Relatos

Relatos Visibilizando el conflicto HIDROITUANGO

AngĂŠlica Herrera De La Ossa

Liz Katherine Mesa Grisales Mariana Villada Mazo

CONTEXTUALIZANDO Ituango es un municipio de Colombia, situado en la subregión Norte del departamento de Antioquia, que está conformada por los siguientes municipios: Angostura, Belmira, Briceño, Campamento, Carolina del Príncipe, Donmatías, Entrerríos, Gómez Plata, Guadalupe, Ituango, San Andrés de Cuerquia, San José de la Montaña, San Pedro de los Milagros, Santa Rosa de Osos, Toledo, Valdivia y Yarumal.

Ituango limita por el norte con el municipio de Tarazá y el departamento de Córdoba, por el este con los municipios de Valdivia y Briceño, por el sur con Briceño, Toledo y Peque y por el oeste con los municipios de Dabeiba y Mutatá.

CONFLICTO La intensidad del conflicto armado en esta zona tiene relación con su importancia geoestratégica.

Debido a que el territorio está ubicado en una posición importante regional y nacionalmente, pues sirve como un corredor de movilización hacia otras subregiones de Antioquia, el norte y oriente del país.

ACTORES

DEL

1. Estado 2. Grupos Armados 3. Población Civil 4. ONG

CONFLICTO

Además por ser una zona principalmente selvática y boscosa alejada de las principales ciudades se presta para resguardar a los diferentes grupos armados que se disputan el control de dicho territorio.

Así mismo por ser una región rica en minerales, bienes naturales y fuentes de aguas; el Estado y los grupos económicos han puesto sus intereses en ella para su expropiación y explotación y para llevar a cabo megaproyectos económicos y geoestratégicos como Hidroituango.

¡SIENTE ITUANGO, SIENTE COLOMBIA, SIENTE EL COLOMBIANO! Escribir acerca de Ituango es sobre todo sentir.

Es más de lo mismo. Escribir acerca de Ituango es escribir sobre Colombia. Con su ubicación geográfica privilegiada, tierra fértil, rica en flora, fauna, rica en minerales. Zona campesina de gente amable. Tierra hermosa.

Tierra de nadie. Colombia o ituango. O los dos.

Tal como avanza este texto avanza el sentimiento de impotencia. Porque conocer a Ituango es conocer a Colombia. Ituango es el espejo en el que deberíamos vernos todos los colombianos. Nunca serán muchas las palabras que nos lleven a las más elevadas reflexiones sobre lo que somos.

existe cada uno de estos personajes. Por qué son lo que son. Por qué somos los que somos.

Para el colombiano promedio hacen más referencia las palabras “masacre del aro” que el mismo nombre “Ituango”. Justo ahora quisiéramos proponer una invitación para que diez personas elegidas al azar se les pida señalar en el mapa de Colombia dónde queda Ituango. Quisiéramos creer que dos o tres lo podrían ubicar casi con exactitud. No importa. Desolador un poco, pero es simplemente la realidad.

Alguien, no sabemos con claridad exactamente quién o quienes, no conciben que exista un lugar increíble que esté en manos de simples campesinos, como si ser campesino en sí mismo no fuera un privilegio y su tierra su único lujo; pareciera que, como se dice popularmente, todo lo del pobre fuera robado o simplemente no lo mereciese.

Ituango es la perfecta representación de lo que siempre nos pasó y de lo que no hemos podido cambiar. Si pudiéramos desde estas palabras imaginarnos que fuéramos nosotros narcos o paramilitares, políticos, militares o policías, guerrilleros, campesinos... jugar a los roles y entender por qué por alguna razón todos nos colocamos cita en Ituango.

A esta cita sin ninguna duda los que llegaron primero fueron los campesinos. Suponemos que este ejercicio de roles es más difícil que el anterior de solo ubicar en un mapa. También suponemos que pensar sobre eso le corresponde a sociólogos o algún profesional competente que intente explicar por qué

Podemos mantenerlo como una curiosidad técnica y hacer referencia a que todos los grupos armados ilegales de Colombia han pasado por esta zona. Todos alguna vez han caminado por Ituango. Pero no son solo ellos, el Plan Colombia en pleno, inversionistas extranjeros, multinacionales, mineras, etc; el privilegio de tener una zona rica saca al más débil y deja los intereses de los más grandes o fuertes con su rastro de sangre. No estamos señalando o sugiriendo culpas. Es lo que pasó, simplemente eso, tal como en Colombia.

Todos somos responsables de Ituango, así como todos somos responsables de Colombia; pero Colombia a veces parece que no fuese de los Colombianos. Tratar de mirar hacia adelante se hace difícil y desolador, más difícil aún si se trata de mirar hacia el pasado. Ahora bien, en Colombia no es tan evidente eso, ya que siempre tenemos la esperanza a flor de piel, siempre pensamos que todo va a salir bien.

Sin embargo, las cosas no saldrán bien hasta que no tengamos discusiones sobre todas las regiones del país, con diálogo con la gente, con la gente “buena” y la gente “mala”, con la aceptación de todas las variables involucradas; pero sobre todo, buscando prevalecer los intereses superiores de Ituango y de Colombia. ¡Siente Ituango!

