SALÓN DE LA PLÁSTICA JALISCIENSE

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CATÁLOGO PLÁSTICA JALISCIENSE SALÓN DE LA

Curaduria, investigacion y textos Laris

Germán

Por: Germán Laris

El salón como tal, forma parte de un tipo de muestra generada con el fin de hacer contrastar la variedad divergente de estilos y modos de abordar cuestiones esenciales de la expresión artística.

El convocar a un Salón de la plástica Jalisciense da pie a definir en una visión panorámica las 3 anteriores exposiciones, las cuales cuentan con una catalogación escrita de lo presentado en muros. La intención es ahora la de integrar a otra serie de profesionales destacados.

La consigna de Arte en Jalisco es ante todo la de propiciar el diálogo. La etapa de muestras dedicadas a sectores de la creación, de cierto modo ha complementado la aproximación al investigar de cerca el trabajo de artistas específicos.

El proyecto de Arte en Jalisco ha desempeñado un proceso sistemático de revisión de propuestas o valores consolidados dentro de las artes locales. El desarrollo de ensayos busca establecer una vinculación reflexiva que instrumente una labor mediadora entre los espectadores y las obras producidas en la actualidad.

Salón de la plástica Jalisciense

LAOBRASDEMUESTRA

Anselm Kiefer represento a través de algunas de sus obras el bosque y la tierra que ha sido abatida por el fuego, durante los ciclos de siembra y cosecha; el quemar sucede como parte de un proceso de reintegración para retornar a un punto cero. Carlos Torres nos sitúa en un momento histórico en que la noche de los incendios en el bosque son precedidos por estelas de casas y urbanización invasora.

“Incendio de la Primavera” Linograbado / papel algodón 80 x 100 cm

En el grabado de linóleo de Carlos Torres el filtro de la geometría establece una cortina que vela este fuego cuyo control genera beneficios, propagado para transformar lo que antes fueron zonas protegidas. La destrucción de árboles bajo las llamas, supone un sistema orgánico reducido a polvo, Carlos Torres geometriza el desmantelamiento de la complejidad viviente a manos de nuestra simplificada síntesis de los espacios. La paradoja que Carlos Torres detona es la de pensar a las personas opuesta a los organismos, y en cambio dependientes de la vorágine urbana.

Carlos Torres

El cielo y el agua revueltos, las pinceladas en principio húmedas cristalizan por medio de capas que van sumándose o entrelazando sus bordes, Amaitée inspira estas sensaciones para que el ojo deslice las apariencias sintiendo en lugar de atribuirle una explicación a la poesía de los contraflujos del color La sombra parece atenuar el brillo o los matices serían las razones del trasfondo velado de la paleta de Amaitée. La artista magnifica el oleaje de pinceladas transitorias.

AcrílicoS/T / tela 60 x 60 cm Amaitée

Demián Canales Solís

“El Polímerofauno”imitación bronce Altura 45 cm

Las bestias mitológicas ya sean semihumanas o plenamente monstruosas, eran estrategias narrativas que destacaban aspectos de algunas facetas de los seres. En esta exaltación los grados de oscuridad parecían ir sobre metáforas de inquietudes que desbordaban el esquema social de convivencia.

Los bosques y los faunos con sus piernas y pesuñas andaban a otro ritmo, Demián Canales Solís busca en la mirada esta malicia es un motor de las seducciones, o acaso de retos a los hombres que chocaban con maestros del inconsciente condensado a través de mitos. La deidad de los límites entre civilizados al compararse con los faunos era un dios fálico, a la vez una advertencia de los estados del ser incontrolable a través de la educación racional.

“El Hombre de fuego” Escultura en polimero

Era un infante apenas José Clemente Orozco cuando jugando con fuegos pirotécnicos a causa de un accidente perdió una de sus manos, suele ser parte del cliché el hecho de que; su vista no resultaba de mucha ayuda y a pesar de ello su oficio de pintor le permitió avanzar creando ciclos murales con los que quedo evidente su capacidad creadora. El busto que le dedica la escultora Linda R. Topete lo cifra a él mismo a modo del hombre de fuego. Su obra maestra lo representa simbólicamente a Orozco desde la interpretación de Linda R. Topete. Acabamos siendo en parte aquello que dejamos a manera de huella. Las flamas sobre los hombros sustituyen a la corona de laureles.

Linda R. Topete

A Orozco que detestaba la solemnidad y los encantamientos refinados de una burguesía tosca. El ser humano pleno estaría despojado de iconografías impuestas o de una apariencia a la cual aspirar, detrás de los gruesos cristales de sus lentes la mirada aguda y desafiante de José Clemente Orozco perdura por medio de imágenes impetuosas.

