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"Las brujas de la noche”. Heroínas olvidadas de la segunda guerra mundial.
from Emision LVA-10
MUJERES EN LA AVIACIÓN
Por: Jazmín Nájera.
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“LAS BRUJAS DE LA NOCHE”. HEROÍNAS OLVIDADAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
Durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, muchos países decidieron contratar mujeres para diversos trabajos, la mayoría en tierra, y permitieron a un bajo número de mujeres realizar trabajos en aviación, principalmente transportando soldados o material y provisiones. La Unión Soviética decidió ir más allá: contrató a un grupo de mujeres para que volaran y combatieran contra los alemanes.
Se trató del Escuadrón 588, creado por Marina Razkova, quien convenció al dictador Joseph Stalin de integrar mujeres para combatir en la guerra. Él accedió, dando la orden de formar tres regimientos femeninos de combate (Regimientos 586, 587 y 588). Se recibieron miles de solicitudes para unirse, muchas mujeres jóvenes (entre 17 y 26 años) buscaban luchar contra los alemanes, quienes habían quitado la vida a sus padres, hermanos y parejas. Cada regimiento estaba conformado por 400 mujeres, quienes recibieron entrenamiento de vuelo, navegación, mantenimiento a aeronaves y operaciones en tierra. Tuvieron que aprender todas estas tareas en cuestión de meses, y no años, como se hacía normalmente.
Debido al bajo presupuesto, debían usar uniformes y zapatos de otros soldados, demasiado grandes para ellas. Tampoco tenían el equipo necesario: en lugar de radares, paracaídas y radios, les fueron entregados mapas, brújulas, linternas, cronómetros y lápices.
Los aviones asignados al escuadrón nocturno (588) eran unos biplanos Polikarpov Po-2 en mal estado, que normalmente sólo eran utilizados para entrenamientos; sólo podía llevar dos bombas, una debajo de cada ala. Debido al peso de las bombas más el de la tripulación, el avión debía volar a una baja altitud, razón por la cual los combates se realizaban durante la noche, para evitar ser vistos por el enemigo.
Debido a que la aeronave no contaba con protección en la cabina, los vuelos nocturnos eran aún más difíciles al estar en contacto con los elementos, como el viento y las frías temperaturas en la Unión Soviética.

Sin embargo, debido a la baja velocidad a la que podía volar el biplano, era más fácil maniobrarlo, lo cual permitía que fueran un blanco más difícil para los alemanes. De igual forma, era ventajoso ya que podían despegar y aterrizar fácilmente desde cualquier terreno.
Cada noche realizaban entre 8 y 18 misiones de ataque: Despegaban, lanzaban las bombas, regresaban, arreglaban cualquier daño que hubiera sufrido el avión, cargaban combustible y otras dos bombas, y realizaban de nuevo la operación toda la noche. Volaban en grupos de tres: los primeros dos aviones, al acercarse a la zona del objetivo, volaban en diferentes direcciones para distraer a los alemanes. El tercer avión se dirigía directamente al objetivo; antes de llegar a él, la piloto apagaba el avión para volar en un “modo sigiloso”, sin el ruido del motor, lanzaban las bombas y volvían a encender el motor para alejarse.

Los alemanes las apodaron “Las Brujas de la Noche”, debido a los ataques únicamente nocturnos y al sonido que hacían sus aviones, que comparaban con el sonido que hacían las brujas al volar en su escoba.
Además de tener que lidiar con las responsabilidades de los combates, tenían que luchar contra otros elementos: la discriminación por parte de los hombres, quienes al principio las veían como personas inferiores, y fue sólo hasta el final de la Guerra, tras tres años de misiones de bombardeos, que los hombres las respetaron e incluso las admiraron.
Al menos 32 miembros del regimiento 588 murieron en combate. Tras la guerra, 22 obtuvieron el reconocimiento “Héroe de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial”. Sin embargo, no fueron incluidas en el Desfile para celebrar la victoria, y ahí comenzó el olvido de estas valientes mujeres.