GRUPOS ARMADOS, EL TORMENTO DE ITUANGO Para nadie es un secreto que Ituango es un municipio privilegiado por tener parte de su territorio en el Parque Natural Nudo del Paramillo, estas tierras ubicadas en el Norte de Colombia han sido reconocidas por la abundancia y la fertilidad que durante muchos años les permitió a sus campesinos trabajar por el sustento de sus familias.

Por mucho tiempo los Ituanguinos vivieron tranquilos en su municipio, trabajando honestamente y caminando sin ningún inconveniente entre sus montañas, ríos, quebradas, y sus carreteras, que aunque nunca han sido las más estructuradas, les servían para transportar sus cultivos agrícolas, su ganado, y los recursos extraídos de la minería.

Lamentablemente la dicha no les duro tanto…

A esta región siempre se le ha tenido un apetito voraz por parte de grandes poderes económicos. Apetito ansioso y violento que quizás sea provocado por el hecho de que

estas tierras además de la gran productividad de sus suelos, hayan sido descubiertas como un importante potencial hídrico y minero.

Razones anteriores hicieron que a principios de los años ochenta llegaran las FARC con la intensión de asentarse en la zona, y desde ese momento nada volvió a ser igual… desde finales de la época, se comenzó a cultivar coca y pronto estos sembrados se expandieron por toda la región cambiando la vocación económica de muchos campesinos.

La región del Nudo de Paramillo se convirtió en uno de los lugares de mayor disputa de los grupos armados ilegales y organizaciones criminales del país ¿El por qué? Ya se mencionó en párrafos anteriores -su ostentosa riqueza en suelos y su ubicación geoestratégica-.

Motivos que atrajeron actores que han hecho de Ituango una de las regiones más desesperanzadas para su gente.

Desde la entrada de las FARC en el Paramillo, empezaron a llegar otros grupos como el Ejército de Liberación Popular (EPL), el Bloque Sinú y San Jorge, Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y bandas criminales como Los Paisas, Los Rastrojos y Los Urabeños.

La cabecera municipal sufrió fuertes tomas guerrilleras, y hasta 1996 el Frente 18 de las FARC tuvo el control del territorio. Una de las más atroces historias de guerra fue la masacre del corregimiento de El Aro en el año de 1997, en la que durante 7 días se destruyó un municipio completo, se acabó con vidas inocentes de la manera más infame posible y se forzó al desplazamiento de más de 1.000 personas.

Lo anterior ha sido uno de los acontecimientos que han hecho dudar de la posición del Estado en el apoyo que debió brindar por obligación de mandato a la región afectada, y vacío que además se constató en la más atroz complicidad del mismo ejército con los paramilitares. Lo que confirmó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Comisión Intereclesial Justicia y Paz, 2006) cuando condenó al Estado colombiano el 1 de julio de 2006 por su omisión en la protección de esta comunidad, ordenando reparar a cada una de las víctimas.

Hasta ese momento el Gobierno no había tenido una verdadera presencia en el territorio, pero eso sí, esta región, una de las más olvidadas por el Estado, ha sido lugar de operaciones de recuperación y consolidación territorial por parte del mismo, un claro ejemplo fue el interés que prestó en aquel entonces Gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, con el fin de impulsar el proyecto Hidroeléctrica Pescadero Ituango.

Hidroituango ha sido definido como el plan hidroeléctrico más grande e importante de Colombia, no sólo por su capacidad para el abastecimiento de energía, sino por ser un reto para la ingeniería antioqueña. Proyecto que ha desatado variadas opiniones que van desde las más positivas hasta las más negativas.

Es posible que Hidroeléctrica Ituango vaya a ser uno de los factores esperanzadores para generar una mejor calidad de vida a la población de la región del Norte, pero nadie asegura que así lo sea. Todos estos sucesos han dejado acorralados a los ituanguinos, inmersos en la crisis económica, la falta de oportunidades, la pérdida de su cultura, la imposibilidad de las organizaciones sociales para manifestarse y un montón de intereses que han jugado con el futuro de todo los pobladores.

IMPACTO HUMANITARIO Las disputas entre los grupos armados en la lucha por el poder de la región, han generado en el municipio de Ituango y sus alrededores una compleja situación humanitaria, reflejándose en homicidios, masacres y desplazamientos forzados.

Dichas causas han potenciado la estigmatización negativa de la zona, han sembrado incertidumbre y han dejado grandes ausencias tanto para los nacidos en estas tierras como para la región en general.

Porque no es solo el hecho de superar el duelo de la pérdida de los seres queridos, abandonar sus tierras y volver a empezar.

La angustia aún sigue y las secuelas persiguen.

La siembra de coca y amapola dañan sus suelos y la presencia de minas antipersona y munición sin explotar siguen poniendo en graves riesgos a la población de esta zona rural.