"El arte es una deformación de la sociedad" Óleo sobre tela 70 x 50 cm 2022

Daniel Barba

Daniel Barba consigna un hábito contemporáneo de hombres y mujeres ávidos por exhibirse para obtener corazones neutros y compulsivos en las redes sociales. El pintor ha licuado las piernas que están fuera del campo visual de la lente en la cámara fotográfica y el recuadro del celular es una especie de pastilla con las cualidades de un placebo. El consumo y la ansiedad de ser engullidos para fomentar la alegría ajena, forma uno de los espectros discursivos de crítica sobre la avidez humana por ser difundidos. Daniel Barba pone en relieve una forma de canibalismo a través de imágenes tentadoras.

Sobre una cama cerca del suelo, las sabanas en permanente desorden no encuentran su lugar, hay una mujer en ropa interior negra ha borrado su rostro al ofrendarse a través de una infinita cantidad de selfis. Ella es un figurilla que ha diluido su identidad para conducirla a cero.

Maqui Ruiz

Mixta"Aviario"sobre fabriano 40 x 28 cm

Un caballero de barba y cuerpos puntiagudos, tan negros como sus intenciones, asecha a un grupo de seres híbridos de aspecto despreocupado. Maqui Ruiz propone el suspenso dentro de una narración de la cual solo este fragmento compone. El demonio ambiciona tomar a estas criaturas emplumadas que no advierten que las convertirán en trofeo de un aviario, El cornudo disfruta de la previa expresión de libertad de sus presas, es tanta su maldad que planea negarles el cielo a estas mujeres, que sí bien no son ángeles, merecen seguir siendo dueñas de sus paseos y destinos.

Medea representada por una mujer indígena, a la cual le designo su concubino la misión de ser pasiva no como virtud si no a manera de ahorro de energía intelectual. El político aparenta menos años que los que realmente lo atormentan por ello trae la cara cubierta de cabello, y solamente sus ojos culpables asoman para vigilar que sus triunfos lo mantengan a flote.

Las malas costumbres sobre todo la de dominar y someter a los más débiles son ejercidas por aquellos que prometen salvar a quienes llaman sus semejantes. En Medea y político este postrimero comediante ha borrado sus facciones para adquirir un estatus de universal, Abraham González Torres saquea a la mitología grecolatina, para inaugurar su propia franquicia y cumplir una clase de mestizaje forzado en el que el invasor obliga a los originarios a criar los hijos que él insemina.

“Medea y el Político” Mixta sobre papel fabriano. 70 x 50 cm 2021

Abraham González

El cuerpo cambia, lo repiten los ecos por pura inercia, tal vez sea más cierto que las diferencias definen a la especie. La gordura que dibuja Jorge Ramlo y lo reconstruye en sus esculturas devuelven una sonrisa en común. La carne desbordada es libre y encuentra la talla de ser monumental para quién no deja que sus prejuicios, le generen una empatía sana. Jorge Ramlo evita endulzar concediendo la estabilidad, al simular de una estatua pública la cual espera a nuevas generaciones para integrarse a la infinita variedad de cuerpos humanos.

Jorge Ramlo

“El último jalón” Resina policromada sobre base de antimonio 53 x 18 x 18 cm

Sobre un árbol mutilado por un corte longitudinal, una mujer angelical pero deforme flota entre relámpagos exageradamente acumulados. La artista Blanca Flor muestra la fealdad justiciera que provoca el disponer de los bienes de la tierra, su personaje rememora a las deidades o entes elementales que desde su poderío controlaban el quien podía o no morir. Lamentablemente es un consuelo vano frente a la destrucción que deja el saqueo, Blanca Flor lo resalta e incluso exagera con un cielo rojo y las alas inmóviles de un ser que tuvo sentido mientras el cuento de lo sagrado era un fantasma mental valido.

Blanca Flor

“Tormenta Roja” Óleo sobre lienzo 60 x 50 cm 2022

Naga

Lucier Óleo“Southeil”sobre lienzo 40 x 60 cm 2022

El horror frente al hecho inevitable de envejecer deambula en la obra de Naga Lucier, la piel arrugada y el manto gris están pensados con absoluto espanto. En otras pinturas los tendones y capas de tejido desplazado nos traen noticias sobre la densa ansiedad frente a lo irresoluble. Naga Lucier piensa acaso sobre un espejo de pupilas afiladas, justo en el sitio que otros adoptan los afanes entusiastas de una venerable anciana. Naga Lucier intuye que muñecos no sufren a causa de la ruina inherente a la idea de futuro.

