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El niño de la cámara
by La Jornada
LEONARDO GARCÍA TSAO
Decir que Los Fabelman es la película más personal de Steven Spielberg es caer en una obviedad. Desde su intento de hacer una especie de autobiografía, con los nombres cambiados, era evidente la exploración de su vida familiar. Según esto, la vida verdadera del pequeño Sammy Fabelman (Mateo Zoryan) comenzó en un momento clave de 1952, cuando fue llevado al cine por primera vez para ver El espectáculo más grande del mundo (Cecil B. de Mille).

Antes de entrar a la sala, su padre, el científico Burt (Paul Dano), le explica la parte técnica del cine, mientras su madre, Mitzi (Michelle Williams), se concentra en el lado emotivo. Esa dicotomía heredada/aprendida será fundamental en su formación. El niño queda fascinado sobre todo por la escena en que un tren arrolla a un automóvil y choca con otro tren, provocando un espectacular descarrilamiento. Tan fascinado, que intentará recrear ese momento con un tren de juguete y el instrumento mágico, una cámara paterna de 8 milímetros.
A partir de dicha instancia, Sammy utilizará la cámara para aprender sus secretos. Ya adolescente (Gabriel LaBelle), el uso de una moviola amateur le permitirá un empleo más sofisticado y la recreación de sus películas favoritas –un western, una aventura bélica– cada vez más empeñosa, utilizando como actores a sus compañeros Boy Scouts. También hará una home movie de un viaje al campo. La revisión minuciosa de ese pietaje le revelará un doloroso secreto familiar. Técnica y emoción se juntarán nuevamente.
Los Fabelman revela la esencia del cine de Spielberg: la recreación del cine favorito de su infancia. De técnica impecable, blockbusters como Tiburón (1975), Encuentros cercanos del tercer tipo (1977) y Los cazadores del arca perdida (1981) entre otros, evidenciaron una inmadurez emocional que le daría al joven cineasta la fama de ser un niñote maravilla. Tardaría mucho para que Spielberg acometiera películas de tema adulto –La lista de Schindler (1993), Munich (2005), quizá su mejor obra a la fecha, y Lincoln (2012)– convirtiéndolo, finalmente, en un autor completo.
Por otra parte, es notable como Los Fabelman evita tanto la nostalgia como el sentimentalismo, dos cualidades muy asociadas con su cine. A pesar del conflicto que estalla en el seno de una familia “muy normal”, Spielberg lo trata con pinzas, sin adentrarse mucho en el deseo de su madre –Williams, por cierto, se sobreactúa en su interpretación de un espíritu libre–, en contraste con el quien era modista en España. De acuerdo con él, su madre alguna vez estuvo en prisión por ir vestida de forma “escandalosa”. Vendía accesorios a diseñadores conocidos antes de lanzar su propia colección. estoicismo pragmático de su padre –un Dano soberbio en su sutileza. La introspección sigue evadiendo al cineasta.
La primera propia llevaba el título Doce vestidos que no se pueden usar, realizados en materiales contemporáneos. Sus diseños innovadores estaban hechos con varios tipos de metal, incluyendo su famoso uso de malla metálica asociada con los caballeros medievales.
Según reportes, Coco Chanel alguna vez calificó a Rabanne de El metalurgo de la moda.
El último tercio de la película es la más redonda, al situar a Sammy en una prepa californiana poblada de wasps (protestante blanco y anglosajón), donde enfrentará por vez primera al antisemitismo. Con un remate genial en el cual el joven recibirá una lección inolvidable de John Ford, considerado el mejor director de la historia (no les digo quién lo interpreta, pero es un golpe maestro de casting), Los Fabelman queda como un tributo amoro- so al medio, aquejado por un melodrama que no se atreve a decir su nombre.