Desde el punto de vista ambiental los cultivos ilícitos tienen fuertes efectos en las tierras, los cuales producen la destrucción de la flora nativa y el agotamiento de la materia orgánica de los suelos de vocación forestal, sin dejar a un lado el daño que hace la misma fumigación de dichos cultivos.

Desde que arrancó el Plan Colombia en el año 2000, las principales estrategias en la guerra contra la producción y tráfico de cocaína han estado enfocadas en gran parte en las campañas de aspersión aérea de herbicidas, táctica que según un trabajo de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA), la aspersión con glifosato lleva a grandes tasas de mortalidad infantil y que en aquellos municipios con mayores niveles de aspersión se presentan importantes tasas de deserción escolar.

Las fumigaciones aéreas no escogen ni respetan el cuidado de los sembrados agrícolas y estas han causado gran daño exterminando grandes cultivos de coca, pero también han acabado con suelos y cosechas de agricultura que han hecho parte del trabajo que durante años ha sido culturalmente desarrollado en la región del Paramillo.

Con respecto a la gravedad por la existencia de minas en la región, según el informe de Víctimas de Minas Antipersonal de la Dirección Contra Minas, Ituango es uno de los municipios que mayor drama ha tenido que afrontar, ya que las FARC han sembrado grandes municiones para evitar la presencia del ejército en los campos de coca, explosivos que aún siguen enterrados en la espera de que alguien los detone.

El panorama anterior implica tacto y colaboración por parte de una postura fuerte y real del Estado, Ituango merece atención, su región amerita vigilancia tanto en temas ambientales como sociales, la región necesita oportunidades verdaderas que aporten a la reestructuración del territorio, de la vida de miles de personas y de un nuevo comienzo que les permita superar el conflicto en el que han luchado durante más de 30 años.

ANTONIO GONZÁLEZ Y SU EXPERIENCIA CON UN REINSERTADO *Los nombres fueron cambiados por seguridad.

Antonio González es un campesino de un municipio del suroeste de Antioquia, él vive del café, labor en la que se ha desempeñado desde que tiene uso de razón, él es un hombre de 55 años que viene de cuna cafetera porque su abuelo y su padre siempre desempeñaron esta ardua profesión, actividad que en un principio Antonio empezó a desarrollar empíricamente, pero de la cual con el tiempo se fue enamorando hasta el punto de estudiar en cuanto curso sobre el café se le ofrecía.

Durante toda su vida ha trabajado honestamente en sus tierras cafeteras. Con gran esfuerzo ha conseguido lo que hoy en día tiene, todos sus vecinos lo conocen y lo respetan por la seriedad en que maneja sus negocios y lo ven como el incansable que se levanta cada mañana a trabajar para seguir luchando por sus 4 hijos.

González ha sido testigo de fuertes historias que le han llegado a sus fincas, inimaginables según él, una de esas ha sido la historia de Rodolfo.

Cuenta Antonio que un día en plena cosecha en el año de 1998 llegó a su finca un hombre serio, de menos de 30 años, piel morena, cabello castaño y actitud muy parca, el joven le pidió trabajo, Antonio lo dudo un poco, pero al ver su mirada triste y de desasosiego accedió a que trabajara en su predio.

Ese mismo día Rodolfo empezó a laborar, cuenta el cafetero que se le notaba que estaba urgido por ganar dinero y fue así como comenzó a sembrar café, muy bien por cierto; pasaron los días y aquel joven de mirada misteriosa comenzó a hablar más y a mezclarse con sus compañeros de trabajo y con su empleador.

Una noche el joven tocó la puerta de González y le dijo que él debía contarle algo.

Se acercó y Antonio le pidió que se sentara en una de las dos sillas que había en su cuarto y empezó a decirle - ”Yo soy guerrillero, pero me volé, me volé y tengo miedo porque tengo mi novia embarazada en Medellín y tengo miedo que me la maten” -

González con asombro lo miró y le pidió que le contara todo para él saber a quien le había dado trabajo, y entonces Rodolfo le empezó a narrar, - ”Desde muy pequeño, como de 12 años las FARC llegó a mi casa en Santa Rita, Ituango, me mataron a mi papá y a mi hermano mayor y mis otros dos hermanos se alcanzaron a volar; esa gente me llevó y yo crecí con ellos, ellos fueron mi única familia” Rodolfo miraba a Antonio y no sabía ni que más contarle, pero siguió, - ”Cuando yo estaba más pequeño a mi solo me tocaba andar con la tropa y poner atención, pero cuando ya tenía 17 años me mandaban a vigilar, a hacer inteligencia, a cobrar vacunas y el que no me pagaba lo tenía que matar” Así pasó durante más de 10 años aquel niño que creció como pudo entre el monte y el afán de escapar en todo momento, hasta que se convirtió en un hombre y cuando cumplió 27 años, él le contó a Antonio que se enamoró de una muchacha de Santa Rita, pero que ella no era guerrillera, entonces le tocó volarse para poder estar con ella, lo planeó durante un largo tiempo, pero lo logró y ya estaba ahí contándole la historia.

