el acceso a diferentes servicios institucionales, y además de ello, la satisfacción de ciertas necesidades como la socialización, la participación ciudadana y el intercambio cultural¨. La Biblioteca Popular Gastón Gori va más allá de ser un espacio de lectura y pasa a transformarse en un lugar de encuentro e inserción social desde el aprendizaje, de manera que las personas que asisten a las actividades adquieren conocimientos que enriquecen sus competencias y así abren nuevas perspectivas en su vida social, cultural y en la construcción de ciudadanía. Recibe un valor en la comunidad a partir del respaldo y la apropiación, logrando la capacidad de generar procesos de aprendizaje social. Mi relación con esta institución se inicia en la planificación e implementación de talleres relacionados con los temas de comunicación efectiva y solución de conflictos que se han realizado con el objetivo de contribuir al cambio social en el territorio. Pude evidenciar como la biblioteca ocupa un rol novedoso relacionado directamente en el marco del contexto local, creando un espacio de dialogo y relación entre los asistentes, propiciando la confianza para pensar y discutir sobre los desafíos que atraviesa el territorio. Estos talleres se han convertido en un espacio de desarrollo individual, manifestándose como un instrumento de aprendizaje que si se realiza sistemáticamente puede mejorar el desempeño de los participantes y el bienestar de la comunidad. En este contexto la biblioteca logra cambiar su papel de observador por un papel activo en la toma de decisiones sobre los problemas que aquejan a la población, logrando movilizar capital social de la comunidad, generando conocimiento sobre su realidad y su entorno, con capacidad para usarla en el proceso de concebir, forjar y construir su futuro. De esta forma, se busca que el conocimiento se convierta no sólo en instrumento para explicar y comprender la realidad, sino también en motor de desarrollo y en factor dinamizador del cambio social. Las personas que trabajan en la biblioteca son profesionales y facilitadores sociales fundamentales en el estímulo a los procesos de participación. Aceptan los nuevos cambios, son innovadoras, disfrutan y comprenden las transformaciones que se están produciendo, además poseen ideas para mejorar su servicio. Son originales e impactan positivamente en la vida de los habitantes, siempre tratando de construir relaciones sociales mediante la inclusión de la comunidad en programas educativos y culturales. Las iniciativas comunitarias que desarrolla la entidad ayudan a contribuir no sólo en acortar las distancias en los procesos que impliquen el crecimiento humano desde el conocimiento, también les aportan a los asistentes de los talleres y cursos, habilidades y valores que son especialmente importantes para el crecimiento personal, así como se les da la oportunidad de formarse en


diferentes temas logrando mejorar su confianza y autoestima. Como conclusión la Biblioteca Popular Gastón Gori del Club Unión Cultural y Deportiva de la ciudad de San Guillermo, Provincia de Santa Fe, es un escenario valioso en la gestión de procesos para el desarrollo de la comunidad no solo desde la lectura y el conocimiento, sino también desde el encuentro, el libre esparcimiento, la socialización, la producción artística, la educación y el desarrollo comunitario, siempre de manera imparcial, inclusiva e integral. Para Freire, la educación da posibilidad de constituirnos como sujetos; sólo a través de la conversación basada en una práctica compartida y en la apertura del otro, que a su vez me escucha y me habla, es que me reconozco como sujeto; no como sujeto dado, sino como sujeto en permanente construcción. Así, el diálogo asume un carácter antropológico y ético, en la medida en que nos hacemos seres humanos autónomos, con capacidad de incidir en la realidad, en la medida en que reconocemos, con otros, que el mundo es susceptible de modificar desde otros valores, sentidos y utopías. ¨ Enseñar no es transferir conocimiento, es crear la posibilidad de producirlo¨. Paulo Freire


Activá, un programa propuesto para alentar la participación de los jóvenes Suplemento Economía 14 de octubre de 2018 Por Redacción Se trata de un programa de capacitación para despertar el interés de los jóvenes y potenciar su participación en las organizaciones de la sociedad civil (OSC) de la ciudad de Rafaela.