Carlos Larracilla

La facultad para que los materiales resultan articulados en la práctica para producir algún tipo de representación, depende de que el artista sepa marcar las directrices. Carlos Larracilla parcialmente simboliza a la imagen evocada que surge, por medio de la acción accidentada, y a ratos consciente de la mano que libera un aspecto humano reconocible. Los medios tonos y los trazos porosos o quebrados, asocian su flujo a la imagen de una niña retraída. El pintor Carlos Larracilla vela el gesto que ella retrae para acceder a una introspección

infantil retrocede rumbo a un nicho anterior a la propia existencia. La revelación que Carlos Larracilla fomenta, es la del retorno de un absoluto que nos separa del estado actual, para reiterarnos el vacío del cual provenimos.

Lamomentánea.melancolía

Carboncillo“Revelación”y acrílico sobre papel 76 x 56 cm 2022

El escorzo a partir de los pies sugiere proyecciones anamórficas, Homero Regla muestra la base del cuerpo que es una especie de punto ciego, o que por lo regular permanece debajo. El enraizarse que Homero Regla dispone es el que la corporalidad de titanes resalta en su obra.

Las proporciones ideales que normalizamos por un amplio uso durante el barroco. El trazo directo con el pincel lo adecua Homero Regla armonizando las aristas y fluidificando la fuerza de lo corporal. La frente de la mujer toca la tierra y el límite del horizonte lo percibimos muy inmediato. Las laterales son dos pilares a modo de columnas que equilibran a la figura central, por debajo de esta hay una especie de extensión acuática de la que el rostro y las manos de un personaje brotan, fragmentos de raíces lo rodean. El pintor Homero Regla utiliza las nociones espaciales para describir diferentes planos en coincidencia.

Óleo"Enraizarse"sobre tela 73 x 53 cm 2021

Homero Regla

“En la cima del insomnio” Óleo sobre tela 80 x 80 cm 2021

Patricia Sánchez nos sitúa en primera persona por medio de sus autorretratos con alegorías o descripciones directas sobre los estados del ser contenidos en el aspecto de experiencias las cuales quizás hemos vivido también. Por empatía y no por complicidad sería que accedemos a entender una circunstancia humana específica, los sueños extraviados retornan a manera de una realidad qué termina imponiéndose por encima de cualquier resistencia física.

Patricia Sánchez

El insomnio es una caída constante en uno mismo, no conseguir qué el sueño llegue o el despertarse horas antes de lo habitual suele afectar la percepción. En el cuadro de la cima del insomnio de Patricia Sánchez una franja de un nuevo día cubre los ojos de una persona que expresa una incredulidad y desfase frente al momento actual, su mente refleja el ahondarse en un punto de quiebre donde la referencia de los máximos o mínimos de resistencia parecen entremezclarse bajo lógicas extrañas.

"Retrato 45Mixta/telafamiliar"x70cm

Mauricio Valencia

La familiaridad es un aspecto de la condición humana a la que vamos unidos para generar un sentido de pertenencia. La cultura nos provee de un lenguaje, el cual moldeamos en lo personal para entrar en dialogo con nuestros iguales. Mauricio Valencia asocia la sombra de lo natural y sus resplandores verificados a través de formas latentes, confrontada a la silueta colorida del hombre artificial compuesto por la geometría de Lachaquiras.posibilidad abierta de un sinfín de senderos parte de las líneas centradas a modo de arneses áureos, Mauricio Valencia adopta el álgebra impredecible de las estructuras esenciales, su propósito es colocarnos en un espacio en que las raíces y ramas resultan semejantes, pero contienen tareas opuestas para el árbol. La historia familiar sigue líneas ocultas bajo la tierra y de modo velado; anhela envolvernos debajo de una oscuridad protectora.

El conjunto lo direcciona hacia un dedal invertido que es externo a la caja en su cúspide. El espacio del dedal está dedicado al espectador que no puede alterar o tocar siquiera cuanto hay adentro del capelo de acrílico, Olivia G. Terrazas da un indicio del papel que le corresponde a cada lado de los jugadores. artista y espectador

La ensambladora de arte objeto Olivia G. Terrazas recopilando dedales de distintos períodos, los coloca a modo de peones o fichas en un juego que los iguala. Los asocia con un alambre al que la artista trenzo un hilo rojo sugiriendo las jugadas probables.

Una máquina de coser marca Singer dedicada para los detalles minuciosos y las costuras casi invisibles, enredada junto al alambre de cobre esta sobre un tablero de ajedrez hecho de mármol blanco y con escaques de alabastro rodeado por una cenefa de mármol negro.

