Espuma
Producción: Ghiselle Jiménez Materiales del producto: espuma de poliuretano y pintura en spray Materiales del empaque: tela (cordura) Lugar de fabricación: Costa Rica (Desamparados, San José)
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Investigación: Alfredo Enciso Texto: Valeria Rodríguez - Daniel Soto Dimensiones: variables (30x40 cm ó 25x35 cm) Fotografías: Alfredo Enciso- Valeria Rodríguez Año: 2013
Para llegar a su casa, Jiménez debe pasar diariamente frente a una concurrida parada de buses en Desamparados. Precisamente, fue en uno de sus recorridos cotidianos que descubrió una oportunidad de negocio: fabricar los contenedores que resguardan el dinero de los pasajeros y su respectivo empaque para ser transportado. Aunque la idea original no fue suya, afirma que realizarlas requiere de paciencia y pericia; además se deben conocer los distintos tipos de materiales que ofrece el mercado para seleccionar asertivamente los más duraderos. Para realizar cada encargo, Jiménez utiliza plantillas que después corta con bisturí. Las decoraciones las realiza a petición de sus clientes, entre las cuales figuran motivos de fútbol, paisajes abstractos, de montaña y playa, entre otros. Se producen en dos medidas y son ideales
porque son muy estables y el material no permite que ni las monedas ni los billetes se deslicen. Los grandes orificios (o sopas como se les conocen) facilitan depositar “el menudo” eficazmente. Algunos modelos tienen una pequeña abertura en uno de los costados para guardar billetes; otros vienen totalmente forrados para prolongar su vida útil. Cada modelo puede durar hasta seis meses y es costeado por los propios choferes, no por las compañías autobuseras. El empaque es de cordura (tela impermeable) y a un costado tiene un compartimento translúcido en el cual figura el código de cada conductor. Además, posee otras divisiones para colocar lapiceros, papeles y otros. Una vez que finaliza la jornada, cada chofer retira su espuma y empaque del autobús y se dirige a la empresa para “cerrar cuentas”.