Por Lic. Patricia Rodríguez Lic. Paula Pagani Prof. Marcia Molina Impulsado por la Municipalidad de Rafaela, el Programa Activá surge inicialmente como preocupación a partir de la falta de involucramiento del sector juvenil en organizaciones civiles de la ciudad (OSC). Dichos datos fueron recolectados por el “Mapa Social de la ciudad de Rafaela 2015”, que relevó mediante su estudio que sólo el 20,9% de quienes conforman las OSC de la ciudad son jóvenes de entre 18 y 30 años que participan en 10 instituciones, de un total de 294 relevadas


Teniendo en cuenta este dato tan llamativo, se comienzan a gestionar líneas de trabajo entre lo público- privado con el fin de detectar soluciones conjuntas. Luego varios procesos de análisis, surge el programa Activá destinado a jóvenes de 16 a 18 años, focalizando en la formación de líderes que acompañen y traccionen a las OSC, con el objetivo de incorporar nuevas miradas. Asimismo, que comiencen apropiarse de dichos espacios y participen activamente para la creación de proyectos sociales. El programa intentó desde un principio hacer que los jóvenes sean protagonistas y no meros receptores. En primera instancia, se llevaron a cabo charlas y encuentros con la población joven, con el fin de conocer sus intereses, indagar sobre sus preferencias y necesidades. Luego de los diversos encuentros y la información recolectada, se terminó de diseñar el Programa, cumpliendo una serie de requisitos. Para esto se fijaron sus contenidos, así como también los horarios y días en que se desarrollarían los módulos. Siguiendo con esta línea, no se deben olvidar quienes formaron parte de este proceso, acompañando constantemente cada paso, como es el caso de la participación del ICEDeL y la Secretaria de Gestión y Participación. Asimismo, se cuenta con un coordinador y con un equipo de tutores, cuyo rol consiste en acompañar a los jóvenes en el proceso de formación, durante el diseño y planificación de los proyectos. A su vez, el desarrollo de módulos está a cargo de capacitadores profesionales especializados en las temáticas que conforman la currícula. Dichos módulos tienen como objetivos: brindar conocimientos acerca de las OSC de Rafaela; generar un espacio de debate y reflexión entre jóvenes y brindar herramientas e instrumentos para el desarrollo personal de cada uno. La distribución de los contenidos estaba compuesta de diez módulos repartidos para diez encuentros quincenales. Los mismos comprendían diversas temáticas, entre ellas: concepto de Organizaciones de la Sociedad Civil, la participación ciudadana y sus mecanismos, la importancia del sector social rafaelino a partir de un trabajo con el Mapa Social Rafaela, niveles operativos de la planificación y cómo elaborar un proyecto. Abarcaban además el uso de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación en OSC y metodologías ágiles, la utilización de herramientas para fortalecer las capacidades de liderazgo, comunicación y negociación logrando eficiencia e influencia positiva en las audiencias, a partir de métodos de expresión y del trabajo en la comunicación no verbal. Se pudo detectar en el desarrollo del programa el perfil de los jóvenes inscriptos en el 2017: el 65% de dichos estudiantes estaban cursando sus estudios superiores, mientras que un 15% no terminó la formación secundaria. En cuanto a la participación, el 55% de los inscriptos se encuentra involucrado en alguna organización (vecinal, comedor, organización estudiantil, organización política), mientras que un 15% alguna vez participó, pero por diversos motivos al momento de inscripción, ya no lo hacían. Todos estos datos dan cuenta del grado de heterogeneidad de los participantes del Programa Activá, que es una muestra de un hecho que caracteriza a los jóvenes actualmente y que permite u obliga hablar de juventudes en plural, dejando de lado una concepción homogénea y simplista de los mismos. Esa cantidad de perfiles también se vio reflejada en la diversidad de intereses que aparecieron al momento de comenzar con la formulación de Proyectos. El número de jóvenes que finaliza el Programa refleja que es necesario pensar en nuevas estrategias, en nuevos contenidos, en distintos horarios y/o días, entre otras cuestiones. Sin embargo, el hecho de que en dos años más de 120 jóvenes se hayan anotado en esta iniciativa, muestra que existe un interés de la juventud por la temática. Dejando de lado el proceso formal que compone al Programa, los perfiles de los alumnos, el contenido desarrollado, el acompañamiento de los tutores, la formación de los especialistas que aportaron al desarrollo de Activá, los participantes dejaron vislumbrar cuestiones personales