El joven le dijo a Antonio que él se había volado con el fusil para venderlo en Medellín y así poder conseguir un poco de dinero, también que le habían dado un trabajo pero que quería otro empleo para tener más plata y que por eso le estaba contando todo para que confiara en él y le siguiera dando el empleo que tanto necesitaba.

Al escuchar la historia, Antonio le dijo a Rodolfo que lo ayudaría y que podía contar con un trabajo para él y su esposa como mayordomos de su finca, el joven se puso muy feliz y viajó a Medellín para traer a su

compañera y las pocas prendas que los acompañaban.

Pasaron los años y hasta el 2002 se quedó la pareja en la finca relata Antonio, en ese tiempo había una mina de guerrilla en el suroeste y un hermano de Rodolfo comandaba uno de los grupos de los que estaban por la finca de González, el joven se dio cuenta y buscó a su familiar para pedirle ayuda económica, a lo que su hermano respondió que se perdiera porque ya él era un reinsertado y lo tenía que matar.

Fue así como Rodolfo renunció en la finca para emprender viaje al corregimiento de La Caucana, él le contó a su jefe la verdad, que se iba para esa región a juntarse con una gente para sembrar un cultivo de coca porque su hermano lo había amenazado y además veía la oportunidad de ahorrar más dinero en esa zona para irse lejos y olvidarse de todo.

El hombre abandonó el suroeste con su novia y su hijo en brazos. A los años Rodolfo y Antonio perdieron contacto, pero según escuchó González, durante dos años Rodolfo hizo lo que le había contado (trabajar en el cultivo de coca), pero como iba a estar en una zona delicada donde había grupos guerrilleros y paramilitares, Antonio siempre estuvo dudoso del futuro de la pareja en esa región.

Lo esperado llegó un día, cuando la esposa de Rodolfo llamó a la casa de González para pedir ayuda porque a su esposo se lo habían acabado de picar con motosierra y tirar al río. Según cuenta Antonio ella le dijo que se tuvo que volar y que no sabía ni siquiera donde estaba… que lo único que tenía claro era que debía seguir luchando para que ese niño que tenía en sus brazos no repitiera la historia de su papá.

Esta historia es otro punto de vista desde la experiencia de un participante de estos grupos armados, todos estos personajes están ahí entre el bosque, escapando todo el tiempo, comiendo siempre a medias, acompañados del miedo, de la duda y un fusil en su mano.

Es irónico como la cadena se repite y no para, muchos estarán ahí desde pequeños, a muchos les habrá pasado lo mismo que a Rodolfo, tal vez también mataron a sus familias frente a ellos, tal vez tienen más miedo que cualquier persona que esta del otro lado. Tal vez ni tengan la culpa, porque la culpa depende del punto que se vea. Ellos han estado ahí desde pequeños, solo han visto esa estructura familiar y obedecen como cualquier niño lo haría. ¿Qué irónico, verdad? Pero la guerra solo genera más guerra... Es difícil entender cuál fue el comienzo de todo, es doloroso ver lo que el conflicto ha causado, pero lo peor es no saber cómo ni cuándo parará esta guerra que solo está llena de incógnitas.

MIRADA AMBIGÜA DEL CONFLICTO: DESDE EL AGRO Adolfo Pérez es un ingeniero agropecuario, involucrado directamente en el panorama del conflicto que gira alrededor de la Hidroeléctrica Ituango, debido a su desempeño como colaborador dentro de OIM, Organización Internacional para las Migraciones, durante poco más de tres años.

Este personaje vivenció de primera mano las implicaciones que conlleva hacer parte de Hidroituango, ya que habitó la región un largo periodo de tiempo, convivió con vecinos y foráneos, recorrió ampliamente la zona, además colaboró con procesos ambientales, sociales y culturales.

1. ¿Qué gestión desarrolló durante su labor en la Hidroeléctrica Ituango?

“Mi labor principal durante la ejecución del proyecto consistió en ser un profesional agropecuario, cumpliendo funciones de acompañamiento a familias ubicadas en la zona rural del municipio de Ituango y lugares aledaños de la zona del norte de Antioquia, influenciadas por el megaproyecto”.

2. ¿Desde su perspectiva humana y su perspectiva profesional, cuál es su opinión sobre el conflicto de Ituango?

“El conflicto en Ituango ha sido un hito que marcó notoriamente la población materia de esta entrevista, donde quedan grandes pérdidas pero también grandes aprendizajes, donde la clave de los ituanguinos ha sido la resiliencia y la esperanza de poder tener un mejor municipio algún día”.

3. ¿Cuáles cree que han sido las causas que han desatado la problemática en la región?

“Además de ser un conflicto histórico, existen temas que la han potenciado, desde la facilidad de producción de ilícitos, el difícil acceso a algunas zonas veredales, las riquezas naturales que coadyuvan a algunas actividades propias de la situación, las ideologías instaladas en algunas mentes que poco o nada de oportunidades han tenido para acceder a la educación, etc.

La lista puede y debe ser un poco mas larga, pero antes de que suene a una queja, el principal causante de dicha problemática, debe ser el mal manejo que se le ha dado por parte de las autoridades competentes”.

