La Gualdra 135

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SUPLEMENTO CULTURAL

No. 135 - 10 DE FEBRERO DE 2014 - AÑO 3

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Juan Gómez Bárcena nació en Santander en 1984. Ha residido en Córdoba, Budapest, México D.F. y Madrid. Además de Los que duermen, ha escrito los libros El héroe de Duranza (Ed. Ir Indo, 2002), Farmer Stop (Ed. Complutense, 2010) y es compilador de Bajo treinta, antología de la nueva narrativa española (Salto de Página, 2013). Entre los reconocimientos a su obra está el Premio José Hierro de Relato y Poesía del Ayuntamiento de Santander, el Premio Internacional CREAPE de cuento, el Ramón J. Sender de Narrativa; ha sido finalista del XII Premio Mario Vargas Llosa NH de libro de relatos; y acreedor de las becas Fundación Antonio Gala, Fundación Caixa Galicia y FONCA para extranjeros.

[Una entrevista con él, realizada por Joel Flores, en páginas centrales]


LA GUALDRA NO. 135 / 10 DE FEBRERO DE 2014 / AÑO 3

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Después de haber realizado la cobertura periodística de dos festivales internacionales de cine el año pasado, el de Cannes y el de Venecia, este año iniciamos ya con la cobertura del Festival Internacional de Cine de Berlín en su edición 64. Carlos Belmonte, nuestro corresponsal gualdreño, se encuentra ya en la ciudad alemana que reúne en estas fechas a 20,000 visitantes profesionales del cine provenientes de 124 países. De estos visitantes, alrededor de 3700 son periodistas especializados; un dato que vale la pena destacar es que de México, dentro de los cuatro medios acreditados, está La Gualdra, de La Jornada Zacatecas, lo que nos llena de mucho orgullo y satisfacción. Para que usted tenga más información, le compartimos estos datos de lo que sucede en la Berlinale: El programa público del Festival Internacional de Cine de Berlín muestra alrededor de 400 películas de todos los géneros por año, en su mayoría estrenos internacionales o europeos. Las secciones en que están clasificadas las proyecciones son: gran cine internacional en el Concurso, casa independiente y el arte en Panorama; películas para el público joven en generación, nuevos descubrimientos y talentos prometedores de la escena del cine alemán en Perspektive Deutsches Kino; la cinematografía experimental en el Foro y el Foro Ampliado; y una exploración de las posibilidades cinematográficas en la Berlinale Shorts. La Berlinale Special, incluye la Berlinale Special Gala, que muestra producciones nuevas y honra a grandes cineastas. El programa se completa con una retrospectiva y un homenaje, centrados en la obra de una personalidad del cine; todo esto comisariado por el Deutsche Kinemathek - Museum für Film und Fernsehen. Además, en la Berlinale Classics se muestran restauraciones actuales de clásicos del cine, así como películas redescubiertas. La Berlinale ha organizado con regularidad un programa de presentaciones especiales que abren nuevas perspectivas, proporcionan información sobre temas clave, hacen nuevas conexiones y se exploran reinos donde el cine se cruza con otras disci-

plinas creativas. La comida, el placer y el medio ambiente son los temas sobre los que gira la sección de Cine Culinario. También se encuentra la Berlinale Goes Kiez, sección de cine de autor; y otra sección más dedicada a la narración cinematográfica de los pueblos indígenas en todo el mundo. Además de las proyecciones de las películas, este festival considera de manera especial al mercado del cine. El punto de encuentro más importante en este sentido, es el European Film Market (EFM), en el que aproximadamente 400 empresas y más de 8000 profesionales de 95 países participan con el fin de crear y fomentar los contactos profesionales, fortalecer la posición en la industria y para negociar los derechos de las películas y su distribución internacional. Los premios que el Jurado Internacional otorgará son: Oso de Oro a la Mejor Película (otorgado al productor de la película); Oso de Plata Gran Premio del Jurado; Oso de Plata Premio Alfred Bauer, para una película que abra nuevas perspectivas, Oso de Plata al Mejor Director; Oso de Plata a la Mejor Actriz; Oso de Plata al Mejor Actor; Oso de Plata al Mejor Guión; y el Oso de Plata a la Contribución Artística excepcional en la cámara, categorías: edición, banda sonora, vestuario o la escenografía. Todos los días, en La Jornada Zacatecas, tanto en su versión impresa como electrónica, podrá usted enterarse de las noticias más destacadas de este festival; La Gualdra además compartirá con ustedes su versión electrónica de esta cobertura, misma que podrá consultar en la página www.ljz. mx y en las redes sociales. Todos los días, de lunes a viernes, le invitamos también a que sintonice el 91.5 de FM, Estéreo Plata, para que escuche las cápsulas informativas de Carlos Belmonte desde Berlín. Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Un acercamiento personal a un gran hombre que nos dejó: JEP por Gabriel Luévano Gurrola

Irás y volverás a preguntarme cómo pasa el tiempo por Rolando Alvarado Flores

Maritza M. Buendía El fin último de la literatura es el silencio por Mauricio Flores

El relato también es la reescritura de la Historia [entrevista al escritor Juan Gómez Bárcena] por Joel Flores

Diario de Mateo por Mateo Estrada Gaviria Los terroristas de la lectura por Eduardo Campech Miranda

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El Templo de las Musas por Violeta Tavizón El Picaporte por Simitrio Quezada Sentencia por Roberto Galaviz

Insurgencia Chiquita [Arte Contemporáneo Condesino] por Claudia Córdova Bitácora del peregrino por Sigifredo Esquivel Marín

La Gualdra en la Berlinale Se alumbra la flama por la igualdad en La Berlinale por Carlos Belmonte Grey De cómo nos fuimos volviendo extraños por Edgar Khonde

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Polo por Pilar Alba

Carmen Lira Saade / Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas / Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín / Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Sandra Andrade Trinidad / Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas / Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


10 DE FEBRERO DE 2014

Un acercamiento personal a un gran hombre que nos dejó: JEP Por Gabriel Luévano Gurrola Un muchacho triste ve el circo Al dejarme creíste ganar algo, muchacha. Ahora, pasado el tiempo, hablas de mí con otro. Dices que sólo valgo cuando empaño la blancura insondable de una página. Y crees que la poesía va a preservar mi nombre. Te agradezco esa última, esa inútil manera de quererme. Te equivocas (lo digo sin dolor y sin desprecio a nada): mis versos vivirán menos que tu belleza. José Emilio Pacheco, Los amores

dad. Así supuso que la relación permanecería fresca, distinta. Ahora le habían confirmado sus intuiciones e insultaba por dentro su talante vago con ínfulas de aventurero. Caminó hacia las afueras de la ciudad por calles desconocidas ante el temor de hallarse a la nueva pareja en algún parque frecuentado. Gracias a ese periplo improvisado encontró una librería de viejo cuya existencia desconocía. Un anciano en tirantes le saludó con un abstraído movimiento de cabeza y lo dejó escarbar entre los montones de libros apilados. Entre el estropicio que era la mesa repleta de volúmenes paquidérmicos encontró dos libros delgados de un autor que había leído hacía algunos años. Le llamaron la atención los títulos y las portadas. Una de ellas tenía una tortuga con la cabeza escondida y las cuatro patas al aire, vista desde arriba. La otra era un barco coronado por un ángel. El precio de ambos libros era bastante accesible y desembolsó lo poco que tenía ahorrado en meses y que ya estaba mermado por las frituras o helados que invitaba cada domingo a Lupe. Pagó al anticuario y salió a la calle para volver a enrumbar a la periferia. A las pocas cuadras se sentó en un banco de cemento y leyó, al principio sin mucha esperanza, luego con avidez, los cuentos.

De ese autor conocía una pequeña novela y algunos poemas que hablaban de un circo horrendo en donde sus miembros, trapecistas, payasos, fenómenos, eran expuestos en la más atroz de las angustias, aquella irónica y salvaje cuyo sino es la desesperación. La novela era sobre un niño que se enamoraba de la mamá de un amigo. Los libros que acababa de comprar aunaban en el mismo tono, íntimo y piadoso. Con voracidad terminó el cuento del hombre y el pequeño extraviados respectivamente en el metro y el Bosque de Chapultepec en la capital, prosiguió con la historia del cadáver de una mujer conservado tras los muros de un convento, la descripción de un parque de divisiones y un relato llamado La reina, sobre una jovencita obesa que termina bañada en suciedades, llanto y maquillaje. Se acordó de Mónica y deseó que una lluvia igual, de piltrafas orgánicas y demás inmundicias (o ya de plano una de azufre como la de un cuento de Leopoldo Lugones) le cayera encima. En verdad Mónica era muy distinta a Lupe. Mientras que la primera era de complexión abundante y maneras cínicas y arrogantes, la segunda era menuda, bien formada y portaba unos lentes enormes que ocultaban unos ojos desternillantes de dulzura.

