Escucha cómo, avarienta, la oreja ronca, Encenegada, después de los calados. Pero cuídate, sostén de nuestro amor: Los perros que te rodean Sabremos allanar los caos y los letargos. ¡Ya la uña se aguza en el viento de altamar! El cinto y el carbúnculo en la muchedumbre, ¡El anillo constrictor para extenuarte! Basta de palabras de embrujo Y del filtro que extraemos de nosotros mismos. ¡Ah! ¡Qué bien se vacía el odre de la sierpe En el artificio de tus canciones! Alfredo Gangotena
Distinto El pájaro que tiene sólo un ala, la naranja cuadrada, el árbol tenso que tiene las raíces para arriba y el caballo que galopa para atrás, sólo ellos me entienden. Mis hermanos. Mis diferentes semejantes que amo. Y un día, distinto, sin pareja, con ellos cavaré un hoyo muy negro donde meterme con mi sombra a cuestas. David Ledesma
En ambos casos, indiscutiblemente, estamos frente a lo que se designa Poesía. Y ambos poemas fueron escritos por hombres jóvenes. Lo que me lleva a decir, con absoluta certeza, que la forma poética de Gangotena posee hasta nuestros días una línea visible que ha permitido la continuidad parcial de cierta forma de su modelo en algunos autores ecuatorianos. Cosa que no sucedió con David Ledesma. Su poesía, por el contrario, es objeto de culto. Salvándose del canon, ingresó al orificio de la leyenda. Hay quienes incluso comentan sus versos de memoria, y hay quienes en madrugadas, alcoholizados, dan lectura a su tristísimo Poema final, hallado en el bolsillo de su camisa el día de su suicidio. Algo que curiosamente no sucede con la poesía de Gangotena. No logro recordar —en todos mis años literarios— algún momento en el que alguien haya leído de memoria un poema o citado un solo verso de este autor. Su poesía, sospecho, debe ser mas disfrutada y diseccionada en centros académicos. En el año 2000, dentro del libro de Memorias del Encuentro de Literatura Ecuatoriana “Alfonso Carrasco Vintimilla”, aparece una ponencia titulada: Poesía y Lenguaje: Tres poetas ecuatorianos contemporáneos, de la autoría de María Augusta Vintimilla, donde nuevamente aparecen tres nombres ligados. Alexis Naranjo, Iván Carvajal y Javier Ponce. La crítica analiza tres libros (uno por autor), y dice en el primer párrafo: “No pretendo por ahora una visión panorámica de esta generación.” Y E s t u d i o s | 37