La Gualdra 642

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“Comencé a escribir Todo lo que amamos y dejamos atrás en 2017, el mismo año de mi transición de género. No se menciona ni una vez la palabra trans en toda la novela, pero es el libro que refleja esta época más bien triste de mi vida. Supongo que el momento ideal para escribir una novela sobre ser trans, sobre el rencor, la humillación, el rechazo. Pero todo lo que viví con mi transición lo dirigí a la novela. Con sus anillos y su cambio climático, Todo lo que amamos y dejamos atrás es la novela donde puse mi transición, los puntos amargos y los puntos dulces, porque en todo hay matices…”. Elisa de Gortari

[“Elisa de Gortari: Este libro para mí representa una resurrección”, por Beatriz Pérez Pereda, en páginas centrales]

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Elisa de Gortari.

La Gualdra No.

Festival de Muertos Zacatecas 2024 El domingo 27 de octubre dio inicio el Festival de Muertos Zacatecas 2024 y su programación se extiende hasta el domingo 3 de noviembre; participan en la organización el Sistema Estatal DIF en coordinación con el Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde y la Secretaría de Turismo del Estado. Este año, el estado invitado es Michoacán y aquí les compartimos el programa: Miércoles 28 de octubre al 3 de noviembre: Expo artesanal “Somos Michoacán, somos Zacatecas”, Portal de Rosales. Miércoles 30 de octubre al 2 de noviembre: “Ofrenda y muestra cultural Michoacán”, Palacio de Gobierno; “Ambientación Fuente de los faroles”. “Ofrenda Día de Muertos. Altar de noche de ánimas y exposición temporal ‘Animecha kejtzitakua, Ceremonial de Ánimas P'urhépecha’”, del artista visual Ivan Holguín, en el Museo Pedro Coronel.

Jueves 31 de octubre, 12:00 hrs., presentación de “Danza de los viejitos” acompañados del grupo “Pindekuecha”, interior del Mercado González Ortega. A las 18:00 horas: “Gran desfile de Día de Muertos, Somos Tradiciones”, centro histórico. 30 y 31 de octubre: “Tapete artesanal”, Calle Dr. Hierro. En Zacatecas, el domingo 27, 18 hrs., “Altar a las mascotas difuntas”. Lunes 28, 18:00 hrs., “Charla sobre José Guadalupe Posada y Julio Ruelas” con Jovita Aguilar en la Casa Municipal de Cultura. Del 28 de octubre al lunes 4 de noviembre: “Tianguis del Día de Muertos”, afuera del Panteón La Purísima. Del 29 al 30 de octubre, 19:00 y 21.00 hrs., espectáculo de narración oral “Aquelarre”, en el Panteón La Purísima. Martes 29 de octubre, 19:00 hrs. “Injerencias entre brujas y chamanes” con la Cía. Mazatl Ollin, en Casa Municipal de Cultura. Martes 29, 18:00 hrs., en Casa Municipal de Cultura: Exposición “Animales totémicos: magia y chamanismo”, Herederas de la Luna; Exposición “Tzompantli”, Segunda Escalera y Lapin Atelier; y Exposición “Tzompantli”, Centro de la Gráfica. Miércoles 30, 17:00 hrs. Festival de Calaveras 2024 “Entre vivos y muertos”, homenaje a José Guadalupe Posada y Julio Ruelas, en Casa Municipal de Cultura; ahí mismo se inaugura la exposición “Tzompantli” de los Talleres de Artes Plásticas de esta institución; y el jueves 31 de octubre, 18:00 hrs., la presentación de la Orquesta Típica. En la plazuela Miguel Auza, el viernes 1 de noviembre, de las 19:30 a las 24:30 hrs. se presenta el DJ Oscara Veyna. El domingo 3, 18:00 hrs., pasarela “La flaca se viste a la moda”, concurso de diseñadores de moda “La catrina”, frente a la Casa Municipal de Cultura. Jueves 7, 19:00 horas, charla “Mujeres, brujas y nahuales”, con Sharon Melissa Llamas Campos, Casa Municipal de Cultura. Del 29 de octubre al 1 de nov., en las Bibliotecas del Municipio, de las 14:00 a las 16:00 horas, habrá lectura de leyendas. Consulte también la programación para Guadalupe en redes sociales.