No obstante, el carácter de Lupe contaba con resquicios que en más de una ocasión lo alarmaron e hicieron prever el final que ya estaba viviendo. Era como la trapecista del Circo de Noche del autor que reposaba en sus manos en ese momento. Su memoria le trajo fragmentos del poema: “La Trapecista encarna el drama del amor / y está siempre en manos del aire […] / La Trapecista actúa siempre con dos / pero nunca se queda con ninguno. / Se hunde y vuela en la noche en donde no hay red. / Su cuerpo se hace vida ante la muerte. / La Trapecista es el deseo que se va. / Se halla al alcance de la mano y escapa...”. Ya no pudo soportar la pesadez del banco pero la del estómago se había calmado. Poco a poco, aproximándose a una carretera ya en los extremos de la ciudad, la lejanía le fue acercando una carpa amatista. “Qué curioso”, pensó, “un circo”. Con lo sobrante de la compra de los libros pagó las entradas. Pasó entre camellos, elefantes, micos y al entrar a la negrura, elegir el sitio más apartado de las gradas y aguantar los insípidos números, sintió asco al descubrir que tenía pena de sí mismo. De algún modo el poeta había dispuesto de su habilidad para cifrar sus versos y narraciones de modo que sólo pudieran ser comprobados y disfrutados por quien viviera de verdad y tuviera las experiencias necesarias para cotejarlos, hundirse en su enigma. El tiempo rector, animal ciclónico, devora con delectación todo lo abarcable por las palabras cotidianas: noche, ausencia, velocidad, naturaleza. Las dota de una dimensión en la que es preferible hundirse en silencio. El poeta, en esa brutal densidad de lo esporádico, le decía que la única compasión digna de un hombre es la que se tiene por los otros, en cierta medida lejos de uno, lo que permite verlos reír, saludar, hablar, desgastarse bajo el telón de los días que únicamente las personas sensibles salvan del naufragio. Dejó de pensar en Lupe, en el cuerpo de adolescente, la blanca dentadura que mordía al besar, en sus ojos y ademanes de odalisca ajena. Miró entonces, conmiserado, los rostros encendidos de los que admiraban el espectáculo: los padres exagerando a sabiendas, queriendo ilusionarse mientras sus hijos, sin mentir, no sabían del mundo y las tristezas que esconde. Para ellos todo era el circo, la voz del maestro de ceremonias en el magnavoz: “¡Con ustedes, señoras y señores, los asombrosos camellos de Sonora, traídos desde Arabia y aztequizados en aquel hermoso estado del norte, sólo para estar aquí, e iluminar las caritas de los niños de México...!”.

Literatura

Centenares, contadas a innumerables puños, obsesivas e hipotéticamente saludables si se tradujeran en calma y agotamiento, eran las vueltas que el muchacho había dado alrededor de la mesa. Sus padres, trabajando como siempre: él solo, por rutina. ¡Qué bueno! Parecía gritar el cuerpo enloquecido en sus afanes para horadar el cemento, sin palabras y agradeciendo la soledad del dolor, la privacidad. Lejos de ahuyentar, quemar la grasa que le empezaba, como cera derretida, a cubrir la boca del estómago, las vueltas se aceleraron con la noticia que la ballena le acababa de decir por teléfono: “Oye, querido, sé que no soy nadie para decirte lo que he visto, pero... seguramente muchos de tus conocidos y hasta familiares ya se habrán dado cuenta y por eso, mejor que sea alguien que te estime como yo, o te quiera, jeje, quien te descubra la verdad”. - Qué quieres manatí. Suéltalo. - Vi a Lupe con Ernesto. Una pequeña arrogancia, exacta a la que le sale por la boca y la nariz a los desconfiados cuando alguien confirma sus sospechas sobre infidelidad, desenlace oficial de una relación, o cualquier pretexto para sucumbir al desastre y descansar del sufrimiento nocturno, se ubicó a la forma de su voz. “¿Cómo los viste?”, la pregunta sonó tranquila, libre, con odio más a la chismosa que a la otra, Lupe. “De la mano, muy acaramelados, dándose besitos de pájaro comiendo alpiste”, contestó detrás del auricular Mónica, la gordita que siempre había pretendido al muchacho sin éxito. “Lo lamento, sé cómo te sientes. A mí también me ha pasado, es horrible ¿verdad?, te quieres morir, palabra. Pero quiero que sepas que aunque nunca tuve un hombro dónde llorar, tú sí lo tienes: el mío. Ayudaré en todo...”. “Eres una pinche ballena”, espetó el dolido cortando el protervo monólogo, invitador a irse al demonio, dejando perpleja a la muy noticiosa. Seguía dando vueltas alrededor, primero de la mesa, luego de los sillones, luego de nada, en el centro de la sala, en el oxígeno que le dolía al entrar a su cuerpo, invisible, ofreciéndole la cara caliente, omnímoda. Por fin, recordó las caricaturas en que los pensativos, a fuerza de sus tenaces vaivenes, abren profundos agüjeros de los que al final sobresalen los gorritos o el cabello en circunvoluciones interminables. “Esto no es una caricatura, es real”, se dijo para su coleto, cogió una chamarra de su padre en un respaldo del sillón y salió a la calle. En realidad, Lupe y él nunca fueron novios, aunque actuaban como tales. El muchacho deseaba prolongar esa confianza marginada de la formali-


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Irás y volverás a preguntarme cómo pasa el tiempo

Literatura

Por Rolando Alvarado Flores

A fuerza de añadir de textos la edición de 2002 del libro Tarde o Temprano, de José Emilio Pacheco, se empobrece. De 332 páginas en 1979 pasa a 655 en 2000, a pesar de haberle sido retirado el capitulo de “Aproximaciones”. Pero no sólo se empobrece, a Pacheco se le ocurre hacer su libro cada vez más políticamente correcto. En 1979, en el capítulo “El reposo del fuego”, todo sonaba a tono con la bonanza prometida por López Portillo (“México, país de contrastes, ha estado acostumbrado a administrar carencias y crisis. Ahora [con] el petróleo en el otro extremo, tenemos que acostumbrarnos a administrar la abundancia”) con el verso: “No humillación ni llanto: vocerío”. Pero para el año 2000, con el ascenso frenético de la sociedad civil, o las reverberaciones de las caravanas zapatistas, la modificación es obligada: “No humillación ni llanto: rebeldía”. Igualmente, en 1979 se podía confiar en la traducción de Julián Hernández de los cuartetos de T. S. Eliot, pero en 2000 es mejor usar la del mismo J. E. Pacheco. Julián Hernández, enemigo de Pancho Villa, había escrito: “Pero no hay competencia. Sólo existe la lucha por recobrar lo perdido y encontrado y vuelto a perderse; y ahora en condiciones impropicias. Pero tal vez no hay ganancia ni pérdida. Para nosotros sólo existe el intento. Lo demás no es asunto nuestro”. En tanto que Pacheco escribió: “Pero no hay competencia:sólo existe la lucha por recobrar lo perdido. y encontrado y perdido una vez y otra vez y ahora en condiciones que parecen adversas pero quizá no hay ganancia ni pérdida

para nosotros sólo existe el intento. Lo demás no es asunto nuestro”.

T. S. Eliot, en su “Insuperable original” había escrito: “For us there is only the trying, the rest is not our business”, que se puede traducir: “Para nosotros, sólo hay el intentar, el resto, no es nuestro negocio”. Obviamente, no existe razón para que nos guste ninguna versión, ni siquiera la de T. S. Eliot. Hay, sin embargo, un cambio curioso que encontramos en el poema titulado “Un defensor de la prosperidad” en 1979, y en “Un marine” en 2000. El poema “Un defensor de la prosperidad” dice: “Dejó la moto, la chamarra de cuero, la navaja. Vistió uniforme de Marine. Bombero universal en esta época cuando el mundo está en llamas. Quiso apagar incendios con el fuego. Murió en la selva guerrillera -Un hombre confiado en el vigor que da el Corn Flakes, en las promesas torvas de Lyndon Johnson”.

En el año 2000, tal vez sin mucha sorpresa, leemos: “Quiso apagar incendios con el fuego. Murió en la selva de Vietnam y en vano”.

