“El problema de las drogas en las Américas”, que publica este año con el análisis sobre una amplia variedad de opciones legales frente al cultivo, tráfico, venta y consumo de narcóticos. Sin embargo, en República Dominicana, los ejecutivos de organismos estatales relacionados con el combate al narcotráfico consultados se resisten a estas exploraciones. Algo que no extraña mucho en un país donde sólo en 2012, y según la Procuraduría General, de los 691 homicidios relacionados directamente con la delincuencia, 76 (alrededor del 10%) estuvieron vinculados a problemas de consumo y tráfico de drogas. En 2012, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), se incautó de 804 kilos de marihuana, muy por debajo de los 9,600 de cocaína y hasta de los 1,278 de opio. Cuando se preparen las estadísticas de 2013, de seguro que pesará mucho el hallazgo en julio de 1,317 plantas de marihuana sembradas en un campo de Baní. Las autoridades perseguían, como propietario de la plantación y de otras 217 matas ocupadas con una semana de diferencia, al “agricultor” Giovanni Lara. Para el presidente de la DNCD, mayor general Julio César Souffront Velázquez, sería incorrecto legalizar la marihuana por considerarla altamente adictiva y peligrosa, y el primer paso en el camino de un adicto para el consumo de otras drogas, como cocaína, crack y heroína. Aunque se le atribuye menor mortalidad que al resto 46 • LA LUPA SIN TRABAS
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de las sustancias psicoactivas, expertos de organismos internacionales sostienen que el consumo intenso de marihuana incrementa la probabilidad de síntomas psicóticos, depresivos y conducta suicida. Souffront Velázquez agrega que la liberalización propiciaría que una persona, a falta de una porción, “se vea en la necesidad de buscar el dinero a cualquier costo, por lo que se incrementarían los niveles de violencia”, y los casos de atracos y asesinatos. En el Consejo Nacional de Drogas (CND) no conciben analizar el tema; más bien, sus acciones apuntan a inducir la
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No creo que con penas se resuelva el problema de la adicción, el problema de la adicción se resuelve con tratamiento, psicológico, médico.
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Radhamés Jiménez Peña, ex procurador general
reducción en la demanda, explica José Antonio Tejeda, encargado del Departamento de Prevención en el Área Laboral. “Desde el Consejo hay tolerancia cero a todo tipo de drogas”, recalca. En el país, el 2.3% de la población declara que ha consumido marihuana “alguna vez en la vida”, muy por encima de la cocaína (1.1%), según la Encuesta Nacional Urbana, Social y de Salud 2010, realizada por el CND. En el aspecto represivo 43.6% de los 33,852 casos que registra la DNCD en 2012 corresponden a delitos relacionados judicial ante el tema de la viocon la marihuana, seguidos de lencia y el crimen en Amérila cocaína, con 42.3%. ca Latina”. Sobre este aspecto, el estudio El consumo, no la venta de la OEA sostiene que le perEl político peledeísta Radha- secución judicial en la mayomés Jiménez Peña, exprocu- ría de las veces se rompe por rador general de la República, lo más delgado. “Como los rese opone “radicalmente” a al- cursos de los sistemas de jusgún tipo de liberalización de ticia son escasos y los costos alguna fase del narcotráfico de acceso a ellos altos, final(cultivo, tráfico y venta), aun- mente termina ocurriendo que opina lo contrario respec- que la aplicación de la ley se to al consumo. concentra en aquel aspecto El presidente de su partido y que es menos complejo y más expresidente de la República, `barato´, lo que tiene por efecLeonel Fernández, propone in- to que la gran mayoría de los sistentemente endurecer la res- detenidos por delitos de dropuesta judicialista y represiva gas sean pequeños productoal narcotráfico. En septiembre, res o traficantes”, dice. ya fuera del Poder Ejecutivo, “En América del Sur –agrega dijo en Washington en una el informe– las cárceles feconferencia auspiciada por la meninas están llenas de muCorporación Andina de Fo- las o pequeñas traficantes, que mento (CAF) que la respuesta muchas veces tienen de comcorrecta es fortale- pañía en la cárcel a sus hijos cer la represión. “El pequeños”. problema no es ba- Pese a su posición frente a jar banderas, clau- quienes producen, trafican dicar y decir (que) o venden narcóticos, Jiméel narcotráfico nos nez Peña cree que conviene ha vencido. Yo creo al país levantar las sanciones que es el momento penales contra los consumipara repensar una dores de marihuana y otras política antinarcó- drogas, para tratar a la perticos y una política sona adicta como un enferde reforzamiento mo. “No creo que con penas