El IZC comparte que en este mismo marco se llevará a cabo el 12 Festival de Día de Muertos “Fray Joaquín Bolaños” del 28 de octubre al 4 de noviembre, aquí lo más destacado: El lunes 28 de octubre, 19:00 hrs., concierto “Guitarra cantera. La vida breve”, Diego España,

Martín Guerrero, Juan Pablo Leyva, Elyud García y Víctor Aguirre, en la Bóveda de la Ciudadela del Arte.

Martes 29, 19:00 hrs., danza, “Calaveras”, Compañía de Danza Escénica, Teatro Ramón López Velarde. 18.00 hrs., Patio del Museo Zacatecano, “El muerto pide su ofrenda”, narración oral con la Colectiva Flores del Desierto. 19:30 hrs., teatro y narración oral, “Los cuentos de la catrina”, Cía. La Corte de los Milagros.

Miércoles 30, 20.30 hrs., Canto cardenche serrano, “La noche llegará”, Mujeres cardencheras–Durango, en el patio del Museo Zacatecano. Jueves 31, 17.00 hrs. “Leyendas de montes, brujas y diablitos”, Arturo Campos, narrador, en Casa Grande de Tacoaleche (el viernes 1 de nov., 14.30 hrs., se presenta también en la Sala de Cultura J. Refugio Reyes en Vetagrande; y el día 2, 12:00 hrs. en Col. La Comarca, en Guadalupe).

En la Cineteca Zacatecas se proyectarán las siguientes películas: Martes 29 de oct., 17:00 hrs., “Más negro que la noche”, de Carlos Enrique Taboada; a las 19:00 hrs. “Una bala en el ojo del diablo”, de Edín Martínez. El miércoles, 17:00 hrs., “Hasta el viento tiene miedo”, de Carlos Enrique Taboada; y a las 19:00 hrs., “Macario”, de Roberto Gavaldón.

El jueves 31, 17:00 hrs., “Macario”, de Roberto Gavaldón; 19:00 hrs. “Una bala en el ojo del diablo”, de Edín Martínez. Viernes 1, 17:00 hrs., el Programa de cortometrajes del SHORTS MÉXICO 2024; y a las 18:30 hrs., inauguración de la Exposición “Escultores del tiempo: cine animado cuadro por cuadro” (stop motion), de Karla Castañeda y Luis Téllez.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

no es únicamente representarse al mundo Por Álvaro Luis

Elisa de Gortari: Este libro para mí representa una resurrección Por Beatriz Pérez Pereda
La evolución del caballo se dio en América, no en Europa Por Instituto Nacional de Antropología e Historia
Pensar
López-Limón
Cuerpo, Individualidad y Tecnología en Ruido gris, (ilustrado por BEF) de Pepe Rojo Por Vianney Carrera

Cuerpo, Individualidad y Tecnología en Ruido gris, (ilustrado por BEF) de Pepe Rojo

El ruido gris, aunque suene contradictorio, se considera como “el verdadero ruido blanco”, es decir un ruido que no expresa nada, el cual se podría describir como “el verdadero ruido del vacío”, paradójicamente emanado de un artefacto que dice todo: la televisión.

Aunque en estos años se ha convertido en “uno azul” (con las pantallas de los celulares), la narrativa de ciencia ficción de Pepe Rojo sigue vigente, la cual se refleja en su escrito Ruido gris de manera universal y atemporal. En primera persona y de manera introspectiva, el autor nos cuenta la historia de un personaje sin nombre, quien trabaja como un “reportero ocular”; es decir, un tipo de periodista que se convirtió en un cyborg con el objetivo de documentar y grabar las 24 horas acontecimientos sociales, como choques, asaltos o suicidios para darle rating (como se refiere en el texto) a una cadena de televisión de noticias.

Nacido en Chilpancingo, Guerrero en 1968, Pepe Rojo es un ensayista y editor que define su estilo como un “realismo mediático mash-up” ya que califica sus escritos dentro de los tropos “cuerpo”, “tecnología” e “identidad”.