¿Dónde quedaron el bombero universal, los Corn Flakes y Lyndon Johnson? En su Nueva antología personal nos comentó Borges: “No hay antología cronológica que no empiece bien y no acabe mal”. Pero lo dijo con la ingenuidad del que desconoce los

ardides de Pacheco: si cambio un poema por otro, afirmo que es una transformación, si escribo un nuevo libro, sugiero que es una nueva edición corregida de un viejo libro “para no inflar artificialmente mi bibliografía”. Y si me cuestionan, suelto una retahíla, en tono de jeremiada, que aparente ser una gran precisión metodológica: “No acepto la idea de texto definitivo. Mientras viva seguiré corrigiéndome”, para afirmar, unos renglones después, que la traducción es una manera de “[…] producir textos que puedan ser leídos y juzgados como poemas [...] reflejos y aun comentarios en torno de sus intactos, inmejorables originales”. Extrañamente, J. E. Pacheco sí pudo mejorar o transformar sus poemas, pero T. S. Eliot, o Walt Whitman ya no pueden (¿quizás porque están muertos?). En todo caso, si intentamos obtener algo en claro, una de las posibilidades es la siguiente: en el caso de la traducción los originales son inmejorables, pero en el caso de la escritura de un poema siempre se puede mejorar. ¿Por qué?, porque en el caso de las traducciones cada una se hace teniendo a la vista el poema original, intocable, un arquetipo platónico, siendo sus diferentes versiones una suerte de emanaciones, cada una peor. En tanto que el poema que escribe el poeta en su lengua no es arquetípico, sino problemático; no es sustancial, sino contingente; no puede aspirar a una epistemología griega, se deberá conformar con la opinión, siempre funesta, de su creador. Y si ese creador es caprichoso, con el ca-

pricho que surge de los tiempos que vive, hace de las diferentes versiones de un mismo poema un sistema de historia: la historia de cómo cambian sus fidelidades, sus amoríos, sus lealtades, o, si se quiere creer a Lukács, la historia de la formación social en que vive. ¿Pero de dónde obtiene nuestro poeta esa doble vara epistémica?, sin duda, de su apego por lo obsoleto, del gusto que le provoca aferrarse a los antiguos y con ellos creer que la física de los cuerpos celestes es diferente de la física de los cuerpos terrestres y aborrecer la formula de los modernos, en la que el cielo y la tierra son homogéneos, parejamente iguales. Para nosotros, modernos, la traducción no remite a una fidelidad ni la escritura en la propia lengua a una problematicidad: ambas actividades son similares, se miden por los mismos criterios. Así, una traducción no es fiel a su original, sino a la lengua en que se traduce, y lo mismo vale para un poema escrito en la propia lengua: es fiel a ese sistema de historia en el que está imbricado, y podemos trazar sus infidelidades a cada capricho del autor. Quizá la explicación luzca forzada, y algunos crean que los poetas saben lo que hacen y que es mejor dejarlos sumergirse en su interioridad. Pero la interioridad es una farsa, y apelo a que todo está ahí: “Sólo son falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres propios”, y por eso es posible oponer un heterónimo de J. E. Pacheco –Julián Hernández- al mismo J. E. Pacheco.


10 DE FEBRERO DE 2014

Maritza M. Buendía

El fin último de la literatura es el silencio

Libros

Por Mauricio Flores * Abrazada a la escritura de Juan García Ponce e Inés Arredondo, grandes escritores del siglo veinte mexicano, Maritza M. Buendía (Zacatecas, 1974) descubrió cuestiones en sí sublimes. Significados y significantes ubicables en la vida misma, y perceptibles tras adentrarnos en ese par de universos, a la vez nuestros.

Porque bien nos viene ahora —en los imperios de lo pagano— saber de esa “necesidad de lo sagrado” y que Buendía mira como “una de las características de la naturaleza humana”. Ya que, “desde hace tiempo y al interior de cierta literatura, el nombre de dios (así con minúscula) se desprendió del aparato institucional de la Iglesia (así con mayúscula) y se trasladó a otros rubros: a una manera distinta de crear ficciones que exige, a su vez, una manera distinta de leer esas ficciones”. “Yo, desde mi congruencia como intérprete —precisa Buendía en su nuevo libro Poética del voyeur, poética del amor: Juan García Ponce e Inés Arredondo—, sustituyo el nombre de Dios por el de erotismo y amor, (y) percibo que sólo cambian los nombres y la aproximación a esos nombres, pero lo sagrado, en sí, nunca cambia”. Sublime, ¿verdad? Muchas son las tesis que destacan en este libro de Buendía, antes autora de Isla de sombras: una aproximación a la vida y a la obra de Roberto Cabral del Hoyo, La memoria del agua y En el jardín de los cautivos. Junto a ellas, su pasión por la obra cuentística de estos grandes de las letras mexicanas, insertos en la llamada generación del medio siglo, y especialmente por textos como “Olga”, “Mariana”, “El gato”, “Rito” y “Retrato”. Sin poder dejar de lado un dominio panorámico de ambos corpus, extenso y diverso el de García Ponce, breve y ceñido el de Arredondo. Por méritos como éstos, el libro obtuvo el Premio de Ensayo Literario José Revueltas 2011. Poética del voyeur, poética del amor: Juan García Ponce e Inés Arredondo es además la conclusión de una ruta académica por la cual la autora transitó al momento de leer y releer a sus estudiados, amén de las verdades personales de lo que identifica como desconcierto y comprensión. Camino por la cual avanzó y donde se descubrió (lo prueba su ensayo) primero como un lector voyeur, después como lector amante, es decir, intérprete. “Estoy convencida de que el fin último de la literatura es el silencio,

eso que en García Ponce y Arredondo a veces se llama amor y a veces se llama erotismo”, subraya la autora. No concluyen ahí los análisis de Buendía. Destaca su conocimiento y propuesta de una hermenéutica erótica, para lo cual se basa en lecturas canónicas como las de Ricoeur, Gadamer, Ortega y Gasset, Musil, Bataille, Bachelard y otros. Además, en el caso de García Ponce, de la revisión de la ilustrada recepción de ese tipo de teorías del propio autor de Crónica de la intervención y tantos otros títulos memorables. Recuérdese la incorporación de autores como Klossowski a los medios mexicanos, contumacia del mismo García Ponce. Hambre de mitos Entre los aciertos de este ensayo está la ubicación de los investigados en el contexto histórico-cultural del México de mediados de los 60, tiempo desacralizado y mundano, donde “a pesar de la muerte de dios persiste un hambre de mitos, una sed de sagrado y una multitud de preguntas”. Sin olvidársele a la ensayista la sombra que sobre García Ponce y Arredondo tuvieron la publicación aquí de El arco y la lira (1956) de Octavio Paz y El erotismo (1957) del mismo Bataille. Desde su congruencia de intérprete, Buendía concluye: “con García Ponce y Arredondo he confirmado que el erotismo es una manera de leer el mundo, mas no una cualquiera: el erotismo es el arte del sigilo que con sutileza se enlaza al amor, un algo que en la literatura se gesta en la palabra pero que adquiere su cabal dimensión en los espacios en blanco que la palabra crea”. Una invitación para volver a estos dos grandes de la literatura mexicana (García Ponce, Arredondo), y con ellos al mundo.

Desnudez que no se entrega Con García Ponce y Arredondo he confirmado que el erotismo es una manera de leer el mundo, mas no una cualquiera: el erotismo es el arte del sigilo que con sutileza se enlaza al amor, un algo que en la literatura se gesta en la palabra pero que adquiere su cabal dimensión en los espacios en blanco que la palabra crea. Más cercano a la libertad que a cualquier moral condenatoria, el erotismo cubre las palabras para producir una desnudez que no se entrega a la primera, que se administra y dosifica. Se accede así a eso que tanto nos cautiva y atemoriza. Maritza M. Buendía Poética del voyeur, poética del amor: Juan García Ponce e Inés Arredondo (fragmento).