4. ¿Qué opina sobre el papel que ha ejercido el Estado ante la situación de Ituango y sus alrededores?

“La situación se generaliza en años de algo que los pobladores llaman “olvido”, dicho fenómeno se puede vislumbrar en las obras de infraestructura adecuadas para la población, las mismas que apenas están llegando, además los megaproyectos se empiezan a desarrollar, y de la mano de esto también se evidencia la múltiple intervención de las instituciones”.

“Además, dicho panorama es notorio en el caso de los productores agropecuarios, que no ven sus centros productivos como lo que son, empresas, gracias al abandono institucional como ellos lo llaman. Dicho esto, el papel del Estado puede haber pensando el conflicto desde el proceso, pero no desde el trasfondo de la realidad”.

5. ¿Qué función cumple o cumplió la organización para la que usted trabajó?

“La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), adscrita a la Organización de Naciones Unidas (ONU), en convenio con la Gobernación de Antioquia y EPM, institución responsable del megaproyecto, desarrolló un plan con 1.200 familias en la zona de influencia directa, zonas rurales, con un enfoque productivo, centrado en la seguridad alimentaria, la formalización de predios, y el acompañamiento a instituciones educativas, situaciones familiares y comunitarias (componente social)”.

6. ¿Cómo observa el panorama en el conflicto que ha sufrido la región en los últimos 10 años?

“Los últimos 10 años ha sido un tiempo de esperanza humana generalizada en toda la población, ya que esa es la principal característica que uno puede notar inmediatamente cuando llega a esta zona, las personas sueñan con volver a dormir tranquilos, sin tener la incertidumbre de que algo siempre puede pasar”.

7. ¿Cómo pudo observar el impacto ambiental en HidroItuango?

“El impacto ambiental es un tema que ha sido tomado en cuenta en cada una de las reuniones programadas por el megaproyecto con la comunidad, ya que les causa cierta curiosidad y a la vez desinformación por comentarios creados entre los mismos habitantes de la zona frente al manejo que se le está dando a los recursos naturales y los cambios culturales y visuales; además del quehacer del día a día, el miedo al desarrollo es obvio, ya que son personas que poco han recibido de esto, creándose todo tipo de impresiones sociales y con esto declaraciones que mas que informar, desinforman”.

8. ¿Qué opina acerca de las consecuencias del impacto ambiental evidenciado en el contexto social de los habitantes de la zona?

“Todo cambio tiene sus consecuencias, algunas positivas y otras negativas, y este no es un caso aislado. Las consecuencias que se tienen proyectadas apuntan a que sea todo positivo desde lo que esta bajo su control, el de EPM, y así con la claridad que se tiene desde todos los estudios previos y las proyecciones; es evidente que se le debe hablar a la gente, ojalá de una manera repetitiva, con la mayor claridad posible, y desde adentro de las comunidades”.

9.¿Qué papel cree que desarrollará el megaproyecto de la Hidroeléctrica Ituango en el ecosistema del sector?

“El papel de los responsables del megaproyecto esta claro y consignado dentro de su mismo plan de desarrollo, donde ellos resaltan la importancia de su labor dentro de estos ecosistemas, de la mano de la definición del posible impacto en la zona”.

10. ¿Qué efectos ambientales cree que traerá el desvío del Río Cauca?

“Los efectos del desvío del Río Cauca, ya son parte del desarrollo tanto del megaproyecto como de la realidad ambiental y cultural de la zona, ya que esta intervención ya fue llevada a cabo para poder iniciar la adecuación y posterior construcción del muro de contención. Se puede decir que previo al

desvío se cumplieron los planes ambientales pensados para la obra y sus efectos”.

11. ¿Cómo observó el panorama del uso de los suelos en este territorio?

“El uso de los suelos esta orientado principalmente en ganaderías extensivas, cultivos permanentes, baja oferta tecnológica en las explotaciones, desconocimiento generalizado de buenas prácticas y agricultura de auto sustento; proyectos llevados a cabo sin ningún horizonte comercial”.

“Esto hace que el panorama se convierta en un trabajo sin descanso y efectivo de cubrir las necesidades del productor para ser cada vez más y mejores empresarios de campo, buscando volver a creer en la actividad mas importante que tenemos en la humanidad, la de los productores de alimentos”.

UNA CULTURA QUE DESVANECE POCO A POCO Edwin Villegas, hace diez años es barequero en Ituango, él es Coordinador de la Asociación de Comités Barequeros y Mineros del Norte de Antioquia (Asocbare), manifiesta su inconformidad por todos los daños y prejuicios personales que le ha causado Hidroituango, le preocupa el futuro próximo e incierto que se avecina a pasos agigantados.

“La afectación ha sido grandísima nosotros como barequeros también pescamos, armamos tres o cinco varas para poder pescar y alimentarnos, con la desviación del río el pescado ya no sube, antes habían varios tipos de pescado como dorada, barbudo, bagre sapo entre otros, ya no hay diversidad, dejamos de comer pescado hace mucho rato”. ¿En qué consiste el barequeo?

