Nueva Guatemala de la Asunción, 4 de febrero de 2012
Suplemento Cultural 3
Galería de artistas
A 100 años de Jackson Pollock
Paul Jackson Pollock nació en Cody, Wyoming el 28 de enero de 1912 y murió en agosto de 1956 a la edad de 44. Para diciembre de ese mismo año, en el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, se hace una retrospectiva de su obra. POR ANANDA WATANABE
A
cien años de su nacimiento surgen múltiples reflexiones sobre el artista. La primera de las exposiciones del centenario abrirá en mayo: “La persistencia de Pollock”, que muestra las obras asociadas, con o inspirado por el artista, coorganizado por la Pollock-Krasner House; la segunda: “Jackson Pollock: Retrospectiva del Centenario” se presentará en el Museo de la Prefectura de Aichi de Arte de Nagoya, Japón, para el mes de noviembre y viajará al Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio en febrero. El expresionista abstracto fue acusado de nihilista al no representar la emotividad en la forma y fue estigmatizado por mucho tiempo por los críticos del arte como el “tipo que salpicó y goteaba un montón de pintura sobre un lienzo y lo llamó arte”. Pero lo cierto es que Pollock fue un hito entre la ya conocida y gastada cultura euro-americana, que condenada a la tradición del viejo continente, no innovaba hasta el atrevimiento de gotear el lienzo, rompió con el tradicionalismo e incluso con lo que se estaba haciendo en esa época en Europa, logrando así convertirse en –El Artista Americano – el que más influencia tuvo en el arte del siglo XX. Incluso superó a Picasso por millones en una subasta de arte privada, convirtiendo su obra “No. 5” en la obra más cara dentro de la historia del mercado del arte. Pollock fue introducido en el uso de pintura líquida en
1936 en un taller experimental operado en Nueva York por el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. Pero Siqueiros no fue el único mexicano que lo influenció, pues los murales de Orozco con temas del realismo socialista tuvieron una importante atribución creativa en él. La década de 1940 – 1950 sería su famoso “periodo de goteo”, donde utilizó pintura vertiendo como una de varias técnicas en los lienzos. Para el año de 1951, una época oscura en su vida se reflejó rápidamente en la obra, pues los colores fueron aun más oscuros, pintando una colección enteramente en negro sobre lienzos sin preparar. Después de esta etapa retornó al color y trasladado a una galería avecinándose a lo comercial, refugió su enojo en su tan conocido alcoholismo que años más tarde lo llevaría a la muerte en un súbito accidente automovilístico. El sobre nombre de “Jack el gotero” (“Jack the dripper”) le fue otorgado dentro de un artículo escrito en febrero de 1956 por la revista Time. Nada de cosmología física, pero la singularidad espaciotemporal del artista del desastre ante la expansión observable en su maravillosa técnica de “goteo” y la gran explosión de colores obscuros, hace que el caos se convierta en orden en la creación de sus pinturas. Con fuerza, estalla e intimida al posar el canvas directamente en el piso mientras la «Pintura de Acción» se llevaba a cabo.