Maritza M. Buendía, Poética del voyeur, poética del amor: Juan García Ponce e Inés Arredondo, Conaculta, México, 2013, 200 pp. * mauflos@gmail.com


LA GUALDRA NO. 135

Literatura

El relato también es la reescritura de la Historia

[entrevista al escritor Juan Gómez Bárcena] Por Joel Flores* tiva, las becas y los reconocimientos literarios, la literatura joven española y la novela que está por publicar. Joel Flores: En México se lee en redes sociales sobre la gran acogida que ha tenido en España tu libro Los que duermen, pero poco sabemos de tus libros anteriores y tu historia inicial con la literatura y su creación. Me gustaría empezar preguntándote ¿desde qué edad comenzaste a escribir y por qué? ¿Qué libros y personas influyeron? Juan Gómez Bárcena: Comencé a escribir desde muy niño, pero no lo sentí como una verdadera profesión hasta los diecisiete años, cuando obtuve un premio nacional en mi país (Premio Rúa Nova de Narrativa Joven) que me permitió publicar mi primera novela, El héroe de Duranza. En el nacimiento de esta vocación fueron fundamentales dos circunstancias. Por un lado, el apoyo de mi familia, y en especial de mi padre, que alentó mis primeros trabajos y fue durante años mi único lector. Por otro, el descubrimiento de autores como J.D. Salinger y Jorge Luis Borges, cuya influencia nunca se ha dejado de sentir en mi escritura.

Conocí a Juan Gómez Bárcena un verano del 2009 durante mi estancia en la Fundación Antonio Gala. Recuerdo que antes había tenido la fortuna –y escribo fortuna porque todo aquél que lee a Juan corre con esa suerte– de leer un relato suyo otrora llamado “Segunda vida” y publicado en uno de los catálogos de los residentes anteriores. Era la historia de un hombre que intenta reponerse del duelo provocado por la muerte de su hija, mientras su esposa se crea una segunda familia en ese siniestro juego llamado Second life. El relato me cautivó como cautivan aquellas historias escritas con una voz narrativa convencida de que todo narrador -todo buen narrador- debe apostar desde las primeras líneas su total conocimiento del lenguaje y los artificios de la ficción, y en esa aventura de crear un mundo con apenas unas palabras, fraguar la complicidad íntima con su lector gracias a una historia que logre

cambiarle su percepción del mundo, al menos mientras sumerge sus ojos en la historia. La lectura de ese relato fue el inicio de nuestra amistad y con las charlas que sostuvimos en la calle Ambrosio de Morales bajo el cielo cobrizo de Córdoba descubrí las preocupaciones literarias de Gómez Bárcena, que muy pronto se verían cristalizadas en Los que duermen (Editorial Salto de Página, 2012), como una joya literaria gracias a la fusión de los géneros literarios como el cuento, el ensayo y otros antiquísimos como la bitácora o la fábula, para reescribir ciertos mitos que la literatura nos heredó, o bien, reflexionar desde otra mirada –la de la ucronía y el qué habría pasado si– hechos históricos como la Segunda Guerra Mundial, los alemanes y sus campos de concentración, así como historias coloniales, códices indescifrables o peregrinaciones nórdi-

cas en busca de la purificación de los pecados. Juan Gómez Bárcena nació en Santander en 1984. Ha residido en Córdoba, Budapest, México D.F. y Madrid. Además de Los que duermen, ha escrito los libros El héroe de Duranza (Ed. Ir Indo, 2002), Farmer Stop (Ed. Complutense, 2010) y es compilador de Bajo treinta, antología de la nueva narrativa española (Salto de Página, 2013). Entre los reconocimientos a su obra está el Premio José Hierro de Relato y Poesía del Ayuntamiento de Santander, el Premio Internacional CREAPE de cuento, el Ramón J. Sender de Narrativa; ha sido finalista del XII Premio Mario Vargas Llosa NH de libro de relatos; y acreedor de las becas Fundación Antonio Gala, Fundación Caixa Galicia y FONCA para extranjeros. En esta entrevista, realizada a través de Facebook y correo electrónico nos cuenta sobre Los que duermen, su imaginario, la voz narra-

JF: En cuanto a imaginario, Los que duermen oscila entre los límites del universo intertextual creado por Borges, la idea de reescribir la Historia y los mitos gracias a la ucronía de Charles Renouvier y la idea del viaje como móvil de la trama al estilo Italo Calvino y sus Ciudades Invisibles. ¿Crees que en sus inicios un escritor deba emular otras voces narrativas para encontrar la suya o, por el contrario, proponer una voz propia, original y nada apegada a sus lecturas al momento de escribir? JGB: Aunque el hallazgo de una voz original es una de las metas de todo escritor, creo que en ocasiones se sobrevalora su importancia. Basta echar un vistazo a la historia de la literatura para reconocer que las novedades como tales rara vez existen; que los mayores hallazgos generalmente nacen de una nueva forma de leer y de interpretar a los clásicos, es decir, de seguir nutriéndose de las lecturas y de las voces de otros. Creo que los autores que comienzan sus carreras no deberían obsesionarse con el descu-


10 DE FEBRERO DE 2014 brimiento de esa voz propia. Si algún día esa iluminación se produce, será seguramente a costa de haber imitado durante años la escritura y las ideas de los autores a los que admira. Incluso diría que no es tan importante encontrar una voz personal como descubrir una mirada propia, que sería la que en último término justificaría a qué autores queremos imitar y por qué.

JF: ¿Cómo definirías el género relato, aquél que buscaste escribir en Los que duermen? JGB: En mi país, los términos “relato” y “cuento” suelen funcionar como sinónimos. En cualquier caso, siempre me ha parecido que la palabra “relato” enfatiza un poco más el papel del texto como narración, su propósito de relatar una historia. En ese sentido, el concepto de relato parece avenirse mejor a las piezas que componen Los que duermen. Lo que la mayoría de mis textos ofrece es en realidad una reescritura de fábulas y mitos clásicos: es decir, tienen el propósito de recurrir a ingredientes familiares, reconocibles por parte del lector, para disponerlos al servicio de un mensaje contemporáneo y un sentido nuevo. Tal vez el mejor ejemplo de esta poética podemos encontrarla en mi relato “El mercader de betunes”, donde lo que propongo es una reescritura del mito homérico de Aquiles, basado en una ucronía sugerente: qué habría pasado si Aquiles, consciente de su destino, hubiera renunciado a su duelo con Héctor para vivir la vida de un hombre corriente. JF: Se dice mucho, sobre todo en Norteamérica, que el primer libro de cuentos de un narrador es fundamental en su carrera como escritor; funge como un mazo de cartas que hacen entender a los editores y lecto-

res qué tipo de historias, qué tipo de imaginario ofrecerá con los siguiente libros ¿Ves a Los que duermen como ese mazo de cartas que repartirás en un futuro con los libros por venir o la apuesta será completamente distinta? JGB: Estoy de acuerdo con esa visión de un primer libro como anticipo del imaginario que un autor desarrollará a lo largo de su vida. Al fin y al cabo, se escribe siempre sobre obsesiones, y es muy difícil que un autor renueve las suyas. Sin embargo, creo que aún es pronto para aventurar cuáles de los temas y los tratamientos que hago en el libro van a convertirse en ejes centrales de mi obra. JF: Entre tu trayectoria está la residencia Fundación Antonio Gala, La Caixa y la beca para escritores extranjeros en México del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes, y una serie de premios literarios encomiables. Dime, ¿qué significan y cómo han influido las becas y los premios para un escritor como tú? ¿Qué pasa ahora que han recortado el presupuesto a la cultura en España, está afectando a los escritores? JGB: Como señalaba antes, las becas y premios han sido vitales en mi carrera como escritor en general, y en Los que duermen en particular. No sólo te dan un espaldarazo y la confianza que todo creador necesita: también te regalan tiempo, que es la principal materia prima que un escritor requiere para su trabajo. Gracias al apoyo de instituciones y ayuntamientos, he podido tener a mi disposición mucho tiempo para escribir, y convertir así mi pasión en mi trabajo. JF: En cuanto a encontrar editoriales que apuesten por la publicación de tu trabajo, ¿qué es más difícil en España: escribir un libro o que una editorial

se interese en publicarlo? ¿Cómo ha sido tu experiencia con las editoriales? ¿Fue complicado llegar a Salto de Página? JGB: Ambas cosas son muy difíciles, y para conseguirlas se necesitan además virtudes diferentes. En mi caso, encontrar un editor siempre me pareció un problema mucho mayor que concluir un libro. Desde muy pronto fui consciente de que para conseguir publicar no sólo era necesario un trabajo de calidad: también lograr una serie de contactos y apelar a una buena dosis de suerte. La última versión de Los que duermen, por ejemplo, necesitó esperar dos años en el cajón antes de ser publicada. JF: En tu prólogo en Bajo treinta, antología de la nueva narrativa española, que acabas de compilar para Salto de Página, escribes que un punto en contra de la difusión de la literatura joven es, aparte del mercado editorial menos interesado en los noveles, su apatía en leerse unos a los otros, en estar enterados de qué y cómo están escribiendo sus contemporáneos, pues creen más conveniente nutrirse de los clásicos que de los actuales. ¿Qué opinas de la nueva narrativa española? ¿Cómo la ves de salud y de futuro? ¿Qué autores nos recomiendas leer? JGB: Gracias a la antología “Bajo treinta” he adquirido un conocimiento bastante profundo de la joven narrativa española. Estoy muy satisfecho por su calidad pero por desgracia algo inquieto respecto a su futuro. No conozco bien el caso de México, pero en España durante los últimos años se ha producido una erosión de la confianza en la literatura nacional, así como un descrédito de la etiqueta de lo joven. Por no hablar de la crisis económica,