fotos: orlando ramos
se resuelva el problema de la adicción; el problema de la adicción se resuelve con tratamiento, psicológico, médico”, opina. La Ley 50-88, sobre Drogas y Sustancias Controladas, establece en su artículo 75 que “cuando se trate de simple posesión, se sancionará a las personas procesadas con prisión de seis meses a dos años”. “Estoy de acuerdo que esa parte de la ley se someta a discusión” para incluir sanciones como enviar a los usuarios a centros terapéuticos y trabajo comunitario, dice el ex procurador. Según el artículo 6 de la Ley 50-88, “cuando la cantidad no exceda de 20 gramos, se considerará la simple posesión, y la persona o las personas procesadas se clasificarán como aficionados; si la cantidad es mayor de 20 gramos pero menor de una libra, se clasificará a la persona o a las personas como distribuidores; si la cantidad excede de una libra, se clasificará a la persona o las personas procesadas como traficantes”. Dos activistas de la rehabilitación de adictos piensan lo contrario con respecto a
despenalizar el consumo de marihuana. Leopoldo Díaz, presidente de Hogar Crea Dominicano, entiende que la más mínima libertad para cualquier sustancia desataría una demanda que el Estado no estaría en capacidad de responder, porque de hecho, las instituciones gubernamentales no ofrecen respuestas consistentes a las drogas como asunto de salud pública. Cuestiona incluso la política preventiva que reivindica el CND y resalta que en el país no hay ni siquiera un estudio serio que indique quiénes usan drogas, cuáles son las más usadas, las tendencias y las formas de contrarrestarlas. Para poner un ejemplo, destaca que Hogar Crea, institución con 38 años que en la actualidad atiende a 1,200 adictos en 43 centros, apenas recibe del Estado el 20% de sus gastos, por lo que los internos se ven obligados a salir a las calles a vender o a pedir, para solventar los centros. En otra posición se coloca Radhamés de la Rosa, presidente de Casa Abierta, entidad con 39 años de atención a personas adictas, quien entiende como contraproducente que al consumidor o adicto de drogas se le penalice. “El alcohol y el tabaco son las drogas que más daño le hacen a la humanidad; por cada una que muere por drogas ilegales, mueren 30 por las que vienen del uso de drogas legales”, comenta De la Rosa, aunque admite que esto se debe en gran parte a las cantidades de consumo que permite la legalización de las sustancias citadas.
Critica el planteamiento de que la libertad para consumir disparará la demanda. “Ese es el discurso que se enarbola para mantener una política meramente represiva, no se ha demostrado que aumente el consumo ni en Holanda, Portugal, Luxemburgo o España”, sostiene, para mencionar países con experiencias en liberar parcial o totalmente el uso de marihuana. No apoya, en cambio, liberalizar el comercio de las drogas, porque esto aumenta la disponibilidad y con ella el consumo. “Cuando se liberaliza, como se industrializaron el alcohol y el tabaco, se
masifica el consumo porque se promueve, se hace propaganda”, resalta. Una presión que crece
La marihuana es la droga ilícita de mayor consumo en el mundo. Según cita la OEA, se calcula que entre 119 y 224 millones de personas entre 15 y 64 años la han consumido alguna vez en el último año. Esto equivale a entre 2.6% y 5% de la población situada en ese rango. Son 180.6 millones, el 3.9%, especifica el informe mundial sobre las drogas 2013, de la Organización de Naciones Unidas (ONU). De todas formas, “pueden llegar a representar entre el 75% y el 80% de los consumidores de drogas controladas a nivel mundial”, plantea el levantamiento de la OEA. Liberalizar la marihuana Organizaciones y activistas de la sociedad civil defienden propiciaría ‘que el como un derecho individual la decisión sobre consumir droindividuo se vea en la gas y exigen por tanto la libenecesidad de buscar ralización, con el argumento también de que el alcohol y el el dinero a cualquier tabaco son más dañinos que la marihuana. costo, por lo que se Del alcohol se dice que es el principal factor causal de más incrementarían los de 60 tipos de enfermedades niveles de violencia’. y lesiones y es responsable de aproximadamente 2,5 millones de muertes en el mundo cada año. Mayor general Atribuyen a la prohibición de Julio César Souffront Velázquez este a simples intereses de mercado. Surge, además, el tema de sus propiedades medicinales, lo que abre una brecha para el consumo y hasta para el cultivo en pequeñas cantidades en algunas partes de Estados Unidos. En República
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