Olivia G. Terrazas

“entre juegos y enredos, la vida va” 32Ensamblajex38cm

La familiaridad es un aspecto de la condición humana a la que vamos unidos para generar un sentido de pertenencia. La cultura nos provee de un lenguaje, el cual moldeamos en lo personal para entrar en dialogo con nuestros iguales. Mauricio Valencia asocia la sombra de lo natural y sus resplandores verificados a través de formas latentes, confrontada a la silueta colorida del hombre artificial compuesto por la geometría de Lachaquiras.posibilidad abierta de un sinfín de senderos parte de las líneas centradas a modo de arneses áureos, Mauricio Valencia adopta el álgebra impredecible de las estructuras esenciales, su propósito es colocarnos en un espacio en que las raíces y ramas resultan semejantes, pero contienen tareas opuestas para el árbol. La historia familiar sigue líneas ocultas bajo la tierra y de modo velado; anhela envolvernos debajo de una oscuridad protectora.

José Parra

"Temporal al Borde" Óleo sobre tela 28 x 35 cm 2022

Jorge García Moreno

“Retrato en pausa “ Óleo sobre tela 35 x 50 cm

La flama que sirve para encender un cigarrillo, junto con el sol que entra de modo selectivo envuelve el rostro y lo borra. Jorge García Moreno toma una escena en la cotidianidad de una adolecente dentro de un sitio privado en el que lo intrascendente adquiere un peso universal. Las vidas que consiguen consagrarse a nada, van darse el lujo de andar en calcetines buena parte de día y acomodar cartones sobre el rincón para fumar El pintor describe un momento actual sin someterlo a críticas, contrario a ello le da un toque de anonimato que hace pensar algo distinto a lo que a primera vista encontramos, y es que para Jorge García Moreno el realismo es una sumatoria de accidentes, los cuales no deberían ajustarse a una versión que inmovilice el cómo razonamos sobre una experiencia perceptiva no mediada.

Existen varios procesos de síntesis para concebir la abstracción, cualquiera de esta deriva en un producto derivado el cual puede ser percibido a través de sus valores concretos. Adolfo Weber cristaliza los rastros de un arte equilibrado. Si dicho proceso para obtener tales efectos nos es vedado lo que vemos entonces sería solamente el aspecto final colmado de sortilegios.

En hoja doble raya de Adolfo Weber la mancha direccionada sigue el patrón de gravedad, el de la pintura antes de secar suele mezclarse con las manchas adyacentes y las adicionadas en una misma densidad. Adolfo Weber remite a un objeto dedicado a la escritura para nombrar pictóricamente aquello que nada más logramos entender como experiencia sensorial viva, la cual no está sujeta a la suplantación a través de discursos sobrepuestos. La doble raya es un camino en paralelo qué desobedece el artista y libera el encanto del color por sí mismo.

Adolfo Weber

“Hoja de doble raya” Acrílico sobre tela 60 x 60 cm

Las luces del amanecer sobre los pliegues de un torso que comienza a levantarse. Acostumbrarse al deslumbramiento permite discernir con exactitud, Sergio Iván Carrillo invita a los espectadores a despertar e ir armando a través de fragmentos la presencia de alguien más. El otro y su nebuloso contorno aguardan. La distancia del espejismo que embruja acaba por devolvernos a las rutinas en que reconocemos a nuestros semejantes. Sergio Iván Carrillo dibuja la serenidad de un dialogo carente de palabras.

Sergio Iván Carrillo

“Buenos días” Óleo sobre tela 40 x 40 cm

“Joseph Merrick” 50Mixtax36 cm

Gonzaloblandos.Gerfloy

Durante la época victoriana el único trabajo que consiguió Joshep Merrick fue enrollando puros de tabaco, pero luego su deformidad creció hasta impedirle desempeñarse en una vida que imponía su aceptación bajo arreglos mercantiles. El seudónimo de hombre elefante lo atribuyeron a un apéndice que colgaba en su barbilla, el cual que lo cortaron a pesar de los intentos de los doctores una variedad de tumores alteraron sus huesos y tejidos

lo retoma mostrándolo a manera de la preparación de un forense que ha seccionado la caja torácica. La apariencia y lo esencial quedan delineados en un par de alas de alambre, que Gonzalo Gerfloy sobrepone a modo de un atributo de un ser situado al margen de lo humano. La clavícula dislocada concuerda con la excesiva proyección de tumores que elevan protuberancias para volverlo más sensible, Joseph Merrick muere a los 27 años deseosos de ternura y respeto tras una biografía que describe el purgatorio de los denominados fenómenos de circo. Él condenado por su corporalidad fuera de la norma es presentado como objeto de culto en distintas obras de Gonzalo Gerfloy.

