hacia atrás. Al zorro huérfano sigue, tiene orejas de lince. Como su madre ha de trabajar en el turno de noche y su padre está muy, muy lejos, Merle y Moritz necesitan una cuidadora nocturna. Su nombre es Obnubilana Wolkenstein, tiene los labios finos, unos
J U T TA R IC H T E R
No confíes en un trol jamás. En caso de peligro, mira
Moritz no duermen, sino que se internan en el reino que hay tras la puerta negra y del que su padre antes les hablaba. Allí viven los troles dentiagudos, que sólo se expresan en verso, el listo zorro huérfano Lágrima de Plata y la habitación de los Favoritos Perdidos. Pero cuando sale un ruido del receptor universal, Merle y Moritz pueden escuchar la voz de su padre. ¡Qué enorme consuelo!
Sea lo que sea lo que cuenta Jutta Richter, con su claro y poético lenguaje, lleno de guiños divertidos e imágenes sorprendentes, siempre consigue hechizar al lector. Con “La señora Lana” se ha superado a sí misma. SÜDDEUTSCHE ZEITUNG
r o a ñ L e S a n a a L y el aroma del chocolate
La Señora Lana
te esta mujer tiene que cuidarlos mientras duermen! Pero Merle y
y el aroma del chocolate
ojos raros y se dice que hace desaparecer a los niños. ¡Y precisamen-
J U T TA R IC H T E R
ISBN 978-84-121583-3-5
www.loguezediciones.es
Lóguez