“El barequeo es también llamado minería artesanal, utilizamos herramientas como la pala y el azadón que no afectan para nada al medio ambiente, nos hacemos en las playas del río cauca y el proceso es el siguiente: primero se catea la arena en una batea, si vemos que tiene oro armamos un cajón de tabla, luego se le colocan unas telas para separar la piedra, la tierra y la arena; después se va lavando la arena para ir separando. Nos pasamos todo el día lavando las telas en un tarro para obtener el oro. Después de todo ese proceso uno va a vender el oro al pueblo y lo pagan muy barato aproximadamente 84.000 mil pesos por gramo”. ¿Ha tenido problemas para trabajar con la construcción de la Hidroeléctrica?

“Si, cada vez restringen más la entrada, el pasado 9 de octubre el ejército me sacó desplazado, me amenazaron diciendo que si

no me salía me sacaríann a la fuerza, es un irrespeto no cumplen ningún protocolo internacional, ni siquiera tenemos amparo de la policía; acá nadie le brinda a uno garantías para trabajar”. ¿EPM les ha dado alguna garantía debido al desplazamiento y destrucción de sus costumbres?

“EPM brinda una indemnización mediocre solo dieciocho millones de pesos que se supone que incluyen, vivienda, bienestar y trabajo, pero ellos creen que eso remunera los daños tan garrafales que nos han causado, y esa indemnización solo se la han dado a pocos; pero muchos de esos como nunca han tenido tanto dinero se lo malgastan en cuatro o seis meses bebiendo y derrochando” ¿En qué consiste Asocbare y cuál es su finalidad?

“Asocbare es la Asociación de Comités Barequeros y Mineros del Norte de Antioquia, como asociación durante estos dos tenemos una tarea muy importante con EPM y el Gobierno, queremos que nos cedan tres o cuatro puntos turísticos en los distintos municipios, con el fin de recuperar lo poco que nos queda de cultura y hacerle recorridos a todos los turistas que lleguen, por las zonas afectadas y narrarles además como ha sido toda la lucha entre los diferentes actores”.

“La asociación está conformada por 70 personas que son barequeros, cada mes damos un aporte de cinco mil pesos, los cuales recogemos con mucho esfuerzo, no nos alcanza para mucho pero debemos seguir en la lucha, toca buscar colaboración en otras entidades”.

“Otro panorama consiste en que los barequeros nos quedáramos sin trabajo y la metodología sería pasar de barequeros a mineros, ya que si el estado y EPM nos desplazan de nuestro territorio que sean ellos mismos quienes nos den las licencias ambientales y todo los permisos para trabajar las minas legalmente”.

“Además de eso pedimos un acompañamiento que perdure y sea sostenible, no sabemos cultivar, hemos seguido nuestra tradición siempre y es un cambio muy grande que lleguen y nos atropellen en nuestro territorio, no es justo”.

“También queremos iniciar procesos con las madres cabeza de familia, enseñarles a trabajar el oro, no para vendérselo a los capitalistas sino para que ellas hagan a nillos, aretes y que el precio y la mano de obra sean realmente valorados”. ¿Qué daños en la salud le ha traído HidroItuango a los habitantes?

“En la construcción hay alrededor de cuatro explosiones diarias, mucha gente por culpa del polvo sufre de enfermedades pulmonares, el ruido es un factor muy dañino, en el año 2009 una explosión me dañó un oído, pero todo eso que han causado se queda en el aire, no les

importa, solo les importa el poder y la plata”. ¿En cuanto a lo social qué cambios han surgido debido a la Hidroeléctrica?

“La violación a los derechos sobresale mucho, aumentaron los masacres de inocentes en la zona para limpiar territorios, antes no se veían robos y estos incrementaron, desterraron a los campesinos a la fuerza, el Esmad, el ejército y ni qué decir de los grupos armados”.

“En los campamentos la prostitución y el alcoholismo se evidencian en gran medida, llega gente de otros lugares, con costumbres diferentes a entorpecer aún más la cultura de nuestros territorios”. ¿Cómo ha sido el apoyo de la administración pública hacia ustedes?

“El apoyo legalmente ha sido muy malo, los alcaldes solo están con el pobre en los temas de elecciones y después se les olvida que el pobre existe, en estos casos prima EPM que es una de las empresas que tiene más poder en el país, y como les llega a los bolsillos con dinero a los alcaldes tiene el total apoyo de la administración. Las pocas veces que han colaborado ha sido a duras penas porque no les interesa la población en lo más mínimo”.

- Edwin Villegas, minero artesanal -

UN MAL NECESARIO Jhonny Alexander Vega Gutiérrez, es ingeniero civil de la Universidad de Medellín, magíster en geomática y docente de la misma institución, él acostumbra a hacer salidas de campo a la Hidroeléctrica de Ituango con sus estudiantes y su posición respecto al impacto del proyecto es bastante definida. ¿Desde su perspectiva profesional, cuál es su opinión sobre el conflicto de Ituango?

“Cualquier proyecto grande de infraestructura en general y más que todo proyectos hidroeléctricos, han tenido gran afectación en el tema social y ambiental, personalmente considero que es un mal necesario y ahora con la tecnología y la normatividad que existe, muchos de los impactos que pueden germinar por los proyectos pueden ser mitigados”.