Gonzalo Gerfloy

Ricky Granna

El tono de la anatomía de una muñeca es tan semejante al cielo, en esta figura las articulaciones de los codos y el torso serían útiles al hacer rodar una esfera en su interior o desplazarla, es así funciona ese mecanismo. Ricky Granna otorga un paisaje que rebasa a mirarse de una sola vez, entre nosotros y las nubes ha puesto a una muñeca de pupilas al frente, Granna confía en que animaremos a un juguete de escala natural. Su sombrero oscurece una porción de la cara, trae consigo sus propias nubes internas. La condición de fantasma de sus personajes depende acaso del modo en que parecen suplantar a los humanos reales.

Óleo“Tacitus”sobre tela 50 x 80

Los cráneos en el tocado de la mantilla de la mujer son semejantes a las representaciones de la muerte en el arte prehispánico. Juan Piedra inserta en la realidad del país donde las ausencias transforman en devocionales a sujetos comunes, Juan Piedra labora figuras que pasan de lo icónico a una red de evocaciones discursivas abiertas. El corazón sostenido por colibrís podría ser una referencia a la Huitzilopochtli. Con la idea de lo sagrado entendido desde otras perspectivas sería que la Dolorosa es cualquier persona, Juan Piedra elige un pretexto para que al vaciar a los iconos idealizados miremos el rostro de los feligreses.

50 cm. 2020

Óleo/ Cartón entelado x

La iconografía de la Dolorosa representa a la madre del cristo muerto, ella tendría entonces 47 años ya que fue madre de Jesús a los 14 y él es crucificado a los 33. Juan Piedra envejece a la madre, de algún modo asumiendo el carácter de exageración de la imaginería de las esculturas policromadas en que esta contextualizada en origen la Dolorosa. El pintor la ubica como una herencia religiosa propuesta como esquema universal de las madres que pierden a sus hijos.

Juan Piedra

60

Fregoso 30Óleo"Postración"sobrepapelx39cm

La enfermedad y la muerte nos esperan a la vuelta de los días, Santiago Fregoso sintetiza en una imagen el apunte simbólico de la calavera futura que habita dentro de nosotros. Este personaje atiende a un paciente quien alimenta su postración bajo la idea de decaer en todo momento. Las líneas francas de Santiago Fregoso realzan la inmediatez asfixiante de la tutela de una decadencia voraz. James Ensor o Edward Munch pintaron a la parca desarrollando un papel teatral, la intención de Santiago Fregoso nos guía rumbo a la aceptación de que la muerte ha estado allí, tan cerca que aprendimos a negar su presencia.

Santiago

Quimera M. A.

29.7

42 cm 2022

GouacheS/T y Lápiz graso sobre papel x

Con el pecho abierto dos mujeres que bien podrían ser la misma persona, ellas adornan con encajes la herida que las vuelve transparentes, Quimera M. A. conecta con las flores para la muerte de Baudelaire quién buscando el placer hedonista mitigaba los malestares de la enfermedad. Las pinturas de Quimera M. A. traen las semillas del mal infringido y la lenta cicatrización emocional, sobre las heridas simbólicas mantienen la sangre fresca y el rostro impasible de un cadáver elegante.

Rosario Lazcano

“Ojo ciego, oído vago” Óleo sobre tela 80 x 60 cm 2022

La percepción parcial despierta a los demás sentidos, de no ser así el ensimismamiento determina el carácter de las personas y esquivar dicha condicionante es una batalla permanente. La mujer que pinta Rosario Lazcano trae un vestido semitransparente, por el cual parece vulnerada bajo la mirada ajena. Entrecruza sus brazos y direcciona los sentidos hacia el frente. Su ojo gris percibe lo interno y suele moverse mientras ella duerme. La artista Rosario Lazcano arroja pintura mostrando así la violencia en estado latente. El ojo ciego, oído vago, las atrofias corporales deambulan sobre el sinsentido permanente.

Cesar Ramirez suele solidificar estos entramados expresivos que van desde la interioridad a las alteraciones leves, casi sombrías, el el caso de la viejita que barre la luminosidad verdosa remite a la mañana, como tratando de encontrarle el sabor adecuado a su misma existencia y al renacer constante de las prácticas en apariencia insignificantes, pero que quizás tengan mucho de exploración ceremonial.

“Viejita Barriendo” Óleo sobre tela 45 x 201167

Cesar confiere a las sutilezas un papel protagónico, los dobleces de una cobija que contienen a una especie de figura envejecida, casi transformada en un insecto afanado en efectuar una labor casera. El gesto corporal confirma la labor de los años, el barrer es alejar del entorno energía que ha sido reducida a despojo, en la magia las brujas aplican el enfoque y la voluntad aun frente a los actos cotidianos.

