Cuentos ganadores

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CUENTOS GANADORES I Concurso de cuentos navideños del CEIP “La Paz”


El árbol de Navidad más grande del mundo. Un día muy navideño, un niño estaba montando su árbol, con sus luces, sus bolas y la estrella. Cuando el niño iba a colocar la última bola…¡ZAS! El árbol empezó a crecer y a crecer hasta que llegó fuera de la Galaxia. Pero un marcianito vió el árbol, como era mago dijo:¡ Tirrín, tirrín, tirrín que este árbol desaparezca de aquí! Y el árbol fue bajando, bajando y bajando hasta que se puso de su tamaño normal. Después el niño llamó al marcianito y le pidió que fuera Nochebuena. Pasaron unos días hasta que llegó la Nochebuena y el marcianito y el niño celebraron la Navidad. Fin Adriano Augusto Molina López. 3º B


“Una Navidad algo revoltosa” En La Rinconada ya era Navidad. ¡Esta noche venía Papa Noel! Una niña dormía profundamente en la cama, tenía 6 años, era guapa, lista, cariñosa y bajita, simpática y era flaquita. Papa Noel era gordito, de media estatura, simpático, amoroso y tenía 51 años. Mamá Noel era guapa, lista, gordita, bajita, cariñosa, simpática y tenía 47 años. Ahora papá Noel y mamá Noel se estaban preparando para repartir regalos a todo el mundo. A la mañana siguiente, la niña se despertó para abrir sus regalos, pero… ¡Uno de los regalos tenía patas, se iba moviendo hasta la niña y la empezó a seguir! ¡Qué divertido!- Le decía la niña. Pero la niña no se había dado cuenta de que se había alejado mucho, mucho, pero que mucho de su casa. Papá Noel y Mamá Noel ya se iban a su casa. ¡Espera Rodolfo, siento algo! ¡Una niña está en peligro, lo presiento! Decía Papá Noel en voz alta. Rodolfo, enseguida pudo ver a la niña, pero la niña no se dejaba coger.


- ¡Me canso, bajaos del trineo y ayudadme!gritaba Rodolfo. Mamá Noel logró coger a la niña. A continuación, Papá Noel y Mamá Noel se llevaron a la niña a su casa, luego la niña pudo descansar un poquito, en una cama súper cómoda. Le encendieron la chimenea, le pusieron un poquito la tele y después le llevaron a la fábrica de Papá Noel, donde los duendes trabajaban y fabricaban los regalos de todo el mundo. Papá Noel vio la hora y como era tarde llevó a la niña a su casa. - Cariño, ya es hora de que te vayas a casa- le dijo Papá Noel a la niña - Pero yo no me quiero ir ya, me quiero quedar un ratito más- dijo la niña. - Lo sé, lo sé, pero debes irte- le decía Papá Noel a la niña. Entonces los dos se montaron en el trineo y emprendieron su largo camino. Después llegaron y los dos se gritaron… ¡Hasta la Navidad que viene! FIN Noa Agudo Torres 4º B


Cuento de Daira Érase una vez en San José, un pueblo de Sevilla ¡¡Nochebuena!! Era un día muy, muy especial para todo el pueblo. Ya tenían todo decorado. Estaban las luces navideñas, las luces puestas en todos los árboles, todas las casas decoradas… Todo quedó precioso. Había una niña que se llamaba Elena. Ella era simpática y te recibía todas las mañanas con una sonrisa en la cara. Pero ella y sus padres eran muy pobres. Ese mismo día, Elena se quedó sola porque sus padres fueron a buscar comida. De pronto, empezó a llover y como la casa de Elena era de palos, se tuvo que ir a otro lado a refugiarse. Después, vino un fuerte viento y se la llevó volando. Ella tenía tanto miedo que cerró fuerte los ojos. Entonces escuchó a un hombre decir: - ¡Sube a la escalera, rápido! Elena pensó: ¿Será mi papá? No, no ¿Será mi abuelo? No, no ¿Quién será entonces?