significativas que marcaron el proceso de su recorrido por el programa. Cada cohorte que termina de completar la capacitación, realiza una reflexión individual y grupal del camino realizado . En sus relatos dejan entrever que no solamente incorporaron nuevos conocimientos, estrategias o herramientas sino que se llevan nuevas amistades, compañeros que fueron pilares fundamentales para terminar el proceso. La articulación generada abrió la puerta a interesantes debates, a conocer las diferentes posturas y a la aceptación de una mirada distinta. Estos momentos les permitieron abrir sus mentes y llevarse consigo no solamente cuestiones formales sino valorar al otro, conocer al otro, darle la oportunidad y construir con otros, debido a que si trabajamos en la individualidad sería imposible lograr grandes cambios. Fue de gran importancia transitar por diversas OSC, animarse a generar una nueva mirada a la situación dada como única y crear, para seguir recreando en esa realidad, con una postura fresca y joven, construyendo un mismo camino y aportando desde la participación activa pero siempre desde lo grupal.


La educación superior como una herramienta para el desarrollo Suplemento Economía 21 de octubre de 2018 Por Redacción En Rafaela estudian más de seis mil estudiantes, siete casas de educación superior que brindan las herramientas para dar respuesta a las demandas de los nuevos paradigmas de desarrollo.

Por Matías Nellen y Juan Ignacio Ruggia Desde principios de los años 90 Rafaela se ha convertido en el polo industrial más grande de la región, como consecuencia de la acertada política de desarrollo implementada por la Municipalidad de Rafaela, acompañada por el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, el mundo globalizado genera cambios constantes que obligan a pensar la transición de un paradigma puramente industrial a uno centrado en el conocimiento, la innovación y la tecnología, poniendo en crisis el modelo rafaelino. Aquí es donde reside la importancia de las funciones de formación, extensión e investigación que promueve la casa de estudios de la ciudad, jugando un rol muy importante a la hora de pensar y


