La Hora
internacional
ENFRENTAMIENTOS
Chocan fuerzas sirias y rebeldes al sur de Damasco Por DIAA HADID,
BEIRUT, /Agencia AP
Las fuerzas sirias se enfrentaron con los insurgentes el martes en los suburbios al sur de Damasco, indicaron activistas, parte de una reagudización de los intentos del gobierno por recuperar las zonas en manos de la oposición. El enfrentamiento más reciente ocurrió cerca del suburbio de Hejeira, un conjunto de enormes barrios y pueblos al sur de la capital siria que han sido bastiones de la oposición en el último año. El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña y cuya información proviene de una red de activistas en Siria, así como una vocera del consejo rebelde en el país, dijeron que las tropas del presidente Bashar Assad estuvieron apoyadas por combatientes chiíes de Irak y el grupo miliciano libanés Jezbolá. La vocera habló bajo condición de permanecer en el anonimato por temores sobre su seguridad. Las tropas de Assad han avanzado con nuevos ánimos en las últimas semanas en el campo de batalla, recuperando al menos cuatro bastiones rebeldes en la provincia norteña de Alepo y el sur de Damasco. Esta semana las fuerzas oficiales recobraron el pueblo de Sbeineh, adyacente a Hejeira. En otro posible golpe para los insurgentes, se alcanzó una tregua en el barrio de Yarmuk, dominado por los palestinos en el sur de Damasco, según reportaron los medios estatales sirios y el encargado del observatorio, Rami Abdurrahman. Abdurrahman dijo que el acuerdo dispone que los rebeldes y las fuerzas oficiales hagan a un lado las armas. Las fuerzas del gobierno serán depuestas en retenes a las afueras de Yarmuk. Otros activistas no pudieron confirmar el acuerdo, y aún había reportes de enfrentamientos el martes en Yarmuk. Los combates en el pueblo, donde también hay un enorme campo de refugiados, han obligado a miles de palestinos a desplazarse.
Foto La Hora: AP
Un grupo de hombres carga un ataúd de un niño sirio que fue asesinado el lunes en el barrio de Bab Sharqi en Damasco, Siria.
Guatemala, 12 de noviembre de 2013/Página 27
EMERGENCIA: Filipinos necesitan alimentos, refugio y medicinas
Ayuda en Filipinas no ha podido llegar a lugares más necesitados Al día siguiente de que el tifón Haiyan golpeó la costa oriental de las Filipinas, un equipo de 15 médicos y expertos en logística estaba listo para volar hacia la ciudad más golpeada con el fin de ayudar. Hoy, luego de cinco días del que podría ser el peor desastre en la historia del país, seguía aguardando para partir. Por TODD PITMAN y JIM GOMEZ,
TACLOBAN,/Agencia AP
La ayuda ya está llegando a Tacloban: suministros médicos, plataformas llenas de agua y alimentos se apilan en camiones, aviones y transbordadores, enviadas por el gobierno filipino y diversos países del mundo. Pero la magnitud del desastre y los desafíos para hacer llegar la ayuda dan como resultado que pocas personas en esta ciudad, llena de escombros y cadáveres, hayan recibido apoyo. Un equipo de Médicos Sin Fronteras, junto con suministros para hospitales, llegó a la isla de Cebu el sábado en busca de un vuelo hacia Tacloban, pero para el martes aún no había partido. Un portavoz del grupo dijo que era “difícil decir” cuando podrían salir hacia allá. “Estamos en contacto con las autoridades, pero el aeropuerto (de Tacloban) es sólo para uso de las fuerzas armadas de las Filipinas”, dijo Lee Pik Kwan en una entrevista telefónica. Y en la ciudad a donde los médicos desean llegar, miles de víctimas del tifón intentaban escapar. Acamparon en el aeropuerto y corrieron hacia la pista cuando llegaron aviones, rebasando una verja de hierro rota mientras algunos soldados y policías intentaban controlarlos. La mayoría no logró abordar. “Necesitamos ayuda. No llega nada”, dijo Aristone Balute, una anciana de 81 años que no logró subir a un avión para salir de la ciudad. “No hemos comido desde ayer por la tarde”. Balute tenía las ropas empapadas de agua por la lluvia y lloraba. Un reportero de The Associated Press condujo un automóvil por la ciudad a lo largo de unos siete kilómetros (cuatro millas) el miércoles y vio más de 40 cadáveres. No detectó evidencia de ninguna entrega organizada de alimentos, agua o suministros médicos, a pesar de que gran cantidad de ayuda ha comenzado a llegar al aeropuerto. Algunas personas hacían fila para recibir agua de una manguera, presumiblemente del suministro municipal.
Foto AP/Wally Santana
Personal militar filipino trata de dar prioridad a los niños y las mujeres entre miles de personas que esperaban ser evacuadas por avión en Tacloban, Filipinas.
“Hay mucho por hacer. No hemos podido llegar a las comunidades remotas”, dijo Valerie Amos, secretaria general adjunta de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, en declaraciones desde Manila. “Incluso en Tacloban, debido a los escombros y las dificultades con la logística y otras cosas, no hemos podido tener el nivel de suministro que nos gustaría. Vamos a hacer todo lo que podamos para llevar más”. El portavoz presidencial Edwin Lacierda dijo que los pertrechos de ayuda estaban llegando a la ciudad, y el suministro debería incrementarse en los próximos días ahora que el aeropuerto y un puente que conduce a la isla han sido abiertos. “No vamos a dejar atrás ni a una sola persona; nadie que esté vivo será dejado atrás”, afirmó. “Ayudaremos sin importar lo difícil que sea, sin importar lo inaccesible”. Los doctores en Tacloban dijeron estar desesperados por obtener medicinas. A un costado de la torre de control arruinada del aeropuerto, en una pequeña clínica improvisada con cristales rotos, los médicos del ejército y la fuerza aérea dijeron haber atendido alrededor de 1.000 personas por cortadas, golpes, laceraciones y heridas profundas. “Es abrumador”, dijo Antonio Tamayo, capitán de la fuerza aérea. “Necesitamos más medicinas. No podemos aplicar inyecciones contra el tétanos porque no tenemos ninguna”.
Foto La Hora: AP/ Bullit Marquez, Archivo
Aspecto aéreo de la devastación dejada por el tifón Haiyan en Filipinas.
Tifón
Resalta crisis de infraestructura Bajo un presidente reformista, Filipinas emergió como una estrella económica asiática en ascenso, pero la estela de destrucción y muerte dejada por el tifón Haiyan ha resaltado sus debilidades: una infraestructura frágil tras décadas de corrupción y abandono. Las autoridades temen que la tormenta que asoló la provincia de Leyte ha matado a miles de personas. Más de 600.000 personas fueron desplazadas. Las bajas tasas de seguro en Filipinas significan que el desastre muy probablemente va a socavar las finanzas del gobierno, pero analistas dicen que pudiera no reducir significativamente el crecimiento, por el papel relativamente pequeño de la región afectada en la economía del país.
No obstante, la devastación causada por Haiyan resalta la urgente necesidad de gastar más fondos para construir caminos, puertos y líneas del tendido eléctrico, no solamente para mejorar el nivel de vida, sino también para resistir mejor tormentas, terremotos y otros desastres que azotan el país asiático regularmente. Filipinas tiene el menor porcentaje de caminos pavimentados en comparación con vecinos como Vietnam, Malasia, Tailandia y Singapur, de acuerdo con datos compilados por grupos empresariales extranjeros en Filipinas en el 2010. Tenía además las peores calificaciones en otros índices clave como líneas telefónicas, viviendas con electricidad y electricidad perdida en la transmisión.