Ruido gris es una de sus obras más conocidas con la que ganó el Premio Kalpa 1996. Es fundador de la editorial Pellejo/Molleja a la que pertenecen las revistas Número X, Sub y Golem. Rojo también ha hecho cine como Breve comentario sobre el amanecer, con que le otorgaron en 1991 el Premio al Mejor Cortometraje y una mención honorífica como director en animación, por Cortinillas de noticiero, en el I Festival de Artes en Comunicación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Estado de México (ITESM, CEM). En 2020, Ruido gris fue reeditado por Fondo de Cultura Económica para la colección Vientos del Pueblo, e ilustrado por Bernardo Fernández (BEF).

La tecnología despoja al cuerpo de la identidad

El reportero ocular tiene que lidiar con dificultades a raíz de una operación a la cual se sometió para convertirse en un cyborg, punto donde su identidad se fragmenta a través de la tecnología. Desde los 18 años, comenzó a grabar cualquier acontecimiento que le pidiera el noticiero a través de indicaciones de un director de programación, quien se comunica directamente con él. A pesar de que las herramientas son fabricadas por la humanidad para facilitar más sus tareas cotidianas y mejorar la calidad de vida, en Ruido gris, la tecnología no beneficia al personaje ni a la sociedad.

Aunque el periodista sí obtiene una remuneración económica por el trabajo que realiza, en los demás aspectos de su vida termina deshumanizándose, así como el contenido que transmite para la televisión. La primera noticia que documenta fue el suicidio de un hombre. Recién había terminado de su operación, el periodista se concentra en realizar las mejores tomas y grabar en vivo el momento exacto cuando la víctima se deja caer desde el edificio, acción que genera bastante rating, pero que comercializa la desgracia humana.

Rojo nos muestra una realidad que no ha caducado: la audiencia consume ese contenido y al hacerlo, lo olvida casi al instante, sin importar quién era la persona que sufrió de ese final, ni tampoco quién fue el que lo grabó. Otro aspecto en donde se puede ver

la relación fragmentada del cuerpo, individualidad y tecnología es en la descripción de la vida de otros reporteros oculares.

La historia cuenta el ejemplo de Toynbee, uno de los colegas del protagonista, que fue sometido a ver una pantalla mientras transmitía en vivo, situación que lo engancha y por la sobrecarga de estímulos, su cerebro se dañó causándole el Síndrome de Exposición o Secle.

La trágica historia de Toynbee se pudo haber evitado, sin embargo, las imágenes de su dolor estuvieron en vivo en cadena televisiva por el rating de ese espectáculo. En ese momento, él ya no existe, sólo se convierte en contenido.

El texto muestra cómo los propios cyborgs se deshumanizan con tal de tener más prestigio en su campo, ya

que se describe que muchos de ellos se sometían a situaciones de riesgo para documentarlas. La individualidad de una persona se pierde para ofrecer un espectáculo a través de una herramienta, que en vez de mejorar su cuerpo, lo consume.

Rojo sentencia en su obra el único final para todos: un camino depresivo para cada uno de sus actores, a través de la retrospección del reportero ocular que con sus pensamientos, pasado e inquietudes, va hilando el mundo distópico en el cual se desenvuelve y del que no puede cambiar o huir.

Sin embargo, aunque el escrito se publicó hace más de 28 años, la relación del cuerpo, tecnología e individualidad sigue vigente en la sociedad de mediados de la década de los 20 's del siglo XXI. Y lo más probable, es que cada vez sea más deshumanizador.

Libros

Pepe Rojo
Ruido gris, de Pepe Rojo

Elisa de Gortari:

Este libro para mí representa una resurrección

Entrevista

Yo vivo en una ciudad abrazada por el Grijalva, así que desde el momento en que leí la contraportada del libro y que la protagonista se llamaba justo así, Grijalva, me interesó de inmediato esta nueva novela de Elisa de Gortari. Por si eso fuera poco, el escenario es una distopía tropical ambientada en un Veracruz postapocalíptico, y es de sobra conocido que amo las historias de ciencia ficción, y para rematar, abrí el ejemplar y al encontrar en el primer capítulo frases como Las noches anteriores a que un azar cósmico plantara una cicatriz luminosa en el cielo; La noche ya nunca se cierra por completo o Era como cargar contigo una ventana que daba hacia donde tú quisieras, supe que ese tono poético, que encuentra belleza en el caos, me tendría enganchada a la lectura y así fue.

