José Míguez Bonino, in memoriam

Page 5

Luis Eduardo Cantero ¡Adiós a un amigo que me enseñó a hacer teología latinoamericana! ALC Noticias, 2 de julio Hace dos noches tuve un sueño, sueño raro, pues sentí que alguien se despedía de mi. Me levante con esa preocupación. Preocupación que la llevé a mi devocional diario, pues soy uno que le gusta descifrar los enredos de sueños, quien me ayuda en esto es Dios, entonces me fui a mi lugar de contemplación espiritual y dije: Señor, este sueño que tuve me preocupa, un sueño que me deja estupefacto, pues sé que es un ser espiritual que vino y se despidió de mi, me agradecía por haber compartido algunos años de amistad, amistad que empezó en la Universidad Bíblica Latinoamericana de San José, Costa Rica. Un amistad anónima que había comenzado a través de sus libros, de sus artículos, que me empezaron a cuestionar mi forma de pensar y hacer teología, como la teología aplicada. Siempre tuve el anhelo de conocerlo, estrechar sus manos y sentarme con él a dialogar sobre temas teológicos, políticos, filosóficos, sociales, culturales. Cuando tuve oportunidad de vivir en el claustro universitario de Universidad Nazarena y la UBL de San José Costa Rica, me di cuenta que mi amigo (sin saberlo que yo era su amigo), lo volví a leer en los cursos de magisterando. Nuestro profesor nos habló que venia a nuestra Facultad de Teología. Me puse feliz, salté como un loco, sabia que tenia la posibilidad de darle a conocer que yo era un amigo anónimo. Amistad que había comenzado a través de sus producciones. Ahora dejaba de ser un amigo anónimo a un amigo normal, que empezaría en un diálogo fructífero y que trascendió. A la hora fijada, vi que ingresó por el hall de la Universidad Bíblica Latinoamericana, llegó ese amigo que yo había leído, que había aprendido a hacer teología con los pobres, con los excluidos. Lo saludé y él me saludó, como buen argentino rosarino, amable, sencillo, dispuesto a compartir su tiempo, etc., y le dije que quería dialogar con él, quiero ser no solo su alumno, porque alumno ya era por sus libros, ahora deseaba ser su amigo. Desde ese momento, comenzó mi deseo de seguir sus pisadas, porque los amigos como él, se asemejan al maestro de maestro: Jesús. Ser seguidor por lo que hizo, hace y lo que nos dejó, su legado que debe continuar en nuestra América Latina. Cuando venia a dar conferencias a Medellín, Bogotá (Colombia), yo lo seguía, para escucharlo y dialogar un poco con él. En su ultima visita a nuestra querida ciudad Medellín, en la casa de los obreros, dio una conferencia, en esa conferencia le manifesté mi deseo de continuar mis estudios doctorales en el Instituto Universitario ISEDET, se puso contento, me animó, me dio un abrazo. Cuando llegué a Buenos Aires, Argentina, al Instituto Universitario ISEDET, hacia unos años había dejado de ser docente de la casa por problemas de salud, me puse triste. Pero, como es Dios cuando desea llenar los anhelos del corazón del que desea aprender, aprender de los grandes hombres usados por él. Mi amigo ahora era mi vecino, la amistad se hizo más fuerte, pues tuve la dicha de tomar mate, comer empanadas con él, y él con mi familia. Hablamos de teología como de futbol, de su equipo Rosario Central, y yo de Boca Juniors. Nos reíamos y a veces nos sentábamos a ver por tele su equipo y hacerle fuerza, no me importaba si yo era de Boca, total quería celebrar con él los goles de su equipo. También, dedicaba tiempo a darle cátedra a mi esposa sobre teología feminista, le hablaba de Elsa Tamez, de la forma como conoció y vio crecer a Nancy Bedford en el campo de la teología. Fueron momentos agradables, se convirtió en nuestro mentor, nuestro pariente, la amistad se hizo fuerte, que lo extrañamos, pues los amigos se 5


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.