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HOGAR DE MAYORES, MONZÓN
from RÁFAGAS 41
Sumario
50 Aniversario Hogar, págs. 3-5
Advertisement
Reflexiones en el presente, págs. 6-7
Agridulce, págs. 8-9
Al habla con…, págs. 10-11
El arte del cuidado, págs. 12-13
La historia desconocida, págs. 14-15
Primavera, pág. 15
La abuelita y el duende Nicolás, págs. 16-17
Un médico en internet, pág. 18
Otra primavera, pág. 19
Recetas de la abuela, págs. 20-21
Pasatiempos, pág. 22
Poesía, pág. 23
Edita: Hogar de Personas Mayores de Monzón

Depósito Legal: HU 22/2013
Dirección postal:
Plaza San Juan, 30
22400 Monzón, Huesca
Dirección electrónica: lorenaromabel@hotmail.com
Portada
Josefina Garcés Visar
Contraportada
Jordi Ponce Pérez
Foto ¡feliz primavera!

Ainhoa Ollero Naval
Colabora
Coordinadora edición (Corrección Textos, Diseño y Maquetación)
Lorena Romero Abelló
Equipo de Redacción
Rosario Bordas Baldellou, Josefina Garcés Visar
Colaboradores
Lorenzo Alamán Galicia, Pilar Aventín del Villar, María Luisa Castán Buera, José Donaire Moreno, José Ignacio García Ruiz SDB, Pedro A. Martín
Hernández, Mariola Naval Bernadó, Ainhoa Ollero
Naval, Jordi Ponce Pérez, Teresa Villagrasa
Son ya 50 años los que cumple nuestro centro, desde que en enero de 1973 abriera sus puertas como hogar del pensionista, el servicio social de asistencia a los ancianos.
El hogar ha cambiado mucho en estos 50 años. En sus inicios se realizaban más actividades lúdicas, de ocio y tiempo libre, y con el tiempo se han ido introduciendo otras actividades de envejecimiento activo y diversos servicios, a la vez que han ido cambiando las necesidades de las personas mayores.
Actualmente, el hogar está inmerso en un proceso de cambio, dentro del marco de acción del Plan del Mayor, para ver hacia dónde caminan los hogares y a qué retos debemos dar respuesta.

Los hogares, han sido, y seguirán siendo, centros de referencia para las personas mayores, donde la socialización con sus iguales sigue siendo un pilar fundamental. Como también lo debe ser su participación en la comunidad en esta etapa de su vida, potenciando su autonomía lo máximo posible. Para ello, se prestan apoyos y recursos a través de servicios como el PAP, actividades y atención profesional, que favorecen el mantenimiento de la salud, la participación, y el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Por último, quería aprovechar la celebración de nuestro medio siglo de existencia para agradecer a todas aquellas personas, socios, voluntarios, concesionarios, profesores, trabajadores…, que han participado, de una forma u otra, en el día a día del centro a lo largo de estos 50 años.
Muchas gracias a todos.
Eva Benabarre







Hace unos años una amiga me regaló un artículo para que lo leyera. Se titulaba “Cerrando puertas”. En aquel momento no le di la importancia que le doy hoy, al releerlo de nuevo. Decía: “No se puede estar en el presente añorando o lamentando el pasado, ni siquiera buscando razones o respuestas. Los hechos y las personas pasan y… ¡hay que dejarlos ir!”.

La vida va hacia el futuro, nunca hacia el pasado. Hemos de recordar que nada, ni nadie es indispensable, ni imprescindible, ni una persona, ni un objeto, ni un lugar, ni un trabajo...
Esta reflexión la tengo presente estos días por todos los acontecimientos que estoy viviendo a nivel personal, las personas que me conocéis sabéis a lo que me refiero, a los que no, os diré, a la soledad que se siente cuando tu compañero de vida se va para siempre.
También por todos los acontecimientos que estamos viviendo a nivel mundial. Me da la impresión de que no hace muchos años las cosas estaban más tranquilas o quizá no nos enterábamos, porque la velocidad que toman ahora las noticias es inmediata, y da lo mismo que suceda algo en el rincón más lejano del planeta, nos enteramos de todo como si ocurriera en nuestro mismo rellano.
Muchas personas mayores no entendemos de política, de potencias mundiales, de economía, de foros… y ha llegado el momento en el que sólo queremos llevar una vida tranquila, en paz, disfrutando de la familia, de los amigos, de los viajes y nos produce un gran desasosiego escuchar las noticias lo único que nos crea es intranquilidad y preocupación, no nos cuentan una alentadora. El 24 de febrero de 2022 fue el día que comenzó la invasión rusa en Ucrania. Vladimir Putin comunicó que había ordenado “una operación militar especial”, a lo que el presidente del país ucraniano, Volodymir Zelenski, reaccionaba con una advertencia: “si alguien intenta arrebatarnos nuestra tierra, nuestra libertad, nuestras vidas…, ¡nos defenderemos!”. Un año después, continúa el conflicto y continúan las imágenes dantescas de pérdidas humanas y destrucción. Y esta guerra, la tenemos presente porque aparece continuamente en los telediarios, pero lamentablemente, hay muchísimos otros países que no conocen la paz desde hace años y de los que apenas nos llega información, quizá por estar más lejos o porque no influyen en nuestra economía y, entonces, interesa menos.
Otro hecho reciente que también ha dejado grabada en nuestra retina imágenes horribles, han sido las que nos han llegado de Siria y Turquía tras sufrir un terremoto de magnitud 7’8 en la escala Richter, y que ha causado más de 51.000 muertos y 108.000 heridos.

Estas noticias han sido puntuales, pero en España, además, nos preocupan los índices de paro y la crisis económica, que se lleva arrastrando desde hace tiempo. A los jubilados nos preocupa llegar a final de mes, por el elevado aumento de los precios de todo, especialmente de la alimentación, la luz y el gas.
Además, nuestra sociedad tiene otras preocupaciones, como son la corrupción y el fraude. Constantemente aparecen noticias provenientes de todos los sectores, deporte, instituciones, famosos…, en las que algún caradura, que no muestra signos de arrepentimiento, se ha aprovechado de su situación para prosperar individualmente. Esto es algo más presente entre los políticos, dando una imagen lamentable, en general, aunque desde luego, no todos son iguales y en todos los partidos hay gente honrada y maravillosa, y otras preocupaciones, como el paro, la violencia contra la mujer, la sanidad, la educación, las drogas, la inmigración ilegal…
No corren tiempos fáciles en nuestro país, ni en el mundo y, a veces, nos da la impresión de que es poca la esperanza. Todos estos conflictos nos afectan al estado de ánimo; si supiéramos elegir lo que nos puede ayudar definitivamente a seguir adelante, con tranquilidad, lo sentiríamos, y diríamos “esto es vida”.