que ha reducido dramáticamente el mercado editorial y la nómina de lectores. Sin embargo, aun en este marco tan precario se están perfilando algunos nombres y obras de mucho mérito, a las que con nuestra iniciativa “Bajo treinta” hemos procurado dar visibilidad. En cuanto a las recomendaciones, resulta difícil y siempre injusto priorizar unos nombres sobre otros. Sí puedo señalar dos autores cuyo trabajo sigo con particular interés: Juan Soto Ivars (Águilas, 1985), autor de la novela Siberia (El Olivo Azul, 2012) y la joven Aixa de la Cruz (Bilbao, 1988), que publicó la novela De música ligera en la extinta 451 Editores cuando contaba con sólo veintiún años. JF: Por último, ¿en qué proyecto estás trabajando ahora?, ¿podrías adelantarnos los pormenores del libro y cuándo saldrá publicado? JGB: Precisamente acabo de terminar el borrador de mi próxima novela. La obra está inspirada en un hecho real de la vida del poeta español Juan Ramón Jiménez, que en 1904 se enamoró por correspondencia de una admiradora peruana llamada Georgina Hübner. Sin embargo, lo más sorprendente de la anécdota es que esta musa, que por cierto inspiró alguno de sus mejores poemas –“Carta a Georgina Hübner, en el cielo de Lima”- no existía en realidad: era sólo un pretexto inventado por dos jóvenes admiradores al otro lado del Atlántico, que querían conseguir cartas y libros autografiados de su ídolo. La novela se publicará en la editorial Salto de Página esta primavera. Espero que al igual que mi libro de cuentos, pueda dar pronto el salto al Atlántico tanto en formato digital como en papel, y así vincularme de nuevo con mis lectores en México.

* Zacatecas en 1984. Ha residido en la Ciudad de México y España. Autor de los libros de relato El amor nos dio cocodrilos (Editorial Vozed) y Rojo semidesierto (Premio Internacional de Literatura Sor Juan Inés de la Cruz 2012). Seleccionado internacional en 2008 por la Fundación Antonio Gala para escribir durante nueve meses un proyecto literario en el Convento de Corpus Christi de Córdoba, España. Actualmente vive en Tijuana, donde termina la patria y comienzan los sueños.

Literatura

JF: Eres casi un orfebre a la hora de escribir: dedicas espacio y tiempo a cada palabra, cada oración y párrafo hasta que el lenguaje quede bien equilibrado y capture un todo con pocas palabras. Quisiera que nos hablaras sobre ¿cómo nació la idea de Los que duermen? ¿Cuánto tiempo te llevó escribirlo y en qué lugares lo hiciste? JGB: Los que duermen es el resultado de un largo proceso de escritura, con largas pausas y estancamientos, que tuvo lugar entre 2005 y 2010. Al principio ni siquiera sabía que estaba escribiendo un libro de relatos: simplemente fui reuniendo en el cajón cuentos que parecían abordar temas diversos, pero que en último término resultaron compartir una mirada y una cosmovisión. Es por cierto un proyecto que probablemente nunca habría visto la luz de no ser por el apoyo y la confianza de dos instituciones: la Fundación Antonio Gala (Córdoba, España) que me becó durante el curso 2007-2008, y también el Programa de Residencias de artistas iberoamericanos del FONCA, gracias al cual residí en México en 2010. Fue precisamente en México D.F. donde escribí el último cuento de la colección.


LA GUALDRA NO. 135

Por Mateo Estrada Gaviria

Diario de Mateo

¡Dolor! ¡Dolor! ¡Dolor! Sergio Loo murió el 29 de enero. Él fue un escritor nacido en la Ciudad de México, en 1982. En su hoja de vida destaca la publicación del libro de poemas Sus brazos labios en mi boca rodando [México, Fondo Tierra Adentro, 2007] y la novela House: retratos desarmables [México, Ediciones B, 2012]. Ambos libros fueron leídos en Zacatecas con devoción. En Internet fue difundido asiduamente por fotografías de sus poemas y expresiones de la novela. Sergio estuvo en Vetusta. En 2009 participó en el Festival de la Diversidad Sexual. En esa ocasión le presentaron el libro de poesía. Dos años después volvió para coordinar un taller de narrativa. En 2009 colaboré con la lectura del siguiente texto: Rastreas sabueso de 27 años vestigios de Pablo en mi cuerpo Elevas mi brazo separas mis rodillas Olfateas lames mi sobaco Satisfecho me observas Satisfecho me sonríes Yo te abrazo y te respondo con una mueca que me es ajena […]

El texto es de Sergio Loo. Notemos, les propongo: la mirada se torna extraña, busca la luz del recuerdo en la nada del mundo, donde emergió el quebranto. Es la ilusión en una instantánea. No tardará en proyectar la imagen definitiva. ¿Cuánto marca leer poesía? La lectura sirve para provocar un inciso en la memoria: qué esperar. Leer poesía es para mirar las cosas en la quietud profunda del instante. Y para entender que no hay más el lenguaje. Las palabras contienen la creación y la experiencia divina. Pero se advierte: es la palabra del poeta que habla con sinceridad. El poema dice, lo dice, en la sucesión condensada de los instantes. Instantes que son consagraciones, rémoras o anclas en lo que se transcurre. El poema puede ser un espejo con su respectiva imagen, con cuerpo. En él se mira al fantasma que nos hará recordar, sentir y hacer perdurar la pérdida. En el espejo es donde primordialmente se ve el fantasma del yo –es una suerte de autobiografía que busca su basamento en las palabras. Sergio Loo escribió:

Promoción de la lectura

Los terroristas de la lectura Por Eduardo Campech Miranda La lectura es un diálogo entre un interlocutor presente en el acto mismo y uno que trascendió tiempo y espacio. Entre otros motivos, el hecho de no entender un texto implica que no contamos con los mismos conocimientos que el autor, que desconocemos los términos, que no llegamos al texto con los referentes necesarios, por ello salimos ilesos de algunas lecturas. Esto lo sabe el lector, ése que lee regularmente, el que no se queda con la duda, el que concibe al texto como un reto, y al resolverlo encuentra el placer, el que piensa en su propio proceso. Por lo anterior, la educación hacia la lectura trasciende la alfabetización. Leer es más que oralizar el código escrito. ¿No me cree? Tome un texto en danés, en noruego o en un idioma que sea muy lejano de nuestra cultura. Léalo bajo la premisa de que las palabras extranjeras que no conocemos su pronunciación, ésta se realice “como está escrita”. ¿Entendió algo? Leer sin los elementos o bajo las circunstancias planteadas en el primer párrafo es una analogía del ejercicio anterior. Aún se trate de un texto en nuestro idioma materno. Es así como las dos situaciones que plantearé a continuación (ambas reales) son un atentado contra la lectura, la formación de lectores y el placer de leer. Son actos terroristas. Hay una escuela primaria en Guadalupe, Zacatecas, donde una maestra de cuarto grado solicita lecturas bimestrales. La primera lectura es una hermosa novela de Luis Sepúlve-

En la alacena de mi cuerpo siempre tengo algo por si quieres por si se te antoja por si vienes de visita o te quedas a dormir…

El cuerpo y el recuerdo son los ejes con los que Sergio Loo articuló el amor en el libro Sus brazos labios en mi boca rodando. En la primera sección esculpe el cuerpo, la figura la recorre en partes precisas, para formar la memoria y dar constancia de una posesión. En “Bocadillos”, Loo escribió que el cuerpo es un “Catálogo pornográfico”, que expone y adiestra al otro y al que habla en el texto. Al cuerpo lo reconoce con labor secular, hará en él un par de invenciones para mostrar el ejercicio de la posesión; así, la “lija del mentón” recorre, para “bajar/ engullir/ bajar/ lamer/ subir/ tragar”. Merced a que no sacraliza al cuerpo, aunque ama al ser del cuerpo, logra que las escenas muestren un fresco trenzado, quizás con exceso, en el juego verbal del encabalgamiento poético y en la ruta estrófica de un concurrente bordamiento conceptual del amor… Pero el recordar del yo que se plantó en el texto, no es una reproducción del acontecer. Recordar como uno de los actos de la poesía, ocurre en el lenguaje, que escrito es entonces un silencio del mundo. Loo lo expresó así: Calcar tu rostro hasta que sea otro recordar recordar es la forma correcta de tergiversarte y olvidar arrancarte de mi álbum (cuerpo) fotográfico. Egon Schiele, Conversión, 1912.