César Ramírez

La autora Jessica Gadga propone una reinvención a partir de la toma de consciencia frente a la vida circundante, por ello en esta verdad rodeada de telares el yo trasciende en la medida en que va adquiriendo el deseo por aprender a descifrar aquello que nos separa del mundo. Tomando como punto inicial su propio ser

Un velo de encaje incrustado a la capa de pintura rodea a la representación de una mujer envuelta por los pliegues de telas que la protegen, Jessica Gadga simboliza al autoconocimiento más inmediato a modo de un manantial de luces, las cuales conducen hacia lo inconmensurable y secreto; la creación. El renacer a cierta edad del ser humano pensando sobre sí mismo, rebasando incluso los nombres impuestos.

Jessica Gadga

“La 60Óleocreación”yencaje,x60cm

Hirán Lomelí es un impresionista de las pieles traslucidas, las ciudades extraviadas en el tiempo a través de los cuadros de Hiram Lomelí van a confirmar que ser inocente es un estado mental, sus infantas pertenecen a un reino que Hiram Lomelí suele soñar en las paredes de los altos edificios y sus rejas de herrería a escala de las personas. Las femenores deambulan en plena desnudez no determinadas por la tiranía de los deseos o promesas de los otros. Es su autonomía la que les otorga una sonrisa con la que evaden saludos o cortesías que buscan aceptación, las jóvenes huyen en medio de una indiferencia que disfrazan por medio de una amabilidad fingida

Hirán Lomelí

“Te esperan en las puertas del Hades" Óleo sobre tela, 50 x 40 cm 2021

“Astro o la maquina humana” estudio para diminuto museo de chingaderas 40 x 30 x 30 cm aprox.

Astroboy quizás sea el primer ciborg en la cultura popular que cautivo a las masas a nivel global, personaje proveniente de la cultura japonesa argumentaba sus acciones bajo el obediente protocolo que su inventor le instruía, no exento de errores. Pablo H. Cobian en sus obras valida la estrategia de contextos a manera de mosaicos. La pintura de la mona lisa en una reproducción agrisada funge a modo de entretenimiento que adoctrina. La santa patrona de las artes visuales con su velo oscuro de viuda inspiro a Marcel Duchamp el advertir el cansancio de una gloria craquelada.

Pablo H. Cobian coloca externamente un melodeón de teclas el cual funciona con el aire de los pulmones de músico, este elemento al margen revela la relación entre los objetos, la cual consiste en qué el animismo le da razón de ser a fragmentos separados en la cultura con el fin que el auto engaño consuele nuestra facultad de orden en medio del desastre histórico general. De pronto rescatamos para atesorar el valor de la microhistoria siempre matizada por la mugre del absurdo.

Pablo H. Cobian

La dama y la pared han recibido la escritura de un grafitti al mismo tiempo, una tag o firma que mancha los ojos de esta transeúnte quien resulto incorporada a un mural de garabatos. La contaminación de una válvula de pintura semejante al escape de un automotor de gasolina quemada, otorga el tono invasivo de los que ansían ser notados a través de flores estampadas o rayones por separado, que certifican su presencia en las calles. Las manos de la pintora giran expresando asombro, y ella con todo y vestido desea evaporarse en medio de una ciudad que nos traga.

"La mona vestida de seda" Técnica mixta 40 x 50 cm

Nidia

González

Los pretextos individuales para adquirir un atuendo adecuado para embellecerse, no cambia a quien encubre. El dicho popular sobre la mona vestida de seda, no aspira a que la finura la salve si no la manera en que sus semejantes la miran, Nidia Galeana acorrala a una doble con las sombras de telas traslucidas y delicados estampados. La mujer puesta sobre un muro de cal blanqueado del que los tabiques aun sobresalen, a modo de una construcción de textura suavizada.

Francisco Davalos

"El peso de la familia” óleo sobre tela. 80 x 80 cm

El pintor Francisco Dávalos crea un contraste entre las sombras grises de una familia monótona y el entorno ajedrezado de una casa que resguarda los cuerpos reblandecidos de un árbol familiar.

Un grupo de macetas al fondo de un patio separa al muro de un embaldosado, sobre el que un padre con una corona de papel oro sostiene a su familia. La hija mayor y la esposa están en la cúspide del amasijo de brazos o piernas, a su vez; en la base los hijos menores cuelgan junto al gato. Francisco Dávila construye un acto de equilibrismo casi perfecto. Los rostros pasivos de personajes reunidos en una conexión semejante a la de las plantas. contienen una forma de vida en común cuyo sostenimiento depende acaso de una especie de auto abandono, y eso que llaman cariño es un aspecto clave para que un hilo invisible los adhiera unos con otros de manera irreflexiva.