Elisa de Gortari nos presenta en Todo lo que amamos y dejamos atrás una novela de transición y resurrección, de destrucción pero también de sobrevivencia, en esta entrevista para los lectores de La Gualdra, nos platica del proceso de escritura de este libro, sus lectores y de su regreso a la literatura.

Beatriz Pérez Pereda: Tienes una nueva novela publicada bajo el sello Alfaguara, sobre ella nos adelantaste que vamos a encontrar casa embrujadas, la llegada de las naranjas a América, una invasión de medusas, entre otras

periodista de la Ciudad de México, e Indiana, su hijastro. Ellos realizan una investigación en un pueblo llamado Tamarindo, donde los niños están enloqueciendo. Los niños no sólo enloquecen, sino que parecen recordar vidas que vivieron otras personas. El ambiente de la novela es inhóspito: la Tierra tiene anillos, como los de Saturno, y éstos modifican la vida de todos los habitantes: de pronto la luna ya no brilla, de pronto ya no existe la noche, por la enorme cantidad de luz que reflejan los anillos. Además, debajo de los anillos, en el ecuador, se forman glaciares que expulsan a los habitantes de esa región de Sudamérica.

Cuando me puse a escribir esta novela, en 2017, tenía claro que quería destruir Veracruz. Siempre soñé con una obra que destruyera mi ciudad, como en las películas de donde destruyen Los Ángeles o Nueva York o Tokio. Yo soñaba con esa destrucción para Veracruz.

cosas, cuéntanos ¿cómo lograste que todo esto habitara en tu libro y de qué más va Todo lo que amamos y dejamos atrás?

Elisa de Gortari: Todo lo que amamos y dejamos atrás sigue a Grijalva, una

Además, quería que el planeta tuviese anillos y quería que no hubiese luz eléctrica. En la novela se achicharran todos los celulares, pero la gente pronto aprende a cubrir sus necesidades: hacen jabón con manteca y cenizas, descubren cómo seguir comiendo comida mexicana que no depende de

vastísima tecnología, más allá de la nixtamalización: los tamales, el huazontle, los tacos de chapulines, el queso de hebra, las mermeladas. Hay una gran variedad de inventos, muchos decimonónicos, que permiten vivir con una relativa comodidad, pero sin luz eléctrica. En algún momento el gran desafío para mis personajes es reproducir la música de viniles, pero incluso esto es en extremo sencillo con los conocimientos adecuados.

BPP: Qué representa para ti esta novela en este momento de tu vida y de tu carrera literaria, pienso que 2024 ha sido un año particularmente difícil para todos, en lo social y global, que evidentemente afecta lo particular.

EDG: Comencé a escribir Todo lo que amamos y dejamos atrás en 2017, el mismo año de mi transición de género. No se menciona ni una vez la palabra trans en toda la novela, pero es el libro que refleja esta época más bien triste de mi vida. Supongo que el momento ideal para escribir una novela sobre ser trans, sobre el rencor, la humillación, el rechazo. Pero todo lo que viví con mi transición lo dirigí a la novela. Con sus anillos y su cambio climático, Todo lo que amamos y dejamos atrás es la novela donde puse mi transición, los puntos amargos y

Elisa de Gortari. Foto de Secretaría de Cultura
Todo lo que amamos y dejamos atrás, Alfaguara editorial

los puntos dulces, porque en todo hay matices: salí adelante gracias a mi expareja, Marcela Santos, con quien viví fabulosos años, mientras vivíamos allá afuera horribles años. Todo tiene matices y es siempre un poco como el inicio de Historia de dos ciudades: era el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos.

En cuanto a mi carrera, por aquel entonces yo pensaba que no volvería a publicar. Después de las experiencias que viví en mi entorno inmediato al salir del clóset, pensé que mi vínculo con el medio cultural estaba roto. Entonces esta novela se estuvo escribiendo sin la menor intención de ser publicada. Las cosas cambiaron en 2021 cuando la UNAM lanzó la Tutoría de Novela y mi expareja insistió en que me inscribiera. Ahí la novela entró en un espacio idóneo para evolucionar, profundizarse y recibir comentarios de gente brillante. Hubo muchos nombres posibles para esta novela, pero al final opté por Todo lo que amamos y dejamos atrás porque es una referencia a una canción de Converge, un grupo de hardcore. Es una canción de despedida muy agria que refleja cariño, pero también re-

mordimiento. Creo que esa letra encapsula a la perfección lo que transitan mis personajes y, también, lo que viví de 2017 para acá. En ese sentido, este libro para mí representa una resurrección.