da, Un viejo que leía novelas de amor (véase “La Gualdra” del 26 de septiembre de 2011). El título se encuentra dentro de los acervos del Programa Nacional de Lectura, pero está destinado para estudiantes de secundaria. Si bien la historia de Sepúlveda es una bella manera de mostrarnos cómo funciona la lectura, también es cierto que un niño promedio de nueve años, ignora muchos términos de la redacción, y muchas de las situaciones ahí narradas, incluyendo algunas de un leve toque erótico. La segunda lectura es otra obra juvenil: La ciudad de las bestias de Isabel Allende. El otro caso ha sido la lectura de la primera parte de la versión original de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha a chicos de secundaria. Una de las dificultades para leer a los clásicos de la lengua viene dada por la oralidad. Cuando esos jóvenes se despiden para acudir a alguna fiesta, a jugar, a salir con los amigos, con la novia, el novio, a ninguno de ellos les preguntan: “¿A dónde os dirigís?”. Como tampoco encontrarán en el texto a don Quijote proponiendo a Sancho ser gobernador de una isla en los siguientes términos: “Te conviene, güey”. En ambos casos la indicación fue imperativa: “léanlo” pero sin un contexto o informaciones previas que propicien un acercamiento más significativo al texto. De esta manera, obras tan bellas como la de Sepúlveda, agregan animadversiones gratuitas, por el hecho de no dar al incipiente lector las herramientas para sumergirse en el texto.


10 DE FEBRERO DE 2014

El Templo de las Musas El amor hasta la locura Por Violeta Tavizón*

Arte

En el marco de la celebración del 14 de febrero, recordé una exposición que me pareció muy audaz en cuanto a su concepto curatorial: El amor hasta la locura, arrebatos eróticos y místicos, en el Museo Soumaya en 2007. El concepto curatorial de una exposición es aquél en el que gira por completo la exhibición y es ideado por el o los curadores en cuestión. Tras investigaciones y reflexiones sobre el tema elegido por el curador, éste debe de construir un concepto que será el hilo conductor de la exposición, de ahí que todos los temas y obras giran en torno a este concepto que servirá como un ancla temática. El concepto curatorial de la exposición del Museo Soumaya se centró en el texto El collar de la paloma de Ibn Hazm (poeta andaluz que vivió entre 994 y 1063) en el que explora la verdadera esencia del amor, ejemplo de ello es la siguiente frase: “El amor humano es expresión del Amor Divino”; en estas palabras se encuentra esta comunión que derivó en una exposición. En ella se exhibieron 170 piezas de diversos museos del país y del Museo Soumaya; reuniendo, gracias al discurso curatorial, la convivencia en una misma sala de obras tan diferentes en épocas pero tan afines en el tema central: el amor. Sin ser ortodoxos en la cronología de la Historia del Arte, los curadores decidieron colocar esculturas de Auguste Rodin (1840-1917), pintura, escultura, ajuar litúrgico y civil virreinal entre la que destacan obras de Cristóbal de Villalpando y Nicolás Correa, cuadros de Doménikos Theo-

Diego Calderón, Descendimiento en la cruz acudido por santa Luitgarda, Museo Soumaya.

Jean Auguste Dominique Ingres, Paolo y Francesca, Museo Soumaya.

Auguste Rodin, El beso, La fe, Paolo y Francesca, Los amantes, Intimidad o Adán y Eva, Museo Soumaya.

tokópoulos “El Greco” (1540-1614), pintura italiana como la de Francesco Hayez (1791-1881), obra de pintores impresionistas como Edgar Degas (1834-1917) y Pierre Auguste Renoir (1841-1919), pintura alemana representada por Lucas Cranach el Viejo (1515-1586), fotografías de enamorados del siglo XIX y cuerpos desnudos de mediados del siglo XX, un bello vestido de novia del XIX, pintura decimonónica mexicana como la de Pelegrín Clavé (1811-1880), o francesa de Jean Auguste Dominique Ingres (1780-1867), óleos de Jesús de la Helguera (1910-1971), Juan Soriano (1920-2006) o Rufino Tamayo (18991991). El tema es audaz, basta con leer las analogías escritas por José de Jesús Aguilar en su ensayo Amor y Lo-

cura que se encuentra en el catálogo de la exposición: “El santo llega al mismo clímax al que llega el enamorado en la relación íntima. Uno utiliza el camino de la oración y el abandono de todo lo carnal; el otro llega por el camino de la carne y el erotismo. Uno en comunión con Dios, el Amor, otro en la comunión unión con el amado. Uno desnuda el alma y otro el cuerpo”. Me pareció muy interesante la premisa a la que me llevó este concepto curatorial, en la que la carne y el alma sienten con la misma devoción el amor erótico (carnal) y el místico (espiritual), existiendo entre ellos un diálogo y una fusión coherentes. Tanto en el arte como en la religión, el amor es un tema muy recurrente; son dos miradas diferentes en las que el fervor y la pasión protagonizan los

sentimientos del amoroso hacia el ser amado. Quienes hayamos visitado una exposición, coincidiremos que muchas veces cuando ésta trata sobre un tema cotidiano a nosotros, se vuelve una experiencia significativa, ya que consciente o inconscientemente la asociamos con nuestra propia vida. Las temáticas sencillas y afines se convierten en un puente entre el espectador y la exhibición. Inundados por la presencia de Cupido en el mes de febrero, finalizo con una frase incluida en el catálogo de la mencionada exposición:

El picaporte Por Simitrio Quezada ¡Es discapacidad! Si los comparamos, un pintor y un contador tienen capacidades diferentes. Un músico y un político tienen capacidades diferentes. Entonces la expresión “capacidades diferentes” nada tiene qué ver con la discapacidad. En efecto, la palabra correcta es discapacidad: la falta de una capacidad. No hay por qué acuñar como eufemismo el absurdo “capacidades diferentes”, palabras que no definen la condición desventajosa de la discapacidad. Más aún: todas las personas tenemos capacidades diferentes, pero no todas tenemos una discapacidad. No queramos maquillar con nuestras palabras una realidad que está ahí: la discapacidad es eso: carencia, supresión, accidente que marca. * Envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com

“Descubre tu presencia y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor, no se cura sino con la presencia y la figura”. [San Juan de la Cruz (1542-1591)]

Sentencia

[Leerse mientras se escucha: Sentencia/ Cornelio Reyna]

Por Roberto Galaviz * No te culpo pero sí te sentencio vivirás en medio del suplicio de no tenernos vivirás en la celda umbría de la melancolía nuestra, en la sombra más delgada de la tarde en los rayos primeros de sol, en mi almohada al alba

no te culpo: ser bonita, -mil veces bonitapara ti es costumbre es inherente a ti igual que el silencio a los nocturnos de Chopin como las esquinas y su esencia de peligro, -de encrucijadacomo el vuelo ligero de las aves en parvada pero si me ignoras, y entonces yo decido no culparte -sin embargo, sentenciarte-

nos sentencio a muerte no a ti, o a mí -a nosotrosen ese caso, me acusarán de homicidio de suicidio y alguno que otro de ésos que de todo hacen un escándalo hasta de genocidio no te conviene bonita, no nos conviene.


LA GUALDRA NO. 135

La proyección de las películas se realiza de manera gratuita con fines culturales y educativos. Excepto estrenos: LOS COLORES DEL DESTINO: UPSTREAM COLOR y LA VIDA DE ADELE. ¡Todo febrero celebramos el 5º Aniversario de la Cineteca Zacatecas! ¡Una Cineteca Joven y Pública!