Las sombras lodosas y de ceniza que el pintor insinúa, nos pone delante de la decadencia la cual terminará en algún santiamén. La materia de la renovación el artista Marco Sosa la visualiza en el ingenio humano para encausar la fuerza irrefrenable de la vida. De este modo lo resuelve en una serie de dibujos de monstros que bien atesorados dentro de un ático lograrían coexistir con roedores voraces y felinos discretos.

Marco Sosa

En un bodegón manierista o rococó una bestia quimérica que aparenta permanecer disecada, está al lado de dos duraznos que vistos simbólicamente son ofrendas para mantener fresco al ente.

madera 50 x 50 cm

Óleo“Ente”sobre

Salvador Santana

Cuando a los habitantes del paraíso bíblico el arcángel San Gabriel los conduce a las puertas y expulsa, trae consigo una espada flameante. La identidad de las parejas de Adán del todo opuestas, suponiendo; si una de ellas hubiera estado armada otro sería el cuento aleccionador. La figura de Salvador Santana está cerca de un borde con agua, en este sentido el génesis hebreo menciona a tres elementos esenciales durante la creación y no cuatro. fuego agua y tierra. Bajo esta triada lo inimaginable era ahora si posible. Hay una especie de ironía por parte de Salvador Santana desprovista de misticismos y más enraizada con lo terrenal, será por que acaso; el fuego primitivo purifica tanto como el agua.

“Adolescente en un bosque” Óleo sobre tela 60 x 53 cm

Una ráfaga de fuego que dispara el rostro de una mujer desnuda, en medio de un paraíso aparente. Es el acontecimiento que Salvador Santana recrea a modo de una alucinación angelical.

Sobre la luna un hombre de piel pálida frunce la nariz, mientras muerde su brazo y ha devorado ya sus piernas, la autofagia cíclica lo vuelve comparable con el ouroborus la serpiente que mordiendo su cola va a cifrar el infinito autocompensado. El esfuerzo de su acto metafórico representa un reto que José Luis López Galván traduce en una técnica que aligera la forma en que el artífice presenta esta tensión corporal.

José Luis López Galván

Y es que a través de sus distintos delirios describe posibilidades plásticas cambiantes, la luna concierne en el caso de su obra al retorno obligatorio por las rotaciones celestes. José Luis López Galván explora dicho parámetro en la estructura corporal engulléndose y así mismo, en los límites de la luminosidad entre lo inerte y aquello que acepta devorar sus extremidades.

70Óleo"Autoparasitoide"sobretelax70cm

Un rostro que mira el cielo no localiza dioses ni logra liberarse, Ara Rip intercala facetas dentro de una nube de pensamientos en ellas refleja estados anímicos donde las inquietudes procesadas internamente no derivan en un paisaje emocional estable.

Grafito“Insomnio”yrotulador sobre mdf 40 x 55 cm

La artista dibuja rostros con cierta semejanza entre sí, suponemos que pudiera ser la misma persona o sus dobles. Su representación del insomnio a modo de un cruce de camino de narrativas impulsadas por un malestar emana de una mujer inconforme. Ara Rip entra en el conflicto de mostrar estas emociones y por tanto resolver si tienen razón de manifestarse, en ella; la consciencia formada por niveles nos permite seguir reelaborando los límites impuestos por el entorno. La soñante frustrada de Ara Rip posee a manera de sala de espera un cuerpo que expresa un anhelo por escapar.

Ara Rip

La Dalila de Moisés Ulloa tiene un pie a punto de bajar de la cama, y comenzar el horror que concluye esclavizando al ingenuo enamorado. Las sabanas son una trampa de una especie de tranquilidad conquistada. La atmósfera que Moisés Ulloa construye acontece sobre los márgenes de la narración misma, que si la desconocemos los detalles; nos sitúa en el papel de los que caen para ser engañados. Dalila encargada de efectuar una venganza evidencia que lo bello puede asumirse a modo de una máscara.

Óleo sobre tela 100 x 120 cm 2018

Moisés Ulloa representa el sueño fingido de Dalila, quien según describe la historia espero a que el héroe Sansón quedara dormido para cortar su pelo y entregarlo a sus verdugos. Sansón por vía de las mieles del amor, le confeso a Dalila que la fuerza sobrenatural provenía de su larga melena. Entonces ella cortó su cabello, un poco antes de que lo cegaran destruyendo sus ojos.