gestar los cambios que se necesitan para estar a la altura de los requerimientos del mundo en el que vivimos. En la actualidad Rafaela cuenta con más de 6000 estudiantes que cursan en la Universidad Tecnológica Nacional, la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, la Universidad Católica de Santiago del Estero, el Instituto Superior del Profesorado Nº 2, la Universidad Católica de Santa Fe, el Instituto Tecnológico de Rafaela y la Universidad Nacional de Rafaela que proporcionan más de 50 carreras terciarias y universitarias, públicas y privadas, que son aprovechadas por los ciudadanos rafaelinos y de la región, como así también de Córdoba, Santiago del Estero y Entre Ríos. Según la “Encuesta a estudiantes que finalizaron sus estudios medios en 2017” realizada por el ICEDEL, el 72% de los encuestados tienen pensado continuar estudiando una carrera universitaria y el 67% lo hará en la ciudad de Rafaela. Demostrando que la ciudad ha consolidado en el último tiempo una variada oferta académica mediante la incorporación de nuevas Instituciones de educación superior y la diversificación de las alternativas disponibles que componen una fuerte oferta educativa local, estas entidades ofrecen opciones de cursado de carácter presencial y procesos de enseñanza a distancia. Cuando los estudiantes finalizan sus estudios secundarios, y algunos mucho antes de ello, pasan a vincularse con el mercado laboral, dotando de profesionales capacitados al sector productivo de la ciudad. En este punto radica la importancia de que se conjugue una relación estrecha entre las universidades y los actores del sector productivo de la región. Dentro de las diez principales carreras elegidas encontramos rubros variados: las cuatro principales corresponden a las ciencias naturales y sociales (Abogacía, Medicina, Psicología y Kinesiología) que no forman personas directamente vinculadas a las empresas pero que desarrollan el capital social necesario para la ciudad. Las seis profesiones restantes elegidas tienen un fin más orientado al desarrollo de las industrias (Ingeniero Industrial, Contador Público, Relaciones de trabajo, Arquitectura, Educación Física y Nutrición). Este aporte se completa por aquellas carreras terciarias elegidas, entre las cuales se destaca la Tecnicatura Superior en Administración de Empresas. Las instituciones de estudios superiores tienen la facultad de producir conocimiento a través de sus centros de investigación, es clave destacar el nacimiento de la oficina de Ciencia y Técnica de Conicet- UNRaf con un marcado enfoque territorial. Estos conocimientos generados no deben quedar solo dentro del mundo académico, sino que deben fortalecer los vínculos para que la comunidad en su conjunto pueda darles respuesta a las nuevas demandas En este punto juegan un rol importante las políticas de articulación y extensión de las universidades. El análisis de los procesos formativos exige revisar tanto los procesos educativos formales que desarrollan los establecimientos terciarios y/o universitarios, como el abanico de opciones enmarcadas dentro de la denominada “educación no formal”. A diferencia de las primeras, éstas últimas se materializan a través de cursos de corta duración, con objetivos formativos específicos, pudiendo ser dictados por organizaciones educativas como por otras instituciones del territorio (gobierno local, gremios, asociaciones, agencias de desarrollo, entre otros). Con respecto a este escenario, casi la mitad de los estudiantes secundarios manifestó interés por participar en estos cursos de capacitación, siendo una opción más frecuente entre aquellos que tienen pensado continuar con estudios de nivel superior (el 24,6% solamente tiene pensado realizar este tipo de cursos). Las principales temáticas elegidas para estos estudios son las capacitaciones en distintos oficios (electricidad, plomería, gasista, albañilería, repostería, peluquería, entre otros) que ofrecen una salida laboral a desarrollar tanto en relación de dependencia, como por cuenta propia. Este panorama nos muestra que la ciudad de Rafaela cuenta con los recursos y mecanismos para poder estar a la altura de los requerimientos a nivel global, para ello es necesario que sus instituciones estrechen y concreten acciones en conjunto con el fin de poder seguir por la senda del


desarrollo.


Un enfoque desde las capacidades locales Suplemento Economía 28 de octubre de 2018 Por Redacción ¿Es suficiente desarrollar programas nacionales con “enfoque territorial” sin una estrategia local consolidada que asegure la sostenibilidad del proceso?

Por Andrea Malvasio y Lucía Campanella Uno de los grandes problemas que se presenta en Uruguay y que responde a la lógica de un país unitario y extremadamente centralista, es la baja incorporación de la dimensión territorial al momento de diseñar programas y políticas públicas. Esto genera como consecuencia la existencia de innumerables herramientas perfectamente diseñadas, pero con poco impacto territorial. Desde la mirada de la política pública, uno de los supuestos que pueden dar respuesta a esta premisa es la no existencia de las capacidades a nivel local para apropiarse de los instrumentos, pero nunca lo explicamos como un problema de diseño. Esto lleva a preguntarnos, ¿quién diseña? ¿para quién? Es una posición bastante simplista y cómoda afirmar que lo que se diseña en un lugar fracasa en otro por falta de capacidades. Si bien no desconocemos que esto es una realidad, existen otros factores quizá arraigados desde lo cultural que