PROGRAMA FEBRERO 2014 Miércoles 12, 18:00 Hrs. Entrada libre Ciclo-homenaje Alfonso Cuarón Y TU MAMÁ TAMBIÉN Dir. Alfonso Cuarón México / 2001/ 105 min. Miércoles 12, 20:00 Hrs. Entrada libre Amor de cine ATRÉVETE A AMAR (Quiéreme si te atreves) Dir. Yann Samuell Francia / 2003/ 93 min. Jueves 13, 18:00 Hrs. Entrada libre Película invitada EL CONJURO Dir. James Wan EUA / 2013/ 112 min. Viernes 14, 16:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 PENUMBRA (Pulsos) Dir. Eduardo Villanueva México / 2013/ 100 min. Viernes 14, 18:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 REDES (Retrospectiva) Dir. Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel México / 1936/ 61 min. Viernes 14, 19:30 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 LAS CINTAS MEXICANAS / ESTADOUNIDENSES Dir. Louis Hock EUA / 1986/ 134 min. Sábado 15, 12:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 Programa MINIMUNDI (Ambulantito) Matiné para niños Duración: 48 min. Sábado 15, 16:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 EL CUARTO DESNUDO (Pulsos) Dir. Nuria Ibáñez México / 2013/ 70 min. Sábado 15, 18:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 EL GENERAL (Imperdibles) Dir. Natalia Almada México / 2009/ 83 min. Sábado 15, 20:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 LA NECESIDAD ESPECIAL (Enfoque) Dir. Carlo Zoratti Alemania-Italia / 2013/ 80 min. Domingo 16, 12:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 Programa VIDEOCARTAS (Ambulantito) Matiné para niños Duración: 48 min. Domingo 16, 16:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 EL AMOR EN TIEMPO DE INCENDIOS Dir. Gilberto González México / 2013/ 7 min. MUERTE EN ARIZONA (Pulsos) Dir. Tin Dirdamal México-Bolivia / 2014/ 76 min. Domingo 16, 18:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 FIFI AÚLLA DE FELICIDAD (Observatorio) Dir. Mitra Farahani EUA-FRANCIA / 2013/ 96 min. Domingo 16, 20:00 Hrs. Entrada libre AMBULANTE, GIRA DE DOCUMENTALES 2014 LEJANÍA (Pulsos) Dir. Pablo Tamez México / 2013/ 67 min.

AGENDA CULTURAL FEBRERO 2014 VIERNES y SÁBADOS 20:00 horas Leyendas de Zacatecas Frente a Catedral SÁBADOS 1, 8, 15 y 22 18:00 horas Danza, Música y Teatro Sábados en la Cultura Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza Coordina: Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” Casa Municipal de Cultura de Zacatecas SÁBADOS 15 y 22 20:00 horas Restauración Virtual del Antiguo Templo de San Agustín DOMINGOS 16 y 23 18:00 horas Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas MIÉRCOLES 12, 19 y 26 18:00 horas Todos al Centro Histórico Miércoles de Danzón Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas JUEVES 13, 20 y 27 19:00 horas Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia VIERNES 14, 21 y 28 18:00 horas Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Mercado “J. Jesús González Ortega” Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas

JUEVES 13 10:00 horas Concierto didáctico de guitarra clásica “Dícese de la Música…” Eduardo Rodríguez – Guitarra Programa de Desarrollo Cultural para la Juventud Universidad Tecnológica de Zacatecas JUEVES 13 14:00 horas Concierto didáctico de guitarra clásica “Dícese de la Música…” Eduardo Rodríguez – Guitarra Programa de Desarrollo Cultural para la Juventud Centro de Actualización del Magisterio en Zacatecas VIERNES 14 10:00 horas Concierto didáctico de guitarra clásica “Dícese de la Música…” Eduardo Rodríguez – Guitarra Programa de Desarrollo Cultural para la Juventud Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial Núm. 81 (CECATI) VIERNES 14 12:00 horas Concierto didáctico de guitarra clásica “Dícese de la Música…” Eduardo Rodríguez – Guitarra Programa de Desarrollo Cultural para la Juventud Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” VIERNES 14 19:00 horas Concierto Coral Sociedad Coral Infantil de Zacatecas Dir. María de Lourdes Ramírez y María de Jesús Hernández Coord. Luis Félix Serrano Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Entrada libre

SÁBADO 22 Temporada de Conciertos 2014 Orquesta de Cámara del Estado Director Artístico: Arturo García Cuellar Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Entrada libre / 19.00 horas MUNICIPIOS LORETO LUNES 10 19:00 horas Música Polirritmia Ensamble – Nayarit Dir. Valentín López López Fondo Regional para la Cultura y las Artes del Centro Occidente Plaza Principal MUSEOS Y GALERÍAS MUSEO DE ARTE ABSTRACTO MANUEL FELGUÉREZ Gustavo Pérez obra reciente Sala de Exposiciones Temporales I Permanencia: 17 de marzo Mecanismos de luz y pequeñas ficciones Obra reciente de Alfonso López Monreal Sala de Exposiciones Temporales II Permanencia: 17 de marzo MUSEO FRANCISCO GOITIA Ruta Gaudí Obra de Rito Sampedro Permanencia: 6 de abril


10 DE FEBRERO DE 2014

Insurgencia Chiquita

[Arte Contemporáneo Condesino] Por Claudia Córdova ciudadano-creador con el entorno político actual, así como vincular disciplinas como la historia, la filosofía, el diseño, la escultura social y los estudios de performance. Como parte del taller se han programado tres charlas con académicos y expertos en distintas disciplinas. La primera de ellas fue una disección al perfomance, llevada a cabo el miércoles 5 de febrero, donde Citlali Córdova nos habló de la acción en distintos niveles, enfocándose en la misma como desestabilizador de las prácticas sociales; se abordó el tema del “happening” desde los textos de Allan Kaprow y las estrategias de la Internacional Situacionista. La segunda charla, del jueves 6 de febrero, estuvo a cargo de Marco Antonio

Flores Zavala, profesor e investigador de la Unidad Académica de Historia de la UAZ, quien habló de la construcción del ciudadano, encuadrando el tema en la pluralidad y la libertad; nos dio también un panorama histórico de la democracia y la república, acotando tópicos sobre el Estado moderno, así como los derechos y obligaciones que contraemos al erigirnos ciudadanos. La tercera charla se llevará a cabo el miércoles 12 de febrero: “Crítica y Subversión. Fragmentos para un post-manifiesto post-anarquista (o borrador para un texto colectivo)”, impartida por Sigifredo Esquivel Marín, también profesor-investigador de la UAZ, de la Unidad Académica de Filosofía.

Complementando esta serie de charlas, y a manera de estrategia de salida para las ideas que se generen dentro del taller, se les ha propuesto a los asistentes -quienes en su mayoría hacen su primer acercamiento a las artes gráficas- que elaboren un cartel con serigrafía y esténcil; generaremos así una memoria gráfica y planteamos otra forma de diálogo, esta vez desde lo visual. El taller en mención corre del 3 al 14 de Febrero, así que aún están a tiempo de acompañarnos en Av. La Condesa No. 50, Col. La Condesa, Guadalupe, Zacatecas, de 18:00 a 20:00 hrs. Para más información visiten http:// insurgenciachiquita.blogspot.mx/

Bitácora del peregrino Por Sigifredo Esquivel Marín 13 aforismos sobre el uso de la bolsa [según Adrián Ruiz Esparza]

Autor: Adrián Ruiz Esparza

La bolsa de valores/los valores de la bolsa: dos formas de (mal)entender la volatilidad y precariedad del ser contemporáneo: el sobreviviente. & Todos nos hemos topado con una bolsa, en el súper, en la casa, en la oficina, en la calle. & La bolsa forma parte de nuestras vidas, es el sino y el signo del ser moderno. & A fuerza de su invisible persistencia, la bolsa de plástico es el objeto más cotidiano. Hay más de un billón de objetos circulando en el mundo cada año. Están por doquiera. Se han encontrado bolsas en intestinos de todos los mamíferos y cerebros humanos. & Bolsas de tipo camiseta, bolsas higroscópicas, tecnología del gag-inbox, bolsas de empacados al alto vacío. Polietileno de baja densidad, polietileno lineal, polietileno de alta densidad, polipropileno, polímero de plástico no biodegradable. Ahora también se aplica la nanotecnología a las bolsas, y éstas empie-

zan a integrarse al entorno humano y natural. Quizá nuestro futuro sea el de cyborg plastificado. & Los ecologistas nos han dicho –sin mucho éxito– que los plásticos y los materiales sintéticos constituyen la basura marina más común y responsable de graves problemas en animales y aves marinas. Por desgracia, sólo se recicla el 10% de bolsas. & Como bien sabe hacerlo, Adrián Ruiz Esparza reflexiona sobre el uso de las bolsas en la vida cotidiana, a través de su obra juega, reflexiona e ironiza sobre los múltiples significados de la bolsa. La bolsa es resignificada desde su función estética, se incorpora a las texturas del grabado y de la pintura. & Andy Warhol: “Lo maravilloso de este país es que los Estados Unidos iniciaron la tradición según la cual los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar mirando la TV y ver Coca-Cola, y puedes saber que el Presidente toma Coca-Cola, Liz Taylor toma Coca-Cola, y tú tam-