Moisés Ulloa

"El reposo de Dalila"

Sujeta casi por el codo una mujer infantilizada escucha bajo cierta consternación a un satanás disfrazado, ambos aparentan cosas que no son. El sentido lúdico en la obra de Kine desafía a los espectadores para que estos logren intuir las claves qué motivan sus actitudes. Ellos saben fingir por que forman parte de un cuento apartado de una lógica con la cual la artista busque justificar el tema, Kine los rodea por un papel tapiz de fondo que semeja a manzanas o cerezas a través de las cuales no aspiran a simbolizar el fruto prohibido dentro de ninguna fabula sagrada. De pronto hemos sido engañados con dulzura.

Kine "Cantata a Satanás" 35Mixtax50 cm 2022

“El Óleojuego”sobre tela 70 x 40 cm

Sobre el horizonte de una habitación envuelta por cortinas una pequeña trae un vestido semejante a una densa y pesada tela qué le sirve a modo de vestido, Araceli Santana nos propone un juego no del todo específico en el que la menor parece ser dueña del razonamiento sobre las reglas de dicho entretenimiento. El aspecto lúdico lo vemos acentuado por una sensación lúgubre e imprecisa. Este dominio imaginario de la situación le otorga un poder a la pequeña y son suyas las sombras, además de la conexión de las cortinas para construir un espacio velado, Araceli Santana convierte en una materialidad tangible las ideaciones subjetivas. La artista valora las antigüedades extendiendo la conexión de los estampados con la escritura de un recuerdo que retorna al invocarlo.

Araceli Santana

Una flor parasitaría crece a lo alto, justo sobre la espalda de un personaje quejoso que viaja sobre una esquelética tortuga flotante. Los seres alrededor parecen tocados por su momento de morir y su agonía comienza con irse apagando. Aun las moscas que alimentaban su felicidad de la carne en descomposición; van a caer en parejas.

Nim Obun

La dibujante y pintora Nim Obun plantea el espíritu de fin de ciclos como un no retorno. La rosa nace bajo un cielo nublado carente de tormentas, la sensación es que la huida ideal es morirse. El ente sobre la tortuga carece de esperanza y prolonga su propia decadencia tal vez porque no conoce otra forma para sobrevivir

“Los mundos que se agotan” 63Grafitox40 cm

“Pedazo de carrusel” de la serie; (Edipo nunca fue rey) Acumulación ó Ensamblaje. Medidas 2021/2022Variables.

Una silla de montar, para no ir a ningún sitio. Representa a los instintos que fueron domesticados y convertidos así en inofensivos juguetes, Elicerio reunifica la provocación frente a la nulidad de los paseos dominicales. Adquirida cierta cantidad de experiencias vitales los divertimentos comunes contienen su agenda de pasiones desechables. Un pedazo de felicidad alcanzado por unas monedas, puede ser intercambiarse por cualquier otra cosa inerte, Elicerio usa materiales diversos y en un mosaico de encuentros fortuitos, en los que el artista encierra el deseo humano por evadir compromisos.

Elicerio Conchas

El escenario de las guerras con tanques a manera de carros alegóricos, posee por soporte a los cuerpos de quienes salva o aniquila. Las armas son extensiones fabricadas para volver a las limitaciones anatómicas, en formas de dominio sobre los rivales, Leo Albizo maneja a los peones de una historia repetida sobre el tablero que muestra a los seres a modo de maniquís fríamente dispuestos. La muerte será entonces una fantasía repetida hasta el cansancio, el cual la convierte a los escombros en una realidad para ser habitada.

2020

Leo Albizo con sus paisajes en que ahoga a los peregrinos de una especie de raza heredera del gusto de Caín por andar errante. El pintor caricaturiza un campo de batalla, tal vez con el fin de representar una serie de mecanismos sociales que funcionan dentro de otros ámbitos. La violencia velada reaparece a través de la diversión compulsiva por obtener ganancias o incentivos por matar. No importa si es a nivel simbólico o justificado por cuestiones de negocio.

“Conflictos contemporáneos” Óleo sobre tela, 100 x 130 cm.

Leo Albizo

El agave solitario en la pintura de Lala Trewick es un ejemplo fuera de su estilo habitual, la obra fue elaborada con el fin de participar dentro de un concurso en Tequila Jalisco. El hecho que la artista caminará afuera de las formas ya resueltas como propias, demuestra que ir más allá de uno mismo aporta una visión externa a través de la remota posibilidad de ir a descubrir quienes no somos.

Lala Trewick

“Vita 202170Mixta/Natura”lienzo.x50cm

por el respaldo físico de sus instalaciones y el apoyo logístico Galería Ajolote Arte Contemporaneo

Agradecemos a

Diseño Gráfico: Cesar Ramirez @cesaryeska

Facebook:Contacto Germán Laris e-mail: svastika_laris@hotmail.com

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