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Admite GB que perdió la pista de 200 menores refugiados
by La Jornada
AFP LONDRES
Las autoridades británicas admitieron ayer que perdieron el rastro de unos 200 menores que habían sido alojados en hoteles tras llegar sin sus padres a Reino Unido en busca de asilo.
En respuesta a una pregunta en el Parlamento, el secretario de Estado de Inmigración, Robert Jenrick, informó que desde julio de 2021 fueron alojados en hoteles alrededor de 4 mil 600 menores migrantes no acompañados.
Los solicitantes de asilo no son retenidos en los hoteles y tienen libertad para marcharse de ellos.
Desde entonces se denunciaron 440 desapariciones y “200 niños” siguen sin ser localizados. De ellos, 13 son menores de 16 años y sólo hay una niña.
Son albaneses 88% de ellos Ochenta y ocho por ciento de los jóvenes dados por desaparecidos son albaneses, los demás proceden de Afganistán, Egipto, India, Vietnam, Pakistán y Turquía.
La diputada del partido ecologista Caroline Lucas, que hizo la pregunta en el Parlamento, calificó de
“horrible” que "niños vulnerables sean abandonados por el ministerio del Interior.
El domingo, The Observer, la edición dominical del diario de izquierda The Guardian, informó sobre el secuestro de niños en un hotel de la ciudad costera de Brighton (sur), al citar a una persona que trabaja con el ministerio del Interior y a fuentes de los servicios de protección de menores.
La policía de Sussex, en el sur de Inglaterra, dijo a Afp que “no había recibido ninguna denuncia de personas secuestradas en los hoteles”.
Sin embargo, añadió que en mayo de 2022 se le informó que “dos ni- ños alojados en uno de estos hoteles se habían subido a un coche” cerca de un hotel.
El vehículo fue detenido en la autopista y dos hombres “arrestados como sospechosos de intento de tráfico de seres humanos.
“Tres jóvenes pasajeros fueron puestos a disposición del ministerio del Interior” y la investigación sigue en curso, precisó.
El gobierno conservador británico ha sido criticado en los últimos meses por las condiciones de acogida de los cada vez más numerosos migrantes irregulares que llegan por mar desde las costas de Francia.
Unos mil empleados del sector tecnológico, un motor importante de la economía de Israel, protestaron ayer con bloqueos de calles en diversas ciudades del país en protesta por los polémicos planes del gobierno ultraderechista de reformar el sistema judicial, lo que, según los manifestantes, amenaza la democracia.
“El Tribunal Supremo de Justicia nos protege a todos”, coreaban algunos manifestantes y se leían pancartas que decían: “Sin democracia, no hay alta tecnología. Incluso sin ChatGPT, sabemos que es un error”, en referencia a la herramienta de inteligencia artificial.
Decenas de empresas y organizaciones israelíes concedieron permisos para que sus trabajadores asistieran a las manifestaciones en todo el país.
La reforma planificada por la nueva coalición de gobierno de extrema derecha del primer ministro Benjamin Netanyahu ha provocado intensas críticas y protestas masivas semanales.
El gobierno propone reformas destinadas a restarle prerrogativas al sistema judicial en beneficio del escalafón político.
Motor económico
El sector israelí de alta tecnología representa una gran parte de las exportaciones del país, por lo que muchos manifestantes aluden a las repercusiones que podría tener la reforma que se pretende imponer en el sistema judicial, informó el diario Haaretz
El ministro de Justicia de Israel, Yariv Levin, tiene el objetivo de reorganizar el Poder Judicial al limitar de forma considerable las competencias de revisión del Tribunal Superior de Justicia además de asegurar el control del poder político sobre el nombramiento de los jueces.
Asimismo, un grupo de manifestantes protestó ante el domicilio de la presidenta del Tribunal Supremo de Israel, Esther Hayut, informó el diario The Times of Israel. Durante la jornada, se registraron además movilizaciones de trabajadores del sector tecnológico frente a uno de los principales centros industriales de Tel Aviv, muy cerca del Ministerio de Defensa.
Más de 100 mil personas salieron el domingo a las calles de esta capital y otras ciudades para protestar por tercer fin de semana consecutivo contra el gobierno.