BPP: Te sigo en redes y me pareces una lectora estupenda, muy plural y entusiasta, concentrada, ¿cómo es la relación de la lectura respecto a tu escritura? Escoges los libros que lees porque expresamente te servirán para lo que estás escribiendo o la elección es puro azar y placer.

EDG: Casi siempre es puro azar y placer. He descubierto con mucho agradecimiento en el último par de años que alguna gente sigue con interés mis recomendaciones de libros en Instagram. A mí me gusta mucho compartir mis impresiones como lectora, sin ser una crítica literaria y sin tener el papel de una divulgadora en la industria. Leo de todo porque me interesa todo, los libros buenos y los malos, los bestsellers y los de editoriales pequeñas, los libros de economía y los de ciencia.

Eso sí: no suelo hacer valoraciones negativas en mis recomendaciones,

porque muchas veces los libros que no disfruté, de entrada, ni los comparto en redes. Sostengo que pueden interesar a alguien, porque los gustos son variados y nadie tiene un gusto superior al otro.

Leo principalmente en el transporte público: la oficina queda a veinte kilómetros de mi casa. Todos los días viajo un par de horas desde las afueras de la Ciudad de México hasta el Centro Histórico. Como resultado tengo mucho tiempo para leer en el Metro y en el camión, ya sea con libros físicos o en el Kindle. En ese sentido, vender mi coche fue la mejor decisión que he tomado porque todos los días que pasé detrás del volante fueron días en que no estuve leyendo.

BPP: Este año fuiste becaria FONCA, cómo fue tu proceso, qué cosas te interesan ahora, qué sigue en tu escritura.

EDG: Mi primera novela se publicó en 2015, la segunda tardó casi una década en gestarse y salir y creo que dilatar tanto un proyecto puede ser desgastante. Por eso este año me hizo muy feliz haber tenido el FON-

CA y recibir el consejo de tres tutores magníficos. He terminado una novela nueva ya, aunque es algo más breve que Todo lo que amamos y dejamos atrás. No será publicada pronto y la dejaré descansar, pero me ha dado tranquilidad haber terminado un nuevo libro que no se parece en nada al anterior y donde atiendo preocupaciones muy distintas.

Mientras escribía esta nueva novela, sentí la enorme necesidad de retroceder en mis lecturas y volver a las cosas que leía en mi adolescencia, sobre todo los libros que frecuenté en el último año de bachillerato, en el CCH Sur de la UNAM. Tuve un profesor de literatura, Arnulfo Sánchez, que manejaba un programa de lecturas brutal. En aquel año leímos a Haruki Murakami, a Alberto Fuguet, a Soledad Puértolas, a Bolaño, el Rey Lear, las obras de Emilio Carballido. Leímos mucha poesía de los Siglos de Oro. Y ahora reconozco lo mucho que influyeron aquellas lecturas en mí. Busqué a mi antiguo profesor hace poco y por desgracia ya falleció. Lamento no haberle agradecido lo mucho que hizo por mí.

Entrevista

Elisa de Gortari. Foto de Mayra González

Antropología e Historia

La evolución del caballo se dio en América, no en Europa

6 Por Instituto Nacional de Antropología e Historia

La evolución del caballo se dio en América, no en Europa, a lo largo de 60 millones de años, revelan registros paleontológicos. En el marco del Día Internacional de los Fósiles, el Consejo de Paleontología del INAH ofreció una conferencia alusiva.

Los caballos, cebras y asnos actuales pertenecen al género Equus y son las únicas especies sobrevivientes entre centenares de la familia Equidae: María Teresa Alberdi.

Los caballos han prestado servicios importantes no sólo para la guerra, sino como medios de transporte y carga, además de ser fundamentales en el desarrollo de la sociedad y la economía. Su compleja evolución, a lo largo de millones de años, ocurrió en el norte del continente americano, aunque prevalece la creencia de que proviene de Europa, y poco se conoce de su origen. Con los descubrimientos

de decenas de restos de caballos del Pleistoceno en predios del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, se ha incrementado el interés por conocer más de su registro antiguo en el territorio que hoy ocupa México.