“Sin embargo, cualquier obra o intervención que sea extendida en el territorio siempre tendrá un impacto inmerso, pero todo esto genera desarrollo, y establece una competitividad en el país”.

“Ituango ha sido una zona de mucho conflicto, mucho antes de que se creara la Hidroeléctrica. Ahora que he podido visitarla varias veces he logrado percibir que la huella del conflicto ya no es tan evidente, se evidencia la presencia de la empresa privada y del Estado. Considero que son casos que deben surgir para poder progresar, todas las obras son invasivas pero existen una serie de destrezas que contribuyen a eliminar los diversos impactos”. ¿Cuáles cree que han sido las causas que han desatado la problemática en la región?

“Las causas de la problemática en Ituango básicamente son dos y hay que hacer una claridad, entre el conflicto de la región por orden público y por otro lado las condiciones que genera el proyecto hidroeléctrico.

Toda iniciativa de gran envergadura es invasi-

vo con el medio ambiente”. ¿Qué opina sobre el papel que ha ejercido el Estado ante la situación de Ituango y sus alrededores?

“El Estado ha intervenido, donde no lo hubiera hecho yo no hubiera ido, porque era una zona completamente habitada por la guerrilla, antes de que se formulara el proyecto nadie se imaginaba que un montón de ingenieros se pensarían un proyecto de estos y que pudiera ser ejecutado, entonces si se ha visto el papel del Estado, pero no solo por recuperar estos territorios de los grupos armados, sino porque existe una presión de un megaproyecto que le genera desarrollo al país, si la hidroeléctrica no estuviera en ejecución yo considero que Ituango estaría peor de lo que estuvo hace varios años”. ¿Qué opina acerca de las consecuencias del impacto ambiental evidenciado en el contexto social de los habitantes de la zona?

“Pienso que cada actor da su punto de vista desde su afectación, la hidroeléctrica traerá impactos positivos, no se puede negar que ha habido un gran impacto ambiental, ya que no es lo mismo tener un río que corre común y corriente con las especies de fauna y flora alrededor; y que esto evidentemente desaparezca por la inundación generada, obviamente existe una afectación”.

¿Qué piensa de la desviación que se le hizo al Río Cauca?

“La desviación del río es solamente temporal mientras se construye la presa, después el río seguirá un caudal ecológico, el agua se aprovechará para generar energía mediante turbinas, pero cuando la misma pase por esas turbinas se reintegrará de nuevo a su cauce, el agua seguirá fluyendo, no en la misma cantidad, pero sí fluirá”.

“Hay una estructura que se llama vertedero que es como una cascada, siempre habrá permanentemente un caudal de agua para que se sigan desarrollando las diferentes actividades, en la parte del embalse habrán peces que servirán para la acuicultura en la región”. ¿Cómo observa el panorama del uso de los suelos en este territorio?

“Los suelos cambian significativamente, cuando se concibe una inundación en una zona hasta cierta altura, la vegetación que existía tiende a desvanecerse lo que se hace para mitigar el hecho es hacer una transferencia de especies a una zona cercana de la región. La última vez que fui, en los suelos cerca a Briceño, hay todavía cultivos de coca, pero como aumenta la presencia del Estado, esos cultivos ilícitos tienden a desaparecer”.

¿Cuál es la finalidad que tiene usted como docente para con sus estudiantes en las salidas de campo a la Hidroeléctrica Ituango?

“El principal objetivo es que los estudiantes puedan evidenciar de primera mano cómo es el trabajo en la vida real, además que confronten lo que se les enseña en las aulas de clase; las salidas de campo enriquecen mucho el conocimiento ya que allá les presentan y socializan como ha sido todo el proceso y así, ellos hacen un paralelo entre la universidad y la parte práctica”. ¿Para usted, ¿cuál ha sido el impacto más relevante que ha traído consigo la Hidroeléctrica de Ituango?

“El impacto más significativo será que Hidroituango contribuirá con el progreso y la competitividad del país. Aproximadamente se abrirán 8.000 puntos para puestos de trabajo en su operación, el prospecto es que la gente de las zonas aledañas tenga prioridad laboral, con todo el proyecto 160 mil familias se beneficiarán directamente de la construcción del programa, el impacto económico es único para el país en sus acciones cotidianas y en temas de exportación; la hidroeléctrica es un verdadero desarrollo para la región y para el país”.

UN MONSTRUO QUE CRECE SIN PARAR Estado incapaz, egoísmo latente, injusticias, miedos, hostigamiento, estigmatización, indiferencia, todo esto se evidencia en Ituango, territorio lleno de sombras, memorias del recuerdo de un conflicto provocado por monstruos que nacieron ajenos a muchas condiciones naturales, otros no tan extraños, que han elegido llenarse de motivos para serlo, contaminando su alma engañándose con el desconocimiento del dolor ajeno.