Abrió los ojos y dijo: ¡Papá Noel! La niña se quedó sorprendida y entonces, como no se lo creía, se pellizcó. ¡Au!- dijo Elena. Y Papá Noel le preguntó: - ¿Has sido buena este año? - ¡Sí!- dijo Elena emocionada. ¿Y has recogido tu cuarto todos los días, has hecho los deberes y has sacado buenas notas? - ¡Sí! Bueno… hacer los deberes y sacar buenas notas, no porque soy pobre- dijo Elena emocionada y un poco avergonzada. - ¡Bueno, no pasa nada!, pero… ¿Quieres repartir los regalos conmigo? - ¡Sí! Y repartieron los regalos juntos a todo el pueblo. Ella también tuvo su regalo de Navidad. Al día siguiente, todos abrieron sus regalos de Navidad. Elena también lo abrió y su regalo fue… que ella podía estudiar en el colegio LA PAZ. Daira Caballero Lara 4º A


¿Dónde están mis juguetes? Había una vez un pueblo llamado San José de La Rinconada. Allí vivía un niño que se llamaba Jesús. Él siempre se portaba mal, un día y el otro también. A la mañana siguiente se portó mal y cuando fue a coger su juguete favorito gritó: - Mamá ¿Dónde está mi juguete favorito? - Su madre no supo qué responder, así que coge la carta que está encima de la cama de Jesús y se la lee. CARTA Hola Jesús, como puedes ver, tu peluche favorito ha desaparecido. Si te portas bien aparecen, si te portas mal desaparecen, Atentamente, Papá Noel y Reyes Magos. Al niño no le importó y siguió portándose mal. Cuando desaparecía un juguete se ponía a gritar, se enfadaba, pero a la madre le daba igual porque tenía su merecido. Cuando no tenía juguetes el niño se preguntó: - ¿Y si ayudo a mi madre?


Fue y le preguntó a su madre: - ¿Te puedo ayudar mamá? Y su madre le respondió: claro que sí, hijo. De repente, apareció un juguete y el niño súper contento empezó a ayudar. Le enviaron otra carta. Muy bien Jesús, creemos que esta es tu calle: C/ Madrid, 8 Adiós Atentamente Papá Noel y Reyes Magos.

Paula Caro García 5º A

“El cascabel navideño”


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Había una vez una familia a la que le encantaba la Navidad. Un día Rosa, que era la hermana pequeña, le dijo a sus padres que no creía en la Navidad. Entonces, Rosa se fue a su habitación. Rosa se sentía muy mal, porque ella no quería que por su culpa no pudieran celebrar la Navidad. Cuando Santa llegó a Sevilla se le cayó su colgante de cascabel. El cascabel cayó en la chimenea de la casa de Rosa. La niña notó un ruido que caía de la chimenea. Cuando miró en la chimenea se encontró el cascabel de Santa. Pero… ¿De quién será este cascabel? Miró detrás y ponía el nombre de Santa. ¿Será Santa Claus? – se preguntaba. Yo creo que puede ser… Rosa que no creía en la Navidad, empezaba a dudar. Estoy empezando a creer que esto puede ser verdad- pensó. Aunque eran las 11 de la noche Rosa decidió ir a buscar a Santa. Pero… ¿Dónde lo voy a encontrar? Rosa pensó por un momento en el árbol de Navidad gigante que habían puesto en el parque… podría estar allí. Se acercó pero no estaba. Rosa lo buscó por cielo, mar y tierra.


Santa estaba muy preocupado porque sin el cascabel, sus renos no podrían volar. Entonces, Rosa pensó en enviarle el cascabel por correo a su casa en el Polo Norte. El correo llegó a casa de Santa dos semanas después, un duende le recogió el cascabel y Rosa sintió que el cascabel había llegado a manos de Santa. Desde ese día Rosa volvió a creer en la Navidad.

Alba Martínez Vázquez

6º A.


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