que inició sus actividades en el año 1993, con la Dra. Bertha Salgado Cadena como titular del mismo, y la Lic. Enf. Angélica Palacios González. Al inicio de sus actividades, principalmente se enfocó en la atención del dolor agudo postoperatorio, pero rápidamente creció la necesidad de atender otros problemas de dolor de difícil control, crónico y recurrente, abarcando con el paso del tiempo prácticamente todas las especialidades médicas y quirúrgicas de la Unidad.
Nuestro equipo está integrado actualmente por dos médicos anestesiólogos/algólogos en el turno matutino (Dr. Guillermo Diego Rodríguez y Dra. Virginia Gordillo Álvarez, encargada del Servicio) y una enfermera capacitada (Lic. Sara Esperanza Aguirre Otero); se dispone de un consultorio en el área de Consulta Externa, aunque el desarrollo de las actividades ocurre principalmente en las áreas de Hospitalización y con menor frecuencia en quirófanos y Admisión Continua.
El objetivo de esta Clínica es lograr el control óptimo del dolor agudo y crónico de difícil control (el que no responde al uso de analgésicos comunes) por medios farmacológicos, que incluyen el uso de analgésicos como la morfina, o con acción similar a ella (opioides); el uso de otros fármacos que sin poseer un efecto analgésico directo favorecen el control del dolor (adyuvantes).
El número de consultas se ha incrementado progresivamente, desde 230 en el primer año de actividad hasta 3,945 el año 2015. Además de la actividad asistencial, el Servicio tiene una actividad académica constante, pues sus integrantes colaboran en programas universitarios para cursos de Alta Especialidad (Anestesiología Pediátrica, Cirugía Pediátrica, Pediatría Médica), cursos de capacitación continua para personal médico y de Enfermería, y recibe rotaciones de médicos especialistas en formación en Anestesiología de distintas sedes de la propia institución y externas a ella.
Asimismo, métodos no farmacológicos como el uso de técnicas complementarias como la acupuntura e inclusive la realización de técnicas de bloqueos regionales o centrales reversibles o permanentes, todo lo anterior con base en una evaluación integral del paciente respecto a sus condiciones físicas, pero también psicológicas y familiares, buscando siempre obtener un beneficio mayor que los posibles riesgos o efectos secundarios de los tratamientos seleccionados.
Esta actividad académica la consideramos de suma importancia para que se difunda el uso de buenas prácticas en el manejo del dolor pediátrico, como la evaluación periódica y apropiada del dolor, la posibilidad de especialistas disponibles a cualquier hora, la colaboración entre
profesionales, la información a los familiares y la evaluación regular sobre la satisfacción de los pacientes y el costoefectividad de los tratamientos6. Pero aún más importante es difundir el interés por la atención de los niños con dolor, por evitarles UMAE Hospital de Pediatría "Dr. Silvestre Frenk Freund", Centro Médico Nacional Siglo XXI, IMSS
sufrimiento innecesario y mejorar su calidad de vida empleando todos los medios posibles, agotar todas las opciones terapéuticas para conseguir su bienestar. El control del dolor se ha propuesto como un derecho humano implícito en los convenios fundamentales de la Organización Mundial de la Salud, aunque no lo establezca expresamente7; la legislación en nuestro país ha avanzado en el sentido de favorecer un tratamiento oportuno, suficiente y razonable en especial hacia los pacientes con condiciones graves e incurables que pueden presentar el dolor como uno de sus síntomas principales, incluyendo a los niños. El 5 de enero de 2009 se reformó la Ley General de Salud, adicionando el artículo 166 Bis que contiene la Ley en Materia de Cuidados Paliativos. En su artículo 33, se menciona como parte de las actividades médicas: “…IV, Paliativas, que incluyen el cuidado integral para preservar la calidad de vida del paciente, a través de la prevención, tratamiento y control del dolor, y otros síntomas físicos y emocionales por parte de un equipo profesional multidisciplinario”8. El paciente en edad pediátrica tiene derecho a recibir estos beneficios tanto como el adulto, con las mayores consideraciones para adecuar el tratamiento a su edad. Si lo mejor para el paciente es una técnica invasiva, se deben buscar los medios para otorgarle ese tratamiento; si en un momento dado algún analgésico potente, como la morfina, es la mejor elección para un paciente, los niños tienen inclusive, derecho a sustancias como el opio. Bibliografía 1) Frish M, Simonsen J. Ritual circumcision and risk of autism spectrum disorder in 0- to 9- year old boys: national cohort study in Denmark. JR Soc Med 2015 Jul. 108 (7):266-79 2) Howard RF. Current Status of Pain Management in Children. JAMA 2003; 290(18): 2464 – 69. 3) Walker SM. Pain in children: recent advances and ongoing challenges. Br J Anaesth 2008. 101 (1):101 -10. 4) Bremner AR, Sandhu BK. Recurrent Abdominal Pain in Childhood: The Functional Element. Indian Pediatrics 2009. 46:375 – 79. 5) Goldman A, Hewitt M, Collins GS, Childs M, Hain R, and for the United Kingdom Children’s Cancer Study Group/Paediatric Oncology Nurses Forum Palliative Care Working Group. Symptoms in Children/Young People With Progressive Malignant Disease: United Kingdom Children’s Cancer Study Group/Paediatric Oncology Nurses Forum Survey. Pediatrics 2006. 117(6):1179 - 87. 6) Upp j, Kent M, Tighe PJ. The Evolution and Practice of Acute Pain Medicine. Pain Medicine 2013. 14: 124 – 144. 7) Brennan F, Cousins MJ. El alivio del dolor como un derecho humano. Rev Soc Esp Dolor 2005. 12: 17 . 23. 8) Diario oficial de la federación. 5 de enero de 2009. Decreto por el que se reforma el artículo 184 de la Ley General de Salud en materia de Cuidados Paliativos.
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