En el marco del Día Internacional de los Fósiles, celebrado el pasado 16 de octubre, el Consejo de Paleontología (ConPal), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), órgano de la Secretaría de Cultura federal, comparte una historia de casi 60 millones de años (Ma), la cual se lee en los huesos fosilizados de distintas especies de la familia Equidae, mamíferos del orden Perissodactyla (característicos por tener número de dedos impar), que van desde el Hyracotherium (Eohippus), de talla pequeña similar a la de un perro mediano, que habitó en el Eoceno, hace 55 Ma, hasta las robustas bestias de talla alta que volvieron a pisar América, ape-

nas hace 500 años, traídas por Hernán Cortés.

De la mano de una de las estudiosas más importantes de la evolución del caballo, la investigadora honoraria del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, España, María Teresa Alberdi Alonso, el ciclo de conferencias de divulgación “Lo que relatan los fósiles”, difundido por INAH TV, se adentra en falanges, fémures, tamaños de cráneo, talla corporal, número de dedos y las coronas dentales de los équidos, las cuales se fueron modificando conforme los cambios en el paisaje del hábitat para masticar alimentos abrasivos, un hecho decisivo para la modificación morfológica de la tribu Equini, entre 17 y 6 Ma, cuando en América abundaban las sabanas, caracterizadas por pastos con arbustos y árboles dispersos.

La ponente señala que la familia Equidae representa una de las mejores historias evolutivas del registro

paleontológico, debido a que es bastante completa, gracias a la tendencia del animal para agruparse en manadas grandes, lo que dejó una abundancia de restos fósiles.

“Nos faltan muchos aspectos por conocer, sobre todo en su forma de vida y la manera en que se alimentaban, pero hemos podido ver varios aspectos de su evolución a lo largo de su historia, y es una familia clasificada perfectamente”.

La paleontóloga explica que los ancestros más remotos del caballo se han reconocido hace casi 60 Ma, en el Eoceno, y luego de un largo proceso de evolución dio lugar a un subgrupo de equinos, hace unos 17 Ma, más parecido a los actuales, también con decenas de especies. Varios de estos grupos migraron y se expandieron por el mundo, a excepción de Australia. A la fecha, de ese largo periodo se reconocen algunos centenares de especies

en el registro fósil, lo que ha permitido estudiarlos ampliamente.

Las características que marcan la evolución de la familia Equidae a lo largo de millones de años son: aumento de talla, alargamiento de las extremidades y del pie, el cual, a su vez, subió la altura del animal, mientras el número de dedos laterales se redujo. El ancestro Hyracotherium (Eohippus) tenía cuatro dedos, en tanto, en el Equus los laterales prácticamente no se ven y reduciéndose a pequeñas esquirlas, con predominio del dedo central, el cual se alarga hasta ser el apoyo. A medida que avanza la evolución, los équidos se hacen más corredores.

Otra característica es el enderezamiento y robustecimiento del dorso, el Hyracotherium (Eohippus) lo tenía curvado, y el Equus, prácticamente recto; asimismo, en el primero, los premolares son triangulares y con la evolución se van molarizando, hasta hacerse relativamente cuadrados.

Un momento importante en la evolución de la familia Equidae, dice la estudiosa, inició en el Mioceno temprano, entre 18 y 15 Ma, con el aumento en la altura de las coronas de los premolares y molares, y surge el grupo Merychippus, sólo localizado en América. Este grupo es importante porque dio lugar al Pliohippus, del cual, posteriormente, evolucionó la tribu Equini,

con cambios como la altura de las coronas dentales.

Asimismo, de manera progresiva aumentó la complicación de la morfología del diente en los relieves de las superficies de masticación, durante el Plioceno, hace 6 Ma, evolución asociada con el desarrollo de las grandes praderas en Norteamérica. Para alojar dientes de mayor altura, necesarios para la alimentación más abrasiva, la porción frontal del cráneo y la parte inferior de la mandíbula se alargaron, aumentó y amplió el tamaño del cráneo y la cara por delante del ojo. Por consiguiente, creció el volumen y complicación del cerebro.