“Mis colegas me dicen que no soy un modista, sino un artesano y es verdad que soy un artesano... trabajo con mis manos”, dijo en una entrevista en la década de los 70. En otra entrevista que ofreció cuando tenía 43 años, que actualmente alberga el Instituto Nacional Audiovisual de Francia, Rabanne explicó su filosofía radical sobre la moda: “Creo que es profética, la moda anuncia el futuro”. Agregó que las mujeres son el heraldo del porvenir.
“Cuando el cabello está abombado, los regímenes caen”, asentó Rabanne. “Cuando el cabello es suave todo está bien”.
Los Fabelman (The Fabelmans)
D: Steven Spielberg/ G: Steven Spielberg y Tony Kushner/ F. en C: Janusz Kaminski/ M: John Williams/ Ed: Sarah Broshar, Michael Kahn/ Con: Michelle Williams, Paul Dano, Seth Rogen, Gabriel LaBelle, Mateo Zoryan/ P: Amblin Entertainment, Amblin Partners, Reliance Entertainment, Universal Pictures. Estados Unidos, 2022.
Twitter: @walyder
En El Chopo
Palomas y el Alicia: la última noche
JAVIER HERNÁNDEZ CHELICO
TRES EPISODIOS ARMAN-
DO Palomas-Foro Alicia: La primera noche que Palomas llegó al Alicia fue cargando una pesada mochila “Esa vez era un homenaje a León Chávez Teixiero; tocaron Carlos Arellano, Nina, Catana y le pedí chance a Nacho de tocar. Le enseñé mi carga: eran mis casetes de Armando Palomas y la Veladora; le di uno para que lo oyera, pero no tenía en qué. En eso llegó Catana y le dijo a Nacho ‘Que toque dos/tres rolas y se baje’”. Armando subió y empezó la historia. Veinte años después, el 15 de agosto de 2015, el de Agüitas presentaría en el Alicia el video de Alas & víboras, grabación en vivo de su concierto en el Lunario el 28 de febrero de ese año. El autor de La canción del mutilado tuvo que autografiar en la calle sus devedés, pues ese mediodía el Alicia fue clausurado. No obstante, una larga fila de chavas y chavos esperaban la firma de Palomas, quien con la cortina del foro, que a sus espaldas tenía los sellos de “clausurado”, firmó algunas decenas de discos de manera especial. Y hoy, a casi 30 años de aquel paro de Catana a Palomas, se llevará a cabo el concierto postrero entre este último y el multiforo bajo el lema de la gira
XXX La última noche, título acorde con el adiós entre el que hizo el cedé De regreso al burdel de la soledad y Nacho Pineda. En esa tocada de indeseada despedida, estarán con Palomas dos músicos muy cercanos a su historia, Rafael Catana –quien después de aquella primera presentación en el Alicia, le ofreció hospedaje al de Aguascalientes– y Neto Castillo, guitarrista quien ha estado al lado de Palomas desde los inciertos inicios hace 30 años.
Radio Chopo, nuevo disco de Garrobos; Faro Cosmos, Alex FG y talleres.
ESTE MEDIODÍA EN el Tianguis del Chopo, Garrobos rescata su mítica producción Sacude el cráneo para presentarla en vinilo. Para la ocasión dará una probadita a seguidores y a medios de comunicación invitados. En cuanto al programa sabatino de música en vivo en Radio Chopo, hoy estará La Resistencia D’ México, Hesed, Sixteen, Moltbe, Turet y Nicktam. Por otro lado, cerca del Metro Normal, en Faro Cosmos, esta tarde a las 17 horas, Alex FG –para más señas, guitarrista de Los Esquizitos– inaugura su exposición A chillidos de marrano, oídos de carnicero, trabajo que contiene piezas de pintura, Ilustración, mapping y una intervención; igualmente, Álex ha sido invitado al circuito de Faros y en abril inicia su segunda exposición en Faro de

Oriente, donde pintará un mural para la ludoteca. En Faro Cosmos también empieza el taller de Rock mexicano y periodismo el próximo martes 7. Las sesiones son un recorrido por los sinuosos caminos del rock mexicano, caminos registrados en libros y revistas consultadas para hacer apuntes y posteriormente, ser la base para redactar textos bajo la estructura de algún género periodístico usual en las publicaciones especializadas en el rocanrol.

EL FARO COSMOS se ubica en la calzada México Tacuba esquina Circuito Interior.
▲ En agosto de 2015, Armando Palomas tuvo que firmar sus discos afuera del Alicia, pues el mulitiforo había sido clausurado. Foto Javier Hernández Chelico