limitan a los territorios en su margen de acción local para impactar y generar procesos sostenibles. Partir de la base de que para algunos el problema está en lo “central” y para otros en lo “local”, es ampliar una brecha que existe y que parece agudizarse cuando desconocemos al otro como un actor capaz de modificar y generar nuevas oportunidades para la acción. Los que trabajamos en desarrollo territorial sabemos que las recetas no existen y copiar modelos puede resultar un fracaso. Cada territorio tiene su propia impronta, cultura, historia, una forma de hacer que lo hace único, por tanto, necesitan su propio proceso de maduración y de anclaje. Esto es un desafío para un país como Uruguay, que obliga a la política pública a salir de su “zona de confort “y lo invita a construir con los actores desde el diseño en búsqueda de soluciones genuinas. En este contexto, creemos que la convocatoria del programa Fomento a la Competitividad Territorial diseñada desde la política nacional por la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) y el programa “Uruguay Más Cerca”, de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), es un instrumento que genera los incentivos adecuados para la construcción con los actores y posibilita un entramado interinstitucional, que con la apropiación y liderazgo territorial, puede generar las condiciones para un proceso sostenible. El objetivo de esta convocatoria fue impulsar el desarrollo de capacidades vinculadas a la promoción y consolidación de las estrategias asociativas de las principales cadenas de valor y el desarrollo de estrategias de diversificación productiva a nivel territorial. Esto requería propuestas territoriales que involucraran de manera conjunta al sector público, privado y la academia; consolidando una estrategia departamental diseñada por el territorio incorporando a todos sus actores. “Avanza Salto Hortícola”, uno de los proyectos de Competitividad Territorial, nos demuestra como un territorio puede liderar un proceso de desarrollo territorial y generar una plataforma consolidada para la acción. Este proyecto se enmarca dentro de un proceso acumulado, que desde el año 2012 articula al sector privado, a través de los siete gremiales hortícolas salteñas, y el sector público, a través del trabajo conjunto con la Intendencia de Salto. Además, desde un comienzo ha contado con apoyo de instituciones nacionales que visualizan a este proceso y sus objetivos, como fundamentales para generar un cambio profundo en el sector, uno de los motores de la economía salteña a nivel productivo que, por ende, se vuelve una estrategia departamental que requiere dotarlo de las capacidades y herramientas necesarias para mejorar su competitividad. Los actores nacionales vinculados a este proyecto (ANDE y OPP), no desconocen este proceso, y es justamente esta apropiación desde lo local que motiva al gobierno central a apoyar estas herramientas. Creemos que es posible trabajar articuladamente, definiendo ciertas líneas desde lo nacional, pero dejando a los actores locales trabajar desde estos procesos endógenos que los guían hacia los resultados esperados. Son ellos los responsables de guiar las acciones, por su conocimiento, por su historia, por su compromiso, por todo lo que se juegan en este proceso. El Gobierno Nacional debe tener injerencia a través de sus distintas políticas públicas, en el desarrollo del territorio. Pero cuando estas acciones se conjugan con procesos apropiados desde lo local, y con una fuerte participación del sector privado, resulta claro que las brechas antes mencionadas disminuyen y las capacidades locales se ven fortalecidas. Es un desafío también para este proyecto, pero para Uruguay en general por sus características, el involucramiento de la academia en este tipo de procesos y acciones. El sector del conocimiento tiene mucho para aportar en tiempos donde la vinculación y transferencia tecnológica se vuelven fundamentales para mejorar la competitividad. A su vez, la academia debe incorporar y responder a los problemas reales que necesitan fortalecerse y crecer. Por esto, “Avanza Salto Hortícola” tiene como socios estratégicos también a la Universidad y al INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuario), sinergia estratégica que permite pensar en un proceso local de largo plazo.


Lo local requiere, puede y debe liderar sus propios procesos, creando espacios para el diálogo y la reflexión de sus experiencias y necesidades, esto lleva a cuestionarnos si, ¿el instrumento es simplemente exitoso por su diseño? Y no tenemos dudas en cuanto a la respuesta, si el territorio no logra generar acuerdos y consensos para una estrategia local y si el instrumento no responde adecuadamente a las necesidades territoriales contemplando sus debilidades y fortalezas, el instrumento es insuficiente. Trabajar juntos, reconociendo la complejidad como parte del camino, aceptando sus debilidades y limitaciones, pero priorizando la construcción conjunta de procesos es la clave para que el desarrollo territorial con un enfoque de construcción de capacidades y apoyado en el trabajo en red con mirada a largo plazo, se produzca.


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