Actividades de Retribución Social de Luis García Hernández
El Tallercito surge como parte de un Plan Maestro para mejorar la Biblioteca de la Facultad de Arquitectura y sus áreas circundantes.
Este Plan Maestro es fruto del estudio y análisis de estas áreas por parte de un grupo de estudiantes de la Maestría en Diseño Avanzado.
La adecuación del Tallercito fue la primer intervención, con un cambio de imagen y uso del espacio. Se tomó como primer opción debido a que toda esta área era utilizada como un espacio residual, como una bodega desordenada con mobiliario sobrante o en mal estado, trabajos olvidados o abandonados, tanto de nivel maestría como de licenciatura, y una gran cantidad de materiales, entre residuos y reciclables. Además, el heliodón que se encontraba en la zona fue relocalizado a otro edificio, dejando más espacio para proponer. Se inició haciendo una limpieza general del espacio, y un reacomodo de todos los objetos y materiales que ahí se encontraban. Fueron rescatados muchos materiales que podrían ser reutilizados de varias maneras, y fueron identificados trabajos de maestría acumulados, algunos funcionales, otros inutilizables. También fueron reacomodadas un grupo de maquetas, y se sacó una importante cantidad de desechos; estas acciones se llevaron a cabo durante dos días.
Durante la primer limpieza general, surgió una idea extra para este espacio debido a la gran cantidad y diversidad de materiales que ahí se encontraban, planteando que podían ser utilizados de dos maneras: como material de reciclaje y como objetos de exposición. Se consultó si esta área y estos materiales podían ser utilizados por el alumnado, para aprovecharlos y reciclar lo más posible, y después de recibir una respuesta afirmativa se bautizó a este subespacio como la RECICLADORA.
Entre los trabajos de posgrado rescatados, se encontraron algunos construidos o procesados como experimentaciones, lo que generó la idea de usarlos como exposición educativa. Así surgió la idea de crear una MATERIOTECA, como un espacio en donde toda la comunidad de la facultad, y de la universidad, pueda ir a conocer físicamente diferentes materiales, tanto los experimentales que ya se encuentran ahí, como los que están por venir, además de diferentes materiales para la construcción.
Después del primer reacomodo de materiales y trabajos, se procedió a pintar las paredes, pues se observaban bastante dañadas por el tiempo; esta actividad se realizó durante tres días. Pero, no fue sino hasta terminada la aplicación de la pintura, que se cayó en cuenta de la cantidad de polvo acumulado en la cancelería superior, y que urgía ser limpiado para dejar el espacio funcional. Entonces, se procedió al recubrimiento de muros, ya pintados, y la limpieza de todos los canceles y ventanas; labor que tomó tres días más. Nuevamente se realizó una limpieza general, limpiando también todo el mobiliario. Asimismo, se decidió pintar un mural con la del Taller Cultural de Arte Urbano de la FAUM, para darle más identidad y carácter al espacio. Finalmente, se tomó el mobiliario olvidado y desechado en este lugar para adecuar el espacio, contando siete restiradores, tres mesas de trabajo y doce sillas, además, el espacio contaba con un pizarrón fijo y uno movible. Todas estas actividades fueron realizadas a lo largo de cuatro días.
Después de catorce días de labores, se concluyó la habilitación del Tallercito como nuevo espacio para la facultad, además de sus dos subespacios surgidos en el proceso, la Recicladora y la Materioteca; quedando a la espera del inicio de su utilización. El Tallercito quedó habilitado en temporada de receso vacacional para la mayoría del alumnado de la facultad, por lo que no se esperaba incidencia de estudiantes en el espacio. Sin embargo, se gestionó el poder realizar en el nuevo espacio alguno de los talleres de capacitación que reciben los profesores en esta temporada, y logró realizarse con éxito. Dejando ver que el espacio es funcional y solo está a la espera de ser conocido por la comunidad FAUM para estar 100% en marcha.
Este taller fue ideado y desarrollado para impartirse como parte de las actividades del 44° aniversario de la Facultad de Arquitectura, de entrada libre para estudiantes de la UMSNH.
El taller fue elaborado por los maestrantes Luis García Hernández y José Manuel Patiño Soto
El material requerido fue papel de diferentes colores, tamaños y espesores, cúter, tabla de corte y lápices
En este taller se mostró la versatilidad del papel y su casi ilimitada capacidad de tomar diferentes formas. También fue enfocado a que los estudiantes lo utilicen más allá de su uso tradicional para el dibujo, haciendo representaciones tridimensionales al aplicar dobleces estratégicos; ampliando de esta manera sus herramientas de representación plástica.
Al iniciar se les facilitaron patrones determinados con los cuales empezaron a explorar composiciones y, con esa base, se diseñaron algunos patrones nuevos propuestos por ellos mismos. Desarrollando en los estudiantes asistentes el interés por una herramienta poco explotada y la habilidad para llevarla a cabo, para explorar volumetrías y representar sus proyectos de una manera creativa y original.