Estos grupos migraron a Euroasia, alrededor de 3 Ma, en varias oleadas por el Estrecho de Bering y en dos fases migratorias, y luego hacia Sudamérica, con el levantamiento del Istmo de Panamá, el cual dio lugar al Gran Intercambio Biótico Americano entre Sudamérica y Norteamérica, en ambos sentidos. Durante el Pleistoceno, todos esos cambios dieron origen, hace un millón de años, a los grupos modernos de equinos, del género Equus, en el que se encuentran los caballos, las cebras y los asnos modernos, distribuido inicialmente en Norteamérica, para luego distribuirse por Europa, Asia y África.

A finales del Pleistoceno, en América ocurrió una de las mayores extinciones

de la biodiversidad en todo el continente, la cual erradicó a mamuts, mastodontes y caballos, principalmente, debido a factores como la variación del clima, el desplazamiento de los límites de la vegetación para alimentarse, y la influencia ligada a la caza y modificaciones ambientales, cuando la humanidad llegó en ese periodo.

Las especies de caballos sobrevivieron en Euroasia y África, siendo en el primero donde entró en contacto con

poblaciones humanas y fue domesticado, por lo que hace unos 500 años volvió a galopar en América, introducido por las expediciones de conquista europea.

La conferencia contó con los comentarios del investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, Alejandro Marín Leyva, así como del presidente del ConPal del INAH, Eduardo Corona Martínez.

Antropología e

Historia

Arte

Pensar no es únicamente representarse al mundo

6

Por Álvaro Luis López-Limón

Un número notable de pensadores y filósofos ha prestado una enorme atención a la pintura de Vincent Van Gogh, Los zapatos, de 1886, en donde se muestra un par de zapatos viejos y gastados, vistos de frente y con las agujetas sueltas, salidas de su orificio, como una especie de trampa vacía, preparada para atraparnos. ¿Por qué Van Gogh pintó dos zapatos viejos?, ¿cuál fue su intención?, ¿qué significan? Estas interrogantes de Heidegger y otras desataron una polémica, no por su fidelidad en la reproducción; el lienzo exhibe un juego de colores, pinceladas gruesas, relieves, texturas, tonos intermedios, superficie, profundidad y una cierta irregularidad de las formas.

En esta ocasión puntualizamos tres elementos: Primero, los zapatos del cuadro aparecen en una desnudez desprovista de utilidad, exhiben un desgaste excesivo que no ha caído en el olvido. Segundo, no se puede imponer un significado único a la imagen del cuadro, el arte opera como un reflejo simbólico de la realidad. Tercero, con esta pintura la idea del arte como vehículo de acceso a un lugar superior queda rebasada, Van Gogh nos invita a valorar lo que tenemos más próximo, a establecer un vínculo con el pensamiento crítico, con la experiencia de vida.

Frente a Los zapatos de Van Gogh, pre-texto para un diálogo, descubrimos Modelo rojo, de René Magritte; advertimos un par de botas en el suelo, alguien se las ha quitado, un par de pies desnudos les brotan y sobre un terreno pedregoso una moneda (trozo de papel) y una colilla de cigarrillo representan lo poco que se obtiene del arduo día de trabajo. La alienación del cuerpo confunde el pie con el zapato.

¿Es la bota la que en su parte delantera se transforma en pie o bien son los pies que por la parte de arriba se han convertido en botas?

¿Será que el zapato-pie enfrenta la naturaleza del hombre con la fuerza alienante de las convenciones sociales? En Magritte se trata de lo que está ausente, de la libertad que es ausencia; en sus Escritos, “subraya la importancia del papel que tienen en la vida los ojos del cuerpo humano; siendo el sentido de la vista, en efecto, el único que se interesa por un cuadro”. El misterio del sentido es algo inesperado e inseparable de los sentidos mismos, la mano, la oreja, la boca se unen entre sí y nos convocan a saber que, cuando vemos algo, no se habla,

tampoco se oye, pero sin el concurso de los otros sentidos no se puede ver nada. Ninguno de los sentidos puede funcionar aislado de los demás. En realidad, sólo vemos cuan-

do el sentido de la vista implica y convoca al resto del cuerpo. En fin, tanto en las obras de Van Gogh como en Magritte, pensar no es únicamente representar al mun-

do, tampoco es solamente explorarlo, es asemejársele… es: ser el mundo.

* UAEH-UAZ.

René Magritte. Modelo rojo, 1937.
Vincent Van Gogh. Los zapatos, 1886.

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