bién puedes tomar Coca-Cola. Una Coca-Cola es una Coca-Cola, y ninguna cantidad de dinero puede comprar una Coca-Cola mejor que la que está bebiendo un vago en la esquina. Todas las Coca-Colas son iguales, y todas las Coca-Colas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el Presidente lo sabe, y tú lo sabes”. & Ahora que el arte, la política y la cultura han entrado en una severa crisis, ¿cómo es posible pensar la función artística de la obra? Al pintar las botellas de Coca-Cola plateadas, Andy Warhol las transformó en arte, ¿cómo podemos aquí y ahora convertir las bolsas de consumo diario en objetos artísticos? & Quizá la pregunta más inquietante ahora mismo sea: ¿cómo evitar que los objetos de arte se conviertan en mercancías de consumo? & Adrián Ruiz Esparza juega con la sugerencia de los objetos encontrados (botellas, juguetes, zapatos, cubiertos, pero sobre todo plásticos y bolsas). Sus grabados pliegan y mimetizan el ser de la bolsa en su

esencia paradójica y sus accidentes substanciales. & “You’re In” de Andy Warhol, “Graft (Ostrich)” de Glenn Kaino, “Bolsas” de Adrian Ruiz Esparza constituyen tres experiencias radicales del arte contemporáneo que intentan, por todos los medios, cursos y recursos ba(na)lizar el juego de sentido y sin-sentido al resignificar clichés y tópicos de la vida cotidiana. & Entre el mar del sinsentido y el océano de la vacuidad: restos de un naufragio: la obra de arte.

Arte

“Insurgencia chiquita” es un proyecto basado en el ensayo TAZ de Hakim Bey, en el que el autor refiere a la “insurrección” como una revolución fallida, un levantamiento que no termina en la fundación de un nuevo Estado, por lo tanto no es una solución permanente sino una estrategia de resistencia. Es por eso que se busca conformar un grupo de estudio y práctica de la insurgencia simbólica, cuyos ejes principales son la crítica social, la ciudad y el arte contemporáneo. Dentro de las actividades de este proyecto se propuso en primera instancia un taller de Cartel y Consigna Política, cuyo objetivo es proponer herramientas visuales, conceptuales y poéticas para el diálogo crítico del


LA GUALDRA NO. 135 / 10 DE FEBRERO DE 2014

La Gualdra en la Berlinale

Cine

Se alumbra la flama por la igualdad en La Berlinale Por Carlos Belmonte Grey

Un festival internacional de cine siempre será un momento ideal para hacerse publicidad y la Berlinale no podía ser la excepción, tanto y más cuando Berlín es una de las ciudades líderes en las manifestaciones por el respeto a las preferencias sexuales. Los manifestantes se estacionaron en la mitad de la Potsdamer Plaza: justo en donde inicia el bulevar Potsdamer con su camellón adornado con las estrellas de los actores de cine; en la intersección de la calle que termina en la Plaza Marlene Dietrich enmarcada por el Palacio del Festival y el hotel Hyatt; y en la perpendicular al Hotel Marriot que alberga a una parte del mercado del cine. Era el sitio perfecto para ser vistos por los periodistas. La manifestación tuvo a unos 500 entusiastas y comprometidos, heterosexuales, transexuales, homosexuales y lesbianas que instalaron un sistema de sonido y una pebetero para alumbrar la flama de la igualdad y dar soporte físico a su campaña “Open your mouth”. El motivo es doble: por una parte rebelarse contra la ley que el presidente ruso Vladimir Putin ha promulgado y que criminaliza la homosexualidad al grado de penalizar toda manifestación neutral o a favor de ella. En consecuencia, el segundo motivo es demandar una legislación precisa al gobierno alemán para el reconocimiento de los derechos homosexuales.

Río de palabras

Polo De cómo nos fuimos volviendo extraños Por Edgar Khonde Escuchaba el ruido de la llave abriendo la cerradura y luego sus tacones subiendo por la escalera. Sabía que dejaría su bolso colgado de un gancho del sobretodo, que sacaría su móvil y su cartera, y que luego se quitaría el abrigo para inmediatamente guardarlo en el clóset. Caminaría hasta la puerta del estudio, ya sin tacones, me observaría

por dos instantes pensando que yo no me habría dado cuenta de su presencia. Y cuando se paraba a un lado de mí, y me daba un beso en la mejilla diciéndome “ya llegué”, mientras yo golpeaba incesante las teclas de la máquina de escribir, ahí, en ese instante comprendía que de eso se trataba vivir juntos, de saber que el otro -ellapor fin había llegado a mi vida.

El compromiso de la Liga Lesbiana, gay, bisexual y transexual (LGBT) en apoyo a la Rusia nace, además de la solidaridad, del temor de que una situación similar se pueda propagar a otros países. La ley de Putin se extiende a la familia y a los amigos que quedan bajo la vigilancia del Estado ante cualquier manifestación de apoyo a la LGBT; al mismo tiempo, la educación pública pretende orientar a la sociedad hacia “la normalidad” de los sexos para evitar toda contaminación. Esta ley ha dado luz verde a los grupos neo-nazis para que inicien una caza contra la LGBT en pos de lo que ellos llaman, “una purificación del país”. Los grupos neo-nazis se hacen pasar por homosexuales para ligar con una persona, llevarla a su casa, y una vez ahí filmarla, humillarla, golpearla y hasta asesinarla, para después colgar el video en el internet y hacer pública su osadía patriótica. La Berlinale, cabe recordar, está comprometida con el movimiento de la LGBT, por lo que periodistas, directores de cine y actores apoyan desde hace dos décadas el Teddy Award que reconoce a la mejor película de temática homosexual. Además, el festival incluye proyecciones especiales de las cintas que compiten por este premio, una situación que permite consagrar sesiones especiales al movimiento para darle espacio al debate.

Por Pilar Alba

El golpe es fuerte, certero y limpio; un hilo de sangre se dibuja alrededor del cuello y tras unos segundos la cabeza cae contundente rodando por el piso. Suena la música de victoria, se escuchan los vítores de los demás guerreros que anuncian el triunfo de la batalla, el paso al siguiente nivel. Polo sólo sonríe con una sonrisa estúpida, a él no le emociona esa victoria, ha pasado muchas veces por ese nivel, el que le preocupa es el que sigue, lleva ya varias horas intentando pasarlo. “Ahora sí, me cae”, se dice a sí mismo, “me cae que sí lo paso”. Y se acerca un poco más a la televisión, casi quiere meterse dentro de la acción del videojuego. Apenas ayer se lo compraron pero ya casi lo acaba todo. “Es la adrenalina”, les dice a sus compañeros de la escuela, “no puedes y no puedes dejarlo”. Escucha la música que separa el siguiente nivel, se prepara para elegir sus armas: una espada, escudo, unas cadenas; y le agrega fuerza y rapidez a su caballo. Ahora está listo para empezar, pero necesita ir al baño, las ganas le empezaron desde el nivel pasado, siempre se aguanta. Por eso lo llevaron el otro

día al doctor. Sin embargo el nivel ya comienza y han empezado a salir los enemigos quienes lo acechan por uno y otro lado. Guerreros con fuerzas sobrehumanas que caen ante Polo y su destreza con el control y sus armas. Mientras más obstáculos vence más le crece la emoción y también las ganas de orinar, pero resiste estoicamente ambas; sigue concentrado porque quiere conseguir su objetivo, cruzar la puerta del castillo, ahí siempre pierde, y es la que lo separa de la victoria. Salen unos perros guardianes, consigue con la espada cortarles la cabeza. Tras de ellos viene un gigante, con destreza aprieta los botones del control que accionan las cadenas que ahora se enredan en los pies del gigante quien va cayendo mientras se abren las puertas hacia la victoria... al mismo tiempo las piernas de Polo comienzan a llenarse de orina. Eso no le importa, ha conseguido coronarse con la victoria. Jugará una vez más su videojuego; se secará el suelo, se secará su ropa y cuando sus padres lleguen del trabajo, por la noche ni siquiera se darán cuenta de las batallas que aquí, Polo ha librado.


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