El olvido del ser, de las afectaciones, el olvido a escuchar las necesidades, la ambición que transcurre de generación en generación, las ansias de poder, las ansias de un desarrollo lleno de vacíos, un desarrollo que se convierte en cemento, un desarrollo que desconoce la esencia, la cultura, los recuerdos, las enseñanzas, las tradiciones y las creencias.

Hidroituango, transcribe a sus comunidades la peor megaobra que ha llegado para quedarse por siempre y que crece desde hace más de cuarenta años, aquello que las elites llaman avance y energía, llegó para empoderarse de estas tierras sin ningún aviso, a cambiar las dinámicas de la fauna y la flora, a deteriorar su civilización, a generar miedo, a humillar campesinos, a matar cientos de inocentes; sangre, gritos y castigo, seres apaciguados por el tormento, llanto que el viento se llevó en compañía del olvido. Las memorias de toda esta violencia solo se mantienen en los pensamientos de las familias, a quienes el conflicto les arrebató a sus seres queridos y que ahora el supuesto progreso les arrebata cada vez más las esperanzas de vida, vida afligida, vida triste, vida incierta…

¡Una cultura que se desvanece poco a poco!

ALZANDO LA VOZ

“Los impactos y alteraciones se ven reflejados desde varias dimensiones: físico, biótico, político, cultural y económico mediante acciones de deterioro. Los problemas mayores fueron el deterioro del caudal del río, deterioro de fauna y flora, del ecosistema, deterioro la pérdida de la capa vegetal y genera exclusión de otros usos para la tierra. Por otro lado, los factores sociales, políticos y económicos que sobresalen también deterioran el orden público, el desplazamiento de culturas étnicas y la economía de las familias desplazadas se ve afectada, en especial las que dependen del río”.

Luisa Fernanda Uribe Estudiante de Ingeniería Ambiental

ITUANGO ENTRE EL CONFLICTO, LOS INTERESES Y LA DESESPERANZA Se evidencia que el conflicto que se ha generado en Ituango ha estado principalmente vinculado a disputas territoriales por parte de actores como el Estado y los grupos armados, lo que a su vez ha causado profundas violaciones de los derechos humanos e impactos socioambientales.

Ituango ha atravesado varias épocas fuertes en cuanto al conflicto armado se refiere, siendo epicentro de masacres por motivos de intereses económicos; y también los periodos de asentamiento de grupos armados han coincidido con la presencia del megaproyecto Hidroelétrica Ituango e instituciones del Estado en el territorio.

Desde el momento de la imposición de la hidroeléctrica en la región, se ha resaltado la poca información del proyecto en la comunidad, lo cual ha desatado descontento social por parte de los afectados hacia el Estado y EPM. Gran parte de las comunidades no han estado de acuerdo con la construcción del megaproyecto desde un comienzo, no tienen suficientes datos sobre los alcances e impactos del plan hidroeléctrico y esto se ha mostrado en una alta incertidumbre por parte de los Ituanguinos frente a su desarrollo social futuro.

Se ha evidenciado la relación entre la construcción de la hidroeléctrica y el conflicto socioambiental, aumentándose la conflictividad por la privatización de los bienes naturales, el cambio o la perdida de la actividad económica, los desplazamiento forzados, la pérdida del patrimonio cultural y la destrucción ambiental en especial por la desviación del Río Cauca y la inundación del

Bosque seco Tropical, fauna y flora.

Los diferentes actores inmersos en el conflicto de conflictos que se ha desplegado durante tantos años en Ituango, han actuado en el escenario crudamente como si las tierras les perteneciera, todo por perseguir la riqueza de capital, olvidando que tal vez para los Ituanguinos las riquezas que más valen son las que ellos mismos han construido y con las que han crecido durante toda su vida.

Las represas hacen parte de un control geopolítico, del que Ituango ve nulas esperanzas de salir; para la comunidad, Hidroituango es una de las tantas estrategias geopolíticas que han tenido que aguantar por haber estado en aquella posición que nunca escogieron, pero que el ojo de los intereses capitalistas ha atormentado por largo tiempo.

La problemática no solo ha dejado impactos ambientales y violación de los Derechos Humanos, las huellas psicológicas también deterioran las relaciones sociales y la salud de las personas. Se sufre la pérdida del territorio, de las montañas, del río, de las playas y de sus actividades económicas. Hechos que han sido sinónimo de fragmentación del tejido social e Incluso ha sido la ruptura del equilibrio de la sociedad en relación con la naturaleza.

¡ES HORA DE REACCIONAR Y EJECUTAR PROPUESTAS QUE GENEREN LA NEGOCIACIÓN GANA- GANA!

- Ituango necesita presencia equitativa del Estado.

- Ituango necesita ayuda humanitaria.

- Ituango necesita Información sobre el impacto de Hidroituango.

- Ituango necesita oportunidades de empleo.

- Ituango necesita oportunidades educativas.

- Ituango necesita limpieza responsable de sus suelos.

- Ituango necesita sanar su estigmatización.

- Ituango necesita planes de desarrollo y de refuerzo de la cultura.

- Ituango necesita garantías reales y sostenibles. ¡Alcemos la voz!